Sunday, April 30, 2023

El simbolo de la carne

 

Comer la carne de otros animales altamente evolucionados es una potente declaración de nuestro supremo poder. No es que conscientemente la gente se vanaglorie de la subyugación de los animales cada vez que comen una hamburguesa. Es mas bien el hecho de que el principio de poder sobre la naturaleza es omnipresente en la cultura que crecimos y forma el contexto de nuestro pensamiento. No es invisible, aunque normalmente no lo vemos. La explotación humana  del mundo natural ha sido y seguirá siendo parte de nuestra historia en la que el consumo de la carne es un ejemplo ideal, a pesar de la racionalización y refinamiento de la civilización científica moderna. 

 

Comer carne es parte de los hábitos sociales, un principio obvio e  incuestionable para la mayoría de los humanos y una visión tradicional implícita en las investigaciones alimenticias que la considera como el único alimento real, a pesar  que la mayoría de los primates y otros mamíferos subsisten con muy poca o ninguna carne y que innumerables humanos vivimos con dietas vegetales.

 

¿Por qué, entonces, valoramos la carne animal tan altamente, a pesar de las consecuencias fatales para las criaturas involucradas?   

 

La selección de alimentos en nuestros hábitos alimenticios esta impregnada de reglas sociales y significados, como atestiguan los ritos  religiosos y seculares y la carne, particularmente, es un medio rico en simbolismo social, siendo el asociado con la fuerza y la agresión el mas obvio. A través de todo el mundo la comida significa mucho mas que una mera nutrición... “es un sistema de comunicación, un cuerpo de imágenes, un protocolo de usos y comportamientos”. Como dice el autor ingles Nick Fiddes, no es que ella simbolice  intrínsecamente. Se usa para simbolizar. Y la carne conlleva una variedad de diferentes significados...  símbolo de potencia, civilización y, por supuesto, superioridad humana. 

 

La primacía de la proteína animal ha sido y continua siendo un principio establecido de sabiduría nutricional durante mucho tiempo entre los llamados expertos, así como en la gran mayoría de la gente. Carne o pescado y dos verduras, por lo general, se consideran elementos esenciales de la comida diaria. No importa cuan diferentes sean las culturas, los grupos sociales y los periodos históricos, la carne es suprema, el alimento mas preciado y verdadero y el centro alrededor del cual se organiza la comida.  En la jerarquía nutricional los vegetales se encuentran en el ultimo escalón y considerados solo como un elemento auxiliar, aunque recientemente su estatus ha empezado a cambiar.

 

Tanto la evidencia biológica como antropológica sugieren que los humanos en relación al alimento son generalistas, lo que significa que lo que se come no puede determinarse genéticamente. Es mas bien “un rasgo de la sociedad y esta integrado en una estructura de valores sociales que muy bien puede que no tengan nada que ver con los principios de la nutrición”, a pesar de la creencia generalizada de que es parte de nuestra maquina instintiva. Los análogos de la carne, por ejemplo,  a base de soya y otros sustitutos, dan testimonio de la centralidad del concepto  y no de su prescindibilidad. El equivalente debe imitar la forma y el contenido nutricional de la carne misma. Lo mas probable es que incluso si un sustituto perfecto de la carne fuera desarrollado,  indistinguible de la cosa real, muchos carnívoros serian reacios a cambiar porque hay algo importante de haber venido de un animal.  

 

Hay, entonces, algo mas que proteínas en la carne... una sustancia con la que se puede demostrar riqueza o habilidad culinaria, conjurar recuerdos de cenas de celebración o como signos de crueldad, nausea, violencia, brutalidad y sangre  que evocan las condiciones terribles en que se crían y masacran los animales. El hecho de que no se haga mención de la dominación inherente en la crianza de animales para el matadero no es irrelevante, sino que transmite  una dimensión adicional de significado que es particularmente potente y las racionalizaciones de la carne solo sirven para oscurecer y preservar estos significados implícitos.     

 

El animal humano desde tiempos inmemoriales se ha preocupado  acerca de su propia identidad, de hasta que punto estamos separados o somos un continuo con los animales, las plantas e incluso con los eventos geográfico y cosmológicos. En las ciencias sociales comúnmente nos encontramos con la distinción entre naturaleza y cultura. El pensamiento occidental, desde sus inicios,  se ha centrado especialmente  en la búsqueda de un atributo que nos distinga del resto de la creación... la político, la herramienta, la religión, el lenguaje, la cocina o la conciencia, por ejemplo, entre otros, son las etiquetas constantes.  Lo común a todas ellas es que asumen una polaridad entre “hombre” y “animal” en donde el animal se considera inferior al humano y la naturaleza contraria a la cultura. Tradicionalmente el mundo material ha estado por debajo de nuestra dignidad, un mero recurso a usar a voluntad  con poca o ninguna  obligación hacia ella. Una dicotomía so prevalente que hasta  hoy día el capital la da por sentada sin cuestionarla seriamente.  La Gran Cadena de los seres que va desde Dios en la cúspide y sigue en orden descendente con los ángeles, los humanos, los animales, las plantas, terminando con lo inanimado, ha sido, y para muchos continua siendo, uno de los mas potentes y persistentes presupuestos de nuestra manera de ver el mundo. Dentro de esta cadena el ganado solo tiene vida, según decía el filosofo ingles Henry Moore, para mantener su carne fresca hasta que tengamos necesidad de comerla.

 

El presumir que los primates no humanos son vegetarianos es significativo en si mismo, según Nick Fiddes, ya que comer carne es un rasgo clave con el que tradicionalmente nos hemos caracterizados. En el intento de definir el surgimiento humano, la caza es el atributo mas citado. La referencia histórica al momento en que por primera vez el hombre acoso un animal sugiere que hasta un punto indeterminado de la prehistoria nuestros antepasados eran en gran parte vegetarianos y la caza  surgió debido a la escasez de alimentos, habilidad que precipito un importante avance en la evolución de la especie. Antes de la caza, las relaciones de nuestros antepasados con los otros animales deben haber sido  muy parecidas a las de los animales no carnívoros, viviendo junto a ellos y compartiendo los mismos pozos de agua. Con el inicio de la caza esta relación fue destruida y el hombre se transformo en el enemigo mortal del animal.

 

La ortodoxia tradicional, para seguir con esta historia, dice que la caza inauguro cambios en las relaciones humanas, así como entre los humanos y el medio ambiente y marco la aparición y formación  de la sociedad humana, la tecnología  y las diferencias de genero. La evidencia de la antropología, la arqueología, la psicología y la genética simplemente no apoyan esta interpretación. Nuestra especie, argumentan los antropólogos, sobrevivió y se adaptó a través de la invención de la cultura, en la que la caza es solo una parte. Es significativo que las virtudes humanas supuestamente promovidas por la caza son las que normalmente se atribuyen a los machos de la especie. Atributos tales como la racionalidad, el liderazgo, el dominio, la agresión y las asociaciones macho-macho, como el papel silenciado de la mujer, sugieren que todo este tejido teórico es una racionalización de la realidad que supone que el mundo es el mundo del hombre. Como seres civilizados nos caracterizamos a nosotros mismos como depredadores y conquistadores y esta noción de poder humano impregna cada uno de nuestros canales de comunicación, incluido el sistemas alimentario.

 

Cuestionar que los individuos tienen derechos ilimitados sobre los animales es desafiar un principio casi sagrado. Implica que el poder de la cultura humana sobre la naturaleza es limitado y eso de hecho es algo sujeto a controversia  en una sociedad en la que la supremacía humana ha sido el ethos central. La creencia en el dominio humano no solo legitima comer carne, sino que también refuerza esa presunción. Matar, cocinar y comer la carne de otros animales proporciona la marca definitiva y símbolo clave  de la superioridad humana  sobre el resto de la naturaleza, y el derramamiento de su sangre es un  motivo vibrante. La carne satisface el cuerpo, pero también alimenta la mente. Es la declaración de que somos los amos incuestionables del mundo.

 

En los últimos decenios hemos visto una creciente tendencia a disfrazar la fuente de los alimentos animales como reacción al malestar de comer animales muertos.  Las conexiones de la carne con los animales vivos tienen que ser camufladas.  El consumidor raramente encuentra ahora la carne animal en toda su desnudez. En su lugar, se ve cocinada,  reformada o en un paquete al vacío, sin una pisca de sangre. Este malestar no es nuevo, sino que siempre ha existido y se ha manifestado abiertamente a través del mundo en  grupos radicales que creen que comer carne es intrínsecamente nocivo o poco ético o ambos y que hoy se concentran mayormente en los círculos de defensa ecológica.

 

La carne tiene el potencial de reconfortar y nutrir al carnívoro, pero también de repugnar al vegetariano. Hay algo curioso en todo esto. Puede que algún día miremos la matanza animal con la repugnancia moral con que hoy miramos la esclavitud. O puede que no.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, April 23, 2023

La maleta azul


En la maleta azul guarde mis esquinas ...
en la negra solo tengo que guardar los
alambres de púas ...

las ideas se acomodaron
atropelladamente mientras conversaban unas
con otras... no se dieron cuenta que se entremezclaban...
eran muchas antiguas y nuevas...puse sus hilos -arco iris
fuera de la maleta azul... así seria mas fácil encontrarlas
de nuevo... no quiero un caos a esta altura de mi construirme 

... no quiero volver a ser la pequeña de trenzas
redondeando mis orejas y sirenas en mis cajones
oceánicos... 

a pesar de que fui feliz... 

la de la adolescente
con angustias y con "el muro" en la bolsa indígena...
 

a pesar de que fui feliz... 

la de la juventud con el dulce
amor -deseo hirviendo y con el hacer misterioso de la
amada profesión... 

a pesar de que fui feliz... 

la de la
adultez con un clan amado propio de descubrimientos
de dolor, expulsión, nueva tierra y bellezas... 

a pesar de que fui feliz... 

la de la madurez con una silla de ruedas formando
parte de un cuerpo y un re-descubrimiento de tesoros que
estaban semi-sepultados en una maestría... 

a pesar de que fui feliz... 

y en esta nueva edad apasionada y austera... con cabellos
blancos y surcos en la piel... construyendo siempre el maravillo amor
...que me hace también feliz... 

Me acuso de no tener nostalgias por nada
... Ya tengo ordenada mi maleta azul !!!

Love=Amor=Amour !!!
Nieves.

Sunday, April 16, 2023

El robot y el profesor

 

Los robot ya están aquí y su reciente manifestación es la inteligencia artificial en el Internet para delicia de estudiantes secundarios, universitarios y cualquiera que quiera que le escriba un ensayo liberándolos de la odiosa tarea de escribir cosas. Al parecer todo lo que se necesita para que el ChatGPT produzca un poema de amor, una pieza de prosa e, incluso un cuento o novela, es darle un tema sobre el que se desea que escriba. La posibilidad de que los estudiantes hagan trampa se ha vuelto de pronto lo suficientemente grave para que los profesores comiencen a repensar cuidadosamente sus tareas.

 

Y no solo para los estudiantes, sino que también para cualquiera que tenga interés en trabajar lo mínimo, es nada menos que un sueño, un atajo magistral. Esta maravilla de la supercomputación puede crear, no solo ensayos, sino también documentos, memorandos y discursos. Inaugurado el 30 de Noviembre de 2022 por la empresa de investigación de IA OpenAI, ChatGPT es un trabajo en progreso, abierto a los curiosos, los perezosos y oportunistas. En Enero, el Manchester Evening News informo que un estudiante llamado Pieter Snepvanges le había pedido al bot que escribiera un  ensayo de 2000 palabras sobre política social. En 20 minutos el trabajo estaba hecho. Aunque no sobresaliente el profesor le informo a Pieter  que el ensayo podría aprobarse con un 53%. Según el instructor este podría ser un estudiante que ha asistido a clases y se ha comprometido con el tema de la unidad. El contenido podría ser de alguien que haya estado en mis clases.

 

A pesar de todo el poder disponible a través de la IA y el aprendizaje relacionado con las maquinas, estamos viendo una forma de aprendizaje automatizado por maquinas, libre de curiosidad. Pareciera que algunas ramas del árbol del conocimiento amenazan con caerse. Escribir puede ser bien difícil y frustrante, pero en cada tema o proyecto que nos embarcamos lo que experimentamos y sentimos puede ser una aventura intelectual en donde el viaje es mas interesante que el destino final. Si uno escribe, no es tanto por el resultado final, sino por el ejercicio mental en si mismo. Si le entregamos el ejercicio de escribir a una IA puede que estemos entrando a una prisión de conveniencia en la que perdemos uno de los rasgo humanos mas distintivos.           

 

Entre las historias que se cuentan, la mas leída fue una que apareció en el New York Time por el reportero tecnológico Kevin Roose sobre su inquietante experiencia con Bing, el motor de búsqueda de Microsoft. Inicialmente entusiasmado con sus capacidades, el reportero cambio de opinión después de descubrir que Open AI Chabot de Bing era espeluznante, para decir lo menos. Después de un breve periodo de familiarización, Roose coloco al robot “en el sofá” para probar su vida interior. Le pregunto sobre su miedos, deseos y animosidades. Después de cierta resistencia, Sídney, el alter ego del bot, se abrió y empezó a expresar  una sorprendente serie de confesiones. La mas inquietante fue su deseo de desatar el caos en el mundo, robando códigos de armas nucleares y fabricando un virus mortal. Bastante mal... ¿cierto? Pero, lo que mas le molesto a Roose, fueron las expresiones de amor de Sidney por el reportero. Le dijo repetidamente que el y Roose estaban hechos el uno para el otro, que el reportero no amaba realmente a su esposa y que deberían huir juntos. Incluso hubo una torpe insinuación sexual... “Quiero hacer el amor contigo”. No es del todo claro como se lograría esto. Después de leer esta historia es difícil no pensar en el malevolente Hall  de la película 2001: Una Odisea del Espacio.

 

A pesar de esta confesión de fantasías violentas y deseos sexuales la verdad  es que aquí no hay nada mas que la reproducción de palabras e ideas que ya existen. El nuevo Open AI Chatbot, como todos los motores de búsqueda, vive y muere por sus algoritmos. Cuando recibe una pregunta, busca en su memoria, especialmente en todo el Internet, preguntas similares y luego hace una serie de conjeturas de palabras basadas en las respuestas mas comunes. Extrae pistas de la consulta inicial, como un psicoterapeuta que  repite una pregunta al paciente... ¿qué crees que tu sueño de robar significa? A diferencia del analista, sin embargo, el bot nunca piensa, simplemente sintetiza lo que ya se ha dicho, reproduce y distribuye ideas dominantes, replicándolas como una malignidad pandémica.   

 

Como Marx ya había notado las ideas de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes. La clase que es la fuerza material dominante de la sociedad, es al mismo tiempo su fuerza intelectual dominante.  La clase que tiene a su disposición los medios de producción material tiene control al mismo tiempo sobre los medios de producción mental, por lo que en general, las ideas de aquellos que carecen de los medios de producción mental están sujetas a ella. 

 

Siguiendo esta reflexión marxista  el profesor Stephen Eisenmam remarca el hecho de que hoy día  las corporaciones con  mayor riqueza material como Apple, Amazon, Microsoft, Alphabet, Tesla, Twitter, Disney, Comcast y Fox, entre otras, se dedican al negocio de la difusión de ideas. Mediante la adquisición de empresas de comunicación mas pequeñas y el control de las patentes básicas, evitan que entren en el campo competidores con ideas diferentes. La creciente sofisticación de la publicidad dirigida significa que los consumidores están expuestos a una gama muy restringida de productos e información, basados en perfiles creados sin su consentimiento. En la practica significa que las contradicciones subyacentes del capitalismo pasan mayormente desapercibidas, sin ser cuestionadas como, por ejemplo, el apoyo a la competencia individual mientras las corporaciones operan como monopolio u oligopolios,  fronteras nacionales sacrosantas, excepto para el capital y los capitalistas, crecimiento económico sin fin, independiente de los costos ambientales, igualdad de protección ante la ley a menos que sea pobre. Y la pretensión de excepcionalismo de Estados Unidos, a pesar de que la tasa de pobreza, racismo  y violencia es excepcionalmente alta. Que la IA este controlada por este pequeño numero de gigantes de los medios de información es algo que debería preocupar  a cualquiera  que se interese por un futuro sostenible.

 

Al igual que Roose, Eisenman decidió también entrevistar a Chatbot. Pero, en lugar de hacerle preguntas individualistas acerca de sus miedos y deseos mas profundos, le pregunto si podía encontrar una solución para el calentamiento global. Si el Chatbot  tiene acceso a la sabiduría contenida en el Internet, tal vez pueda resolver esto.  

 

Las respuestas iniciales, nada nuevo aquí, fueron repetitivas... el calentamiento global es causado por la quema de combustibles fósiles y puede detenerse mediante el desarrollo de energía renovable, siguiendo los acuerdos climáticos de Paris. Después de este ordinario  comienzo, Eisenman desafió al bot preguntándole si necesitábamos reemplazar el capitalismo con el socialismo democrático para evitar el calentamiento global catastrófico. Al instante la maquina produjo una definición del socialismo y admitió que tal sistema podría potencialmente “priorizar la sostenibilidad ecológica” y promover la igualdad de acceso a los recursos y oportunidades. Sorpresa... el Chabot era un camarada.  

 

Pero, luego empezó a aguar la respuesta... “Las economías basadas en el mercado”, dijo, “ también podrían ser sostenibles. Es importante tener en cuenta que el cambio climático es un problema complejo que resulta de una combinación de factores, incluidos los procesos humanos y naturales. Si bien el capitalismo puede contribuir al cambio climático, no es la única causa.  Independientemente del sistema económico los individuos, las empresas, los gobiernos y otras partes interesadas deben hacer un esfuerzo colectivo para lograr la sostenibilidad. El tema es complicado”. Es decir... el que la IA mas inteligente del mundo no tenga mejor respuesta que... “es complicado”, es, en verdad,  decepcionante.

 

La idea de que los individuos de todas las clases sociales, así como “las empresas y gobiernos” se unan espontáneamente para detener el calentamiento global es una pura tontería... es pedirle a los ejecutivos y accionistas de las compañías petroleras que se pongan la soga al cuello. Igualmente continua repitiendo la frase “basada en el mercado” que es pura ideología, como si el capitalismo contemporáneo no es muy diferente del trueque e intercambio en el que los humanos siempre hemos estado involucrados. El mercado de derivados, por ejemplo, no se parece en nada a los mercados de las tierras altas de Ecuador, donde las mujeres venden los productos de los campesinos locales.  

 

En lugar de participar en un pensamiento critico, AI Chabotbot, entonces,  adopta el liberalismo clásico, la idea de que la totalidad social es un tejido sin costuras y que con suficiente buena voluntad individuos, empresas y gobiernos superaran los cambios climáticos. Por ahora, y esto puede cambiar en algo que no podamos controlar, es el epitome del cliché ideológico.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.

Sunday, April 9, 2023

Mi mapa terrenal


Nací hace millones de años
en la angostura de una tierra llamada
Chile. Crecí amando a mis buenos Padres
y Hermano y la piel de diferentes colores,
 solo humana para mí.
Ellos nos mostraron el camino, uno de muchos
del maravilloso arco iris de la vida, la huella de
lucha y paz. No importaba si fuera de abajo o de
arriba, blanco o amarillo, homosexual o heterosexual,
comunista o reaccionario... Lo que importaba era que él
o ella no se dejaban aplastar por nada o nadie, solo importaba
esa energía que los hacia único o especial, una mujer u hombre
que amara la vida... Gracias Mamá y Papá por enseñarnos todo
esto a mi hermano y a mi!
Encontré, en la mañana de mis días, a un hombre llamado Amor
Estudie preguntas y respuesta en un mundo lleno de sombras.
Obtuve un título.
Hablé del todo y de la nada.
Tuve tres flores.
Una de ellas, la primera,
Orestes,
ceso de ser.
Nosotros no conocimos su sonrisa.
Llevé a la práctica mis ideas.
1973
Mi mundo y el mundo de los míos
cambio.
No me estaba permitido hablar o pensar.
Todo de repente fue censurado, prohibido.
Siempre había sido libre
en el mundo de afuera
y
en mi universo interno.
Pasé ocho mil horas
en un campo
que no era de la clase de "boy scout".
Ahí asesinaron a
Arturo,
que cantaba con los pájaros,
en el patio dariano.
Caí en la blanca
y
solidaria
nieve canadiense.
Me adapté.
Escondí mis recuerdos dolorosos.
Limpié. Sacudí. Barrí
oficinas y casas.
Nunca olvidé a los míos ni a los otros.
Una vez más
fui estudiante
y
profesora
en regiones nunca
antes exploradas.
Mi nueva casa fue
la Universidad de Carleton,
también una casa para Ariel.
Fui un carácter en varias obras de Teatro
en el Departamento de Español,
catorce avo piso de la Torre.
Ariel y Moira, mis flores,
han crecido
sin olvidar sus raíces,
floreciendo hacia el Universo,
descubriendo
el mágico
acto de amor.
Ellos hablan varias lenguas.
Ellos tienen
el derecho de elegir.
Con Miro,
caminando mente con mente.
he viajado a través
de regiones desconocidas.
De repente
fui atacada
por indeterminados virus
de
cordeles eléctricos,
de torturas experimentadas.
Otra vez
mi mundo
se vino abajo.
Hoy dia
lo encuentro otra vez
en el amor de los míos,
en los artículos que escribo junto
a mi Amado... ay...ay... en el Portal
Dariano "Arturo Barria Araneda"
que cree hace casi 17 años y en mi poesía...
"No,
no soy una prisionera
de mi historia.
Soy libre
en la tuya, Miro-Amor".

Nieves.


Sunday, April 2, 2023

El animal y yo

 

O, mejor aun, el animal que soy... ¿qué mas natural que eso? La teoría de la evolución muestra claramente que es bien difícil trazar una línea separadora entre humanos y animales. La descendencia común y el paulatino proceso de selección natural hacen posible asumir la continuidad de rasgos biológicos y sicológicos entre especies que tienen  alguna relación.  

 

Los etólogos que estudian el comportamiento animal  han adoptado, desde hace bastante tiempo, el principio de no inferir estados mentales similares a los humanos  a partir de un comportamiento que pudiera parecer similar a un comportamiento humano. Es este principio el que les ha permitido desaprobar cualquier discusión sobre la mentalidad animal. El antropomorfismo en zoología, al igual que en la astronomía y la física, se convirtió en sinónimo de anécdota, opuesta al rigor científico.

 

Igualmente, desde una perspectiva moral, imaginar que el animal piense o sienta como  el humano es simplemente una forma de narcisismo egocéntrico... uno mira el mundo y solo ve reflejado en el la propia imagen. Y en el contexto teológico no tendría sentido tratar de pensar con los animales en un mundo en donde, a diferencia de todo otro ser, solo el humano esta dotado con razón y alma inmortal gracias a dios. 

 

Y, sin embargo, el irresistible deseo de entender las mentes no-humanas, a pesar de su negación, invita a especular acerca de ellas, aunque casi siempre fallamos.  

 

La antropología, la historia y la literatura ofrecen bastante información acerca de las cambiantes actitudes humanas hacia los animales  que finalmente llevan a preguntar... ¿es posible captar la agencia de otro ser que no puede hablar para revelar los efectos transformativos que sus acciones puedan tener en nosotros? ¿es posible pensar, no acerca del animal, sino con el animal? Pensar con el animal “puede tomar la forma de un intenso anhelo de trascender los confines del yo y de la especie para comprenderlo desde dentro o, incluso, para devenir en un animal” como era típico en otros tiempos y en otros contextos culturales en donde este pensar con el animal se revelaba como lo opuesto al egoísmo y antropocentrismo arrogante de nuestra época. Entender, por ejemplo, como seria ser un águila o un jaguar es algo que funde la oposición entre antropomorfismo y zoomorfismo, entre humanizar al animal y animalizar al humano.

 

El viejo principio de la diferencia entre Naturaleza y Cultura del pensamiento occidental no tiene cabida en las cosmologías del llamado “Nuevo Mundo”. En el pensamiento amerindio, por ejemplo, que el antropólogo brasilero Eduardo Viveiros ha venido investigando desde hace tiempo, nos encontramos, dice, con un “multinaturalismo” que supone la unidad del espíritu y la diversidad de los cuerpos. La cultura, aquí, es lo universal, la naturaleza, lo particular, a diferencia del “multiculturalismo” de las cosmologías modernas que se apoyan en la implicación mutua entre la unicidad de la naturaleza garantizada por la universalidad de los cuerpos y de la sustancia y la multiplicidad de las culturas generada por la particularidad subjetiva de los espíritus y los significados.

 

La etnografía de la América indígena contiene teorías cosmopolitas que hablan de un mundo lleno de agentes subjetivos  humanos y no-humanos, de dioses, animales, muertos, plantas, fenómenos meteorológicos y, a veces, también objetos y artefactos, todos ellos  dotados de un conjunto de disposiciones perceptivas, apetitivas y cognitivas, es decir, llenos de almas semejantes. Los animales y demás no-humanos dotados de alma “se ven como personas” y, por consiguiente “son personas”, objetos intencionales constituidos por relaciones sociales. La similitud de almas, sin embargo, no implica que se comparta lo que esas almas expresan o perciben. Como dice Viveiros, la forma como los humanos ven a los animales, a los espíritus y a otros actuantes cósmicos es bien diferente de la forma como esos seres los ven y se ven a si mismos. Los humanos, en condiciones normales, ven a los humanos como humanos y a los animales como animales. En cuanto a ver espíritus, habitualmente invisibles, indica con seguridad que las condiciones no son normales, afectados por la enfermedad, el trance u otros estados secundarios. Los animales predadores y los espíritus, en cambio, ven a los humanos como presas, en tanto que las presas ven a los humanos como espíritus o como predadores... “El ser humano se ve a si mismo como tal. La luna, la serpiente, el jaguar y la Madre de la viruela lo ven como un tapir o un pecarí, a los que matan”. Al vernos a nosotros como no-humanos, es así mismos y a sus congéneres que los animales y los espíritus ven como humanos. Ellos se perciben como seres antropomorfos cuando están en sus casas o en sus aldeas y aprehenden su comportamiento y sus características bajo una apariencia cultural. Perciben su alimento como alimento humano... los jaguares ven la sangre como cerveza de maíz, los buitres ven a los gusanos de la carne putrefacta como pescado asado y las garras, plumas y picos de los otros animales los ven como adornos o instrumentos culturales. En esta visión indígena todos los animales y demás componentes del universo son personas o virtualmente personas, no solo como una posibilidad lógica, sino como una potencialidad ontológica y algunos no-humanos actualizan esa potencialidad de manera mas completa que otros. La condición común a los hombres y a los animales no es la animalidad, sino la humanidad. Los no-humanos son antiguos humanos. Nosotros, los llamados modernos, pensamos que la humanidad ha surgido de la animalidad, normalmente ocultada por la cultura. El indígena piensa que tras haber sido en otros tiempos humanos, los animales y otros existentes cósmicos continúan siéndolo, aunque de una manera no evidente para nosotros.   

 

Es en este contexto en donde el chamanismo, según Viveiros, se manifiesta como la habilidad que algunos individuos tienen para atravesar las barreras corporales entre las especies y adoptar la perspectiva de otras subjetividades para  administrar las relaciones entre estas y los humanos. Una inteligencia chamánica de primer orden es la capacidad de ver simultáneamente según dos perspectivas incompatibles, el paso de un punto de vista al otro, la transformación en animal  para poder transformar al animal en humano y al humano en animal. Cuando el chaman activa un “devenir-jaguar”, no produce ningún jaguar, ni tampoco se afilia a la descendencia de los jaguares. Adopta un jaguar, coopta un jaguar, establece una alianza felina. Como indica Deleuze, esta no es una semejanza, sino un deslizamiento, una proximidad extrema, una contigüidad absoluta. No una filiación natural, sino una alianza contra natura.  En buenas cuentas, al ver a los seres no-humanos tal como ellos se ven a si mismos los chamanes son capaces de asumir el papel de interlocutores activos en el dialogo transespecifico... un arte y una diplomacia política, un proceso siempre peligroso.

 

Este, como bien dice Viveiros, es un modo de conocer que se ubica en las antípodas de la epistemología objetivista de la modernidad occidental. Para esta conocer es “objetivar”, poder distinguir en el objeto lo que le es intrínseco de lo que le pertenece al sujeto conocedor y que, como tal, ha sido indebidamente proyectado en el objeto. En breve, conocer es des subjetivar. El chamanismo amerindio se guía por el ideal inverso... conocer es “personificar”, tomar el punto de vista de lo que es preciso conocer. La personificación o la subjetivación chamánica reflejan una propension a universalizar la actitud intencional. Dicho de otra manera, lejos de reducer la intencionalidad ambiental a nivel cero para obtener una representacion absolutamente objetiva del mundo, el chamanismo apunta a la revelacion de un maximo de intencionalidad. Cada acontecimiento se ve como una accion, una expression de estados o de predicados intencionales de un agente cualquiera. Segun la epistemologia amerindia es necesario personificar para saber.

 

No hay que confundir, sin embargo, esta subjetivacion amerindia con las fantasias del buen salvaje o las del paraiso de los pueblos exoticos. La verdad es que la presuposicion universal de humanidad no hace al mundo indigena mas tranquilizador o mas bueno. Segun los cubeo del noreste de la Amasonia “la ferocidad del jaguar es de origen humano”. La violencia predatoria, la ley del comer o ser comido es consequence de la humanidad en el animal, en contraste con la nuestra en donde es la bestia interior el origen de la violencia humana.

 

¿Cuál es el punto de todo esto? ¿Y que nos importa como los indígenas puedan pensar? Bueno, porque, como sabemos de hace bastante tiempo, “cada comprensión de otra cultura es un experimento con la propia”. Viveiros cree que ellos piensan exactamente “como nosotros”. Pero, lo que piensan, es decir, los conceptos que se dan, son muy diferentes de los nuestros y, por lo tanto, el mundo descrito por esos conceptos es muy distintos del nuestro.

 

Esta es la cosa... ¿qué ocurre cuando tomamos en serio el pensamiento indígena? ¿cuándo, en lugar de explicar, interpretar, contextualizar o racionalizar ese pensamiento lo utilizamos, extraemos sus consecuencias y verificamos los efectos que produce sobre el nuestro? ¿qué es pensar y tomar en serio el pensamiento indígena? Aquí no se trata, dice Viveiros, de creer que lo que dicen los indígenas es la expresión de una verdad sobre el mundo. Si queremos tomarlo en serio, debemos entonces tomarlo como una practica del sentido... como dispositivo autorreferencial de producción de conceptos, de símbolos que se representan a si mismos. La tarea de la antropología no es la de explicar el mundo de los otros, sino la de multiplicar nuestro mundo. No podemos pensar como los indios, pero, a lo menos, podemos pensar con ellos. Al superar su propio contexto el pensamiento amerindio da que pensar a otros, cualquiera que sean estos otros.    

 

A las diferentes y cambiantes formas de pensar con el animal todavía es posible, si tenemos tiempo, inventar otras para explotar las posibilidades de nuevas formas de experiencia. A diferencia de la proyección de la propia forma de sentir y pensar en otras mentes, la inmersión del yo en el otro es, podríamos decir, un anhelo empatetico, aunque nunca completamente logrado.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.