Sunday, February 26, 2017

La vuelta del anarquismo.

                                        
La aceptación general de la edad de la pospolítica, la del consenso neoliberal compartido por parlamentarios de izquierda y derecha, la del olvido de la idea de  emancipación,  ha sido interrumpida por la apertura de dos frentes diferentes. Por un lado, el desencadenamiento de las nuevas fuerzas reaccionarias  del fundamentalismo religioso, la extrema derecha y la reafirmación del Estado autoritario bajo el pretexto de la seguridad. Y, por el otro, la  revitalización de  movimientos políticos  que, por falta de  mayor precisión, podríamos llamar “izquierda radical”, compuesta de identidades heterogéneas, no subordinadas a la subjetividad universal del proletariado y que se movilizan alrededor de problemas y preocupaciones universales…el curso de la globalización capitalista y el estado permanente de guerra a través de la cual esta se articula.

La actitud anti autoritaria, anti partidista  y anti institucionalista que caracteriza a esta izquierda  contiene una clara referencia a la tradición anarquista que vuelve a resonar en las luchas políticas de hoy.  El Estado continúa siendo uno de los problemas más consistentes de la política radical. Las revoluciones del siglo XX prometieron su desaparición. Lo que entregaron, en cambio, fue su expansión, fortalecimiento y perpetuación. Bakunin alerto a los trabajadores revolucionarios  del peligro de no desmantelar el Estado. Si no se hace se terminara con la emergencia de una clase burocrática de tecnócratas que dominará al trabajador y al campesino. El colapso de la guerra fría ha permitido confrontar nuevamente el problema específico del lugar del poder. La democracia capitalista y el sistema comunista sirvieron de mascaras ideológicas al Estado. La ficción de ayer  ha dado paso hoy día  al develamiento del verdadero rostro de la soberanía, del poder desnudo que ya no  trata de justificarse legal o normativamente, del poder que opera, en mayor o menor medida, con total impunidad con la excusa de garantizar nuestra seguridad para defendernos de un  estado permanente de inseguridad auto creado por el mismo Estado. La garantía de seguridad es el último estándar de la legitimidad de la política estatal actual.

De lo que aquí se trata es de cuestionar la idea de que el Estado esta basado en el orden legal. La critica a esta ficción  legal ya la encontramos en el anarquismo clásico. Bakunin y Kropopkin se negaron a ser engañados por los teoricos del contrato social (Hobbes y Locke) que pensaron la soberanía basada en el consentimiento racional y el deseo de escapar al estado natural… Si en el estado natural la gente vivía una existencia salvaje, carente de racionalidad y sociabilidad… ¿cómo, entonces, este acto de consentimiento tuvo lugar? El contrato social es solo la mascara de la ilegitimidad del Estado. La soberanía, en realidad, fue impuesta violentamente en el pueblo, más que surgir  a través del consentimiento racional. El Estado siempre es el mismo. Su principio estructural es siempre la dominación y la violencia, no importa que forma tome (Estado Monárquico, Parlamentario o Proletario) La violencia soberana  yace permanentemente debajo de la superficie. Según Bakunin, el despotismo reside, no tanto en la forma del Estado, sino en el principio mismo del Estado y el  poder político.

Para la izquierda radical la participación en el juego formal democrático lleva a la afirmación del Estado y a la postergación indefinida de la Democracia real. El camino que queda para el pueblo es el de generar sus propios modos de política no institucionalizada, no  prescritas por el Estado. No significa el abandono del concepto de democracia como tal, sino, la invención de nuevas formas de democracia radical y de igualdad diferentes a las estatales. Una política radical no debería tener por objeto la toma del control del Estado. El Estado moderno posee un súper poder excesivo para un asalto frontal. Una democracia real, diferente a una  puramente formal, solo  puede surgir a partir de la creación de espacios  que estén mas allá del alcance del Estado con el fin de limitar su poder  y evitar la trampa en que cayeron los movimientos revolucionarios del pasado que trasformo al partido revolucionario vanguardista en un poder autoritario centralizado y reproductor del poder despótico del Estado... Retornando a posiciones anarquistas clásicas se niega a reducir la lucha de los trabajadores solo a la lucha proletaria en contra del capitalismo y enfatiza la heterogeneidad de los antagonismos y subjetividades subalternas y su carácter primariamente anti autoritario. Bakunin prefería hablar de masas  en lugar de clases para caracterizar esta heterogeneidad. El deseo de evitar el estatismo, autoritarianismo, esencialismo clasista y economicismo es el referente anárquico escondido en los teoricos de la izquierda radical. La contribución central del anarquismo fue su compromiso con los ideales de libertad e igualdad. Pero, su innovación mas importante la encontramos en la teorizacion del poder político del Estado como un campo autónomo de relaciones de poder y un sitio especifico de luchas políticas  que es distinto, y no determinado, por la economía  capitalista o las relaciones de clase. El Estado es visto como una maquina abstracta de dominación que se perpetua a si misma con su propia lógica y racionalidad. Al romper la unión estructural absoluta que el marxismo había establecido entre política y economía, el anarquismo ejecuto una operación teórica vital que  pre figura la teorizacion  de la democracia radical. Pero, con una diferencia.

La innovación teorética del anarquismo estuvo limitada por un marco humanista y positivista que todavía se refleja en algunos anarquistas contemporáneos (Chomsky, Bookchin, Zerzan). La noción central es la idea de que hay en acción una lógica racional en la sociedad y la historia y que solo es inteligible a través de la ciencia (para Bakunin hay una  ley natural “inmutable” que forma la base del desarrollo humano y social). Pero, para la democracia radical siguiendo las implicaciones del pos estructuralismo,  estas condiciones  epistemológicas ya no son sostenibles. En lugar de ver a los objetos sociales como racionalmente discernibles, los ven como construidos discursivamente. La ciencia no nos puede revelar la verdad racional del campo socio político porque no contiene una verdad objetiva detrás de las diferentes representaciones discursivas. La sociedad se constituye, más bien,  a través de estas representaciones. No hay una lógica histórica o social inmanente. La política es una empresa contingente que, de una u otra forma, es impredictible. Esta no es una política nihilista, sin embargo, porque esta informada por los ideales clásicos de la emancipación (anti autoritarismo, libertad, igualdad, anti oscurantismo, resistencia a la dominación política) y por el uso de las capacidades criticas del modernismo en contra de si mismo con el fin de adquirir  autonomía social, libertad y reflexión critica en el momento en que el nuevo conservatismo, el fundamentalismo y el autoritarianismo cuestionan los derechos humanos, la razón y la libertad individual.

El desafío que se le presenta a una política pos anarquista, si pretende transformarse en una nueva alternativa política real, es el de repensar la soberanía y la universalidad. Si quiere ir más allá del atomismo de la política de la identidad tendrá que comprometerse con algún  tipo de referente que tenga alguna  dimensión universal. Es solo alrededor  de  nuevas formas de universalidad que los grupos heterogéneos y las subjetividades marginalizadas  y explotadas por el Estado  Global capitalista podrán movilizarse… ¿que es lo que constituiría una igualdad universal, un nuevo entendimiento de los derechos o un nuevo cosmopolitismo con instituciones legales globalizadas y mecanismos democráticos? La globalización actual es un proceso de privatización, individualización y erosión   de los espacios públicos que son, justamente, los que hacen posible el discurso político. Pero,  también, provee la apertura a nuevas  posibilidades para una política con dimensión universal. La gran cuestión es… ¿quien la define, quien la controla y que mecanismos democráticos  van  a constituir  la lucha política?... En un tiempo de transición política e ideológica, cuando nuevos movimientos e identidades emergen y nuevos sitios se abren, el anarquismo (a la sombra del marxismo) pareciera reaparecer como el referente oculto  de  una  política radical del futuro.


Nieves y Miro  Fuenzalida.

Sunday, February 19, 2017

Las llaves



La noche
me
 entrego
las llaves
para
abrir
las puertas
del
alba.

Nieves

Sunday, February 12, 2017

La filosofia del aborto.


¿Por qué el aborto  causa emociones tan tremendas  en donde la violencia y el asesinato no han sido ajenos? Las divisiones sociales y el compromiso pasional que origina  forman parte y expresan profundas relaciones de poder. El discurso anti-aborto sirve como poderosa arma al patriarcalismo al privar a la mujer del derecho a controlar su propio cuerpo e ignorar su subjetividad. El 26 de Octubre del 2006 la Asamblea Nacional Legislativa de Nicaragua aprobó la ley que anula el artículo 165 del Código Penal que permitía el aborto terapéutico. Quienes transgredan la ley pueden ser castigados con cuatro a ocho años  de cárcel. La aprobación de la ley   contó con el apoyo de una coalición conservadora  patriarcalista compuesta por la Derecha,  el Partido Liberal Constitucionalista y la Izquierda representada por  el Frente Sandinista. Esta Alianza revela mucho más que un mero oportunismo electoral. En este conflicto social  se podría decir que  la clave esta en entender y demostrar como el anti-aborto opera en la identificación y deseos de sus participantes.

En la epoca  del Presidente Reagan el movimiento  “pro-life” energiza las bases evangélicas transformándolas en una poderosa fuerza política que extiendio su esfera  hasta la América Central en donde se trasforma en la fuerza religiosa dominante.  En el 2017  el presidente norrteamericano D. Trump le da un nuevo impulso a “pro-life”.

Si este discurso ha logrado crear intensa oposición al aborto en tanta gente es porque ha tenido éxito al presentarlo  como extremadamente amenazante a cierto sistema de valores y creencias. Lo que esta en juego aquí no es solo el aborto. Es un code moral completo,  una concepción del mundo y una filosofía de la existencia. El argumento fundamental es el de que el feto posee el estatus de  persona, lo que transforma  al aborto en un crimen. La lógica del argumento corre mas o menos así... zygotes /embriones /fetos son seres humanos en el sentido completo del termino, por lo que merecen protección... el aborto mata zygotes /embriones /fetos, por tanto... el aborto es crimen y... cualquiera que apruebe el aborto aprueba el crimen. Este argumento coloca la practica del aborto fuera de la ley y quien lo practica es excluido, no solo de la Ley de la Nación, sino mas fundamentalmente, de la ley de Dios o de la Ley Natural. El resultado es negarles a tales sujetos el reconocimiento y amor provenientes del Sistema. Remover, en breve, toda posible gratificación.

La amenaza a la auto identidad que el discurso anti-aborto indirectamente proyecta se expresa a través de la defensa de ciertos "significantes maestros" que, según Lacan,  forman el núcleo, dentro del "orden simbólico", de lo que sentimos como ego y que el aborto coloca en peligro ... persona, orden natural, maternidad, paternidad. Uno de los mas prominentes, por supuesto, es el significante” vida". El  logro mas importante del movimiento anti-aborto ha sido el de establecer relaciones metonímicas y metafóricas entre "feto" y "vida". Su mayor esfuerzo teórico es posible apreciarlo en su constante intento de construir, expandir y ampliar los lazos verbales entre el termino concreto "feto" y el valor abstracto "vida". Y en tanto logra convencer a su auditorio de ello, el aborto, al destruir al feto, se construye como una amenaza a la "vida", amenaza que, en palabras de Ronald Reagan, atenta en contra de la verdadera "santidad de la vida humana" designada como  valor  ultimo  y, por tanto, significante trascendental, absoluto, estable y sin ambigüedad. Lo interesante de hacer notar aquí es el hecho de que  una encuesta llevada a cabo por un instituto católico progresista, "The Quijote Center", muestra una pobre correlación entre anti-aborto y otras posiciones "pro-vida"(como por ejemplo,  movimientos por la paz,  lucha en contra de la pena de muerte, las aventuras bélicas,  los bombardeos  con sus daños colaterales,  los mataderos de  animales, etc…) Esta correlación negativa pone en duda la auto-proclamación del discurso anti-aborto al titulo de “ defensores de la vida” y, mas bien, indica que sus motivaciones se originan, no en la "reverencia por la vida," sino en algo diferente  que se deja  traslucir en el esfuerzo del fundamentalismo religioso al  insistir en  mantener ciertos valores e ideales como sacrosantos-- Dios, Naturaleza,  Familia, Maternidad -- y cierta definición de ellos que los revela como sostenedores de una agenda conservadora y tradicional. 

Estos  “Significantes Maestros”, en sentido lacaniano,  funcionan como fuentes de identidad y valor que proporcionan sentido a la existencia. El aborto se percibe como una amenaza porque no es un acto “Natural” y se opone a las consecuencias naturales del sexo que, para una gran mayoría de los que se definen como pro-vida,  es la procreación. Lo natural es bueno, correcto y real y todo aquello que lo niega o descontextualiza es concebido como una amenaza al yo. La “Maternidad” provee la identidad sexual femenina. El cuidado de los hijos y la familia es el papel más satisfactorio y significativo que una mujer pueda tener. El aborto niega la santidad de la maternidad al expresar implícitamente que la crianza de los hijos no es el único papel o, necesariamente, el más importante en la existencia de la mujer. Para quienes ven la reproducción como fuente esencial de identidad, su amenaza genera tremenda ansiedad tanto  en las mujeres  como en los hombres. Desde el momento que no hay una formula fija que defina lo que significa ser una mujer en relacion al hombre y viceversa, la maternidad se presenta como el significante trascendente que compensa la ausencia de una esencia ultima. Una de las instituciones que con más fuerza interpela a los individuos en esta dirección es  la que encontramos en las religiones monoteístas. En la tradición cristiana, especialmente en el catolicismo, el discurso de la maternidad contiene una variedad de significantes tales como Padre, Madre, Sociedad, Cosmos y Dios que juegan un papel activo en la promoción de la maternidad como fuente absoluta de identidad.

El aborto, al ser presentado como una amenaza a la  “Maternidad” y “Paternidad”,  al igual que a la “Vida”, la“Persona” y a lo que es  “Natural”, amenaza, en su raíz misma, a la identidad de los creyentes que esta  inscrita en el Orden Teológico mismo. La oposición es parcialmente motivada por la necesidad de proteger la santidad y posesión de ciertos significantes claves que son esenciales en la mantención de una sociedad jerárquica sostenida por la Ley Patriarcal
  
 No es coincidencia que los castigos más crueles en contra de la mujer que practica el aborto se den en aquellos paises en que predomina un sistema extremadamente patriarcal, ideológicamente fundamentalistas y políticamente anti-democrático…  ¿Cuánto tiempo, este retorno de las fuerzas medievales, durara?

  Nieves y Miro  Fuenzalida.
 

Sunday, February 5, 2017

De todo y de nada.


De repente
apareció
la nada
que se convirtió
en todo.
Después
vino
nuevamente
la nada
que se convirtió
en
dos sonrisas
tomadas
de
las manos.

Nieves.