Sunday, December 30, 2018

Chamanismo deluziano



Sentado entre las fauces de la oscuridad y el tartamudeo intermitente del tambor el Filosofo viste el garbo del chaman y tienta al aprendiz con el "vértigo del simulacrum". La locura de los sentidos comienza... con la inversión platónica. Desorientado y lleno de temor, el aprendiz se agarra a "la decisión filosófica". El juego de la diferencia primaria es rechazado por el poder de lo mismo. La superioridad del original se inscribe en los cimientos de la identidad. La idea no es mas que lo que es y la imagen-copia es "juzgada" de acuerdo a su interna resemblanza con ella. La diferencia es amortiguada, subordinada y
solamente es concebible en relacion al fundamento.

Pero, es  en este preciso momento cuando los movimientos inesperados del chaman develan... y  sutilmente extraen... una categoría subversiva, agazapada en los intersticios de la "copia". En el intento de distinguir el original de la imagen Platón discrimina, aquí y allá, entre buena copia y simulacro, posibilitando con ello, el juego chamanico. El "simulacrum", huérfano de conexión interna con el "ideal", carece de identidad fija, hospedando identidades enmascaradas capaces de revelar infinitas dimensiones de devenires ilógicos, mundos en donde algo es simultáneamente mas grande y mas pequeño, mas joven y mas viejo, mas caliente y mas frío. Al no tener afiliación con la idea, el simulacro escapa a su dominación, poniendo en peligro al modelo y a la copia. La subversión anti-platónica comienza con la negación "de la primacía del original sobre la copia, del modelo sobre la imagen" y "la glorificación del reino del simulacro y la reflexión”.

La entrada al mundo del Filosofo-Shaman ha quedado abierta. Este es un mundo sin identidad previa y falto de similitud interior... un mundo lleno de paradojas, devenires "monstruosos", intensidades, singularidades nomadicas, visitaciones demoníacas y obscuros precursores que albergan el poder positivo de la afirmación. Es el mundo de la diferencia.

Cuando la nausea y el miedo amainaron, el chaman se puso su trinchera y su sombrero de fieltro y lentamente avanzo a través de las reflexiones y fantasmas danzarines hacia la estación del metro parisien, pacíficamente moviéndose dentro de ese evento conocido como Deleuze... Y, justo en el momento en que va a desaparecer, mira hacia atrás y con un tenue movimiento de la mano te invita a seguirlo... te atreverías ?... Los “flash back” son inevitables.

Ariel.
  

Sunday, December 23, 2018

Nota de violin


Tienes
Una nota
De
Violin
En
Tu solapa
Que
Se fugo
De
Una partitura
De
Amor.


Nieves

Sunday, December 16, 2018

El aroma del clima


El clima, al igual que la verdad,  esta ahí. Y contiene el aroma de algo que ya viene. O de algo que ya esta aquí. Tormenta tras tormenta, tornado tras tornado, incendio tras incendio cuentan la historia de una historia que amenaza con destruirse a si misma.  

La mercantilización del planeta es una amenaza existencial que puede llevar al colapso de la sociedad industrial y a la desaparición de la fauna marina y terrestre  de la cual dependemos. En tanto el mismo paradigma persista no habrá cambio sustantivo importante para preservar nuestra especie y evitar la Secta Extinción Masiva del planeta. Ya paso el tiempo de seguir ignorando nuestra responsabilidad en la violencia a la que sometemos a la naturaleza. La evidencia esta por todas partes. Sabemos cual es la causa... sabemos que esta ocurriendo... y compulsivamente continuamos haciendo lo mismo. La resolución ambiental se posterga a perpetuidad.

La verdad es que todos estamos metidos en  embrollos que hacen las alternativas y el cambio  extremadamente difícil porque estas son formas de dependencia que crean cadenas y series. Los mas obvios son los embrollos entre humanos, objeto de la filosofía política, las ciencias sociales y la critica política  que son  el ámbito de la representación, las normas, las leyes, los signos y el poder. Un caso ilustrativo de cómo operan estos embrollos es el estatus de los “sin papeles”, de los humanos sin documentos a diferencia del ciudadano. La categoría de indocumentado no es una determinación material, sino resultado de un significante que, a pesar de ser una  mera transformación  incorpórea, tiene profundas consecuencias materiales para la persona que cae en esta red de significantes que van a determinar que movimientos y que formas de vida le son posibles. Indocumentado no es una propiedad del individuo como su masa y, sin embargo, marca su destino. El significante “negro” funciono en las colonias del imperio europeo como un marcador semiótico que definió que tipo de trabajos podía tener, a que escuela podía asistir, a que restaurantes podía entrar, donde podía sentarse en la  locomoción colectiva,  etc. Nada físico prevenía a estos sujetos para actuar con estas cosas lo que indica que los  significantes “negro” o “inmigrante indocumentado” son  similares a una pieza de ajedrez. No hay nada en las propiedades físicas de una pieza de ajedrez que lo haga, por ejemplo, una torre. Su estatus como tal es una determinación semiótica y no el resultado de la madera con que esta hecho o de su figura. Si perdemos una torre siempre la podemos reemplazar  con una moneda o un anillo. Lo único que necesitamos es el acuerdo de los jugadores.

Los embrollos humanos, lo que Deleuze llama “ensamblajes colectivos de enunciación”, al no ser características de las cosas en si mismas, sino significantes o categorías en una cadena o serie en la que los  humanos  se encuentran atrapados,  pueden ser cambiados a través de lo que la academia llama “semiopolitica”, la disciplina que muestra que los significantes son construcciones arbitrarias  en donde no hay nada natural o divino en ellos que impida  construirlos de manera diferente.  El discurso norteamericano de lo políticamente correcto se basa en esta premisa. El ejercicio de la semiopolitica ha tenido un importante papel emancipatorio, pero irónicamente, a pesar de que una cadena significante puede ser alterada, la mayoría de las veces las cosas permanecen igual. Y esto porque la sociedad entendida como un ensamblaje de signos, comunicación, normas y significantes es demasiado estrecha. El cambio climático es paradigmático. Al nivel de la semiopolitica  tremendos esfuerzos se han desplegado tratando de persuadir a la gente de que el cambio climático causado por la actividad humana es real y hoy día son pocos los que seriamente lo niegan. En este sentido la semiopolitica ha sido bien efectiva. Mas y mas gente esta convencida de que algo debe hacerse antes de que sea demasiado tarde... y, sin embargo,  nada significativo ocurre.

Lo que esto  indica  es que hay otras formas de embrollos que nos atrapan, diferentes  de los ensamblajes colectivos de enunciación, como  la dependencia de los humanos en las cosas, de las cosas en las cosas y de las cosas en los humanos. A estos embrollos Deleuze y Guattari le llaman “ensamblajes mecánicos”.  En esta relación el poder se ejerce  en virtud de lo que ellas son y no de lo que ellas significan.  Para tener algún sentido de lo que estas cosas  son tenemos que familiarizarnos con estos objetos a través de una relación practica. No podemos aprender a tocar piano, por ejemplo, leyendo un libro. Tenemos que sentarnos frente a el y aprender como tocarlo.  La teoría perpetuamente tiende a pasar por alto estos ensamblajes mecánicos porque primariamente trata con conceptos y textos, legado de la filosofía occidental que se remonta a los diálogos de Platón que denigran el conocimiento practico. Y es aquí, al nivel de los ensamblajes mecánicos,  donde nos embrollamos nuevamente en nuestras respuestas al peligro del cambio climático. 

Al igual que en las relaciones entre humano y humano el ensamblaje mecánico  ocurre en series, cadenas o redes. Las cosas nunca existen solas, aisladas unas de otras, sino que crean alianzas entre ellas.  El filosofo norteamericano Levi Bryant ilustra el concepto con la clase media que abandona el centro de la ciudad y escapa al suburbio en donde una serie de dependencias de todo tipo emergen  aprisionándola  en cierta forma de vida que antes no tenía. Lo que se buscaba era el confort del espacio y las comodidades de una casa grande, pero la casa es parte de una red que la une a todo tipo de otras cosas necesarias para mantener el estilo de vida. En la ciudad se puede caminar al mercado, al trabajo, al colegio, a los amigos, al teatro, al café. En el suburbio todo esto se transforma en un problema, todo esta lejos y todo depende del automóvil si uno quiere lograr algo. Un complejo y basto  sistema energético se requiere para sostener esta forma de vida... y es así  como entramos en alianzas con redes eléctricas, carbón, petróleo, gas, minas, fracking, etc. El suburbio se transforma en una trampa que nos obliga a depender de todo tipo de cosas  que hace extremadamente difícil liberarnos  de ellas y que son justamente las  que causan el cambio climático. Al nivel de la semiopolitica es difícil  percibir estas relaciones que recuerdan al fetichismo de la mercancía del que hablaba  Marx.

Las relaciones al nivel del ensamblaje mecánico son dialécticas en el sentido que no solo nosotros dependemos de las cosas en todo tipo de formas, sino también necesitamos mantener estas cosas de las que dependemos. Las carreteras, los negocios, los autos, los aviones, los barcos, las casas, las computadoras, los campos de cultivo, los tractores, etc. etc. necesitan ser mantenidos.  Somos parte de un ensamblaje de cosas en donde  doblemente dependemos de ellas  y ellas dependen de nosotros... es decir, atrapados en un mundo que nosotros mismos hemos creado... ¿cómo salimos de este embrollo?  No hay una respuesta a priori de cómo podríamos desconstruir estas alianzas lo que obliga a inventar una. Estas son creaciones humanas, no fenómenos naturales, por lo que es posible cambiarlos. Para ello se necesita de un gran esfuerzo creativo y una tremenda voluntad colectiva. Esto es posible. Antes hemos salido de otras crisis.  El problema en estos momentos  es que la clase dirigente y la masa que la apoya no están a la altura de los tiempos.

 A pesar del capitalismo verde, la razón instrumental, la evaluación de riesgos, el manejo de recursos a corto plazo, aunque no queramos, están dando paso a una historia sin futuro. Inquietantemente sentimos que detrás de las tácticas climáticas, de los programas de adaptación, conservación y sostenibilidad se agazapan las nociones de ruptura, cesación e incomprensión... extinciones masivas, agotamiento de los recursos naturales, aceleración del cambio climático. Frente a todo esto continuamos enmarcando la vida en los mismos términos. La economía de consumo no se va a transformar. La esperanza de que todo va a cambiar es problematica. Nos acercamos, no al fin del mundo, sino a su lenta deterioración y declinación, a veces imperceptible, según relata la ciencia. La verdad es que los que hemos venido luchando por un mundo diferente estamos perdiendo... por ahora.  

El fin del sueño humano de que la realidad es significante solo para los humanos nos ha hecho mas conscientes de que hubo un tiempo, y habrá otro, sin seres humanos. La terrible ironía es que el mismo cerebro que nos llevo a la luna es el mismo que nos puede llevar a la autodestrucción. El poder mental que nos abrió el mundo es el mismo que nos aprisiono en un mundo antropomórfico que cada vez es mas cerrado. Nuestro derecho incuestionable a la vida en este planeta ha dejado de ser un articulo de fe. En el gran esquema de las cosas el fin del tiempo  humano es solo una mera contingencia. Microorganismos, insectos, plantas y seres marinos continuaran la cadena de la vida.


Nieves y Miro Fuenzalida

Monday, December 10, 2018

Do-re-mi-fa


Los sonidos
Del
Do-re-mi-fa
Musicalizan
Mi mente
Y
La cubren
De
Notas
Abstractas
Y
Aladas
Que
Danzan
En
Mi cuerpo
Arrugado
De
Tiempo.

Nieves.

Sunday, December 2, 2018

Arte y politica

 El arte y la política no siempre han existido. Afirmar lo contrario seria concebirlas  como sub specie aeternitatis, algo similar a la fantasía de las ideas platónicas cuya  existencia es anterior a la emergencia del mundo y el ser humano.  No, el arte y la política son, en realidad, entidades históricas, temporales y dinámicas que surgen en un momento  y cambian en otro.

¿Cómo podríamos entender este dinamismo y, al mismo tiempo, seguir hablando como si fueran las mismas entidades?  Una forma seria suponer que hay un núcleo invariante en el centro de los cambios históricos, cambios  que son  solo diferentes  ángulos de la misma entidad. En tanto  permanezca como un punto fijo de referencia, este núcleo o esencia invariable es lo que permite medir las alteraciones y compararlas a través del tiempo. El problema, sin embargo, es que si estas apariencias cambian con el tiempo no hay razón para presumir que esta supuesta esencia  no pueda  también cambiar. Incluso, en principio, estos fenómenos  pueden  desaparecer  o sufrir cambios significantes en el  tiempo lo que permite concluir que el arte y la política son practicas radicalmente históricas, carentes de naturaleza esencial o relación singular.  La pregunta clásica de que es arte, que es política y  cual es su relación  se vuelve obsoleta tan pronto como reconocemos que no hay una sola respuesta ontológica a estas interrogantes. La historia radical, según el filosofo francés Gabriel Rockhill, abre preguntas y campos de investigación fundamentalmente diferentes  al postular que no hay en realidad un punto de partida que claramente delimite estas entidades cuya relación única pueda ser definitivamente descrita. Siempre partimos, dice, desde el medio, desde nociones y practicas históricamente constituidas. Todo es histórico incluyendo nuestros conceptos y valores mas preciados. Esto, como podría creerse, no implica relativismo o reduccionismo  histórico. Radical se refiere a la disolución de objetos supuestamente naturales de la historia  y al papel dinámico que juegan las diferentes formas de agencia social.

La existencia de términos tales como arte y política sugiere, por supuesto, la idea de  que debe haber alguna cosa que corresponde a ellos. Si no podemos detallar las propiedades comunes que radican en el centro de estas palabras es porque, según se cree, todavía no hemos podido captar su verdadera esencia.  Esta presunción, sin embargo, es una ilusión. No hay una característica conceptual definitiva que unifique todos sus diferentes usos.  Para que esto fuera así la significación tendría que ser establecida transcendentalmente, es decir,  tendría que haber una cierta forma metafísica externa que garantice el significado. Esto no ocurre... las palabras no reciben su significado de un poder independiente de nosotros de tal manera que una investigación científica pudiera llevarse a cabo para determinar que significan realmente.  

A diferencia de estos términos transcendentales, las nociones o términos inmanentes son los que surgen a través de practicas socio históricas especificas, de matrices culturales distintivas que son negociadas y  renegociadas entre diferentes grupos sociales. El hecho de que estos términos  no sean unívocos, que no tengan limites estrictos no les impide funcionar en los discursos sociales. Es posible, por supuesto, darles una definición precisa en circunstancias particulares, definiciones que luego contribuyen a la formación de archivos sociales. Pero, estas  no son, de ninguna manera, definiciones necesarias.

 Además de estos dos últimos términos, habría que agregar  los conceptos intervencionistas que son los que buscan desplazar el orden establecido de la conceptualidad inmanente, los que intervienen en el status quo del uso discursivo. 

Vistos desde esta perspectiva radical los conceptos generales de arte y política no tienen una propiedad común que permita determinar de una vez por todas sus atributos esenciales o características definitivas. No hay, por ejemplo, una forma pura del concepto de arte moderno porque no hay una idea a priori de arte. Hay solo nociones inmanentes de practicas particulares que cambian a través del espacio y el tiempo.  En lugar de ideas transcendentes, hay varias nociones inmanentes de arte y política en conjunciones socio históricas siempre cambiantes. El concepto particular de arte europeo moderno, por ejemplo, de ninguna manera domina la totalidad de las actividades estéticas en nuestro época. No solo porque esta centrado en el mundo occidental, sino porque dentro de esta misma región geográfica hay también  otras capas de practicas artísticas que operan dentro de diferentes marcos sociales que quedan fuera de la Historia del Arte, excepto cuando son apropiadas por artistas famosos... tradiciones folklóricas, costumbres vernaculares, rituales indígenas, practicas atavisticas, grafitis, etc. 

La recepción de una obra de arte, entonces,  nunca se reduce a un mero encuentro inmediato. Siempre  es una experiencia organizada por marcos institucionales, mecanismos de exhibición, la industria turística,  narrativas históricas  especificas, etc. ... una compleja exhibición cultural que mediatiza la experiencia del trabajo artístico que indica que el arte es una practica social y que la obra no tiene un significado univoco. Lo que encontramos, en lugar de una relación causal entre dos entidades singulares, es un complejo entrelazamiento  entre la creación, la circulación y  la interpretación cuya  interacción  produce una variedad de consecuencias que se distribuyen a lo largo del campo social.  

En 1948 Jean-Paul Sartre planteo una pregunta retorica  en relación con el mural Guernica de Pablo Picasso... ¿hay alguien, dice, que crea que Guernica haya conquistado un solo corazón para la causa española?

El arte, se podría  decir, no es político por el mensaje y los sentimientos que proyecta en relación al orden del mundo. Tampoco es político por la manera en que representa las estructuras sociales, los conflictos o las identidades de grupos sociales.  Lo que esto sugiere es que la relación entre política y arte depende menos del trabajo artístico individual  y las estrategias políticas  y mucho mas de los  sistemas institucionales.  No hay obra de arte o política en si misma separadas de la producción material, la inscripción institucional, las luchas sociales o las negociaciones teoréticas. La practica social, ya sea artística o política, nunca esta rigurosamente determinada o absolutamente indeterminada... siempre contiene overdeterminacion, variabilidad causal, grados de determinación, etc. etc. La vida social del trabajo artístico siempre se despliega en intrincados encuentros  con numerosas y diferentes agencias.

Un ejemplo paradigmático de todo esto es la supuesta idea del surgimiento autónomo del Expresionismo Abstracto en Estados Unidos.  Según Serge Guilbaut  el suceso de la avant-garde en América  se debió no solo a consideraciones estéticas y estilísticas, sino también a la resonancia de los movimientos ideológicos de la época. Esta historia del desplazamiento del centro de gravedad artística de Paris a Nueva York solo puede ser escrita si la mediación entre factores sociales, económicos, culturales y simbólicos no son  eliminados. El papel del gobierno y la manipulación clandestina jugaron, en este caso, un rol bien importante.  En Abril de 1966 The New York Time publico una serie de artículos que exploran  el trabajo de la CIA en la promoción de falsas organizaciones  y  transferencia de fondos para financiar “The Congress for Cultural Freedom” y publicaciones, investigaciones académicas, programas de radio, centros de investigación y numerosas iniciativas culturales. En 1974 Eva Cockcroft examina el papel central  que el patrocinio privado jugo en el arte Americano mundial. Los museos, a diferencia de Europa, se desarrollaron primariamente como instituciones privadas. La influencia del modelo corporativo con un consejo de administradores compuesto de “prominentes ciudadanos” que controlan bancos y corporaciones y contribuyen en la formulación de la política exterior, son los que últimamente determinan las políticas del museo, emplean y despiden a los directores y a los que el  personal profesional  últimamente tienen que responder. Es este marco el que explica el papel del Museo de Arte Moderno en el financiamiento y promoción de una tendenciosa versión de la historia del arte dirigida a promover el “arte libre” de una supuesta libre sociedad. Las funciones  clandestinas de la CIA y las operaciones y programas internacionales del Museo del Arte Moderno, según Cockcroft, fueron similares en el intento de vender al resto del mundo los beneficios de la vida y el arte bajo el capitalismo. La relación entre El Museo del Arte Moderno y el Impresionismo Abstracto puede estar sujeta a cierto debate, pero el hecho bien establecido a través de testimonios directos de sus propios miembros y la publicación de documentos internos es el financiamiento de la CIA en la promoción de la cultura y arte norteamericano durante la guerra fría. Donde otros senadores de la época consideraban el Expresionismo Abstracto como la evidencia de una conspiración comunista, los mandarines de la cultura norteamericana detectaron una virtud contraria... una ideología específicamente anti comunista, una ideología de la libertad, de la libre empresa, no figurativa y políticamente silenciosa. La antítesis del realismo socialista.  La misión del Congreso por la Libertad Cultural dirigido por el agente secreto de la CIA, Michael Josselson, desde 1950 hasta 1967, era la de disuadir a la intelligentsia Europea de su fascinación con el marxismo y comunismo.  

La cosa es que si les gustaba o no, si lo sabían o no fueron pocos los escritores, poetas, artistas, científicos o críticos durante el periodo posterior a la segunda guerra mundial cuyos nombres no estuvieran de alguna manera ligados a la empresa encubierta del Congreso por la Libertad Cultural. En su presidencia honoraria, por ejemplo, figuraron nombres bien famosos... Bertrand Russel, Benedetto Croce, John Dewey, Karl Jasper y Jacques Maritain, entre otros. Theodor Adorno, teórico de la escuela de Frankfurt, es conocido por su condenación de la literatura comprometida y su defensa de la autonomía estética. En uno de sus ensayos criticó duramente a Georg Lukács por su apoyo al realismo soviético al que el opone la autonomía del arte. En una de esas  irónicas vueltas  de la vida  el ensayo fue publicado en Der Monat que era una revista creada por la Armada Norteamericana en la Alemania Occidental  y financiada por la CIA.  Lo que Adorno no logro ver es que la autonomía no es autónoma y  que, de alguna manera, no esta separada de la dinámica sociopolítica. El concepto mismo de autonomía estaba integrado en la agenda de la Guerra Fría del servicio secreto de EEUU.

 Las discrepancias entre el congreso y la CIA ilustra el hecho de que la política gubernamental no funciona como una institución monolítica,  sino como el campo en donde compiten diferentes agendas... museos, gallerías, curadores, coleccionistas de arte, el mercado, críticos, historiadores, teóricos, instituciones  gubernamentales  mas   el aparato artístico y literario... publicaciones, documentales, lecturas, cursos, etc.  que a través del tiempo entran en  intrincadas negociaciones que son  irreducibles a los dualismos de determinismo y libertad, establishment y anti establishment, a pesar de que, en ciertas circunstancias, puede haber unificación hegemónica y complicidad ideológica. 

 No hay arte o política en general, ni tampoco una relación singular entre ellos. Estos son fenómenos históricos constituidos por practicas sociales inmanentes que derivan en  luchas sociales.


Nieves y Miro Fuenzalida.