Sunday, June 30, 2019

La fantasia


En el mito del origen del hombre de  José Ortega y Gasset  nos encontramos con que el  animal que se convirtió en ser humano era un habitante arborícola que vivía en terrenos pantanosos en donde abundaban las enfermedades epidémicas. Imaginemos que  esta especie se enfermo de malaria, o de otra peste,  pero no murió. La especie quedo intoxicada y esta  intoxicación produjo una hiperfunción cerebral. Y aquí radica todo.  Otros animales superiores que preceden al humano pueden tener entendimiento,  algo de memoria, pero no fantasía. A diferencia de ellos  este animal que somos encontró súbitamente una tremenda riqueza de figuras y mundos imaginarios dentro de si. Se lleno de fantasías como nunca nadie las había tenido. Frente al mundo circundante ahora  podía vivir también en  un  mundo fantástico. No solo en el  que esta afuera, sino  también en el que esta dentro. Al mundo de los instintos, se agrega ahora el mundo de la imaginación. Es esta  diferencia la que nos ha colocado, en  menos de 100 mil años, en la cima  de la cadena alimenticia.

Cualquiera sea la causa de esta revolución mental,  sea una mutación genética accidental que cambio  los circuitos neuronales, la simbiosis  con plantas sicotrópicas o las fiebres palúdicas, lo que interesa es entender las consecuencias que esta revolución causo. El humano junto con otras especies animales poseen lenguajes que les permiten transmitir información vital acerca del medio en que viven. Lo que separa  al lenguaje humano del lenguaje de otras especies es la habilidad  de transmitir información de cosas que no existen,  de entes que nadie ha visto y de seres que viven fuera de la realidad. Mitos, cuentos, fabulas, historias  y  leyendas, según el historiador  Yuval Noah Harari, aparecen por primera vez  con esta revolución cognitiva. El lenguaje ya no solo nos advierte “Cuidado. Un león!”, sino que ahora  puede decir… “El león es el espíritu guardián de la tribu”… ¿No es esta una pura ficción? Desde ese momento  hemos vivido en puras fantasías sociales… “ hace explotar tu cuerpo y el cuerpo de otros y el cielo te recibirá  con 50 vírgenes”.

¿Por qué  esto ha podido transformarse en una ventaja biológica? Si ocupamos el tiempo buscando centauros y sirenas en lugar de callampas y conejos, o  si gran parte del día lo pasamos orando a espíritus guardianes inexistentes… ¿Cómo logramos sobrevivir? La ficción, dice Harari, nos capacita, no solo para imaginar cosas que no existen, sino también para hacerlo colectivamente. Los mitos del Tiempo del Sueño de los indígenas australianos,  el ave sagrada Quetzal de los aztecas y mayas, el mito bíblico de la creación o los mitos nacionalistas del Estado moderno son todas ficciones urdidas colectivamente que nos han dado una inmensa habilidad para cooperar flexiblemente con un incontable numero de extraños.  Por eso el homo sapiens domina el mundo. Por eso los ratones comen las sobras y los monos terminan en la mesa del experimento.

Hay limites bien precisos en el numero de individuos que una banda puede sostener harmónicamente. Para mantenerse operativa los miembros tienen que conocerse íntimamente. Si dos chimpancés nunca se han visto, nunca han buscado alimento juntos y nunca se han rascado las espaldas no saben si pueden confiar  mutuamente.  El numero ideal para un contacto directo diario es entre 20 a  50  miembros. Con mas de 100 el grupo empieza a desintegrarse.  El mismo modelo, según los restos arqueológicos,  funciono en los primeros homo sapiens, adaptados solo para vivir en pequeños grupos. Este mismo numero mágico funciona hoy en unidades militares, centros comunitarios y negocios con un mínimo de disciplina o reglas. Cuando se cruza el limite de 150 individuos las cosas empiezan a ponerse agrias. No se puede dirigir una división de miles de soldados igual que  un pelotón y un negocio entra en crisis cuando cruza el numero mágico.

 ¿Cómo el homo sapiens se las arreglo para  crear ciudades de miles de habitantes, naciones,  imperios gigantescos  o Corporaciones que contienen miles y millones?  A través de la ficción. Incontables individuos que ni siquiera se conocen, pero que creen en un mito común, cooperan eficientemente  en la mantención de una compleja organización. La Mafia, los partidos políticos,  la Iglesia o  el colegio de abogados  operan con mitos que solo existen en la imaginación colectiva de sus miembros.  Dos Evangélicos que nunca se han  visto cooperan en la colección de dinero para la mantención del Templo porque ambos creen que Dios se encarno en Cristo y permitió ser crucificado  para expiar nuestros pecados.  Un  mafioso puede arriesgar su libertad y su vida  para vengar  la muerte de otro miembro que ni siquiera conocía  porque cree en el juramento de la hermandad. Dos abogados, que nunca se habían visto, pueden defender a un extraño porque creen en las leyes, los derechos humanos, el sistema judicial y los honorarios  que reciben por sus servicios.

Nada de esto existe fuera de las fabulas que la gente se cuentan unos a otros.  No hay nación, Dios, derechos humanos, leyes o juramentos fuera de la fantasía común del ser humano.  Nadie puede decir… “Mira! Aquí encontré los derechos humanos debajo de esta piedra”.  Las creencias en espíritus y fantasmas,  típicas de las sociedades antiguas, servían para mantener su unidad. Las sociedades modernas operan bajo el mismo principio… ¿No son los Jueces, CEO o Senadores  los chamanes y  brujos  contemporáneos?  La diferencia es que son mucho mas poderosos y los  mitos que cuentan,  mucho mas extraños.

Una Corporación, por ejemplo,  no es un objeto físico. Peugeot, dice Harari, emplea cerca de 200 mil personas a través del mundo la mayoría de las cuales no se conocen entre ellos. A pesar de esto todos cooperan tan efectivamente  que en el 2008 la Compañía produjo mas de 1.5 millones de automóviles que genero una ganancia de 55 billones de euros… ¿En que sentido Peugeot SA existe? Los automóviles no son la Compañía. Cada uno de ellos puede ser vendido como chatarra  y Peugeot SA no desaparecería. Continuaría construyendo autos y emitiendo reportes anuales. Lo mismo ocurre con las fabricas, las maquinarias, los salones de venta, los empleados, las oficinas.  Un desastre puede terminar con todo esto. Así y todo la Compañía puede  pedir un préstamo, traer nuevos empleados, construir nuevas plantas, comprar nuevas maquinarias. Tampoco son  los accionistas y administradores  los que constituyen la Compañía.  Todos ellos pueden ser despedidos y  todas las acciones vendidas  y la Compañía todavía permanecería intacta. Si consideramos  la situación puede que inversa las fabricas, los  trabajadores y accionistas continúen existiendo, pero por una orden judicial la Compañía se disuelve y Peugeot deja de existir. La Corporación Peugeot SA,  entonces, de acuerdo con esta orden,  no tiene una conexión esencial con el mundo físico.  Es solo un producto de nuestra imaginación. Existe, no como un objeto materia compuesto de átomos, sino como una  ficción legal  sujeta a las leyes del país en que opera o a los tratados internacionales que existen en ese momento.

 Esto es lo que se llama “Compañía de responsabilidad limitada”, una invención legal reciente de los últimos 200 años.  Por la mayor parte de la historia las cosas tenían dueños de carne y hueso.  Si el dueño de una pequeña industria  fracasaba  era responsable de todas las deudas contraídas.  Si no podía pagar el banco tomaba posesión de sus bienes y si no eran suficientes terminaba en la cárcel. Por eso, pocos se arriesgaban. La compañía de responsabilidad limitada  fue la respuesta para incentivar la creación de industrias y aminorar los riesgos.  Ellas son independientes de quien las crean, de los que invierten dinero en ellas o de quienes las dirigen. Si un abogado sigue la liturgia y el ritual apropiado, escribe todos los conjuros y juramentos en una pedazo de papel cuidadosamente decorado, entonces una nueva Compañía ha sido incorporada.  Y luego todos nos comportamos como si la Compañía realmente existiera.  En el sistema legal de EEUU una Corporación es una persona legal, al igual que el vecino o el dueño del kiosco de la esquina.  Hoy dominan el campo económico,  gobiernan el mundo y cancelan la democracia sin que la mayoría lo note.

¿Cómo la gente llega a  convencerse  y creer en estas ficciones? ¿En la existencia de dioses, naciones, dinero  o Corporaciones? No es tan fácil. Pero cuando ocurre le da al ser humano un tremendo poder capaz de mover a millones para cooperar y trabajar en un fin común. Todas estas ficciones, construcciones sociales o realidades imaginarias, dice Harari, no hay que confundirlas con mentiras.  Es mentira cuando el  pastor dice… “Ahí viene el lobo”! y en realidad no hay lobo. Estas realidades fantásticas, por el contrario,  son creencias comunes que, en tanto existan,  constituyen una poderosa fuerza en el mundo. Una fuerza tan grande que la sobrevivencia  misma de los ecosistemas de los que dependemos  esta sujeta al tipo de fantasías que controlan  nuestras vidas. 

Esta es la cosa.  Las historias imaginarias que nos contamos permiten la cooperación efectiva  entre extraños como también el conflicto entre diferentes fantasías.  Lo interesante es que  esta cooperación o conflicto a gran escala basada en mitos  puede ser alterada contando otras historias. Las revoluciones o cambio de historia abren una transformación cultural que circunvala la lentitud de la evolución genética al crear  juegos complejos que cada generación contribuye a elaborar y desarrollar…  Hoy nadie cree en el poder divino de los reyes.  Cuando unos pocos empezaron a contar una historia diferente  a finales del siglo XVIII los reyes se transformaron  en  reliquias del pasado.


Nieves y Miro Fuenzalida.

Sunday, June 23, 2019

Migas-recuerdos


Mujeres
Y
Hombres
Amazamos
El pan
De
La vida
Con
El uslero
De
Madera
Que
Nos da
El tiempo.
Las migas-recuerdos
Se guardan
En
Los albumnes
De
La Tierra.

Nieves

Sunday, June 16, 2019

Populismo...otra vez?


Todas las señales  empiezan a mostrar el inicio de una ola populista  que se extiende desde  Europa al continente Americano y que señala la crisis de la hegemonía neoliberal que se inaugura  en los 70’s con el asesinato del presidente Allende en Chile. Hasta ese momento el modelo socio económico dominante  en el capitalismo era el sistema de Bien Estar basado en el Keynesianismo que el neoliberalismo reemplaza por la imposición  de nuevas reglas en el mercado...  desregulación, privatización, austeridad fiscal y un Estado reducido solo a la protección de los derechos de la propiedad privada, el libre mercado y el libre comercio. El resultado ha sido una sociedad  basada completamente en el egoísmo y la posesión individual. El modelo funciono sin grandes desafíos hasta la crisis financiera del  2008 que puso en evidencia sus limites al desencadenar la recesión económica y la pauperización de la clase media de la cual el mundo occidental todavía no se recupera totalmente.

Según la politóloga belga Chantal Mouffe todavía no se avizora la solución de la crisis y el populismo es la expresión de una variedad de resistencias  a las transformaciones económicas y políticas ocurridas durante el neoliberalismo que inaugura la etapa de   la pos democracia definida por el desbalance entre el interés de las corporaciones y todos los otros grupos integrantes de la sociedad. Esta entropía inevitable de la democracia concentra  masivamente el poder en una elite cerrada,  no diferente a los tiempos de la pre democracia, en donde las disputas y contradicciones sociales se resuelven solamente a través de los mecanismos estatales y  la interacción de los intereses corporativos.  Con la desaparición de los valores democráticos de la igualdad y la soberanía popular  los espacios para la confrontación de diferentes proyectos desaparecen y los ciudadanos pierden la posibilidad de ejercer los derechos democráticos. Todavía hablamos de democracia, pero esta ha quedado reducida a elecciones electorales en donde los políticos pasan por un complejo proceso de selección que le asegura al verdadero poder que ellos no constituyen una amenaza  a su dominio. Los partidos socialistas y social demócratas  han sido incapaces de defender lo derechos de los trabajadores  lo que los ha condenado a un rápido proceso de declinación. Por otra parte, los que se oponen al consenso neoliberal se presentan como extremistas o  populistas y cualquiera expresión política  o protesta que puedan  llevar a cabo en las calles del mundo se reprime con toda la brutalidad de las fuerzas del orden, como lo vemos en Francia en contra de los chalecos amarillos o en EU en contra de los indígenas y ambientalista que se oponen a la construcción de oleoductos.  

Es en este contexto pos democrático donde habría que ubicar el populismo. De acuerdo con Mouffe el eje central del conflictito político será entre el populismo de derecha y el populismo de izquierda. Según Laclau, populismo es la estrategia de construir fronteras políticas que divide a la sociedad en dos campos y llama a la movilización  de los desposeídos en contra de la elite dirigente. No es una ideología y no se le puede atribuir un contenido programático especifico. Es una forma de hacer política que puede adoptar diferentes formas ideológicas según el lugar y el momento  y puede ser compatible con una variedad de marcos institucionales.

La privatización y la desregulación han contribuido drásticamente a la deterioración de las condiciones de vida de los trabajadores. Es esta situación de marginalización económica la que trae el “momento populista”.  Al comienzo, la mayor parte de la resistencia en contra del orden político-económico  vino de la derecha... Frente Nacional en Francia o el FPO en Austria, por ejemplo, que trazaron la frontera entre el pueblo y el establecimiento político expresando  las demandas de los sectores populares en un lenguaje racista y ultra nacionalista.  Signos de populismo de izquierda aparecen en el 2011 con la variedad de movimientos anti globalización en el occidente, seguidos por el movimiento 15-M y Podemos en España y Occupay Wall Street en EU, entre otros. Según Mouffe,  para contrarrestar el auge del populismo de derecha es necesario una respuesta populista de izquierda que articule la lucha democrática en contra de la pos democracia.   

El populismo de derecha quiere recuperar la soberanía nacional y restaurar la democracia, pero la soberanía nacional de la que habla no incluye las demandas de igualdad y el pueblo al que se refiere excluye numerosas categorías, como los inmigrantes y otros grupos étnicos, que califica de amenaza a la identidad y prosperidad de la nación, argumento que ya usaba el nazismo. Además no se refiere al actual sistema económico como adversario del pueblo y su victoria solo conducirá  a un neoliberalismo mas autoritario y nacionalista. El populismo de izquierda, en cambio, busca una alianza popular capaz de confrontar el dominio oligárquico y la creación de una nueva hegemonía que permita la radicalización de la democracia.

¿Cómo se construye un pueblo? Según Laclau y Mouffe las identidades políticas no son una expresión directa de la posición objetiva que ocupan en el orden social y no hay nada natural  o inevitable en la lucha contra las relaciones de poder o en la forma que ellas puedan adoptar. No hay razón para reducir la política a la contradicción entre capital y trabajo o presumir  que el proletariado tiene un papel privilegiado a priori  en la lucha anticapitalista. Hay muchos otros puntos de antagonismo entre el capitalismo y otros sectores de la población  que indican que habrá una variedad de luchas anti capitalistas distintas del conflicto de clases. La cadena de equivalencias, la unión política  de diferentes grupos a través de la cual el pueblo se va a constituir, dependerá de las circunstancias históricas y las tradiciones nacionales.  El “pueblo” no es un referente empírico, sino una construcción política. Como colectividad creada a través de una cadena de equivalencias el pueblo no es un sujeto homogéneo en donde todas las diferencias son reducidas a una unidad. En una relación de equivalencia las diferencias no desaparecen. Si así fuera  tendríamos  identidad en lugar de equivalencia. Es solo en la medida en que las diferencias  democráticas son negadas por la fuerza o el discurso imperante cuando estas diferencias  pueden ser sustituidas unas por otras. Es por eso que la creación de una voluntad colectiva a través de una cadena de equivalencias exige la definición de un adversario, de una frontera política entre nosotros y ellos, entre el pueblo y la oligarquía, entre el 90% y el 10%.  Esta confrontación necesaria es algo que el neoliberalismo trata de evitar debido a la forma inadecuada de concebir el pluralismo. Reconoce que vivimos en un mundo en donde la multiplicidad de perspectivas y valores coexisten, pero cree que es posible constituirlos en un ensamblaje armónico. Este tipo de pensamiento, dice Mouffe, es incapaz de dar cuenta de la naturaleza necesariamente conflictual del pluralismo y de la imposibilidad de reconciliar todos los puntos de vista. No es necesario negar la existencia del antagonismo para visualizar un orden democrático. Su mero reconocimiento es la condición de la democracia. Por supuesto, sin alguna forma de consenso no podría  sobrevivir, pero este consenso tendría que permitir la expresión agonística del conflicto a través de la elección de alternativas reales.  

La lucha en contra de la subordinación no es el  resultado directo de la subordinación, sino de la presencia de un discurso externo desde el cual la subordinación pueda ser interrumpida. Esto es lo que el discurso democrático de la igualdad y la libertad hizo posible en las ultimas dos centurias,  a pesar de los crímenes cometidos por el occidente. El objetivo del populismo de izquierda es la desarticulación del proyecto neoliberal y la instauración de una nueva formación social... una democracia con igualdad de derechos, apropiación social de los medios de producción, soberanía popular y una clara respuesta al desafío de la crisis ecológica que es lo que debe estar al centro de la agenda, bien diferente del discurso del libre mercado, la propiedad privada y el individualismo extremo. El proceso de radicalización de las instituciones democráticas lleva necesariamente a la confrontación con los intereses económicos  dominantes, pero no necesariamente al abandono de la legitimidad de los principios democráticos liberales. Lo que esta en cuestión no es la extinción del Estado, sino la transformación de sus instituciones para ponerlas al servicio de un proceso de radicalización democrática, de ruptura con el orden hegemónico. La actual articulación entre capitalismo y democracia liberal es contingente y la democracia liberal puede articularse con un modo de producción diferente.

¿Es esto suficiente?  Desde que el neoliberalismo se transformo en el modelo hegemónico en la mayor parte del mundo conceptos como clase capitalista, clase trabajadora y lucha de clases  prácticamente han desaparecido del lenguaje político y los dirigentes de izquierda han dejado de usarlos. Ahora hablamos de una estratificación social en donde los ricos están arriba, los pobres abajo y el resto, la clase media, en el medio. Muchos teóricos de la izquierda, incluyendo Chantal Mouffe, consideran este hecho positivo... el análisis de clase ha sido un error cuyo resultado ha llevado a la subestimación  de otros conflictos.

Tratar la categoría de clases como algo irrelevante o ignorarla completamente hace difícil entender otras formas de protestas porque las clases intersectan con todas las otras categorías sociales... feminismo, raza, etnicidad, religión, nacionalismo, etc.  ... afectando la conducta de los miembros de todo tipo de movimientos políticos. El feminismo, por ejemplo, esta definido y determinado, en gran parte, por la orientación de la clase social a la que sus lideres pertenecen.  En la misma forma la población afronorteamericana  en EU no mejoro su estándar de vida con el presidente Obama porque el era parte del establishment económico y financiero. La transversalidad que mejor une a todos los diferentes grupos anti-establishment sigue siendo la clase social. Es aquí donde el concepto, aparte de si es esencial o no, adquiere una gran relevancia  en el momento en que el proceso de proletarianizacion abarca a grandes sectores de lo que antes fue la clase media.  En la mayor parte de los países el dueño del capital y sus gerentes son los que  establecen los estándares económicos, políticos e informativos y mientras mayor sea su poder mas baja es la cualidad democrática del país, como lo vemos en EU en donde la influencia de la clase corporativa  es prácticamente absoluta, en contraste con la debilidad de la clase proletaria. Es la fuerza o debilidad de la clase trabajadora, sea hombre, mujer, étnico, religioso o nacionalista, la que tiene un papel determinante en los niveles de desigualdad.

 Necesitamos reconocer ciertamente, como dice Chantal Moffe, la diversidad de conflictos sociales que surgen por todos lados, pero este reconocimiento no lo podemos hacer a expensas de las clases sociales, concepto todavía clave en la comprensión de la sociedad capitalista.


Nieves y Miro Fuenzalida.

Sunday, June 9, 2019

Las minas de la mente


Los escabadores,
Mineros mentales,
Extraen
Diamantes-palabras
Para
Convertirlas
En
Metaforas
Suaves
Y
Azules.

Nieves

Sunday, June 2, 2019

La filosofia de la emancipacion



                   "Inmersos en la Modernidad
                                            y sus expresiones posteriores,   como           
                 posmodernidad                           
                                Colonialismo, Post- Occidentalidad,
                               la voz de la crítica latinoamericana
                                       surge como una dicotomía de expresión
                                      colonial y occidental, porque en ella se
                  muestran como el discurso 
 opresor pretende
               ser el discurso oprimido"

                           Anabela Rodríguez
                          ("El pensamiento,
                             sus círculos y la  dialectica
                                                  latinoamericana)                                                      
     


En 1925 Mariategui se pregunto si realmente había pensadores hispano-americanos y, desde entonces, esta inquietud se ha venido planteando en diferentes formas. Según Mariategui todos los pensadores de nuestra América han sido educados en las escuelas europeas. El espíritu de la raza no se siente en sus trabajos. La producción intelectual del continente carece de características propias. No tiene un perfil original. El pensamiento hispano-americano es, generalmente, una rapsodia compuesta de motivos y elementos propios del pensamiento europeo. El peruano Augusto Salazar Bondy continua esta tradición critica.  La Filosofía en el sub-continente fue originalmente un pensamiento impuesto por los conquistadores europeos de acuerdo a los intereses de la corona española y la iglesia católica. Ha sido un pensamiento de la clase alta o de una elite oligarca refinada y, en gran medida, reflejo de las diferentes influencias económicas y políticas de las metrópolis.  Y el brasilero Afranio Coutiho afirma que una mentalidad colonial no es la mentalidad ideal para construir una Filosofía original.  No es posible imaginar como podría haber una mentalidad diferente sin tener independencia económica de los poderes imperialistas. Por primera en la historia, con la existencia del tercer mundo, dice Bondy, el mundo del oprimido y sub-desarrollado  se esta liberando a si mismo y, al mismo tiempo, liberando al opresor. Es por esto que, por primera vez, puede haber una Filosofía de la Liberación. En el caso concreto de la lucha de clases, grupos y naciones hay otro que es el dominador y que hay que remover de las estructuras de dominación. Hay que desmantelar la maquinaria del opresor. Y la Filosofía tiene que estar en esta lucha, porque si no lo esta se torna en un pensamiento abstracto con el cual, a pesar de que intentamos liberar a otros, como filósofos, ni siquiera nos liberamos a nosotros mismos.

Cuando a mediados de los 50 el etno- historiador Miguel León-Portilla publica "La Filosofía Nahualtl" desencadena un torrente de criticas por el inadecuado uso del termino Filosofía para designar algo que a los aztecas les había preocupado. La ausencia de un discurso filosófico en los aztecas significaba que su carencia los definía como bárbaros y sub-desarrollados. Pero también podía significar que esta diferencia no era una carencia, sino, la afirmación de que ellos tuvieron o hicieron algo diferente que los europeos no tuvieron. El problema que León-Portilla planteo es el de la diferencia colonial que atrapa a la Filosofía del otro en un callejón sin salida. O su Filosofía es tan similar a la Filosofía occidental que su falta de distinción no constituye ninguna contribución y toda diferencia desaparece. O, por el contrario, es tan diferente que sus credenciales para ser Filosofía genuina estarán siempre en duda. Demasiada similitud o demasiada diferencia. La diferencia colonial ha sido articulada desde los primeros diseños cristianos globales hasta la actual colonización global impulsada por la metafísica del mercado. La de-colonización intelectual y, en particular, la de-colonización de la Filosofía contiene el potencial de imaginar posibles futuros más allá de la alternativa ofrecida por un colonialismo global y la actual reproducción de la diferencia colonial basada en las finanzas, las migraciones y las comunicaciones masivas. La lógica de la exclusión ha borrado a la Filosofía latino-americana y  sus filósofos al silenciar su producción y creatividad en las enciclopedias, diccionarios y textos que resumen o investigan la Filosofía mundial.

La afirmación de que la Filosofía latino-americana ha sido excluida del Canon occidental implica que esta existe,  lo que nos obliga a preguntarnos… ¿Si es así, que es, entonces, lo que califica o no califica como Filosofía  latino-americana?

Una primera aproximación seria la que considera el origen nativo como la condición necesaria y suficiente. Haber nacido en latino-América es lo que hace a una idea parte de la Filosofía del continente. El problema aquí, como algunos críticos han notado, es que hay muy pocas de las ideas que forman parte de la Filosofía latino-americana que se han originado en ella y las pocas que han surgido están mezcladas con otras que han surgido en otras partes. Si este fuera el criterio nos quedaríamos con bien poco o nada. Además... ¿como delimitamos el problema del origen? ¿Una idea de un pensador latino-americano que vive en el extranjero es considerada latino-americana o no lo es? Otra forma diferente de considerar el problema es postular como posición necesaria que la Filosofía latino-Americana este compuesta por ideas originales. La dificultad con que aquí nos topamos es similar al problema del origen de las ideas.  El número de ideas filosóficas originales en América Latina es extremadamente pequeño y, en realidad, seria absurdo de definir esta Filosofía de tal manera. No hay otra Filosofía étnica a la que se le imponga este requisito. El pensamiento siempre es producto de un sinnúmero de ideas provenientes de muy diferentes fuentes. Una forma de resolver estos callejones sin salida ha sido la de colocar como condición necesaria y suficiente el que las ideas que componen la Filosofía latino-americana sean productos de la cultura latino-americana... pero ¿como establecemos una clara distinción entre cultura latino-Americana y otras culturas? ... ¿O como encontramos las ideas filosóficas que tienen una conexión directa y demostrable con la cultura latino-americana? La primera pregunta es difícil de resolver ya que nadie ha podido establecer algo que pueda ser homogéneamente identificado como cultura latino-americana. Y la segunda pregunta plantea un problema serio porque la Filosofía aspira a verdades que trasciendan lo que es culturalmente específico. Los problemas a los cuales se dirige afectan a los seres humanos en general y no exclusivamente a miembros de ciertas culturas.

El problema con estas aproximaciones, como muchos estudiosos han mencionado, es que ellas incluyen un elemento esencialista, de que las ideas que constituyen la Filosofía  latino-americana suponen satisfacer una o varias condiciones suficientes  y necesarias, lo que reduciría el numero de ideas a considerar a una cantidad ridículamente insignificante. El requerimiento esencialista indica que el concepto de Filosofía latino-americana no es bien entendido. Las proposiciones más recientes (Filosofía de la Liberación, Pos-Colonialismo) proclaman que  lo que es peculiar a la Filosofía latino-americana es la experiencia de la colonialidad o marginalidad.  Pero América-Latina no es la única parte del mundo que ha sufrido la experiencia del colonialismo, lo que hace difícil transformarla en la característica de la Filosofía latino-americana como tal y que la separa de toda otra tradición filosófica. Incluso, si aceptamos esta noción solo nos ayudaría a separarla de la Filosofía europea, pero no de la Filosofía de otras partes que han sufrido la explotación colonial. Igualmente, tópicos particulares tampoco pueden aducirse como condiciones suficientes y necesarias. Los textos mas comunes considerados parte de la Filosofía latino-americana muestran una extraordinaria variedad de temas filosóficos discutidos  también fuera del continente y vise-versa. Es cierto que ha habido cierta predilección, en algunos momentos o periodos, por ciertos problemas particulares, pero ello no es suficiente para establecer la identidad de la Filosofía latino-americana. La falta de unidad y perspectiva limita el intento de establecer una cierta orientación cultural como necesaria y suficiente. Y por ultimo...  ¿es posible considerar la herencia genética o racial como factor distintivo, como algunos han propuesto? Pensar en ello seria demasiado absurdo para considerarla. La composición de nuestros países se caracteriza por una multiplicidad y variedad extraordinaria lo que hace imposible postular la raza como característica  identificatoria del pensamiento filosófico.

Al parecer, cuando hablamos de Filosofía latinoamericana nos encontramos con una categoría que no tiene límites estrictos  y lo que incluye no tiene parámetros definitivos ¿Significa esto que la noción de Filosofía latinoamericana es incoherente? Lo seria solo si aceptamos el punto de vista de conceptos esenciales, de condiciones suficientes y necesarias, como diría un posmodernista. El considerar que exista o no una Filosofía latino-americana depende de los criterios  que se usen y la ideología juega un papel importante como, también, el nacionalismo, las estructuras de poder y los intereses económicos. Pero, aparte de todo ello, hay una realidad  que siempre existe...los textos con sus relaciones múltiples y complejas con el contexto. Estos son entidades históricas inmersas en una variedad de relaciones que hacen posible clasificarlas de diferentes formas. El concepto de Filosofía latino-americana debe reflejar esta realidad y permitir flexibilidad en su identidad. Las condiciones que originan esta identidad son ellas mismas históricas y sujetas a cambio y dependen, en parte, de la perspectiva que se use para establecerlas. Cuando hablamos de Filosofía latino-americana siempre lo hacemos desde una cierta perspectiva y es importante estar consciente de ella para evitar controversias inútiles.

¿Hay alguna diferencia entre Filosofía europea y Filosofía euro-céntrica? ¿Puede un filosofo que se mueve dentro de la tradición occidental ser, al mismo tiempo, un critico del Euro centrismo, de la presunción  de que el pensamiento y los valores europeos (cualquiera sea la forma en que los definamos) contienen la esencia del pensamiento civilizado y racional? Que las naciones europeas han ocupado una posición de poder con el que han dominado el pensamiento y los proyectos culturales a través del mundo es un hecho histórico. Esta concentración de poder ha violado, en la persecución de agendas políticas, los derechos de otros o han desechado las experiencias y contribuciones de los menos poderosos, lo que niega su pretensión de universalidad. El que la Filosofía occidental sea euro-céntrica es un argumento que difícilmente puede desecharse. Se podría decir que hay una diferencia entre leer textos de una cultura dominante y promover la dominación de esa cultura sobre otra. No porque alguien, por ejemplo, se especialice en Foucault o Deleuze lo hace cómplice de la hegemonía occidental euro-céntrica. Incluso, se puede argumentar en favor de la búsqueda del conocimiento por si mismo y la importancia de comprometerse con ciertos textos, a pesar de su problemática cultural o política, ya que al perseguir un interés cognitivo desprendemos un pedazo de conocimiento de la historia intelectual de los pueblos del mundo. Y sin embargo, a pesar de que estas distinciones son validas, por si mismas no son suficientes para garantizar que su practica este libre de los efectos euro-céntricos… ¿como podemos estar seguros que la enseñanza de Nietzsche o Derrida no nos hace, en realidad, cómplices de una dominación ideológica foránea? Una mejor línea de aproximación es la de comprometerse con una lectura critica de la historia, y de los textos en general, con el objeto de ganar cierta libertad de las múltiples opresiones. Esta perspectiva requiere de un proyecto ético suficientemente amplio que incluya los ideales de la igualdad de sexos, oportunidades económicas para los explotados y la conservación de los sistemas ecológicos.

Las categorías del pensamiento occidental, incluyendo el Post-Modernismo, han surgido de Europa y no del sub-continente latino-americano. La chilena Nelly Richard (" La problemática de la transferencia teorético cultural de América Latina", The South Atlantic Quarterly, 1993) plantea la pregunta…  ¿como podemos hacer uso de una conceptualizacion teorética internacional, sabiendo que forman parte de un sistema central normativo estándar, sin caer en la gramática de su autoridad? Y responde…si nos apropiamos del lenguaje post-modernista y reclamamos el espacio reservado para las re-significaciones de las operaciones locales podemos usarlo para nuestra ventaja a través de estrategias discursivas contra-miméticas. A la normatividad hegemónica no se responde con una normatividad periférica, sino que desviando la lectura dominante hacia descripciones que se ubiquen mas allá de su control. Es  en esta forma como  los productos culturales latino-americanos (Post-Modernistas, por ejemplo) pueden mantener su relacion con el “origen” en la forma de un continuo cuestionamiento. La pretensión no es la de representar la universalidad u originalidad, ni tampoco ser el sitio desde donde estos pueden ser descubiertos. Es solo que al actuar la mascarada de lo original continuamente subvertimos sus signos y símbolos de poder.


Nieves y Miro Fuenzalida.