Friday, May 31, 2013

Un mundo sin gente



 En una reactualizacion de la película “The Day the Earth Stood Still” el alienígena Klaatu  le dice a un ser humano… “Si la Tierra muere, tu mueres. Si tu mueres, la Tierra sobrevive”.

Un nuevo impulso utópico pareciera que ha empezado a desplazar a las utopías tradicionales si nos fijamos en la inmensa popularidad  de documentales, películas y literatura como “Un Mundo sin Nosotros”, “El Futuro es Salvaje”, “La Vida después de la Gente”, “Aftermath: Population Zero”, “The Day After” y muchos otros que nos invitan a imaginar un futuro en donde los seres humanos ya no existen.  La continua amenaza de la catástrofe ambiental, el  masivo crecimiento poblacional y el exterminio nuclear nos invitan esta vez  a imaginar el fin de la civilización  y la especie humana y el inicio de un nuevo Edén sin Adán y Eva.

Clásicamente las utopías eran la promesa del futuro. La creencia de que éramos capaces de construir un mundo justo, libre y perfecto. Pero, las nuevas historias que vemos surgir, como dice Mark Jendrysik  (Universidad de Dakota del Norte), rechazan esta fantasía y la reemplazan por la imagen de un mundo natural harmónico libre  de la acción destructiva del ser humano. Lo que nos entregan   es el renacimiento de un mundo sin el Hombre bien diferente de la pretenciosa narrativa que nos presentaba como la corona de la Creación sin la cual nada tenia sentido. La sugerencia implícita en toda esta mezcla de sueños utópicos, predicciones, ciencia, ciencia ficción  y visiones religiosas  es renunciar a todo intento de salvar la civilización y dejar que la naturaleza florezca nuevamente. Abandonar la escena por el bien del planeta.

¿Es esta una nueva forma de utopía crítica?  La sensibilidad ecológica que empieza a surgir a finales de los 60’s, si no recordamos mal, nos hizo mas concientes de nuestra fragilidad. No es que antes no lo fuéramos. La finitud de nuestras vidas, el hecho de que inevitablemente un día ya no seremos, es una sensación que siempre encontramos  en un rincón de nuestro cerebro. El consuelo, sin embargo, era saber que formábamos  parte de una especie, de una Humanidad que  siempre nos sobreviviría. La posibilidad con que la crisis ecológica nos confronta hoy, en cambio, ni siquiera nos deja ese consuelo al confrontarnos con el fin del ser humano. Si  pensamos que la destrucción del ambiente y el término de la civilización causada por la acción humana es lo que antes ya  habíamos hecho muchas veces a nivel local (Isla de Pascua,  civilización Maya, Groenlandia, etc.) entonces no es difícil deducir  que la existencia futura  de la especie  no esta garantizada y  que las visiones catastróficas son su expresión.

 Para la mayoría de los ambientalistas  el futuro contiene una miseria impensable.
Lovelock dice que nuestra guerra con la naturaleza empezó el día que controlamos el poder del fuego. En ese instante  los humanos dejaron de ser solo otro animal  y empezaron la demolición de la Tierra. El resultado final será desastroso al recrear a nivel planetario lo que ya ocurrió con los Mayas.  Mc Kibben, miembro de la Ecología Profunda, afirma que los seres humanos y la tecnología moderna han matado la naturaleza autentica  y salvaje. Hemos creado  un invernadero  donde una vez floreció un jardín dulce  y silvestre. Nuestro esfuerzo en crear  un mundo tecnológico superior  solo ha producido un desierto, un ambiente desfavorable para la existencia humana. Sin duda la humanidad   se ha transformado en  una fuerza auto destructiva y a menos que cambie drásticamente  de curso  su estadía en este planeta será más corta que la de los dinosaurios.  

Durante la década de los 70’s  el cine  y la literatura  popular fantasearon  con la extinción de la naturaleza y del animal humano. En “Silent Running” de 1972 solo unas pocas especies sobreviven en una nave espacial después que la tierra  se hace inhabitable debido al calor. El aspecto más chocante de la historia es que nadie se interesa por preservar  las pocas especies naturales que viajan en la nave a excepción de un solo tripulante que se dedica a la preservación de las pocas plantas y árboles que son los últimos restos de una naturaleza extinta. Eventualmente el científico mata a sus compañeros antes que obedecer la orden de deshacerse del cargo natural.  “Soylent Green” de 1973 lleva la horrorífica logica del tema a su extremo. Nada ni nadie es capaz de detener la decadencia natural y humana. La educación desaparece, los edificios se derrumban y los vegetales se transforman en un lujo inalcanzable. La escena final de la película muestra la muerte de la naturaleza por la acción humana y, perdida toda esperanza, estos quedan reducidos a comer sus muertos. En la novela de Ursula Le Guin “Los Desposeídos” de 1974   un personaje conversando con un alienígena le dice  que la Tierra esta en ruinas. “Tragamos, nos multiplicamos y peleamos. Cuando nada quedo desaparecimos. No controlamos los apetitos ni la violencia y no fuimos capaces de adaptarnos. Una vez fuimos nueve billones. Hoy solo quedamos medio millón. Nos destruimos a nosotros mismos. Pero, primero destruimos el mundo”.

Por alguna razón la muerte de la naturaleza pareciera desaparecer de la atención popular durante las dos últimas décadas del siglo pasado. La degradación ambiental se presenta como otro lugar común de la ciencia ficción en  donde el objetivo era la sobre vivencia  del puñado de seres humanos que habían quedado después de la catástrofe ecológica o nuclear. Pero, no por mucho tiempo. La creciente evidencia acumulada en el nuevo siglo trae como consecuencia  una comprensión y sensibilidad mas profunda de los efectos mortales que la conducta humana causa en el mundo natural colocando otra vez el futuro de la naturaleza en el centro de la especulación contemporánea. En el relato   “The Road” de Cormac Mc Carty leemos que debido a un  desastre inexplicable  los cielos, la tierra y el agua  se vuelven gris. Las noches son más  negras que la negrura y los días más grises que el día anterior. El paisaje es horrorífico. En las ciudades quemadas no hay signos de vida y todo esta cubierto de cenizas y polvo. Un planeta muerto poblado de grotescos y patéticos cadáveres humanos.  En “Wall-E”, una película para niños hecha en tono de comedia, algunos humanos logran abandonar la tierra después del desastre ecológico causado por nuestro insaciable consumerismo. La jornada es solitaria, estéril y sin sentido. Sin conexión con la naturaleza los humanos se transforman en una mera masa de carne inmóvil.

Lo inquietante  es que esta imaginación distopica no deja escapatoria. La humanidad ha matado la naturaleza y nos quedamos sin esperanzas. La  intención de estas distopias es la de recordarnos de nuestro precario lugar en el mundo y  sugerir nuevos y diferentas  sueños utópicos. Las utopías que  ahora vienen  son utopías sin la Humanidad. La esperanza en ellas es que la naturaleza nos sobrevivirá si nosotros desaparecemos. En “Un  Mundo sin Nosotros” (2007) Alan Weisman imagina lo  que le podría ocurrir a la naturaleza si los humanos de pronto desaparecieran. Lo que el ve es un futuro en donde  la verdadera naturaleza   degenera en un terreno baldío con  cuervos y ratas  entre la hierba  cazándose unos a otros ¿Cuan pronto,  se pregunta, el clima retornaría a niveles pre industriales si el mundo natural se viera libre de las presiones que el animal humano le impone? La respuesta no es difícil de encontrar. La naturaleza se  beneficiaria  inmediatamente con nuestra partida. Después del fin de la Humanidad  osos y alces volverían a poblar los ríos de  Harlem y Nueva York se convertiría otra vez en  un jardín rebosante de vida. No vida humana, solo la vida vibrante de las plantas y animales.  El fin de la Humanidad solo será un desastre para los seres humanos. El mundo sin nosotros florecerá de nuevo recapturando todo lo que  habíamos construido a lo largo de su superficie para restaurar la belleza natural del planeta.  En  el documental “Aftermath: Population Zero” (2008) del “National Geographic”los humanos desaparecen de pronto  para ser reemplazados por la  naturaleza. Desde el instante mismo  en que desaparecemos el mundo empieza a cambiar. A pesar de las radiaciones nucleares y los desparramos químicos la tierra empieza a restaurarse inmediatamente,  a limpiarse de nuestra polución. Pantanos y forestas cubren las ciudades y la vida pulula en el océano.  El mismo tema se encuentra en “Life alfter People” y muchos otros.  El mensaje es el mismo. Todo lo que tenemos que hacer para que la naturaleza sobreviva es desaparecer. Desaparición que, en última instancia,  es simplemente  parte del orden natural. No hay especie que viva eternamente. La moraleja que aquí encontramos no es  un llamado a la acción. Es la aceptación de nuestro fin.

Estas fantasías no dejan de ser preocupantes ¿Por qué hemos empezado a  contemplar positivamente nuestra extinción? ¿Será porque estamos cansados del hombre al ver la desaparición de tantos fenómenos y belleza natural causados por la primacía del orden económico? ¿Será que  sospechamos  que estamos condenados debido a nuestras acciones y que quien nos condena no es Dios, sino la fuerza impersonal e implacable de la naturaleza? ¿O que, en  el fondo, sabemos que no podemos restaurar nuestro lugar en el orden natural y desde el momento en que estamos condenados no queremos arrastrar a la naturaleza con nosotros?

En  la  historia humana la imaginación apocalíptica tiene una larga tradición.  Al fin del mundo, según la tradición occidental,  la justicia inminente  de Dios  condenara a los pecadores  y solo los elegidos serán recompensados  con la vida eterna del reino celestial ¿No será que todas estas nuevas  fantasías del fin de la historia son la versión secular del Apocalipsis? Aquí también al final del tiempo habrá un reino de paz que existirá por siempre. Solo que en este nuevo reino el Hombre brillara por su ausencia.

Nieves y Miro Fuenzalida.
Ottawa, Enero 2013



Thursday, May 23, 2013

“Otoño de los Sures”.




 Me asomo a mi ventana azul y veo allá lejos en los Sures de mi infancia lo que
tenía que ver... las hojas amarillentas deslizándose como saltimbanquis
medievales hacia la tierra morena áspera-suave... que las recibe como una
gigantesca red extendida mas allá del horizonte... límite misteriosamente
anaranjado del todo... donde caen estas acróbatas después de desprenderse de
los columpios que sostuvieron sus pieles verdes de Verano... vuelan en el aire
arrasadas por la brisa fresca de Otoño... que las envuelve delicadamente en
ese chal que la Naturaleza tejió para las primeras que caigan y reciban
suavemente el impacto con la Tierra... algunas se toman de las ramas, que van
dejando vacías y en silencio, de los árboles con la desesperación nostálgica de
ser hojas verdes otra vez... sabiendo que nunca lo serán nuevamente... como
aquella mujer de la esquina rosada... con sonrisa de "botox" que momificó la
expresión tan bella que tuvo un día... para seguir mirándose eternamente joven
en el espejo de su historia... Sigo el vuelo mágico y final de una hoja de
manzano que dio sombra al hombre cuando buscaba un alero donde esconder su
calor de Verano... lleno de sonrisas... en su vuelo sabe que es la despedida
final de hoja que ya no es verde... pero, sin embargo, enfrenta su nueva
situación con valentía
... dignidad... como aquellos viejos poetas que se dan cuenta que ya no son
poetas nunca mas !!!

Love=Amor=Amour!!!
Nieves (74)
Canadá, Ottawa, Marzo de 2006.

Sunday, May 19, 2013

Los fantasmas entre nosotros




  Si alguien todavía cree que los muertos no retornan es porque no ha mirado la  televisión o visitado el cine recientemente. Fantasmas, vampiros y zombis  llenan los monitores, pantallas y audífonos y caminan entre nosotros como nunca. Aunque no es una fantasía exclusivamente moderna uno podría decir que  es la fantasía contemporánea central de la cultura de masas.

¿Por qué los muertos retornan? Según las historias que se cuentan es porque hay negocios no terminados entre ellos y nosotros. El sicoanalista francés Lacan  cree que esta fantasía surge de  la creencia de que los muertos  no fueron enterrados propiamente, que hubo errores en la ejecución del rito funerario o que este simplemente no se llevo a cabo. Los muertos  retornan como colectores de una deuda que no ha sido pagada o para corregir un error. En la película “Ghost” el espectro vuelve para terminar asuntos pendientes. Su asesino necesita ser identificado y castigado. Su aparición es el signo de una perturbación, como diría Lacan, en el orden simbólico, legal, moral o epistemológico. Una vez que la perturbación ha sido corregida, que el orden de las cosas vuelve a su normalidad, el fantasma desaparece para siempre reestableciéndose otra vez el límite entre los muertos y los vivos. Su entrada en nuestro mundo es  solo temporaria. Es el tiempo entre dos muertes. Todas las historias de fantasmas  dependen de la idea de que la muerte no es final hasta que se complete con una segunda muerte. A pesar de que en  muchas historias de vampiros ellos  hacen todo lo posible para evitar la segunda muerte, se cuenta que una vez que el Conde Drácula es muerto  en su rostro había una apariencia de paz y tranquilidad. Los aparecidos parecieran estar contentos de ser muertos otra vez porque finalmente podrán descansar.

 Es en la teología de San Agustín en donde se desarrolla esta idea de la segunda muerte que, en verdad, es la tercera. La primera es el pecado original que separa el hombre de Dios. La segunda es  la del cuerpo. Y la tercera,  es la muerte de la Revelación que por la gracia de Dios el pecador puede ser redimido. Los cuentos supernaturales y las historias modernas de aparecidos siguen este paradigma cristiano. 

 Desde muy temprano el pensamiento cristiano ejerció por más de un milenio una influencia decisiva en la forma del pensar occidental. Oficialmente la Iglesia acepta la posibilidad que los muertos son capaces de retornar. Cristo trae de vuelta a Lázaro y el mismo, al tercer día de su ejecución, se levanta desde los muertos. Esta posibilidad, sin embargo, es severamente  custodiada. Los muertos pueden volver, por ejemplo, en la forma de un santo para guiar a los vivos, pero solo con la mediación  de un ángel.  Si ellos retornan  es solo en circunstancias extraordinarias. De acuerdo a las autoridades eclesiásticas es muy importante distinguir entre la ortodoxia cristiana y el paganismo y el politeísmo folklórico. Distinción que, después de todo, no logro disminuir  la rica proliferación de cuentos, relatos y mitos  supernaturales que porfiadamente desafían la ortodoxia.

 Los muertos retornan, entonces,  porque nuestro sistema de creencias les permite retornar. La creencia en fantasmas, al igual que los fantasmas, sobrevive mas allá del momento en que  ha sido relegada al pasado. Según el autor Colin Davis es algo así como un remanente inconsciente de nuestro pensamiento mágico religioso que revela la brecha entre nuestro pensar  que no hay fantasmas y nuestra  actual creencia  en fantasmas.

Repetidamente los fantasmas han sido abolidos, solo para retornar con más fuerza. El agresivo racionalismo del siglo XVIII, en el  intento de poner fin a la superstición y hacer a los espíritus  y fantasmas obsoletos, les dio, en el proceso,  un nuevo soporte en la mente humana. Ahora los fantasmas son internalizados y reinterpretados como pensamientos alucinatorios.

La reubicación  del mundo de los fantasmas en el espacio circunscrito de la imaginación curiosamente termina  súper naturalizando la mente.  Las figuras espectrales ya no recorren el mundo exterior. Ahora habitan en  nuestras cabezas colonizando el espacio subjetivo. Esta reubicación, dice Colin Davis,  prepara el terreno para la venida  del psicoanálisis cuyo objetivo es liberarnos de los miedos irracionales. Paradójicamente, sin embargo, el psicoanálisis termina introduciendo los demonios en el centro mismo de la subjetividad. En la “Interpretación de los Sueños” Freud relata el sueño  de un padre cuyo hijo acababa de morir. El hijo le dice ¿Padre, no ves que me estoy quemando? En ese momento el padre despierta para descubrir que una vela estaba incendiando el cadáver de su hijo. Los muertos habitan la mente de los vivos porque los vivos no sabemos como dejar que ellos se vayan. Según los sicoanalistas Abraham y Torok los  fantasmas son la presencia de los muertos en el Ego que intentan prevenir el descubrimiento de algún vergonzoso secreto. El fantasma no regresa, como algunas versiones de  la literatura gótica, para revelar algo olvidado o corregir algún error. Por el contrario, vuelve para mentir y confundir al sujeto, para asegurar que el secreto no se revele. Este  fantasma no es el  espíritu de los muertos, sino el vacío que deja en nosotros el secreto de los otros.  Esta es una práctica terapéutica que trata con traumas transgeneracionales y secretos familiares que atrae tanto a la cultura popular como a teoricos y críticos literarios. Una vez que el trauma es disuelto los fantasmas desaparecen.

Para Derrida el secreto de los fantasmas, en lugar de ser  un problema a ser resuelto, es una apertura estructural que permite a las voces del pasado o a las posibilidades  del futuro aun no formuladas  comunicarse con nosotros. Un encuentro con lo otro, con lo extraño y ajeno. Una apertura productora de significado. No es que el secreto no se pueda comunicar porque es taboo, sino porque todavía no se puede articular en el lenguaje vigente. Los espectros empujan los límites del lenguaje y el pensamiento. Para Abraham el fantasma y sus secretos deben ser revelados para que el trauma desaparezca. Para Derrida, en cambio, no hay que reducir al fantasma y sus secretos a un objeto de conocimiento. Para uno se trata de una labor de desciframiento, de llevar la interpretación a su fin, de la recuperación del significado oculto. Para el otro, el proceso significativo  es abierto, sin fin, infinito.  No hay una última interpretación  en donde el proceso finalmente se detenga. Según Derrida escuchar a los fantasmas equivale a desprendernos de lo que conocemos  para aprender lo que todavía no podemos formular o imaginar. No se trata de creer en fantasmas en sentido estricto, porque los fantasmas son justamente aquello cuya existencia consiste en no existir completamente.  Visibles y, al mismo tiempo, invisibles. Vivos y, al mismo tiempo, muertos. Una traza que marca por adelantado la presencia de su ausencia.  Los fantasmas confunden el discurso basado en oposiciones binarias. En Derrida “espectro” es una de esas palabras que impulsa el trabajo descontructivo porque desestabiliza la logica del pensamiento  binario. Si  atiende a los  fantasmas  no es para saber si existen o no en un sentido ordinario, sino para  atender a lo extraño, lo desconocido, lo otro.

¿Los que ya no están aquí continúan hablándonos? El escrito de un profesor de una escuela de leyes  quedo suspendido en medio de la sentencia al tiempo de su muerte. Lo que esta suspensión indica, dice Davis,  es el hecho de que la muerte interrumpe la producción  de significado. Corta nuestro dialogo con quien ya no vive y remueve absolutamente su habilidad  para producir signos y  hablar con nosotros. La expresión “estoy muerto” es imposible. La partida  no es una partida hacia alguna otra existencia. Es la partida hacia la nada.

Y sin embargo, a pesar de su vacío absoluto, la muerte no suspende nuestras expectativas, nuestra esperanza de que  los que han partido puedan, de alguna manera, hablarnos, aunque corramos el riesgo de que lo que nos digan sea solo una proyección de lo que queremos escuchar. Los filósofos Levinas y Agamben intentan escuchar a los muertos,  no porque crean en la vida del mas allá, sino como una revisión de lo que significa para los sobrevivientes entender, hablar y responder a los muertos. Según Agamben restaurar el habla a los que no la tienen  es correr el riesgo de imponer un significado  más que de dar una respuesta a lo que es radicalmente otro.  Podemos imaginar que los muertos tengan mucho que decir, pero lo que dicen es una invención creada por los que hablan en su lugar. Son los vivos los que siempre hablan por los muertos. No hay manera de dirigirse a ellos y no hay forma  que ellos puedan responder  si no es  a través del auto engaño de la ficción. Si ellos todavía están con nosotros  es porque vivimos en  el mundo que ellos crearon y que nosotros  interpretamos y rehacemos en nuestro tiempo.  Es en este sentido en que Marx dice que la revolución  es potencialmente el quiebre decisivo  con el pasado. El termino del pacto con los muertos.  El deber hacia los vivos y los que aun no han nacido toma precedencia a la deuda del pasado.  

Por muchos esfuerzos que hagamos los fantasmas no se van. Las historias de vampiros, espectros, zombis y cadáveres errantes gozan de una tremenda popularidad a pesar de que el sistema de creencias que los sostiene ha perdido su lugar dominante.

Aunque en algún momento pudiéramos creer que los muertos retornan sabemos muy bien, como seres racionales, que ellos no lo hacen. Sus apariciones son solo artimañas del inconsciente o ficciones literarias. No creemos en fantasmas y no creemos que los muertos retornen…  y sin embargo no renunciamos a ellos. No creemos  en fantasmas, pero no creemos  completamente en nuestra  creencia. No hay fantasmas, pero de haberlos los hay.  Y la industria del entretenimiento nos lo recuerda muy bien. Es el lugar en donde lo que ya no creemos se conserva. En donde lo sobrenatural se dramatiza y presenta como una mera diversión y juego que, a pesar de que  no debe tomarse en serio, continua respondiendo a nuestras necesidades, miedos y deseos.

Nieves y Miro Fuenzalida
Ottawa, Diciembre 2012

Sunday, May 12, 2013

Anti-Edipo





"Anti-Oedipus" ...es un "experimento en delirium" que choca y repele a aquellos acostumbrados a los estandares filosoficos en la exposicion de ideas -la paciente edificacion artesanal de marcos conceptuales que disponen todo en lugares perfectamente definidos, iluminando logica y claramente la verdadera naturaleza de lo real. Deleuze y Guattari, estan lejos de todo esto. "Anti-
Oedipus" salvajemente juega con la permeabilidad de los conceptos filosoficos con la esperanza de socavar su estabilidad y denunciar, de una vez por todas, la fijeza y rigidez de los limites entre conceptos y metaforas.

Este estilo anti-ortodoxo se modela a partir del discurso lacaniano donde se asume que los significados permanentes son una alusinacion neurotica. El discurso deberia, por tanto, ser desplegado como un medio de circundar y enganar la fijeza significativa demostrando, finalmente, la dinamica volatil del inconsciente que funciona en el lenguaje. La produccion de procesos esquizofrenicos en "Anti-Oedipus" es el intento de Deleuze y Guattari de mostrar la dinamica de los pensamientos inconscientes. Su punto de partida es la psicosis mas bien que la neurosis y el modelo de la psique producido en este proceso es, a su vez, psicotico. Como ellos proclaman "un esquizofrenico suelto es mejor modelo que un neurotico yaciendo en en el sofa del analista" ("Anti-Oedipus : 2).

Esta movida estrategica no deberia ser entendida como una indicacion romantica del paciente mental y su excruciante y dolorosa realidad psiquica. El estrecho termino psicologico "esquizofrenia", pintando un diagnostico psiquiatrico o una enfermedad mental, ha sido deterrotorializado y arrojado en el basto reino historico-social. "Nuestra sociedad produce esquizofrenicos en la misma forma en que produce shampoo Prell o automoviles Ford, siendo la unica diferencia el que el esquizo no se puede mercadear" ("A-O" : 245, traduccion modificada). Este es un proceso que ningun paciente psiquiatrico podria encarnar. En otras palabras, la incompatibilidad entre la dinamica de la esquizofrenia desatada por el capitalismo y el reinado de sus instituciones, produce la esquizofrenia clinica porque las calculaciones cuantitativas del mercado inevitablemente reemplazan el significado y el sistema de creencias que fundamentan lo social.

Como una primera aproximacion, la esquizofrenia es definida como una forma de "semiosis ilimitada" surgiendo cada vez que las conecciones monetarias bajo el capitalismo subvierten la fijeza de las creencias y significados. Este es un proceso que se extiende a travez de la psique y la sociedad y constituye una tendencia particular del capitalismo y de su desarrollo historico. Cada extension del capital, sea este geografico (imperialismo) o psicologico (marketing) contiene la simultanea eliminacion de significado y creencia y por tanto, la extension de la esquizofrenia. Como Marx dijo "todo lo que es solido se disuelve en el aire". Deleuze y Guattari encuentran una poderosa contratendencia capitalista a la esquizofrenia en el concepto deterritorializado de "paranoia". En donde la semiosis ilimitada de la esquizofrenia produce formas significantes radicalmente fluidas e improvisadas, la paranoia, por contraste, produce un sistema de creencias absolutas donde todo significado es fijado permanentemente y exhaustivamente definido por una autoridad suprema, jefe poderoso o Dios.

Los terminos "paranoia" y "esquizofrenia", a pesar de sus origenes psicologicos, designan los efectos de la dinamica y los principios organizativos fundamentales de la sociedad capitalista. Paranoia representa todo aquello que es arcaico en el capitalismo, el renacimiento de lo absoluto y tradicional, modos de creencias centradas en la organizacion social. Esquizofrenia, en cambio, designa lo positivo y las potencialidades preferibles del capitalismo, tales como libertad, ingenuidad, revolucion permanente. El objetivo primario del esquizo-analisis es tomar estas ultimas hasta su limite y empujarlas mas alla de los limites impuestos en ellas por el capitalismo paranoico. En este sentido la esquizofrenia es una brecha revolucionaria mas bien que un colapso psicologico y "Anti-Oedipus", como libro, es una maquina. Y acerca de una maquina uno pregunta no lo que es sino mas bien, lo que puede hacer y como funciona.

 Despues de decadas de asalto, el humo se levanta de los campos de guerra desgarrados del Psicoanalis y recomponemos, con los fragmentos trizados de sus ruinas, lo que una vez fue un gran edificio teorico. Es de estas ruinas desde donde la maquinaria del "Anti-Oedipus se dispone a producir el esquizo-analisis.
Una coneccion es hecha ...un concepto surge ...una reconfiguracion se establece
...inevitablemente guiando a otra coneccion o rechazo y asi continuamente. El concepto freudiano de libido conecta con el concepto marxista de "labor-poder" y
una "maquina-deseo" nace, que drasticamente reconfigura el panorama social investido por el deseo. En un nivel, "Anti-Oedipus" es transformativo y puede ser concebido como el proceso productivo que  precede al momento de la reconfiguracion. Es solo hacia el final de "Anti-Oedipus" que la nueva configuracion se alumbra en nosotros y, consecuentemente nuestra comprension del deseo y la sociedad es alterado. La esperanza es que este alumbramiento finalmente transforme nuestros deseos y que nosotros a su vez transformemos la sociedad.

La materia prima en esta vasta empresa interpretativa es asombrosa. Sin embargo, tres puntos de partida mayores son claramente evidentes -Freud-Marx y Nietzsche-. En un intento por dar cuenta del conocimiento y la conducta, Esquizo-Analisis transforma el Psicoanalis exponiendolo a la extencion completa de los factores sociales e historicos elaborados por Marx. En el proceso, el
Psicoanalisis no es rechazado totalmente desde el momento en que mutuamente transforma el Materialismo Historico, via Freud y Lacan, a traves de la inclusion del espectro completo de los factores libidinales y semioticos en la explicacion de las estructuras sociales y de su desarrollo. Mas aun, para aumentar torbellino a la mezcla, lo libidinal y lo economico social son decentrados y transformados, sometiendolos a la critica nietzschiana devastadora del ascetismo y su transvaluacion de la diferencia. "Anti-Oedipus" es mutuamente
la cronica de la union y el delirio de la siguiente conmocion.

 En los momentos de vagabundeos del nomade hay instantes en que su jornada converge con las huellas de otros. Las marcas pueden ser seguidas por un rato,
mientras la mirada, transfigurada por un panorama que deja sin aliento, lentamente diverge y extiende el sendero. El cruce de Marx y Freud ha sido el de H. Marcuse -"Eros y Civilizacion"- y Wilhem Reich -"La funcion del orgasmo". En cierto sentido, ellos pueden ser considerados precursores de "Anti-Oedipus".

Marcuse transforma el recuento freudiano de la historia de la represion injertando la nocion socio-historica de "plusvalia-productiva" ("surplus  producction") derivada de Marx y de dominacion derivada de Webel, en el modelo freudiano de la represion. La relacion entre el Principio del Placer y el Principio de la Realidad es el blanco para Marcuse. Argumenta que la distribucion desigual de la escasez en la sociedad esta al servicio de la dominacion de clase ya que la escasez es siempre socialmente administrada. La represion de Principio del Placer por el Principio de la Realidad es suplementado por una "represion sobrante" ("surplus-represion") que ayuda a sostener la jerarquia de clases. El desarrollo de las fuerzas productivas determina la capitulacion del Principio de Realidad al Principio de Ejecucion. De esta manera, presenciamos la conquista de la escasez surgiendo de la racionalizacion gradual del Principio de Ejecucion, al cual la burguesia ha sido su contribuyente historico. Como consecuencia, la racionalidad misma del Principiode Ejecucion se ha vuelto en el presente, irracional. Por tanto. Marcuse llama a una nueva re-integracion del Principio del Placer y la Realidad, libre de las distorciones de dominacion de clase.

Deleuze y Guattari siguen a Marcuse al historizar a Freud, pero se separan de su compania en la cuestion del estatus de la escasez. El Esquizo-Analisis insiste que la escasez no solo es administrada socialmente, sino, mucho mas importante, socialmente fabricada para crear y asegurar formas de organizacion social. Siguiendo a Bataille, mantiene que lo "sobrante" ("surplus") siempre ha existido en las sociedades, por magro que halla sido. Por tanto, las varias formas de organizacion social surgen de las diferentes determinaciones de como y quien usa
lo "sobrante" (surplus"). La escasez fue una fabricacion desde el comienzo y por tanto, no tiene que ser conquistada por el desarrollo de las fuerzas productivas. El Principio de Ejecucion no se ha vuelto irracional, desde el momento que nunca fue racional.

las conclusiones que Marcuse extrae de la nocion de escasez y sus implicaciones en la relacion entre los Principios del Placer y de la realidad tienen un efecto ventajoso. Para Marcuse, la represion varia historicamente de acuerdo a la organizacion social y consecuentemente el complejo de Oedipus freudiano y el mito de la "horda original" son interpretados "simbolicamente" mas bien que antropologica o historicamente. Oedipus, en este recuento mitico-historico, es visto como el modelo simbolico de la autoridad social, de la opresion y de la represion. Esta autoridad opresiva-represiva se extiende mas alla de la familia
hacia la sociedad, del padre al jefe, obispo, patron, solo para ser eclipsada, en la sociedad burguesa del Post-Iluminismo, por el poder totalmente incluyente de la "autoridad social racionalizada".

El Esquizo-Analisis recorre este esquema hacia atras, revirtiendo el flujo direccional de las determinaciones. La opresion-represion es siempre primaria, de acuerdo a Deleuze y Guattari. En relidad, la forma de la opresion social es lo que determina la forma de la represion psicologica en el individuo. Desde el momento en que estas formas varian historicamente, como Marcuse insiste, la represion psicologica no puede permanecer constante y por tanto no siempre toma la forma del complejo de Oedipus. La jugada de Marcuse, de considerar a Oedipus como un modelo simbolico de la represion desbarata su intento de historizar a Freud.

 Ariel Fuenzalida
21 de Noviembre de 1999.

Monday, May 6, 2013

Poe sillas de primavera

El hombro izquierdo.

La vida
se sento
en
mi hombro izquierdo
para
hablarme de
los crocus
de
la Primavera
que
van creciendo
en
mi cuerpo
calladamente.
 
|"El costurero de la Primavera"

El viento
encontro
el costurero magico
de
la Primavera.
Abrio
con
sus agujas
las ventanas
de
las hojas.
Man(-)ana
sus puertas.

 "54 suturas"

Saque
las ultimas
suturas
de
nieve
a
la pierna izquierda
del
Invierno
para
hacer
explotar
la Primavera
que
tardaba.
 
Los abrigos plomos.
 
Los pinos
se
han sacado
sus abrigos plomos
de
Invierno.
Juegan alegremente
bajo
la lluvia
de
la Primavera
para volver
a ser
verdes.
Nieves Fuenzalida.
Canada, Ottawa, 3 de Mayo de 2013.