Sunday, December 26, 2021

El reloj y el universo

   

El amigo evangelista, frente a nuestro descarado ateismo, responde… “Supongan que ustedes encuentran un reloj…”  Aaah!  El argumento del reloj…

 

Que el mundo  fue creado por una realidad  súper natural o una divinidad celestial es una de las creencias más persistentes en la historia de la especie humana que muy pocos resisten.  Y  el argumento más popular en su favor es, sin duda, el del Gran Diseño. El Universo, y en especial  los seres vivos, son realidades demasiado complejas para que hayan surgido por azahar o simples mecanismos naturales. Cuando la ciencia erodó las creencias basadas en la tradición, la revelación  y los libros sagrados  los hombres de buena voluntad se volcaron a ella en la búsqueda de evidencias de la existencia de un Ser Supremo. La sola observación de la Naturaleza  ahora es capaz de proveer  las evidencias científicas de la existencia de Dios.

 

El archidiácono anglicano Williams Paley en su obra “Teología Natural” de 1802 usa brillantemente la analogía del relojero para probar el caso. Imagina, dice, que encuentras una piedra y un reloj cuando cruzabas el páramo. Mientras consideramos a la piedra como una simple parte de la naturaleza, nadie cuestionaría  que el reloj es un artefacto diseñado por alguien para decirnos la hora. Pero, los objetos de la naturaleza, como el ojo humano, también nos ofrecen evidencias de ser seres diseñados. Si el complejo funcionamiento interno del reloj necesita un diseñador inteligente, la complejidad de un órgano natural como el ojo, el sistema solar o el universo  necesitan con mayor razón   un diseñador. 

 

Su versión contemporánea la encontramos  en el principio antropico que establece que las constantes y leyes físicas del universo están exactamente  sincronizadas  para que exista  la  vida. Pequeños cambios en las características básicas del universo hubieran hecho la evolución de la vida imposible. El universo es como es porque si fuera diferente no podría producir la vida y nosotros no estaríamos aquí para especular acerca de su ser.  Las condiciones que observamos son las condiciones necesarias para nuestra presencia como observadores. Sus propiedades básicas están exactamente afinadas para este fin. Y la prueba esta en  la literatura de la cosmología moderna en donde  encontramos con frecuencia  aserciones como estas…

       En los primeros milisegundos de su existencia el promedio de expansión del cosmos  tuvo que estar cuidadosamente afinado para evitar  colapsarse o expandirse demasiado rápido. De lo contrario, la formación de galaxias hubiera sido imposible.

       Si la fuerza nuclear hubiese sido mas fuerte el Big Ban hubiera quemado todo el hidrogeno y el helio y no hubiera habido agua ni estrellas estables con una larga vida. Por el contrario, si hubiese sido mas débil igualmente hubiera destruido el hidrogeno y los neutrones formados mas temprano no habrían decaído en protones.

       Si la fuerza nuclear hubiese sido 1% más fuerte o más débil  no hubiese sido posible la creación de  suficiente carbón  en el interior de las estrellas. Un aumento del 2% hubiera bloqueado la formación de protones, sin los cuales no hay átomos, o los protones se hubiesen ligados en di protones  y las estrellas  se hubiesen quemados varios billones de billones mas rápido que el sol. Una disminución del 5%, en cambio, hubiera desvinculado el deuterón  haciendo imposible que las estrellas se quemaran.

       Con una fuerza electromagnética ligeramente más fuerte la luminiscencia estelar  hubiera disminuido considerablemente y las estrellas hubieran sido demasiado frías para impulsar la evolución de la vida. Ligeramente más débil hubieran sido demasiado calientes.

       La fuerza de gravedad necesita ser aproximadamente 10 seguido de 38 ceros veces mas débil que la fuerza electromagnética para que las estrellas ardan establemente por varios billones de años. Si hubiese sido 10 seguido de 33 ceros veces mas débil, las estrellas hubiesen tenido un billón de veces  menos masa  y se hubiesen quemado mucho mas rápido.

      Si la diferencia de masa del neutron-protón no hubiese sido exactamente dos veces el de la masa del electrón, entonces todos los neutrones hubieran decaído en protones o todos los protones se hubieran transformado  irreversiblemente en neutrones. De una u otra manera no hubiera habido los diferentes átomos que son la base de la química y la biología.

 

Algunas de estas aserciones pueden estar erradas, pero la mayoría han adquirido el estatus de hechos bien establecidos y es a partir de estos hechos que los proponentes del creacionismo científico concluyen  que  la distribución de la materia en los primeros momentos del Big Ban y la forma que las leyes físicas tomaron sugiere la actividad creadora de Dios que impone su necesidad sustancial en la evolución  del cosmos. No hay otra explicación.

 

 ¿No recuerda esto la noción hegeliano de “postular el presupuesto” que consiste precisamente en esta conversión retroactiva de la contingencia en necesidad, en conferirle la forma de necesidad a la realidad circunstancial en la que nos encontramos? Hegel es uno de esos filósofos  que rompe radicalmente con las teodiceas metafísicas tradicionales. Según el no hay armonía celestial resonando en el sonido y la furia. Es solo cuando el tumulto se recolecta a si mismo en el pasado, cuando una vez que lo que tuvo lugar es concebido, podemos decir que el curso de la Historia se configura, cuando el ser se fija. La Historia se dirige hacia adelante solo para los que la miran hacia atrás. Es solo cuando se mira retrospectivamente cuando la Historia aparece como una progresión, como un despliegue temporal que  actualiza alguna estructura conceptual atemporal pre existente. Es solo al final que hay una historia a ser contada que reconstituye el Significado de los procesos precedentes. El proceso del devenir retroactivamente engendra o proyecta su necesidad.

 

En una ontología materialista lo que se afirma, a diferencia de la metafísica tradicional, es la contingencia radical. Para el filósofo francés Meillassoux, por ejemplo, incluso  la estabilidad  de las leyes,  lejos de indicar una necesidad subyacente, esta sujeta a la contingencia  y su estabilidad, por no ser necesaria, puede cambiar  en cualquier momento.  La proclamación de la radicalidad total de la contingencia implica nada menos que  la suspensión del principio de razón suficiente,  porque  el problema no es solo que  nunca llegamos a conocer la cadena  completa de determinaciones causales, como aspiraba el físico francés Simón Laplace, sino porque, suponiendo la legitimidad ontológica de la concepción del infinito de Cantor, la cadena causal es en si misma  incompleta y al ser incompleta  abre el espacio para la contingencia inmanente del devenir.  Según Cantor cualquier set  infinito tiene una cardinalidad determinada que otro set infinito puede exceder lo que lleva a la detotalizacion de lo posible. Es decir, lo posible no se puede totalizar.  Lo que esta ontología entrega es un devenir caótico que no esta sujeto a un orden preexistente o, ni siquiera, a  la ley de la  probabilidad. No es posible totalizar el conjunto de posibilidades  como en el dado en que sabemos que  ofrece 1 en  6 veces la chance de que salga un 6.  Y es la imposibilidad de la totalización la que permite la emergencia de algo nuevo,  la realización de lo que no existía en el conjunto de posibilidades pre existentes. En otras palabras, si negamos la existencia de  una estructura subyacente  que contenga lo radicalmente nuevo como potencialidad eterna, la  irrupción de lo nuevo  solo puede provenir desde la “nada cuantica”. Es  lo imprevisible que rompe el orden de lo posible. La inserción de una séptima  chance en el momento de tirar el dado. La  emergencia de lo sorprendente  no actualiza una posibilidad esperando su oportunidad,  sino que su  actualización crea retroactivamente su propia posibilidad.  La emergencia  desde la “nada cuantica” de un fenómeno inexplicable por la cadena de razones suficientes ya no es, como en la metafísica tradicional, el signo de la intervención directa de Dios. Todo lo contrario, es  el signo de su inexistencia, la prueba de que la naturaleza  no esta asegurada por un orden Trascendente o un Poder que la regula. El milagro no es la intervención de Dios en el mundo, sino la emergencia de lo radicalmente nuevo que no tiene lugar en  la red causal existente.

 

De lo que aquí se desprende es que si no hay estándar o determinismo absoluto ningún fenómeno es más improbable que cualquier otro. Por eso la sugestión del Principio Antropico en cosmología es errada. Empieza con la vida humana que solo pudo haber evolucionado dentro de un conjunto de precondiciones muy precisas  y luego, mirando al pasado, no podemos sino sorprendernos como el universo  fue equipado justamente con el conjunto apropiado de características para la emergencia de la vida. Este  es un  razonamiento que presupone  una totalidad preexistente de posibilidades, un conjunto eterno de potencialidades que se despliegan temporalmente. El futuro ya estaba contenido en el pasado.

 

 Toda esta abrumadora  evidencia se disipa cuando consideramos la retroactividad radical de la noción hegeliana. Lo nuevo emerge de la “ nada cuantica”  y retroactivamente postula o crea su propia necesidad.  Un mismo conjunto de datos da origen a dos diferentes interpretaciones. En uno, la necesidad de la trascendencia, en el otro, la necesidad de la contingencia… ¿No confirma esto el “postulado hegeliano del presupuesto”?

 

Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, December 19, 2021

Entre tiempos


Soy tiempo

encerrada

entre

dos fechas

pero

tambien

tu

sonrisa.

 

Nieves.


Sunday, December 12, 2021

La cultura popular

   

¿Es la cultura popular  la  expresión autónoma de los  intereses y experiencias del pueblo? ¿O  es  otro de esos mecanismos del poder  para expandir la comercialización y el control social?  

 

 Hoy día, gracias a la sociedad de masas y la casi infinita reproducción mecánica, es posible generar tantas películas, música, libros, pinturas y esculturas como autos, bicicletas, refrigeradores o hamburguesas. Esta reproducción que  facilita el acceso a la cultura plantea al mismo tiempo serios problemas a la idea tradicional acerca del papel de la cultura y el arte en la sociedad contemporánea. Estos productos al no ser obras autenticas ni genuinas, ni tampoco cultura popular al no expresar los intereses ni experiencias del pueblo son productos comerciales antes que trabajos artísticos. Según una opinión bastante común la cultura de masas socava la integridad del arte y suprime la cultura folklórica. La creatividad, la experimentación y  los desafíos intelectuales que el arte plantea no pueden lograrse con las técnicas ni las  condiciones de la industria cultural.  La transformación de la sociedad en sociedad de masas y los artefactos culturales en mercancías convierten al individuo en consumidor pasivo de artículos de entretenimiento en serie. El consumidor, sin pensar ni reflexionar, no es capaz de ver o crear alternativas y su universo cultural es reducido al estándar de la masa expuesta  a la manipulación y explotación comercial del mercado.

 

 Recientemente  un artista canadiense  fijo el precio de  su obra  en un millon de dolares antes de tomar el pincel. Cuando su trabajo se exhibió  500 personas asistieron a su presentación.  En una entrevista periodística  el artista expreso…“Encuentro interesante como tan pronto el aspecto monetario entra en juego toda la atención se dirige a él, lo que pienso que es lamentable. Pero, si uno quiere jugar el juego y capitalizarlo, uno puede” (“The Ottawa Citizen”, June 14, 2005) Según Adorno, miembro de la Escuela de Frankfur, este es el verdadero secreto del éxito porque muestra como el valor de cambio ejerce su poder de manera especial en el ambito de los productos culturales. El dinero ejemplifica como las relaciones entre la gente pueden asumir la forma fantástica de una relacion definida por una “cosa”, el dinero, que es la definición básica del valor de la mercancía en el capitalismo. No su valor de uso, sino su valor de cambio. Lo que Adorno hace es extender el análisis marxista del fetichismo de la mercancía al mundo de los productos culturales. La industria cultural, dice,  modela el gusto y las preferencias de la masa  creando el deseo  por necesidades falsas que excluyen las necesidades reales. Sus productos fomentan la conformidad y la obediencia al sistema  con tal efectividad que la mayoría ni siquiera  se da cuenta de lo que pasa. Para la industria la masa es un objeto de cálculo, un apéndice de la maquinaria. El consumidor no es rey, como  pretende hacernos creer, sino su objeto. El poder de la ideología de la industria cultural es de tal magnitud que la conformidad  reemplaza la conciencia,  la obediencia reemplaza la capacidad crítica.  La motivación de la ganancia es el último criterio que  determina la naturaleza de las formas culturales  y la estandarización, común a toda mercancía, es el proceso en que su producción se basa.

 

La industria del cine, la televisión y la música obviamente obedecen a esta logica. Si nos fijamos en la música popular, por ejemplo, notamos que esta dominada por la estandarización y la seudo individualización. Las canciones populares suenan cada vez más  parecidas unas a otras. Una vez que escuchamos una canción “rap”ya las hemos escuchado todas.  Según Adorno esto es porque su estructura central se caracteriza por partes que son intercambiables unas con otras, proceso  que se oculta con novedades periféricas o variaciones estilísticas que se agregan a la música como signos de una supuesta originalidad.  Estandarización se refiere a las similitudes sustanciales  entre canciones. Seudo individualización, a las diferencias incidentales que las hacen aparecer distintas unas de otras.  En la música clásica cada detalle adquiere su sentido musical de la totalidad de la pieza  y del  lugar que ocupa  dentro de esa totalidad. En la música popular el comienzo del coro es reemplazable por el comienzo de innumerables otro coros. Cada detalle es sustituible como el tornillo en la maquina. La diferencia no es entre simplicidad y complejidad, sino entre estandarización y no estandarización, diferencia  que establece la superioridad de una sobre la otra ¿Por qué superior? Porque a diferencia de la música clásica la estandarización estructural tiene por fin reacciones estándares. La seudo individualización le ahorra al consumidor el esfuerzo de poner atención a la genuina novedad. La industria cultural al proveer confort y entretenimiento  funciona como catarsis para las masas, pero una catarsis  que los mantiene firmemente en línea.

 

Este análisis de la cultura popular  de Adorno no esta libre de dificultades. Uno de los reproches más comunes dirigidos en su contra  es la acusación de elitismo porque asume que la cultura popular o de masas solo puede ser  interpretada, entendida  y juzgada  desde una posición privilegiada. En este caso, desde la perspectiva de la estética  y  gusto cultural de la elite intelectual. El problema con esto es que estas opiniones y juicios descansan, en última instancia, en un conjunto de valores  que se dan por supuestos. La cultura de masa puede ser entendida  y apreciada  por otros grupos con distintas posiciones estéticas. Por tanto… ¿En base a que criterio se puede argumentar que la percepción de la cultura popular de un grupo es mejor  que la de otro? Los juicios elitistas fracasan en reconocer otras interpretaciones desarrolladas desde puntos de vista y valores alternativos y si describen a la cultura popular como homogénea y estandarizada es porque  ignoran el espectrum y la  diversidad, las  contradicciones y tensiones que se dan dentro de ella.

 

¿Que es lo que nos capacita para juzgar el gusto estético de otros?  Digamos, de partida, no las supuestas  “razones universales y objetivas” que nadie todavía ha podido encontrar a pesar de los esfuerzos del genio humano. Los gustos y estilos son social  y culturalmente determinados y es el poder que circula dentro de la sociedad el que decide sobre la definición del gusto y el estilo. Este poder que  determina los estándares  culturales no se limita solo al poder económico y político que ejerce la industria de la cultura de masas, con todo lo crucial que es para cualquier explicación adecuada del proceso, sino que también hay que incluir  el poder de  los intelectuales o productores de ideas que, aunque sea desde una posición secundaria, igualmente  ejercen su influencia en el intento de establecer  criterios de discriminación cultural.  ¿Y que pasa con el pueblo? ¿Cómo podemos apreciar su capacidad creadora y gusto estético? Una forma bastante común  de valorar la cultura popular es la de alabar su autenticidad  y contrastarla con la artificialidad  de la industria cultural. Solo comparemos  a una Violeta Parra con un Justin Bieber para tener una idea. La cultura popular no puede ser entendida solo  como una imposición del mercado o como un instrumento de control ideológico, sino también como una expresión más o menos genuina de  la voz del pueblo. El problema con esto, sin embargo, es… ¿Qué significa  “autentico” y como sabemos que una cultura es “autentica”? ¿Podemos hablar de una cultura pura con raíces y valores comunales, libre de  influencias externas y contaminación comercial? ¿Es solo la música autentica, buena música?  Las preguntas no están demás, porque los criterios de “comunidad y autenticidad”, como lo vemos constantemente, pueden ser usados como estrategias comerciales para conquistar determinados sectores de la población.

 

 En  la teoría crítica de la cultura de masas la audiencia es vista como una masa de consumidores pasivos, vulnerables y explotables, presa fácil de la publicidad y  las fantasías que la industria vende. Y lo  irónico de todo esto, dicen, es que  es posible con la complicidad y disfrute de la propia masa.  La dificultad con  esta visión es que supone la existencia de una masa homogénea de consumidores que muy bien puede  no existir en los lugares de consumo. Lo que la industria cultural hace es  dirigirse a sectores del mercado que divide de acuerdo a gusto, dinero y poder y que, a pesar de ello, los resultados  no están necesariamente  garantizados. Por ejemplo, la industria define al consumidor en base a la información que recolecta acerca de sus hábitos de compra. Pero, el hecho de que  la audiencia sea construida de esta manera no significa que los individuos reales  que la componen responderán en la  forma que estos discursos quieren.  La audiencia, o ciertos  sectores de ella, también puede ser entendida por la forma en que resiste el discurso del poder industrial.

 

 La imagen opuesta al  elitismo cultural  que ve a la audiencia como una manada de ingenuos incapaces de asumir una actitud critica, es la del discurso populista que la ve  como auto conciente, activamente subversiva, capaz de explotar la industria cultural  para sus propios fines al resistir y reinterpretar  los mensajes que ella circula. Si para el elitismo  la audiencia  es estupida, para el populismo es  subversiva.

 

Y sin embargo, a pesar de esto, la situación política actual vindica el pesimismo de Adorno y, tristemente, su diagnosis es tan verdadero hoy como en los años 40’s. Se estima que solo seis mega compañías, conectadas unas con otras, controlan entre el 80 y el  90 por ciento del mercado cultural actual. La cultura étnica y las creaciones artísticas de los pueblos rápidamente son colonizadas por esta maquinaria corporativa que lejos de  estar al servicio de la  expresión de  nuevas sensibilidades esta, por el contrario, para moldearlas según  la racionalidad  del mercado global que disipa todo potencial critico que ellas pudieran tener. Los brotes de radicalismo que la creación popular genera se integran en el circuito productivo para domesticar su radicalidad. Dentro de este ambiente el peligro que enfrenta el arte  es la ausencia de peligro. La industria cultural con una concentración de poder como nunca antes el mundo había visto produce, controla y digiere  prácticamente  todo lo que circula en el mercado global. Y si algo se le escapa muy pronto lo vuelve a atrapar.

 

Nieves y Miro Fuenzalida


Sunday, December 5, 2021

El guiño

 

Un rayo

de

sol

me saco

la lengua

y

me guiño

uno

de

sus ojos

en

mi ventana azul.

 

Nieves.

 


Sunday, November 28, 2021

Los Genes al fin de su carrera.


Desde los finales de la segunda guerra mundial hasta comienzo de los 80 los científicos sociales sostuvieron la idea de que implementando cambios en el ambiente la maldad y la violencia social podrían ser disminuidas. Por más de 40 años la ortodoxia política de la izquierda favoreció “nurture” sobre “nature”. Hoy  día las naciones industriales enfrentadas a profundas crisis sociales parecieran que no están dispuestas o no poseen la capacidad de producir cambios significantes en las instituciones que definen lo social. Un creciente numero de “expertos”, especialmente provenientes del campo de la biología social, mantienen que los cambios en el sistema socio-económicos son solo paliativos, por no decir futiles. La clave para entender la mayor parte de las conductas sociales y económicas se encuentran a nivel genético. Para cambiar lo social tenemos que estar dispuestos a cambiar nuestros genes, porque si es cierto que el ambiente es un factor, los genes son el determinante ultimo, los responsables definitivos de la configuración y moldeamiento de la conducta individual y grupal. “Acostumbrábamos a pensar   que nuestro destino estaba   en las estrellas. Ahora sabemos,  en gran medida, que esta en   nuestros genes”  (J.Watson) Y no es solo nuestro destino, sino que, también...“es la secuencia que define lo  humano.”(R. Sinsheimer)

 

Jeremy Rifkin (“The Biotech Century”) dice que si los reformadores de los 40 a los 80 le dieron escasa importancia a la base genética en su intento de mejorar la condición humana, los nuevos reformadores genéticos se ubican en el extremo opuesto, transformando al gene en el nuevo “Caliz Sagrado” de la biología. Este cambio radical es, en parte, debido al intenso interés generado por el Proyecto del Genoma Humano, cuyo esfuerzo esta dedicado a descifrar la secuencia completa de nuestro genoma . Una vez en posesión del “secreto” de nuestro ser estaremos en condiciones de controlar el proceso evolutivo y definir lo que somos de acuerdo a nuestra voluntad. Nada mas, ni nada menos, es lo que nos promete este proyecto.

 

La proclamación de este nuevo “Significante Maestro” no se ha venido imponiendo sin desafíos. Como hace notar Rifkin una gran cantidad de biólogos, trabajando en el mismo campo, reconocen que el gene contiene importante información que permite el desarrollo del organismo, pero que ellos, por si mismos, no lo determinan ni  controlan. Los seres vivos son sistemas dinámicos y sensitivos al “input” de su medio y, a diferencia de las maquinas, pueden exhibir muy diferentes conductas y adaptar distintas formas bajo pequeñas variaciones de ambiente. De acuerdo con S. Newman es más apropiado pensar al  “ADN” como una lista de ingredientes más bien que como una receta para su interacción. Los genes no generan organismos. Su existencia misma ya presupone la existencia de este, en el cual esta inscrito y es el organismo mismo el que interpreta, traduce y hace uso del funcionamiento genético. La idea de los genes como agentes causales absolutos ha venido dando paso a una comprensión mas sofisticada que los ve como un componente integrante de una red mucho mas compleja que constituye tanto al organismo como a su ambiente externo.

 

La historia del gene es bien curiosa. Mientras mas sabemos mas dificil es definirlo. Las nuevas tecnologias y los nuevos datos y analisis que ellas hacen posible han permitido la identificacion del “split gene”, “repeated gene”, “overlaping gene”, “cryptic DNA”, “multiples promotors”, etc. Todas estas variaciones complican inmensamente la tarea de definir  el gene como una unidad estructural. Segun Peter Portin el viejo termino gene, esencial en las primeras etapas, ya no es util. William Gelbert, que trabaja en genetica molecular, sugiere que el gene probablemente es un concepto del pasado. A diferencia del cromosoma, los genes no son objetos fisicos, sino conceptos que han adquirido una gran cantidad de carga historica en las ultimas decadas. El concepto ha jugado un papel crucial  en la comprension de los fenomenos biologicos, pero hoy dia, dice,  hemos llegado al punto en que el uso del termino gene puede, en la practica, transformarse en un obstaculo en nuestra comprension.

 

Todo esto es bien ironico porque nunca en la historia del gene el termino habia  tenido mas atencion que hoy en las  ciencias y  la cultura popular. Cada cierto tiempo se nos informa que la causa de ciertas enfermedades es genetica. Igualmente se dice que muchas de las conductas humanas que creiamos eran voluntarias son producto de nuestros genes. Un tremendo progreso se ha logrado en la comprension de las mutaciones geneticas  que incluyen desordenes conductuales y la incidencia de  muchas enfermedades tales como la enfermedad de Huntington,  fibrosis quistica, thalassemia, etc. Estos ejemplos, sin embargo, son raros e, incluso en estos casos, no hay una clara comprension acerca de los process que ligan el gene defectuoso con  el comienzo de la enfermedad. Es posible identificar riesgos geneticos, pero la esperanza de beneficios medicos significativos todavia no se ha cristalizado. Segun Weatherall, Director del Instituto de Medicina Molecular,  la creencia de que  transferir  genes a nuevos ambientes y  esperar qu ellos hagan el trabajo, con todos los sofisticados mecanismos regulatorios   que esto implica,  se ha transformado para los geneticista  en una tarea mucho mas dificil de lo que se creia. Parte de la dificultad es la limitada comprension que se tiene de que es lo que el gene hace. Es decir, la brecha entre la deteccion genetica y los beneficios medicos se debe a la complejidad de la dinamica regulativa, que coloca al concepto  gene  en peligro.

 

¿Qué es el gene hoy dia? Para los biologos el termino  se ha transformado en diferentes cosas. Ya no es una entidad singular, sino una palabra con una gran plasticidad, definida solo por el contexto experimental especifico en el que es usada. Desde el momento en que el gene fue introducido, la confianza en su realidad fisica siempre fue aconpañada por la presunción de que la estructura, la composicion material y funcion eran propiedades de un mismo objeto, fuera este  concebido como una cadena de perlas o como un tramo de ADN. Hoy dia es esta autoidentidad la que ha sido  interrumpida. No solo las funciones no se correlacionan nitidamente con una estructura, sino que las funciones deben ser distinguidas y no confundidas con  un lugar particular y especifico en el cromosoma. En otras palabras, puede que el gene funcional  no tenga  ninguna fijeza. Su existencia es transitoria y contingente, dependiendo criticamente del dinamismo funcional del organismo completo.

 

La evidencia de las ultimas decadas obliga a pensar qu el gene es, al menos,  dos entidades diferentes.  Una entidad estructural mantenida por la maquinaria molecular de la celula  capaz de ser  transmitida de generacion a generacion.Y una entidad funcional que emerge de la interaccion dinamica de los diferentes elementos de la estructura cromosomatica.

 

Cuando  Johannsen, en 1911 introdujo el termino, creyo  que una nueva terminologia era necesaria porque los viejos terminos se habian hecho disfuncionles, ejerciendo demasiado control en nuestro pensamiento… “Es un hecho bastante conocido que el lenguaje no es solo nuestro sirviente, cuando queremos expresar o disimular nuestros pensamientos, sino que tambien puede ser nuestro amo…”

Tal vez, hoy estamos en una situacion similar. Tal vez, es el tiempo de inventar nuevas palabras.

 

Los genes han tenido una extraordinaria carrera en la centuria pasada. Ellos han inspirado tremendos avances en la comprension de los sistemas vivos. Pero, estos mismos avances, dice Evelin Fox, necesitaran la introduccion de nuevos conceptos y nuevas formas de pensar acerca de las organisaciones biologicas que inevitablemente aflojaran el control que los genes han tenido en la imaginacion  de los cientificos y en la cultura popular.

 

 Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, November 21, 2021

El perfume gratis

 

El aroma

De

Las lilas

Vuela

Entre

Las calles

Desnudas

De

Color

Y

De

Olor

Como

Suaves

Mariposas

Que

Cosquillean

Y

Pastan

En

La piel

De

Nuestra

Nariz.

 

Nieves.

Sunday, November 14, 2021

De perros, gatos y humanos

 

En el mundo de Deleuze y Guattari  a cualquiera que le guste el gato o el perro es un tonto. Cualquier animal que se precie de tal es siempre parte de una manada. Todos los demás son mascotas de la burguesía que simbolizan algún tipo divino. Haraway Donna tiene otra idea... ¿Quién y que toco cuando toco a mi perro? El tacto, dice, da forma a la responsabilidad y al cuidado. En el tocar y el mirar dos mundos toman forma, dos cuerpos entran en contacto.

 

En el pasado la gente decía que los animales de compañía eran parte de la familia. Hoy día, continuando con la tradición, esta actitud se ha fortalecido inmensamente, especialmente en términos de dinero gastado en alimentos, juguetes, servicios, entrenamientos y cuidados veterinarios. La figura global de alimentos y cuidados para mascotas en el año 2002, por ejemplo, fue de 46 billones de dólares. En el mercado de capitales esto indica que los perros y los gatos han pasado a ser mercancías fundamentales y fuente de tremendas ganancias para el capitalismo agroindustrial.

 

Los que se preocupan por la subyugación de los animales ven su domesticación como un desastre histórico que continuamente se empeora con el tiempo. Considerándose a si mismos como los únicos actores, los humanos reducen a otros seres vivos a materia prima o los convierten en herramientas útiles. La domesticación de animales, según esta narrativa,  es una especie de pecado original que separa al animal humano del resto de la naturaleza,  terminando en inmensas atrocidades como el complejo industrial de la carne y las frivolidades de los animales de compañía, accesorios de moda o generadores vivientes  de amor incondicional. En breve... esclavos afectivos. En el fondo lo que aquí ocurre es que un ser se convierte en un medio para los propósitos y beneficios de otro. Solo los animales salvajes, tan separados como sea posible de la subyugación y dominación humana, pueden ser ellos mismos. Solo ellos pueden ser alguien y no algo. En este sentido, cualquier entrenamiento humano de otra criatura salvaje es evidencia de un excesivo control humano y signo de la degradación del animal domestico. El entrenamiento, en buenas cuentas, es dominación antinatural.

 

Hay, sin embargo, otras formas de pensar la domesticación que parecen ser mas exactas y mas poderosas para abordar las brutalidades del pasado y del presente y fomentar nuevas formas de convivencia con la multiplicidad de especies que habitan este mundo. La cuestión, entonces,  seria... ¿como los perros o gatos y las personas aprenden unos de otros de tal manera que cambios ocurren en ambos?

 

El entrenamiento para la vida diaria y el deporte de mi perra Cayena, dice Haraway, trae algo inesperado, algo nuevo y libre, algo fuera de las reglas de funcionamiento y calculo, algo no regido por la lógica de la reproducción de lo mismo. Ese, creo, es uno de los significados del entrenamiento. Su capacitación requiere calculo, método, disciplina, ciencia y, sobre todo, la posibilidad de abrirse a algo no imaginado.   

 

La interdependencia de las especies es un hecho bastante conocido en las ciencias biológicas, excepto cuando se trata de humanos. El pretendido excepcionalismo humano nos impide ver este simple hecho. Cegados por las historias que alaban o condenan el control de la naturaleza presumimos que podemos remodelar a otros, de moléculas a ecosistemas, pero que nuestra propia naturaleza, no importa cuan variada culturalmente sea, es esencial o biológicamente constante. Esta visión antropomórfica o narcisismo primario, como la describe el taciturno Freud, ha sufrido tres heridas históricas. La primera es la revolución copernicana que remueve a la tierra del centro del cosmos lo que nos deja expuestos a un universo inhumano, sin centro y sin fin en el espacio y en el tiempo. Las segunda herida la infringe Darwin que coloca al Homo sapiens firmemente en el mundo de las otras criaturas, todas tratando de ganarse la vida y evolucionar sin señales direccionales que culminen en el humano como ser privilegiado. La tercera es la que provoca el mismo Freud que, al postular la existencia del inconsciente, socaba la primacía de los procesos conscientes, incluyendo la razón, que es lo que tradicionalmente le daba al humano su posición excepcional en el mundo. Hoy día habría que agregar una cuarta herida, la informática o cyborgian, que fusiona lo orgánico y tecnológico, afectando la supuesta esencia humana.

 

A esta altura de la historia, entonces, lo menos que podríamos decir es que la naturaleza humana es también parte del enredo que conforma la multiplicidad de especies y cosas existentes. Las zonas de contacto cambian a los sujetos en formas sorprendentes. Tómese, por ejemplo, el simple caso del tejido intestinal humano que no puede desarrollarse normalmente sin la colonización de la flora bacteriana. Los habitantes de este planeta son bien  oportunistas, lo que los biólogos llaman simbiogenéticos, siempre listos para unirse a socios improbables para crear algo nuevo. Las zonas de contacto o coevolución no son la excepción, sino la regla.

 

El antropólogo Eduardo Kohn explora estas zonas de contacto, en la región del Alto Amazonas de Ecuador, entre los runa de habla quechua y los diversos animales con los que ellos elaboran sus vidas y rastrea lo natural, lo cultural, lo político y lo ecológico junto con  los ensambles semióticos que se dan en grupos de especies en donde los perros son actores centrales. Según Kohn, la personalidad amazónica, en gran medida, es producto, no solo de la sujeción colonial, sino también de la interacción  chamanica con los “diferentes yoes semióticos no humanos”.

 

 Según el detallado análisis del etólogo francés Jean-Claude Berrey del entrenamiento equino los movimientos involuntarios en la conducción del caballo muestran que los músculos homólogos tanto del caballo como los del jinete se contraen y disparan simultáneamente. Tanto uno como el otro están en sintonía. Los jinetes talentosos se comportan y se mueven como caballos. Aquí los cuerpos humanos se han transformado en el cuerpo de un caballo. Quien influye y quien es influido no es claro en esta historia. Ambos, humanos y caballos, son causa y efecto de los movimientos del otro. Ambos inducen y son inducidos. Ambos afectan y son afectados. Cada uno encarna la mente del otro. La resonancia de la mente y la carne producen algo que no existía antes.

 

Y, siguiendo con esta línea, podríamos decir que la relación con los animales familiares, especialmente la que se ha venido dando en la posmodernidad, es la mas humanizada relación entre animal y humano que podamos notar desde la Edad Media. Y esto, tal vez, según algunos, se deba a que hemos perdido en gran medida la esperanza en una plena vida comunitaria o porque nuevos factores se han combinado para hacer que las relaciones cercanas entre adultos sean mas inseguras, efímeras o transitorias. Una relación mas cercana, entonces, con nuestro perro o gato, se ve ahora como algo bueno para nosotros y perfectamente normal y aceptable. Ofrece compañía para el solitario, prolonga la vida para el enfermo y terapia para el desdichado. Mientras todo lo que es “solido se disuelve en el aire” las mascotas crean vínculos a largo plazo con sus compañeros humanos y rara vez se escapan con otro. Se alegran cuando su dueño regresa a casa y su amor es incondicional. Como alguien dijo...“Mi mejor amigo es mi perro”. En buenas cuentas, digamos, un sustituto de relaciones humanas ausentes o perdidas.

 

Muchos críticos miran esta relación altamente individualizada y  personal  como una pobre sustitución patológica de las verdaderas y autenticas relaciones sociales. Y la pobre mascota, esterilizada, aislada y privada de  contacto con otros animales es criatura del estilo de vida del amo. Es a esto, probablemente, a lo que Guattari y Deleuze se refieren mas que nada  y no a la interdependencia de las especies, ámbito al que ellos mismos han aportado importantes análisis teóricos.

 

Pero... ¿es realmente solo el aislamiento y atomismo social y la necesidad de soporte emocional lo que ha fomentado el cuidado y posesión de mascotas en los últimos años?

 

Si bien es cierto que ellos están satisfaciendo roles humanos sustitutos, también pareciera ser que lo que esta en juego aquí  son nuevas actitudes hacia los animales, similares a las que operan en otros sitios de interacción entre animales y humanos. La idea de que las mascotas se antropomorfizan cada vez mas puede que no sea del todo correcta. Lo que aquí puede estar ocurriendo es que el amo, al considerar su perro o su gato regalón como un animal con características  y necesidades particulares, entra en un ejercicio de descentramiento, de intento de comprender las necesidades de los demás y darse cuenta de que las necesidades y los intereses de dos especies distintas no son mutuamente excluyentes, lo que abre el paso para explorar las posibilidades de mutualidad y dejar atrás  el dictamen bíblico antropocéntrico de que todos los animales son categóricamente diferentes y están ahí para el uso practico del humano.

  

No hay parte  del mundo en donde los animales no sean socios plenos. El animal humano y las especies no humanas son compañeras en el duro transito de la vida y su mutuo  florecimiento en la diferencia es parte esencial de la existencia, por transitoria  que sea. Una relación cruel, indiferente, ignorante, explotativa, como también juguetona, inventiva y llena de gozo. En ella no hay telos ni paz final, solo el impulso a existir.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, November 7, 2021

Los amigos

 

Caminaba Aristoteles por la calle Bandera… cuando se encontro con su amigo Picasso… que le pregunto si podia pintarlo al reves.

Nieves.


Sunday, October 31, 2021

No hay plan B

 

Lo que hoy hagamos determinara el destino de la humanidad y de otras incontables especies que ahora estamos destruyendo a un promedio no visto desde que la Tierra fue golpeada por el inmenso asteroide que termino con los dinosaurios.  Las guerras, las torturas, las masacres, la explotación y el abuso de los derechos de los mas débiles es una constante en la historia humana. Nada nuevo aquí. Pero, lo que es nuevo y único en nuestra historia es la crisis ambiental que amenaza con la destrucción  de la civilización humana. Estamos en tremendas dificultes. Todo el resto pierde sentido si  no tenemos futuro ni Tierra en donde vivir. Y el hecho trágico es que los Estados mas poderosos y responsables de la crisis están bajo la dirección política de una tropa de criminales que nos llevan directamente al abismo. Otro encuentro internacional, el numero 26, con una retorica llena de promesas que en la practica nuca se han  cumplido.

 

Según el  Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático “debemos llegar a cero emisión de carbono y rápido”. Gracias al calentamiento de efecto invernadero la temperatura hoy día es de 1,2 ° C mas que en la era pre industrial. 1,5 °C es el limite  para mantener las condiciones actuales. El consenso mas conservador de la ciencia del clima dice que el mundo debe reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 por ciento con respecto a los niveles del 2010 para el año 2030 a fin de tener un 66 por ciento de posibilidades de evitar una cascada de eventos climáticos extremos que serian imparables. En la actualidad, los países se han comprometido a reducir las emisiones mundiales  en un total de 0.5% para el 2030, lo que nos coloca muy por detrás  de donde deberíamos estar. De acuerdo al informe de la ONU del 2019 sobre las emisiones vamos en camino sin retorno a un catastrófico calentamiento de 3,2 ° C para finales de siglo. Su proyeccion actual es de 2.7. Un poco mejor, pero incluso a esa temperatura difícilmente los humanos podríamos sobrevivir. Es imperativo parar la emisión de gases. Pero...¿es esto políticamente posible?

 

Los planes para reducir las emisiones a cero para mediados de siglo contemplan el reemplazo total de la energía fosilizada por fuentes de energía solar y eólica. Este es el plan. El problema, sin embargo, es que la construcción de nuevas instalaciones de energía alternativa no mantendrán el petróleo y el gas en el suelo ni los gases de efecto invernadero fuera de la atmosfera. La evidencia muestra que las soluciones técnicas, la competencia en el mercado, el impuesto al carbono, las acciones individuales y otras soluciones aparentemente simples, no son suficientes para prevenir la catástrofe ecológica ni la desestabilización social.

 

Cualquier instalación industrial, como los parques solares y eólicos, perturban profundamente el lugar en que se edifican y para satisfacer completamente  la demanda energética del mundo actual se requeriría cubrir cientos de millones o miles de millones de acres de la superficie terrestre con equipos de recolección de energía causando un daño ecológico inevitable. La fabricación de paneles solares, plantas de energía eólica, redes eléctricas respaldas por baterías y flotas de vehículos eléctricos requieren insumos inmensamente grandes de metales como litio, cobalto, plata, cobre, aluminio, níquel, hierro y una gran cantidad de elementos exóticos de tierras raras y arena. La industria de la energía solar y la de la electrónica digital, por ejemplo, se construyen en base del silicio y su extracción y procesamiento, que requiere energía intensiva y técnicas químicas, desmienten la popular concepción verde de una energía alternativa. El refinamiento de una libra de silicio genera una libra  y media de emisión de dióxido de carbono. Y, como si esto no fuera poco, los paneles requieren grandes cantidades de plata pura para sus marcos, además de los soportes de aluminio. La fabricación, instalación, operación y, finalmente desmantelamiento y eliminación de una instalación solar al final de su vida útil de 25 años promedio incluyen el potencial de calentamiento global, el agotamiento del ozono, la eutrofización de los cuerpos de agua y toxicidad para humanos y no humanos. La otra fuente energética de la que se habla es la hidroeléctrica que tendría que expandirse extraordinariamente lo que inevitablemente aumentaría el daño a los ríos, los ecosistemas y el desplazamiento de comunidades humanas. Incluso, si aceptamos el daño, solo hay un numero limitado de ubicaciones adecuadas para este tipo de energía que impone un limite relativamente bajo en la cantidad que se pueda obtener por esta ruta.  Por eso el Panel Internacional considera la biomasa como una fuente flexible de energía basada en carbono que, como el carbón, se podría almacenar y luego quemar cuando fuera necesario. Su producción, recolección y procesamiento, sin embargo, requeriría tal cantidad de energía que cancelaria entre el 25 al 100 por ciento la energía producida por la planta procesadora. El cultivo de la biomasa causaría, otra vez, daños  sociales y ecológicos de gran alcance al igual que la producción de baterías para vehículos eléctricos que tan entusiastamente se propone como solución. Su producción necesitaría una inmensa cantidad de energía en minas, fundiciones y fabricas mucho antes de que pudieran materializarse los ahorros de energía anunciados y durante los primeros 10 o 20 años la gran parte de la electricidad utilizada para fabricar y conducir los vehículos eléctricos seguiría siendo proporcionada por combustibles fósiles.   

 

Paradójicamente, entonces, la energía verde, en lugar de evitar la desbastación ecológica, a la larga la mantendría.   

 

Por supuesto, dicen los ambientalistas con una gran cuota de optimismo, debemos ser pragmáticos. Si vamos a dejar el carbón, el petróleo y el gas en el suelo para siempre,  va a ser necesario expandir la capacidad de energías verdes, aunque eso cueste algún daño ecológico. Obviamente, según ellos, esto debe hacerse con prudencia, minimizando los impactos ecológicos y apuntando a una capacidad energética mucho mas modesta, con  menos producción industrial que la que hoy tenemos. Debemos adaptarnos a una vida socialmente mas equitativa con un suministro de energía mucho mas pequeño y con limites en el crecimiento económico, evitando el saqueo a la Tierra y la cinta industrial ecológicamente destructiva.

 

No suena mal ¿cierto? Cierto... pero, esta es la cosa... las  fuentes energéticas con que cualquier planeta cuenta, según las leyes físicas y químicas, son Combustión, Hidro/Viento/Mareas, Geotermia, Solar y Nuclear. Fuera de estas, no tenemos otras opciones. Es todo lo que hay. La segunda ley de la termodinámica dice que la energía no se puede convertir perfectamente en trabajo útil. Siempre hay algún desperdicio. Por lo tanto, cualquier forma de energía que usemos  inevitablemente va a producir desperdicios. El dióxido de carbono, por ejemplo, es un tipo de desperdicio producido por nuestra civilización. Todos los desechos, no importa la forma que adopten, de una u otra manera afectan al planeta. Todos ellos contienen un costo ambiental. En buenas cuentas, no hay nada gratis.

 

Según los modelos matemáticos el cambio de un recurso energético de alto impacto a uno de bajo impacto no cambiara nada si el cambio se hace demasiado tarde, cuando el planeta ya va en vías hacia un nuevo territorio climático. Este es el instante en que la maquinaria interna de la Tierra se hace cargo dejándonos sin posibilidad de retorno. El calentamiento incontrolado del efecto invernadero no nos deja mucho tiempo para progresar antes de enfrentarnos al colapso Antropoceno. El mundo esta evolucionando hacia algo diferente de lo que era y lo seguirá haciendo de una manera mortal para nuestro proyecto civilizatorio. Hoy día hay un tercio mas de carbón en la atmosfera que en ningún otro momento en los últimos 800 000 años y, tal vez, en los últimos 15 millones. Para permanecer por debajo de 1.5C la emisión de gases de efecto invernadero, como CO2, necesita  disminuir 15% por año desde ahora en adelante y  estamos bien  lejos de lograrlo, a pesar de las declaraciones y promesas de los lideres mundiales de limitar la emisión de gases. El Protocolo de Kioto, por ejemplo, no logro nada. Y en los 20 años siguientes, a pesar de la defensa del clima y la legislación y progreso en la energía verde, hemos producido mas emisión que en los 20 años anteriores al Protocolo. Estados Unidos, Europa, Japón y Australia juntos son responsables del 61 por ciento de todos los contaminantes de efecto invernadero que la humanidad ha bombeado hasta ahora a la atmosfera. Si agregamos India, China y Rusia el aumento es del 85 por ciento. Los países económicamente mas pobres del mundo son responsables solo por el 15 por ciento de las emisiones globales de efecto invernadero y son trágicamente los que sufren los peores impactos del cambio climático. 

 

Los datos son claros... un gran numero de climatólogos dicen que para evitar el punto de no retorno la emisión de gases de efecto invernadero debe llegar a cero en los próximos 10 años... ¿como lograrlo si la energía verde continua emitiendo gases y, al mismo tiempo, no podemos vivir sin grandes cantidades de energía?   

 

Si nuestro proyecto de civilización colapsa por un tiempo o permanentemente, la Tierra seguirá su curso sin nosotros. Después de todo, nuestra urgencia con lidiar con el cambio climático no tiene nada que ver con “salvar el planeta”.

 

Winona LaDuke, una indígena del pueblo Anishinaabe, citando a los profetas de su tribu, dice que “hay un camino bien transitado, pero quemado. El otro, no muy transitado, todavía esta verde”. Los lideres políticos del mundo pos- industrial ya han elegido el camino quemado.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.