Saturday, October 26, 2013

The Matrix o la ilusión de la Realidad



 ¿Es la realidad en  la que todos creemos vivir ilusoria, solo sombras en la muralla o es realmente real? Para cualquier mentalidad practica, digamos una  con un autentico sentido común, este tipo de cuestiones es totalmente ociosa. Ciertamente que vivimos en un mundo en donde jugamos, estudiamos, trabajamos, amamos, comemos, leemos , escribimos sonetos, pasamos hambre, nos matamos  y  jubilamos. No faltaba más.  Y es ciertamente en este mundo en el que Thomas Anderson, alias Neo, también  creía firmemente…  hasta el momento en que  Morpheus   lo guió al corazón de  La Matrix.

Los hermanos Wachowski crearon la película The Matrix movidos por las Grandes  Preguntas. Esas que nos obligan a despertar… ¿Qué es la verdad? ¿Qué debería hacer? ¿Qué hay fuera de mi mente? ¿Qué sentido tiene vivir? ¿Somos libres? Si la filosofía se encontrara solo en esos viejos libros con una larga historia o solo en las salas de la academia su relevancia seria bien escasa. Afortunadamente este no es el caso. Sócrates la buscaba en las calles de Atenas y Marx en los sindicatos. Hoy día  la podemos  buscar, también, en  las calles del  mercado y en  la cultura popular.

Trinity le dice a Neo… La pregunta es la  que nos mueve y la pregunta es… ¿Qué es La Matrix? Un día Neo es liberado de la Matrix a la que estaba atado por cables negros que estimulaban en su cerebro  las sombras ilusorias de su vida. Morpheus le rebela  a Neo que el nació en una prisión para la mente. Y la prisión  para la mente, especialmente para la mente que no se da cuenta que esta en una prisión de la que no siente la necesidad de escapar, es peor que la prisión del cuerpo.

Los prisioneros en la caverna platónica  han estado  encadenados desde su nacimiento y no tienen otra concepción de la vida, como tampoco conciencia de ser prisioneros. Sombras de todo tipo de objetos  proyectados por una fogata  aparecen en la muralla que ellos toman por la verdadera realidad. Supongamos, dice Platón en la Republica, que uno de ellos se libera  y camina hacia afuera con la mirada puesta en la luz que golpea dolorosamente  sus ojos… ¿Qué diría  si alguien le dice  que lo que el veía en la caverna eran solo ilusiones sin sentido y  que solo ahora, estando mas cerca de la realidad, en frente de objetos mas reales, el empieza a adquirir una visión mas verdadera de las cosas? ¿No quedaría  perplejo? ¿Y si  volviera a la caverna... alguien le creería?

Neo no quiere aceptar que lo que el ahora ve es real y que  previamente el había estado viviendo un sueño. Que la confortable realidad en la que el vivía era un engaño  deliberado producido en su cerebro por un sistema de computadoras inteligentes que crecen, cultivan y cosechan seres humanos como una fuente renovable de energía.  La gran mayoría de la gente no esta lista para ser desenchufada, le dice Morpheus. La ignorancia es felicidad.  Neo pregunta… ¿Por qué mis ojos me duelen? Porque antes nunca los usastes, responde Morpheus. Durante toda la película Neo sufre un verdadero calvario en su camino a la verdad. Si el proceso de aprendizaje es duro y amargo, como dice Aristóteles… ¿Porque nos embarcamos en el?  Porque, como Morpheus le dice a Neo,  a uno no se le puede decir lo que la Matrix es. Uno tiene que verla por si mismo. Cuando se le ofrece, Neo rehúsa la pastilla azul y elige la roja que representa la vía del conocimiento.  

¿Estamos nosotros cogidos en algún tipo de Matrix como en la película? ¿Es esta una pura fantasía gratuita? En “The Matrix and Philosophy”, editado por William Irwin, los autores discuten la hipótesis de que  el mundo que nosotros vemos a diario pueda ser después de todo una mera  ilusión. Por supuesto, esta  no es una creencia nueva. El escepticismo que afirma que nosotros no podemos conocer con certitud si el mundo exterior existe o no tiene una larguísima tradición y es una posición bastante atractiva entre adolescentes y cierto grupo de filósofos  que encuentran la hipótesis valiosa en la exploración de cuestiones fundamentales acerca del conocimiento y la realidad. El obispo Berkeley, por ejemplo, negaba que las cosas tuvieran existencia propia. No son las cosas materiales, decía, las causas de nuestras percepciones. El árbol como objeto percibido obviamente existe, pero no como objeto físico, sino mental. Quien dirige el programa, en última instancia, dice Berkeley, es Dios, porque  El es el que produce el espectáculo  mental. Pero, el más influyente entre ellos ha sido Descartes. Su intención de  suspender  toda creencia, de ejercer una duda radical acerca de todo conocimiento sirve el estricto propósito intelectual de buscar  una creencia absolutamente cierta.  Las primeras creencias que Descartes   tira por la borda son las basadas en las sensaciones porque estas constantemente nos engañan. Los abogados en la Corte lo saben muy bien. Si diez testigos presencian un accidente  las diez descripciones que ellos dan serán diferentes. ¿Cómo sabemos cual de ellas será la  verdadera? No lo sabemos. Afortunadamente hay muchas otras creencias  en que la duda es imposible… ¿como podría dudar, diría hoy día Descartes,   que en este momento estoy leyendo este texto en frente de la computadora? Solo un loco lo haría.  Descartes, sin embargo, encuentra una razón para dudar de que realmente esté leyendo esto. En el pasado, dice, he sido engañado por mis sueños  ¿Qué tal si en estos momentos estoy soñando esta escena? Lo que soñamos se nos aparece como una experiencia real… ¿Cierto? Entonces… ¿Cómo distinguimos una experiencia onírica de una real? Desde que no hay un signo seguro que permita distinguir si estamos durmiendo o despiertos no podemos determinar con absoluta seguridad la diferencia entre uno y otro estado. La certitud en esta cuestión es, por tanto, racionalmente injustificada.

 Morpheus le pregunta  a Neo… ¿Has tenido un sueño  del que estabas absolutamente seguro que era real? Imagina que eres incapaz de despertar ¿Como, entonces, tú podrías diferenciar entre el mundo del sueño  y el mundo real? 

Si los sentidos nos engañan ¿Con que nos quedamos?  Con los principios matemáticos que  ciertamente son auto evidentes. Un cuadrado tiene cuatro lados y tres mas tres  son seis este despierto o dormido... ¿O no?  No realmente, porque  Descartes encuentra una razón para dudar. El recuerda que se le ha dicho que Dios puede hacer cualquier cosa que quiera y el no sabe si Dios  quiso crearlo de tal modo que el siempre será  engañado, incluso en esas cuestiones que se le  aparecen como supremamente evidentes. Para ilustrar la posibilidad  del engaño en forma más vivida  Descartes introduce la hipótesis del demonio maligno que usa todos sus poderes para mantenerlo en el engaño. ¿Es esta hipótesis absurda? No,  por  lo que sabemos, es posible que sea verdad,  lo que significa que es  posible que nos engañemos en casi todo lo que creemos y que la  causa de nuestras ideas no este en el mundo exterior, sino en  un demonio maligno, en un científico loco, en  nuestra propia mente o en  un sistema de computadoras inteligentes.

Lo que Descartes buscaba era absoluta certidumbre y este estricto  estándar es el que encontramos comúnmente en contextos filosóficos, pero no en nuestra vida diaria en donde los estándares se basan en el sentido común que todos compartimos y que las experiencias diarias justifican. Sabemos que hoy día el sol resplandece, que el café diario nos espera en el Tim Horton, que estamos en medio del otoño, que la democracia en Grecia e Italia acaba de ser reemplazada por la dictadura financiera y muchas otras cosas mas, entre ellas, que no somos prisioneros de la Matrix. Y lo sabemos en su más completo sentido. Si podemos hablar de  sueño  y vigilia es porque  distinguir entre ellas presupone que tenemos conciencia de que  ambos  tipos de experiencia no son lo mismo. Si decimos  que soñar no es igual que estar despierto es porque sabemos que hay una diferencia entre ellas. Y esa diferencia solo la podemos hacer si en algún momento estamos despiertos.

Entonces ¿porque nos preocupamos de la Matrix? y todavía peor… ¿porque los filósofos se enfrascan en este tipo de discusiones agnósticas?  Porque si nos concentramos en la palabra conocer pronto veremos que hay un sin fin de circunstancias en las que reconocemos la posibilidad de tener una creencia falsa que continuamos llamándola conocimiento hasta que alguien, finalmente, nos da una buena razón para cambiarla. Si los estándares de Descartes eran tan exigentes comparados con el conocimiento de nuestra  vida diaria es porque el buscaba un supra conocimiento, un conocimiento metafísico, una visión del mundo que fuera  exacta, consistente y basada en una rigurosa evidencia. La metafísica de la Matrix es  dualista al afirmar que el mundo esta hecho de dos cosas incompatibles, una real y otra ilusoria, con diferentes causas o estatus ontológico imposible  de reconciliar ¿Y porque esto debiera importarnos? Por  que si no definimos la cuestión del monismo o dualismo no podríamos reconciliar, si es que esto fuera posible, la apariencia con la realidad.

La popularidad de la Matrix esta,  quizás, en que nos obliga a preguntarnos, al igual que Platón, si todo lo que experimentamos  es una mera apariencia o estas apariencias son manifestaciones de  cosas actuales que son más o menos  como ellas parecen ser. Pensemos solamente en la industria publicitaria. La Matrix muestra que la línea de separación entre las cosas y sus  apariencias  no es tan fácil  de cruzar.  Guy Debord veía el presente como una continua acumulación de espectáculos. No  una colección de imágenes, sino una relacion social mediatizada por images, una red independiente  de espectáculos  más cerca de nosotros  que las cosas mismas. Y  Baudrillard, al igual que Debord,  caracterizaba el postmodernismo como  la erosión de lo real y su desplazamiento por la simulación de imagines. El artificio en el corazón de la realidad… la Villa Global… la Matrix.

 Pero… ¿no será también, como dice Zizek, que la Matrix  funciona  como el telón que nos separa de la realidad haciendo la realidad más soportable? O, recordando a  Kant,  si creemos que las cosas en si mismas están más allá del telón… ¿no será que  si perdemos las distorsiones del  telón…  perdemos también la realidad en si misma?

Nieves y Miro  Fuenzalida.
Ottawa, Noviembre 2011



Monday, October 21, 2013

La Conspiración.




Desde el lado mas alejado de la razón, a estirones y empujones entramos en el distrito de la paranoia, encerrándonos en nosotros mismos en un intento desesperado por suprimir las fuerzas de un Afuera que amenaza con desintegrarnos…un colapso fragmentario. Llegamos a las costas de la Teoría de la Conspiración. Conspiración como la forma desesperada de mantener la unidad espectral de nuestra “realidad”. Suspendamos nuestros viajes nomadicos y miremos al paisaje delirante, contorsionándose a través del tejido social… una reflexión obscena proyectando una sombra quimérica en nuestras mentes. La Teoría de la Conspiración es un síntoma de la razón… una necesidad obsesionada que intenta cerrar la trizadura o limpiar la mancha del sin sentido. Es a la vez la expresión de nuestra horrorosa perdida de fe en la autoridad y la intoxicación de nuestra máxima certidumbre… la creencia de que alguien en algún lugar esta finalmente encargado de garantizar la total objetividad voyeristica de la existencia. En el torbellino de nuestras confusiones individuales podemos asegurarnos de que alguien en algún lugar sabe que mierda esta pasando, ya sea Dios, la CIA acechando desde las sombras o el Opus Dei.

La paranoia popular de estos memes virales se despliega a si misma a través de una inflexión teológica positiva o negativa: la calida y confusa fe del “New Age”, la ultima benevolencia del Universo, caracterizada por la noción de moda “pronoia” (el cosmos esta conspirando para ayudarte) y su lado oscuro… la intuición cartesiana delirante de que un genio diabólico o un demiurgo esta directamente manipulando el mundo a través de fuerzas ocultas. Sociedades secretas, agendas ocultas, agencias gubernamentales colaborando con extraterrestres, entidades desencarnadas despachadas desde el  Control Coincidente, grupos apocalípticos paramilitares de ultraderecha, angélicos “buscadores de la verdad”, cultos alucinados flirteando con los poderes oscuros, existiendo todos ellos, lado a lado, en una mezcla criminal y secreta controlada desde Arriba y el mas Allá.

Debido a esta extraña alianza, la Teoría de la Conspiración se sitúa en la juntura en donde la sed por el Misterium Tremendum se cruza y enreda con las tendencias compulsivas anales  que buscan orden absoluto. Lo supernatural, lo paranormal, lo extraterrestre… El misterio despierta de la somnolencia de la razón, como la venganza del retorno de lo reprimido. Al final de la centuria que nos dio el Psicoanálisis, el Principio de la Incertidumbre, el Teorema de la Incompletitud,  la Bomba Atómica, el desciframiento del Código Genético y el Post-Modernismo,  podemos presenciar también el surgimiento de la creencia “a la New Age” en un gran diseño en donde todo tiene su lugar propio dentro de la gran cadena de seres.  En un gesto instantáneo esta red cósmica de interconexiones aparentemente restablece el significado oculto de un mundo que ha presenciado el escándalo del ahorro  y los prestamos, la guerra en contra de las drogas, las actividades la CIA, la heroína en Afganistán y Asia del Sur, la invasión televisada a Grenada, Panamá e Irak, el respaldo de EEUU en el golpe militar de Chile, la operación MK-Ultra y los comienzos de la guerra en contra del terrorismo.

Tal vez es la única respuesta “sana” a las exigencias de la razón lógica. Desde Watergate al 9/11, “realidad” es la realidad de los encubrimientos, golpes secretos, estafas, ataques sorpresivos, artimañas mercantiles y torpes operaciones.  Después de Vietnam, el renacimiento de las Teorías de la Conspiración en el asesinato de J.F.K.  han actuado como la fantasía y el extraño atractivo de lo que América pudo haber sido… La ruta no tomada y, sin embargo, posible. La creencia en la Teoría de la Conspiración mantiene vivo el sueño de que otro mundo es aun posible (los psico-analíticos franceses dirían que la Teoría de la Conspiración actúa como el Otro del Otro). Es aquí donde la Fantasía sutura lo Real… o mejor aun, la trizadura en el huevo cósmico.  A través de mayores y mayores contorsiones, la razón teje una red de conexiones y relaciones lógicas descifradas a partir de “signos” que han sido “cubiertos” por un Otro inconocible.  Cualquier signo puede referirse a cualquier otro signo, cualquier relación puede ser hecha, no importa cuan intrincada e improbable, simplemente descubriendo nuevos secretos y a veces frustrando los planes del Otro… una casa hermenéutica de espejos es construida que coloca todos los hechos autorizados en duda. Un fantasma más en un mar de fantasmas. La búsqueda paranoica de causas escondidas, el miedo de ser secuestrado, el deseo de atisbar detrás de la cortina, son representaciones del vértigo de la razón. El interminable despliegue de lenguaje y los extremos que alcanzamos para mantener nuestra coherencia, atestiguar el virtual vacío de significado… la división fundamental que da origen al juego de palabras como un exceso paranoico.

¿Son estas pruebas nada más que la reacción refleja del desencanto paranoico de los numerologistas newtonianos? el gesto radical que uno puede rescatar de la Teoría de la Conspiración es la noción revolucionaria de que grupos o individuos poseen el poder para modificar las “fuerzas” mismas que los producen. Si algo podemos extraer de ella es esto: uno debe actuar para producir cambios. No somos meras piezas barridas por el tiempo y nuestras acciones no siempre tiran los hilos.  Pero, cuidado!...  no confíes en nadie. Los teléfonos están interceptados. Un “microchip” ha sido implantado en tu cabeza. El gobierno esta encubriendo una vasta red de mentiras… nos dicen las voces en nuestra cabeza. El acto de mirar por sobre el hombro esta inscrito en nuestra carne… un reflejo condicionado estructurado por las perversidades de la razón y los oscuros excesos del Modernismo. Nuestros cerebros han sido lavados, mesmerizados, cogidos en un encantamiento. Confortémonos a nosotros mismos con la letanía de nuestra mantra del fin del Milenio: “la VERDAD esta ahí afuera”… “la verdad ESTA ahí afuera”… “la verdad esta ahí AFUERA”. A veces podemos despertar en una somnolencia mas profunda. Si esto pasara, permitamos a Kierkegaar, el gran caballero de la  fé susurrarnos en nuestro oído…. “no observes nada, excepto los movimientos”.

Ariel Fuenzalida.
Ottawa, Noviembre, 2002.



Tuesday, October 15, 2013

Un suspiro en Tres Álamos.



                                             
Nos preguntábamos, con Rosa, como podríamos hacer crecer un suspiro azul
...entremedio de los alambres de púas… que nos cerraban el mundo y suspendían
nuestras vidas presentes en una realidad de cruel horror... Nuestras mentes trabajaban por todos los rincones de sus laberintos para encontrar la respuesta... y sonábamos, Rosa y yo, ya con nuestro suspiro azul… que se enrollaría en las púas dándonos belleza donde no la había… del solo hecho de imaginarlo nos daba fuerza para enfrentar esa pesadilla surrealista... Rosa cerraba sus ojos de aceitunas maduras  y comenzaba a describir matemáticamente  a nuestro
suspiro azul… como cuando nos traían a Arturo, a Roberto, a Rosa y a mi… amarrados y cubiertos de vistas y Rosa iba contando en la camioneta desconocida... las calles desconocidas que cruzábamos... y nos dijo que al parecer sabia con sus matemáticas cartesianas por donde íbamos… al bajarnos nos dimos cuenta que le había achuntado medio a medio… Así poco a poco iba creciendo nuestro suspiro azul… con su
suave piel de pétalo… bañado en la alba con gotas de rocíos helados ya que estábamos cerca de los faldeos de la cordillera… ¿sentiría tal vez el frío que nosotras sentíamos al tomar esa maldita ducha helada todos los días a las 5 de la mañana… que nos clavaban como agujas que no bordaban manteles?... brr… .brr... Le preguntamos a la mujer guardiana ...con nuestras mejores sonrisas  si podíamos hacer un pequeño jardín allí donde nos sacaban, si no estábamos castigadas por pensar e imaginar un mundo diferente donde todos viviríamos en paz  trabajando nuestros sueños… y no la pesadilla de ese entonces… Nos dijo que le consultaría a sus superiores... Esperamos días y días la respuesta  con el corazón apretado… pero por lo menos lo intentamos… Y llego un día a la madrugada… y nos hizo felices a Rosa y a mi… Nuestras manos se convirtieron en palas y harneros… nuestros dedos en azadones... convirtiendo esa tierra pedregosa y arenosa en la almohada suave, geométricamente metafísica donde pondríamos la semilla de nuestro suspiro azul... semilla que nos traerían nuestros Papas, hermanos  y Amado mío… ay… ay... un Sábado donde nos venían a dejar los alimentos y cosas que necesitábamos para la semana… La semilla, piedra preciosa, la guardamos en un pañuelo para que no desapareciera como tantas piedras preciosas que habían desaparecido, entre ellas, Arturo, cuya sonrisa amiga ya no volveríamos a ver jamás... Al próximo día la plantamos y la regamos con el agua salada de todas las mujeres que estábamos en ese infierno dantesco de "3 Álamos”… De repente apareció una hoja… y otra mas
...y otra mas… que se iban, como ballerinas, enredándose en las púas… hasta que en una alba… fuerte… aromático…  bellísimo… nuestro suspiro azul nos miraba desde una púa… .Rosa siempre presente  en mi historia personal!!!

Love=Amor=Amour!!!
Nieves.
Canadá, Ottawa, 23 de Noviembre de 2012.

Saturday, October 12, 2013

El Gran Diseño




Susan Neiman con  razón dice que Nietzsche no estaba solo cuando afirmo que concebir a la naturaleza como si esta fuera un signo de la bondad y providencia de Dios era una mentira  indecente, deshonesta y cobarde para cualquier conciencia sensitiva. En el desmantelamiento del argumento del Gran Diseño se encontraba en la compañía de Hume, Voltaire y Pierre Bayle... ¿Es el mundo prueba de la sabiduría y magnificencia del Creador?  ¿O, no será  que los hechos sugieren el trabajo de una deidad infantil practicando la creación de mundos y produciendo modelos que luego tiene que deshechar? ¿O una divinidad ya demasiado vieja que ha empezado a perder su genio?

Uno de los hechos que implora atención, dice Neiman, es sin lugar a dudas la existencia de la irracionalidad en el centro mismo de lo Real. La interminable sucesión de crímenes, sacrificios y desgracias que la historia recolecta reclaman su lugar en el orden de las cosas. Su mera existencia desestabiliza la esencia divina. Pierre Bayle, en su diccionario histórico y critico publicado en 1697, remodela la formulación clásica del problema del Mal, conocida  ya desde Lactantius y Epicuro..."Dios desea eliminar el  Mal y no puede. O él puede o no quiere hacerlo. O  él no quiere y no  puede. O él quiere y puede. Si él quiere y no puede, el es débil, lo que no puede ser afirmado de Dios. Si él puede y no quiere, entonces, él es  envidioso, lo que es contrario a la naturaleza de Dios. Si él no quiere y no puede, él es envidioso y débil y, por tanto, no puede ser Dios. Pero, si él quiere y puede, la única posibilidad que concuerda con la naturaleza de Dios, de donde, entonces, proviene el Mal? ... Con lo que aquí nos encontramos es con la existencia de tres proposiciones que no pueden co-existir simultáneamente. El Mal existe. Dios es benevolente. Dios es omnipotente. No importa como las ordenemos, movamos o doblemos es imposible mantenerlas unidas. Una de ellas tiene que desaparecer y al hacerlo nos quedamos con una u otra forma de herencia.

Los argumentos tradicionales que intentan comprender el problema del Mal abandonan la benevolencia divina,  reemplazándola por el terror implícito de las religiones ortodoxas. Dios ha permitido el pecado para que su sabiduría brille en medio del desorden que la maldad humana produce. La doctrina agustiniana del regalo divino del libre albedrío es la salida teórica que permite atar los cabos sueltos. La conexión entre el Mal moral y el Mal natural, para San Agustín, era clara. Castigo infinito por culpa infinita. No es Dios el causante del Mal moral. El Mal físico, empezando con Adán, es el castigo divino al Mal moral, castigo  que necesariamente fluye de la justicia divina. Dios no desea el Mal Moral, pero tiene que permitirlo porque es condicion necesaria para la existencia del libre albedrio. Para que exista la libertad verdadera, tiene que existir la libertad para errar. Y errar ha sido nuestra historia.

La respuesta de Bayle fue simple y directa. Dios,  gracias a su capacidad omniciente, sabia que el primer pecado humano seria contagioso y que produciria constante e interminablemente todo tipo de crímenes imaginables y que su respuesta seria, en consecuencia, el preparar cualquier variedad concebible de desgracias para la especie humana en esta vida  como plagas, guerras, hambrunas, dolor, crueldad y desastres  y, mas  encima de todo esto, un infierno en el que un numero indefinido de seres humanos serán atormentados eternamente... Según Bayle, un donador bondadoso no ofrece regalos que causaran la desgracia a quienes los reciben. Por cientos de años este argumento del Mal natural como castigo por nuestros pecados fue aceptado sin reclamo y aun hoy persiste en nuestras conciencias como reliquia pre-moderna.

 Para Nietzsche, el Mal es sufrimiento sin sentido. El dolor que tiene significado es mas fácil de soportar. Si tiene sentido, entonces también tiene causa y consecuencia. Inventamos el pecado y la redención porque preferimos el masoquismo al sin sentido. Si nos culpamos a nosotros por el sufrimiento es para darle sentido a la vida. No queremos aceptar el hecho de que el animal humano no tiene propósito. La pregunta... para que existo?… no tiene respuesta. Detrás de cada gran destino humano siempre resuena, cada vez más fuerte, el mismo refrán..."en vano". Lo que el ideal ascético nos ofrece, cuyo ejemplo mas cercano es el cristianismo, no es la eliminación del sufrimiento y la miseria humana, sino una respuesta a la desesperada pregunta... sufrir, sufrir para que? El ideal ascético le ofrece al ser humano un sentido, una interpretación que le permite llenar el vacío. Si el Mal Natural que nos aflige es el resultado del Mal Moral que cometemos, entonces, nuestro sufrimiento y miseria es inteligible. El Mal no es dado, sino creado. El asceta crea un mundo ideal para oponerlo al mundo real. Los valores se invierten y a la luz del más allá el mundo real es despreciado, estropeando así el único mundo que tenemos. Para Nietzsche, los que condenan este mundo solo reflejan su propia impotencia. El pensamiento nietzscheano radicaliza el intento moderno de aumentar nuestra responsabilidad por el mundo. De acuerdo con él, el ser humano es responsable no solo por la existencia del Mal, sino también, por la existencia misma del concepto  del Mal. Las concepciones teológicas condicionan nuestra existencia. Para el cristiano, la vida se justifica solamente a la luz del otro mundo. Adquiere significado cuando el fin de la existencia lleva al cielo o al infierno.

 Nietzsche no quiere nada de esto. Lo que requerimos, dice, es una contra teología. La intención no es probar que esta va a ser más verdadera o más profunda, sino más productiva. Afirmar que la historia posee un objetivo final es tan fácil como afirmar que no lo posee. Esta forma de pensar requiere ser abandonada y reemplazada por la franca admisión de que no hay nada mas fundamental que la invención y experimentación con múltiples estilos y perspectivas para encontrar aquellas ficciones que sean mas creativas y vitalmente afirmativas. La perdida de certidumbre en los fundamentos trascendentales que sustentan los valores no ha  afectado, como contrariamente se afirmaba, la confianza en instancias particulares de ellos.  La quema de brujas en la plaza publica, ampliamente aceptada cuando se pensaba en la existencia de  fundamentos sólidos, hoy día es mayoritariamente condenada, independientemente de si los principios son trascendentales o no.   

Freud mantiene, como nota Neiman, una cercana afinidad con Nietzsche. Solo que rechaza lo que podría denominarse las trazas utópicas que aun marcan su pensamiento. La crítica nietzscheana a la moral cristiana contiene la promesa de una posible transformación, del optimismo de imaginar la transvaluacion de los valores. El realismo psicológico de Freud, en cambio, nos confronta con la profundidad e inescapabilidad de la ambivalencia psicológica que yace en el fondo del inconsciente. Esta ambivalencia, en el psicoanálisis, no es solo un término vago general que expresa algún tipo de conflicto, sino una noción que posee un sentido mucho mas preciso. Es el reconocimiento de la existencia de una oposición o contradicción en el centro mismo de nuestra  vida mental, en donde la afirmación y negación son simultáneas e inseparables. Esta oposición, porque es inconsciente, nunca logramos resolverla o controlarla completamente.  Si el Mal se caracteriza por la violación de las prohibiciones morales, del dictado de la conciencia moral, entonces, la tentación del Mal es inerradicable. Una ética de la honestidad exige que reconozcamos esto como una característica constitutiva de nuestra vida psíquica. A diferencia de los que creen que existe una respuesta racional adecuada al estado natural del ser humano, Freud insiste que no podemos contener o controlar completa y racionalmente la ambivalencia. Esta no es el resultado de una caída o un acto del libre albedrio. El poder de la ambivalencia psíquica es universal por lo que es irracional culpar al ser humano por su existencia.

El psicoanálisis nos muestra que los deseos criminales son constitutivos y permanentes y la función que la conciencia juega en la renuncia de los instintos y la represión de la agresividad es vital para el desarrollo de la civilización. La desaparición de la conciencia, como la historia  muestra, siempre es una posibilidad peligrosa que amenaza a la civilización con explosiones de agresión y destrucción ilimitada.  La crítica de Nietzsche a la moral es desde la perspectiva de una moral más alta. Para Freud, en cambio, la idea de una moral mas alta es una ilusión peligrosa porque nos invita a pensar que podemos cambiar lo que no puede ser alterado. Nuestra vida psíquica esta marcada por la permanente lucha instintiva inconsciente que la configura. No hay solución final y sus consecuencias solo pueden ser moduladas dentro de un rango limitado.

¿Es esta una doctrina pesimista o un realismo psicológico que intenta disuadirnos de las ilusiones acerca de lo que somos  y de lo que podemos llegar a ser? Según Freud, una ética de la honestidad exige  la consideración de los diferentes factores que condicionan la responsabilidad humana. El hecho de que no seamos responsables por nuestra herencia instintiva no niega la posibilidad de una concepción positiva de la libertad y responsabilidad humana. ..."Si intento clasificar los impulsos que están presentes en mi de acuerdo a estándares sociales del Bien o del Mal, debo asumir la responsabilidad de ambos; y si en mi defensa, yo digo que lo que es desconocido, inconsciente y reprimido no es mi yo, entonces yo no debiera basar mi posición en el psicoanálisis"..."La experiencia demuestra que, a pesar de todo, asumo la responsabilidad, que de alguna manera siento la compulsión a hacerlo" Freud reconoce que  hay condiciones patológicas en las que el individuo sufre el sentido de culpa sobre el cual no tiene control. Pero, al mismo tiempo, insiste en que hay un lugar propio para la conciencia, el sentido de culpa y la responsabilidad. La regresión y la barbarie son siempre una amenaza presente. Pero no significa que debemos resignarnos impotentemente a ellos. Lo que queda es buscar permanentemente las formas que fortalezcan las funciones del ego racional que  permiten mitigar las consecuencias destructivas de nuestros impulsos agresivos.

 Hoy día, el lugar común es afirmar que la distinción entre el Bien y el Mal es histórica. Para el teólogo clásico ambas instancias estaban incluidas en la noción del Mal. Para el modernismo, en cambio, estos son dos tipos de eventos completamente diferentes. Maremotos, inundaciones y terremotos son el tipo de fenómenos que las compañías de seguros llaman "desastres naturales", de los que estamos libres de responsabilidad y que se ubican en las márgenes del significado. En contraste, los campos de exterminación y tortura humana  masiva del siglo XX representan todo lo que el Mal puede significar en el presente. Filósofos, políticos y teoricos en general se sienten hoy día más confortables hablando de violaciones a los derechos humanos y de injusticias sociales que del problema del Mal. Pareciera como si el fin de la teodicea hubiese dejado de lado el lenguaje del Mal en el discurso ético y moral contemporáneo. La teodicea, entendida como la búsqueda de una justificación del sufrimiento, se ha venido haciendo cada vez mas irrelevante en nuestra vida diaria   por la imposibilidad de justificar el Mal y el sufrimiento inútil o por el     maniqueísmo vulgar característico de nuestra cultura popular en donde el Mal pasa a representar  aquello que odiamos y despreciamos, por lo que necesita ser violentamente extirpado. Solo los grupos más fanáticos e ideológicos emplean el lenguaje del Mal para identificar a aquellos que quieren destruir.

Y, a pesar de lo dicho,  el problema del Mal continúa ¿No es la creciente ansiedad contemporánea un índice de nuestra incapacidad para prevenir o anticipar la explosión de nuevas formas del Mal? ¿Como podemos obtener alguna comprensión, algún entendimiento conceptual de los horrores del siglo XX y de los nuevos que empiezan a surgir en esta centuria? ¿Y que queremos decir cuando designamos a algo como paradigma del Mal? Una de las tentaciones más frecuentes es la de reificar el Mal, de pensar que este es una peculiaridad ontológica fija de la conducta humana.  Si lo hacemos fracasamos en apreciar su dinámica. Siempre existirá el Mal humano. Como dice Freud, este es inerradicable… Cierto. Pero solo en el sentido de que Mal siempre será algo nuevo y concreto que requiere ser combatido y vencido. Nada es fijo y estático en la condicion humana. Siempre habrá rupturas y nuevas orientaciones en el curso de la historia. Una teoría del Mal, en el sentido de una comprensión compleja y final, es imposible ya que no podemos anticipar sus vicisitudes. En palabras de Levinas, el Mal es un exceso que resiste comprensión total.

Y, sin embargo, a pesar de ello, no podemos renunciar al deseo de saber, de entender nuestra propia crueldad para vivir con la ilusión de que, algún día, podremos  disminuirla.

Nieves y Miro Fuenzalida.
Ottawa, Marzo 2005.



                                                                    

Thursday, October 10, 2013

Una conclusion incierta.




             He llegado a la (in)cierta conclusion
             que "yo" no existo. Los pensamientos
             que atraviesan esta mente son construidos
             por un Otro cuya presencia fugaz disturba el
             habla. Mis pies no pueden encontrar una base
             en el hecho de que "yo pienso".  El abismo que
             separa pensamiento y ser es nuestro domicilio.
            Vagabundeamos a través de la vida divididos entre
            dos cosas distintas...  Esta es nuestra fe...  Aquí es donde
            la posibilidad reina.  Detrás del velo de la unidad siempre
            corremos el riesgo de desgajarnos al aventurarnos a traves
             las playas del caos.

                                            Ariel.

                                                    10/00.

                                                   

Sunday, October 6, 2013

Cuatro poemas.



"Un paraguas rojo"

Rodeándome
un sueño gris
me rescato
un paraguas rojo.
Me llevo
mas allá
del alba.
Me colgó
en
una nube rosada.
Y
ya no
me rondeo
mas.

Nieves.
27 de Febrero, 2009, foggi.



                                                                   "Alba angustiada"

Las palabras
se empujaban
entremedio
de
los dedos
del
poeta
para cantar
una ronda
de
sentires
que
lo angustiaban
desde
el alba rosada.

Nieves.
10 de un Marzo nevado de 2009.



                                                                   "Auroras naranjas"

Mujeres valientes
que siembran
auroras naranjas
en
el silencio
espeso
de
la noche
para encontrarlas
crecidas
en
el amanecer..

Nieves.
24 de Febrero de un 2009.


"Cerros y quebradas"

La mula
del
tiempo
cabalga despacio
cerros
y
quebradas
de
mi mente
buscando
cascadas
para apagar
mi angustia.

Nieves.
10 de Enero de 2009.








Tuesday, October 1, 2013

Como se cría una horda.



                          
¿Por qué alguien, a pesar de la incomodidad, usa los pantalones a mitad del traste o se tatúa el mismo idiota diseño al igual que miles de otros? ¿Por qué alguien hace algo que, por si  solo,  no haría? O, lo que es lo mismo… ¿que es lo que convence a alguien a aceptar las restricciones, los modelos  y  operaciones del poder, ya sea del mercado o el Estado, aparte de la fuerza bruta? La verdad es que en  la sociedad podemos encontrar todo tipo de extrañas e inesperadas formas a través de las cuales los individuos ejercen el poder sobre otros.  

 Según la tradición liberal que se inicia con los ingleses  Hobbes y Locke  los individuos abandonan el "estado natural" y acuerdan establecer gobiernos con el objeto de proteger sus intereses y preservar sus vidas y propiedades. La legitimidad del poder surge del acuerdo común de los miembros de la sociedad y su origen y  fines son públicamente conocidos. Las razones por las cuales el poder es inaceptable son, igualmente, meridianamente claras. El poder que no tiene sus orígenes en el consentimiento de los gobernados y que viola los propósitos por los cuales fue elegido es ilegitimo.  

J.S. Mill, mas tarde,  llamo la atención hacia el poder ejercido informalmente por la sociedad sobre sus miembros y cuan infortunado seria si opiniones impopulares fueran restringidas por la ley e, incluso, cuando la ley misma respeta minorías y puntos de vista individuales, todavía tenemos que preguntarnos por los efectos dañinos que la "opinión publica" tiene sobre el pensamiento libre. El efecto tiránico que las mayorías siempre tienden a ejercer debe tratar de evitarse a través de restricciones constitucionales para proteger a minorías e individuos. Solo que no hay forma de legislar en contra del rechazo mayoritario de los puntos de vista de  las minorías sujetas a ostracismo, discriminación o exclusión como castigo por la no conformidad.   Es este tipo de poder que escapa a las restricciones legislativas el que ha adquirido una importancia determinante en la constitución de la individualidad contemporánea y  que nos obliga a reconocer que somos parte de procesos que solo controlamos parcialmente a pesar  de la racionalidad occidental que pretende lo contrario.

Lo que esta ausente en este modelo liberal es la discusión de como estas dos formas de poder (estatal y control informal) se apoyan e interactúan mutuamente. Es la Escuela de Frankfurt la que llama la atención sobre esta ausencia  e inicia el análisis del efecto persuasivo que los medios no gubernamentales tienen en la configuración de las expectativas y auto-percepción del individuo a tal extremo que estos ya no ven la necesidad de reformar el mundo que los rodea. Lo que ahora se plantea ya no es la tiranía por la mayoría, sino la capacidad que una "elite" cultural, política y económica posee para crear mayorías sumisas. Es la fuerza que trabaja en el moldeamiento de la mentalidad individual en apoyo del poder social dominante. Es  el reconocimiento de que el poder político esta lejos de ser el único o el más importante a considerar y que no siempre  tiene la forma de poder "soberano".

Lo que necesitamos hacer,  dice Foucault coincidiendo con la Escuela de Frankfurt, "es cortar la cabeza del rey: en teoría política esto no se ha hecho". La convención más generalizada y dominante es la que ve el poder localizado y centrado en una fuente soberana desde donde todas sus actividades se originan. Consentimiento solo es posible cuando el sitio del poder (Legislativo, Judicial y Ejecutivo) es visible e identificable. Y es solo dentro de este contexto en donde derechos y deberes son definidos. Coerción es lo opuesto del consentimiento y cuando ello ocurre los individuos tienen el derecho a rebelarse en contra del poder soberano porque este ha trasgredido los términos del "contrato"… La práctica social ha venido mostrando que esta es una descripción inadecuada y limitada del poder. Los individuos han venido siendo condicionados por diversas operaciones de poder y el consentimiento es manufacturado por fuerzas exteriores al individuo que nunca son transformadas en objeto de análisis.

Cualquier intento de  profundización de  la crítica social necesita dirigir la atención, además de las formas de poder basadas en la idea del contrato social, a aquellas "industrias" dentro del área del poder denominadas disciplinas…  “En el siglo XVII y XVIII tenemos la producción, o mejor dicho, la invención de un nuevo mecanismo de poder poseedor de procedimientos técnicos altamente específicos, instrumentos completamente nuevos, aparatos   muy diferentes, los cuales, yo creo, son absolutamente incompatibles con las relaciones de soberanía". (Foucault, DP, 182-183)

Estas técnicas disciplinarias  propias de ciertas instituciones (lugares de detención, ejército, escuelas, hospitales, aparato judicial, factorías, oficinas, burocracia, tiendas comerciales) no son reducibles o identificables con ninguna de estas instituciones, pero las colonizan, aumentan su eficiencia y, por sobre todo, hacen posible que los efectos del poder alcancen a los más distantes y minúsculos elementos de la sociedad. Funcionan al margen del consentimiento y no reciben su legitimación y fines de los individuos con los que entra en contacto. Su funcion es la de "normalizar". La masa es dispersada, individualizada y organizada. La distribución en el espacio (encierre, control, disposicion en serie), el ordenamiento en el tiempo (sub-división, programación de acciones, descomposición del gesto) adquieren un nuevo valor, temas que Chaplin inmortalizo en la película “Los tiempos Modernos”. El objetivo es mantener un nivel de acción y no una distribución estática. Somos evaluados y ubicados de acuerdo a estándares y sujetos a ejercicios y practicas que nos aproximen a la norma. Por el hecho de que las disciplinas nos guían  en la lucha por la realización óptima de la norma no puede decirse que emplean coerción en el sentido estricto del término. El poder disciplinario refiere  las acciones del individuo a  un campo de comparación, a un espacio de diferenciación y a un principio a ser seguido. La norma diferencia a los individuos, dice Foucault, al funcionar como un  umbral mínimo,  un promedio a ser respetado o un punto optimo hacia el cual uno debe moverse. Mide en términos cuantitativos y jerarquiza en términos de valor las habilidades, el nivel y la "naturaleza" de los individuos. Hoy los Test miden cualquier cosa, no solo la inteligencia y son los que nos dicen cuan normales somos.  

 Este poder no tiene nada que ver con el modelo tradicional que ve al individuo  como un  agente auto-consciente que busca la protección y  reconocimiento del gobierno establecido para expresar y mantener  sus atributos y cualidades personales. El poder disciplinario no protege "propiedades" individuales pre-existentes. Inserta estas cualidades en los individuos. Estas no lo preceden. Son producidas por este poder y su funcionamiento es bien  difícil de seguir. Su tecnología es difusa y raramente formulada en un discurso continuo y sistemático  lo que  hace  extremadamente difícil su detección, análisis  y oposición.

Tanto en la lucha social  como en la visión crítica estándar el individuo es pensado como una totalidad que el orden social reprime, limita y deforma. Para Foucault, por el contrario, el sujeto esta  constituido,  manufacturado y reproducido principalmente por la mentalidad colectiva de acuerdo a  una serie de técnicas. Foucault, a diferencia de la Escuela de Frankfurt y toda la tradición marxista, separa el pensamiento critico y la oposición a la cual puede dar origen, de toda proclamación acerca de la autentica o verdadera "naturaleza humana" o " auténticos y verdaderos intereses” que pudieran actuar como base para una posible denuncia del poder.

La novedad de este análisis es que suplementa  el modelo de dominación basado en la represión (desarrollado en la tradición iluminista por Marx y Freud) con una pluralidad de estrategias de poder que se interceptan y suceden unas a otras, distinguiéndose según su intensidad y formación discursiva. El poder es  represor y coercitivo…pero, también, es creativo. Y  lo que crea depende de la lucha social. Con lo que nos quedamos al final  es con la conciencia de que nuestra identidad no es algo que descubrimos en las profundidades de nuestro ser, sino algo que encontramos ahí… afuera. En los pantalones a mitad del traste o en la repetición idiota del mismo tatoo. 

¿Esta visión no  implica la disolución del agente político? No necesariamente. El dilema de la subjetividad vista como producto de la auto determinación o como efecto pasivo de estructuras sociales adquiere sentido solo dentro del contexto de las interpretaciones tradicionales de la identidad… ¿No será que necesitamos movernos más allá de esta dualidad?

En la mejor tradición marxista los seres humanos no tienen otra naturaleza que la que ellos  se dan a si mismos en la producción de su propia existencia.  Las estructuras nunca adquieren la totalidad completa de un sistema. Siempre algo se escapa a ellas. La pregunta quien o que transforma las relaciones sociales no es pertinente. No se trata de que alguien o algo produce un efecto de transformación o articulación como si su identidad fuera previa a este efecto. La construcción de efectos es parte de la construcción  de la identidad  de los agentes  que la producen porque nada es constitutivamente completo. La pregunta, dice Laclau, no es quien es el agente  de un proceso hegemónico, sino como alguien se transforma en sujeto a través de la articulación hegemónica.

Más que  afirmar  la auto determinación del sujeto  necesitamos   afirmar  y reconocer  la indeterminación esencial de lo social. La libertad del individuo para ejercitar sus capacidades no debe entenderse  como la destrucción de las barreras  que impiden el despliegue  de una identidad potencial completamente constituida. De lo que se trata es de verlo como la extensión de áreas de libertad y creatividad mostrando la radical contingencia de todo valor y objetividad... Una sociedad libre  no es aquella en donde se ha establecido un orden social que es mejor adaptado a la naturaleza humana, sino una que es mas conciente de la historicidad de cualquier orden.

El individuo no es un instrumento ciego ni el depositario de efectos estructurales. Las estructuras contienen contradicciones internas y externas y solo poseen una débil  o relativa forma de integración  que requiere  constantes actos de recreación  por parte de los sujetos. Y son las fisuras o intersticios que ellas revelan  las que permiten la creación de nuevas identidades revolucionarias. http://poesiateoriaycriticacultural.blogspot.ca/

Nieves y Miro  Fuenzalida
Ottawa, 7 de Noviembre de 1999.