Y aquí estoy, siendo
bombardeado por imágenes desencadenadas por una maquina de guerra
fundamentalista. Las veo en televisión... todo el día... toda la noche... las
rastreo en periódicos, revistas y, "on-line"...Veo todo lo que se me
permite ver... saturado con desinformación. Y sin embargo, no hay cuerpos
mutilados, no hay fealdad, no hay salvajismo. Solo el despliegue logístico,
tecno-burocrático de la guerra y la magia del espectáculo. Todo ha sido
limpiado... sanitizado, empalmado, comentado expertamente…editado... cortado...
mitologizado y tecnológicamente digitizado.
Desde el sofá,
pasivamente consumiendo los espectros del mundo fabricados por otros... surfeando
los canales de la guerra, saltando de uno a otro... obsesivamente tecleando el
control remoto… nos hundimos lentamente en el aturdimiento... mesmerizados por
la corriente fragmentada de imágenes que parpadean y brillan en la
pantalla. El mundo es sostenido a través de imágenes, signos y
simulaciones...eventos incorpóreos y fantasmas teológicos. Nos hundimos de tal manera en el sofá que
perdemos nuestra habilidad para actuar.
Una multitud de
canales pasan como un zumbido...CNN...CBC...BBC...repeticiones de Rambo... el chismorreo de las celebridades...
un comercial del McDonald invitándonos a "tomar un
descanso"...NBC...las bombas en Afganistán... info-comerciales...ídolos
americanos... eventos deportivos en vivo y en directo...una propaganda de
SUV...imágenes de niños sirios yaciendo en hospitales...comerciales de RAW...el
encuentro de la prensa con la Casa
Blanca...los Simpson...imágenes de secuestrados... propaganda de cerveza ...
Y así
estamos, un Viernes en la noche... saltando
entre la representación de lo Real y la pura fantasmagoría del espectáculo
mercantilizado... surfeando en historias trizadas, desconectadas... una
corriente de informaciones fragmentadas y distorsionadas concentrándose en imágenes
que nos seducen e invitan al aislamiento... transformándonos en espectadores...
descentrándonos al hacernos mas y mas dependientes de la imagen.. .enganchándonos
en apariencias... lentamente mutandonos en un consumidor post-moderno
pacificado y despolitizado.
Vivimos en la edad
de la guerra perpetua...una era que existe en la cúspide de la crisis. La realidad después de la segunda guerra
mundial… es la realidad que va de la guerra del Vietnam a la Guerra Fría… de la
Guerra en contra de las Drogas a la Guerra en contra del Terrorismo... de la
Guerra del Golfo a la Guerra de las Estrellas...de la Guerra en contra de la
Gordura a la Guerra en contra del Cigarro y del SIDA. ! Da la impresión de que
estamos siendo amenazados por todos lados!
Nuestro "estilo de vida" mismo esta en peligro..."los
intereses nacionales", se proclama, deben ser protegidos... para así poder
sentarnos tranquilos y ver televisión... consumiendo imágenes del mundo desde
una zona de confort... protegida de lo Real.
La televisión es
la jeringa de la ideología... la gota intravenosa del narcómano espectral... La
sociedad hiper-capitalista es una
sociedad de drogadictos ...siempre buscando el próximo golpe... la próxima
explosión... la conmoción y la reverencia temerosa del "Block Buster"
que nos deja salivando por mas... todo lo que pedimos es un poquito mas
de diversión antes de volver al trabajo. Queremos que se nos
entretenga... el tedio es demasiado. Queremos Mas! Mas! y Mas!
Saltando entre
canales, moviendo el dial... girándolo fuera de control... titilando, oscilando
y parpadeando... presenciamos la aparición de un vacío... de una ruptura
abismal al centro de nuestro mundo que debe ser cubierta
inmediatamente. El espacio entre el
brillo de la pantalla y el impulso a cambiar los canales esta lleno de minas ideológicas
y agujeros virtuales. Estamos demasiado
entretenidos para darnos cuenta de que estamos bajo ataque. La imagen llena los hoyos insípidos de
nuestras vidas, infiltrando nuestras fantasías. La vida social es un territorio ocupado.
La imagen
monomaniaca tiende a tejer representaciones y apariencias desconectadas del mundo
en una fantástica e imposible unidad abstracta, como respuesta al
empobrecimiento de la vida diaria. Esta
posición implica una retirada de lo ordinario y cotidiano. En el espectáculo nos transformamos en seres,
no a través del "tener", sino a través de la "apariencia". Lo que perdemos en nuestra vida es
temporalmente proveído por la apariencia camafeo, el tabloide, los
resplandores de Hollywood y la vida privada de los ricos y famosos. Los escándalos sexuales de los políticos, los
triunfos y derrotas de los equipos deportivos... los paparazzis revolotean por todas partes.
Nos hundimos cada vez más en la abstracción.
Nuestros deseos y necesidades son explotadas en beneficio de la ganancia
y el control ideológico... Ya no vivimos en el mundo. Vivimos en una imagen
abstracta del mundo.
Es nuestra separación...
nuestro atomismo social... lo que hace posible al espectáculo proveer unidad a través
de la imagen. Recordemos a Debord: la
"sociedad del espectáculo" se reúne solo en su separación. El flujo
constante de los medios de producción y sus extensiones rizomaticas de poder y
modificaciones institucionalizadas distorsionan la comunicación y la información
para su propia ventaja. La
"sociedad burocrática de consumo controlado" separa pensamiento
y acción, en tanto transforma la vida
concreta en un universo especulativo de signos y símbolos efervescentes para
ser contemplados.
Esta es una Guerra
Tecno-Sagrada...el Eje del Mal fue proclamado desde el pulpito...no fueron
necesarios argumentos sofisticados...solo imágenes del 9/11 y la invocación de
las Armas de Destrucción Masiva. La
doctrina de la prevención resuma con el fervor teológico de las cruzadas.
Extiende la guerra clásica, tal como se entendió desde Sun Tzu a Clausewitz, a
lo virtual. La magia tecnológica de la
guerra, sin embargo, no la separa de sus aparatos de captura. Clásicamente la
guerra estuvo al lado de la jerarquía, la separación, la apropiación y la acumulación
del poder. Esto no ha cambiado. Las guerras centrípetas succionan el poder
hacia el centro... intentan injertar el poder en lo uno... Dios-Rey-Estado-Capital-etc. Lo que ha cambiado es que debe tener la aprobación
de la mayoría de los espectadores.... debe orientar la mirada hacia las
encuestas... debe obtener buenos promedios.
La prevención introduce el reino del posible futuro negativo dentro de
la ecuación. Un futuro que empequeñece
el 9/11... invoca el terror para asegurar su logica... la
guerra entra en la Economía de la Especulación y la Teología del Armagedon. La
logica de la prevención demanda la guerra para prevenir futuras guerras y
atrocidades...en el nombre del Bien...los regimenes diabólicos deben ser
destruidos. Es nuestro deber. Debemos
eliminar el Mal.
"Por que
deseamos nuestra opresión?"
La paradoja de Deleuze y Guattari.
El miedo a la vulnerabilidad ha configurado la psique americana
desde el ataque de Pearl Harbour... yendo desde el refugio anti-aéreo a la
cinta magnética para controlar la ansiedad... para suspender el desierto de lo
Real. "La Seguridad Nacional" es solo otro termino para la invasión
de la privacidad y la erosión de las libertades civiles y, sin embargo, es
recibida con brazos abiertos.
"Estas con
nosotros o en contra de nosotros"...Mira lo que podemos hacer. Es aterrorizantemente claro que la maquina de
guerra ha entrado en un nuevo desarrollo. El fin de la Guerra Fría
nos ha conducido a la Edad del
Imperio. Su llegada espectral se hizo
sentir en la Guerra del Golfo. Su
secuela, apodada "operación iraki freedom", es la última expresión
de esta entidad mutante. Una maquina feroz funcionando a través de una guerra asimétrica
que pacifica a las masas a través de un ataque relámpago de noticias... una
bomba sucia de información que encubre el horror de la guerra.
En la invasión a
Irak el ministro de información reclamaba que los soldados
americanos estaban muriendo como perros en el aeropuerto..."no les
crean," exclamaba, "nosotros estamos ganando". Los
halcones arrasan en Bagdad. Los reporteros
incrustados en las tropas rebotan imágenes desde satélites, tropas de operaciones especiales
asaltan palacios y edificios gubernamentales, la guerrilla urbana irrumpe, los símbolos
de Saddam lentamente son destruidos... su cara se disuelve en las murallas
resecas de Bagdad... las calles se llenan de caos... la victoria es
proclamada... la confianza rueda cuesta abajo... desvaneciéndose como en Afganistán... gira, gira, gira. Y el espectáculo continua,
con nuevas invasiones, con nuevas guerras.
No hay necesidad
de bombarderos suicidas aquí. Nosotros
ya hemos dado nuestros cuerpos al espectáculo.
Vivimos solo para la imagen... para
la próxima atracción.
Levántate del sillón. Las calles te llaman.
Ariel
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