Wednesday, August 28, 2013

La guerra espectral.




Y aquí estoy, siendo bombardeado por imágenes desencadenadas por una maquina de guerra fundamentalista. Las veo en televisión... todo el día... toda la noche... las rastreo en periódicos, revistas y, "on-line"...Veo todo lo que se me permite ver... saturado con desinformación. Y  sin embargo, no hay cuerpos mutilados, no hay fealdad, no hay salvajismo. Solo el despliegue logístico, tecno-burocrático de la guerra y la magia del espectáculo. Todo ha sido limpiado... sanitizado, empalmado, comentado expertamente…editado... cortado... mitologizado y tecnológicamente digitizado.

Desde el sofá, pasivamente consumiendo los espectros del mundo fabricados por otros... surfeando los canales de la guerra, saltando de uno a otro... obsesivamente tecleando el control remoto… nos hundimos lentamente en el aturdimiento... mesmerizados por la corriente fragmentada de imágenes que parpadean y brillan en la  pantalla. El mundo es sostenido a través de imágenes, signos y simulaciones...eventos incorpóreos y fantasmas teológicos.  Nos hundimos de tal manera en el sofá que perdemos nuestra habilidad para actuar.

Una multitud de canales pasan como un zumbido...CNN...CBC...BBC...repeticiones de  Rambo... el chismorreo de las celebridades... un comercial del McDonald invitándonos a "tomar un descanso"...NBC...las bombas en Afganistán... info-comerciales...ídolos americanos... eventos deportivos en vivo y en directo...una propaganda de SUV...imágenes de niños sirios yaciendo en hospitales...comerciales de RAW...el encuentro  de la prensa con la Casa Blanca...los Simpson...imágenes de secuestrados... propaganda de cerveza ...

Y así estamos,  un Viernes en la noche... saltando entre la representación de lo Real y la pura fantasmagoría del espectáculo mercantilizado... surfeando en historias trizadas, desconectadas... una corriente de informaciones fragmentadas y distorsionadas concentrándose en imágenes que nos seducen e invitan al aislamiento... transformándonos en espectadores... descentrándonos al hacernos mas y mas dependientes de la imagen.. .enganchándonos en apariencias... lentamente mutandonos en un consumidor post-moderno pacificado y despolitizado.

Vivimos en la edad de la guerra perpetua...una era que existe en la cúspide de la crisis.  La realidad después de la segunda guerra mundial… es la realidad que va de la guerra del Vietnam a la Guerra Fría… de la Guerra en contra de las Drogas a la Guerra en contra del Terrorismo... de la Guerra del Golfo a la Guerra de las Estrellas...de la Guerra en contra de la Gordura a la Guerra en contra del Cigarro y del SIDA. ! Da la impresión de que estamos siendo amenazados por todos lados!  Nuestro "estilo de vida" mismo esta en peligro..."los intereses nacionales", se proclama, deben ser protegidos... para así poder sentarnos tranquilos y ver televisión... consumiendo imágenes del mundo desde una zona de confort... protegida de lo Real.

La televisión es la jeringa de la ideología... la gota intravenosa del narcómano espectral... La sociedad hiper-capitalista  es una sociedad de drogadictos ...siempre buscando el próximo golpe... la próxima explosión... la conmoción y la reverencia temerosa del "Block Buster" que nos deja salivando por mas... todo lo que pedimos es  un poquito mas de diversión antes de volver al trabajo.  Queremos que se nos entretenga... el tedio es demasiado. Queremos Mas! Mas! y Mas!

Saltando entre canales, moviendo el dial... girándolo fuera de control... titilando, oscilando y parpadeando... presenciamos la aparición de un vacío... de una ruptura abismal al centro de nuestro mundo  que debe ser cubierta inmediatamente.   El espacio entre el brillo de la pantalla y el impulso a cambiar los canales esta lleno de minas ideológicas y agujeros virtuales.  Estamos demasiado entretenidos para darnos cuenta de que estamos bajo ataque.  La imagen llena los hoyos insípidos de nuestras vidas,  infiltrando nuestras fantasías.  La vida social es un territorio ocupado.

La imagen monomaniaca tiende a tejer representaciones y apariencias desconectadas del mundo en una fantástica e imposible unidad abstracta, como respuesta al empobrecimiento de la vida diaria.   Esta posición implica una retirada de lo ordinario y cotidiano.  En el espectáculo nos transformamos en seres, no a través del "tener", sino  a través de la "apariencia".  Lo que perdemos en nuestra vida es temporalmente proveído por la apariencia camafeo, el tabloide, los resplandores de Hollywood y la vida privada de los ricos y famosos.  Los escándalos sexuales de los políticos, los triunfos y derrotas de los equipos deportivos...  los paparazzis revolotean por todas partes. Nos hundimos cada vez más en la abstracción.  Nuestros deseos y necesidades son explotadas en beneficio de la ganancia y el control ideológico... Ya no vivimos en el mundo. Vivimos en una imagen abstracta del mundo.

Es nuestra separación... nuestro atomismo social... lo que hace posible al espectáculo proveer unidad a través de la imagen.  Recordemos a Debord: la "sociedad del espectáculo" se reúne solo en su separación. El flujo constante de los medios de producción y sus extensiones rizomaticas de poder y modificaciones institucionalizadas distorsionan la comunicación y la información para su propia ventaja.  La "sociedad burocrática de consumo controlado"  separa pensamiento y acción,  en tanto transforma la vida concreta en un universo especulativo de signos y símbolos efervescentes para ser contemplados.

Esta es una Guerra Tecno-Sagrada...el Eje del Mal fue proclamado desde el pulpito...no fueron necesarios argumentos sofisticados...solo imágenes del 9/11 y la invocación de las Armas de Destrucción Masiva.  La doctrina de la prevención resuma con el fervor teológico de las cruzadas. Extiende la guerra clásica, tal como se entendió desde Sun Tzu a Clausewitz, a lo virtual.  La magia tecnológica de la guerra, sin embargo, no la separa de sus aparatos de captura. Clásicamente la guerra estuvo al lado de la jerarquía, la separación, la apropiación y la acumulación del poder.  Esto no ha cambiado.  Las guerras centrípetas succionan el poder hacia el centro... intentan injertar el poder en lo uno... Dios-Rey-Estado-Capital-etc.   Lo que ha cambiado es que debe tener la aprobación de la mayoría de los espectadores.... debe orientar la mirada hacia las encuestas... debe obtener buenos promedios.  La prevención introduce el reino del posible futuro negativo dentro de la ecuación.  Un futuro que empequeñece el 9/11...  invoca  el terror para asegurar su logica... la guerra entra en la Economía de la Especulación y la Teología del Armagedon. La logica de la prevención demanda la guerra para prevenir futuras guerras y atrocidades...en el nombre del Bien...los regimenes diabólicos deben ser destruidos.  Es nuestro deber. Debemos eliminar el Mal.

"Por que deseamos nuestra opresión?"  La paradoja de Deleuze y Guattari.  El miedo a la vulnerabilidad ha configurado la psique americana  desde el ataque de Pearl Harbour... yendo desde el refugio anti-aéreo a la cinta magnética para controlar la ansiedad... para suspender el desierto de lo Real. "La Seguridad Nacional" es solo otro termino para la invasión de la privacidad y la erosión de las libertades civiles y, sin embargo, es recibida con brazos abiertos.

"Estas con nosotros o en contra de nosotros"...Mira lo que podemos hacer.  Es aterrorizantemente claro que la maquina de guerra ha entrado en un nuevo desarrollo. El  fin de la Guerra Fría nos  ha conducido a la Edad del Imperio.  Su llegada espectral se hizo sentir en la Guerra del Golfo.  Su secuela, apodada "operación iraki freedom", es la última expresión de esta entidad mutante. Una maquina feroz funcionando a través de una guerra asimétrica que pacifica a las masas a través de un ataque relámpago de noticias... una bomba sucia de información que encubre el horror de la guerra.

En la invasión a Irak el ministro de información reclamaba  que los soldados americanos estaban  muriendo como perros en el aeropuerto..."no les crean,"  exclamaba, "nosotros estamos ganando". Los halcones arrasan en Bagdad.  Los reporteros incrustados en las tropas rebotan imágenes desde  satélites, tropas de operaciones especiales asaltan palacios y edificios gubernamentales, la guerrilla urbana irrumpe, los símbolos de Saddam lentamente son destruidos... su cara se disuelve en las murallas resecas de Bagdad... las calles se llenan de caos... la victoria es proclamada... la confianza rueda cuesta abajo... desvaneciéndose como en Afganistán...  gira, gira, gira. Y el espectáculo continua, con nuevas invasiones, con nuevas guerras.

No hay necesidad de bombarderos suicidas aquí.  Nosotros ya hemos dado nuestros cuerpos al espectáculo.  Vivimos solo para la  imagen... para la próxima atracción.

Levántate del sillón.  Las calles te llaman.

Ariel

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