Friday, November 27, 2015

El desafío ecológico.



Que ganaremos con la  próxima  reunión  en Paris sobre el cambio climático?  Por los últimos 20 años,  y después de 90  reuniones,  las agencias intergubernamentales de las NU  encargadas de prevenir los peligros del cambio climático no han logrado alcanzar ningún progreso significativo y las cosas siguen  empeorando.  Los lideres del mundo están fracasando rotundamente en responder al desafío ecológico. Los datos preliminares muestran que en el 2013 la emisión de  dióxido de carbono fue 61% mas alta que en 1990.  De acuerdo con el Banco Mundial al final de la centuria  el mundo tendrá  4 grados mas que hoy.  Con esa temperatura   la adaptación humana  no es segura.

Todos sabemos, o por lo menos tenemos la sospecha,  de que el calentamiento de la Tierra es una amenaza mortal para la humanidad.  También   sabemos, o por lo menos  tenemos la sospecha, que hay formas de aminorar la crisis  ¿Por qué, entonces, no lo hacemos?  Porque significaría cambiar nuestras creencias acerca del lugar que ocupamos en el mundo, la forma en que funciona el sistema económico,  las cosas que consumimos, la forma en que vivimos y los fines que perseguimos.  Cosa nada  fácil  especialmente cuando  las  Mega Corporaciones rigen el mundo.

Lo que podría salvarnos  entra en directa contradicción con la ideología del neocapitalismo. Las acciones necesarias  para evitar o disminuir la catástrofe humana ponen en peligro el poder de la pequeña elite que controla la economía, el proceso político y los medios profesionales de comunicación.  Los  pilares que  facilitan  este poder son la privatización de la esfera publica,  la desregularización  del sector corporativo y la disminución de  sus impuestos… Pensemos solo un momento... ¿cómo un gobierno podría invertir masivamente en  infraestructura y servicios públicos con cero emisión de dióxido de carbón  cuando la esfera publica ha sido desmantelada? ¿O como podríamos regular, penalizar  e imponerles mayores impuestos a las compañías de petróleo cuando esas medidas son consideradas  interferencias estatales? ¿Cómo el sector de la energía renovable podría recibir el apoyo y protección necesaria para reemplazar la energía fosilizada cuando el “proteccionismo” es comunismo?   El mercado, dejado a su suerte, no resolverá el problema.

Como muestra Naomi Klein en su ultima publicación los números son  impresionantes. En 1990, cuando  el proyecto de globalización se orienta hacia su madurez,  la emisión mundial ha aumentado un promedio de 1% al año. En el 2000, con los mercados emergentes como China, la emisión alcanzo 3.4% al año. El rápido crecimiento ha continuado hasta nuestros días, interrumpido brevemente por la crisis financiera del 2009.   Y esta emisión  no podría haber sido diferente si consideramos la exportación masiva de productos a través de vastas distancias, quemando carbón durante todo el viaje, y la imposición  de un modelo de producción basado en el derroche y consumo. La liberación de la energía fosilizada  que ha acelerado este proceso y la dramática aceleración de la liberación de las capas de hielo del Artico son las dos caras de una misma moneda. El triunfo del capitalismo contiene un conflicto fundamental… crecer o morir. Si crece, destruye el sistema ecológico del cual depende la existencia humana. Si no crece, el sistema fracasa.  La economía capitalista esta en directa contradicción con  las formas de vida terrestre, incluyendo la nuestra.  El capitalismo requiere expandir constantemente la producción y el consumo que solo es posible a través de la explotación de los recursos naturales del planeta que a largo plazo es insostenible. La elección con la que nos quedamos es clara… permitimos que el cambio climático cambie  nuestro mundo o cambiamos  la economía para evitar el fin de la historia. Por el momento,  la lógica del mercado va ganando  en contra de la lógica de la naturaleza.

Lo que el clima necesita es la disminución del uso de los recursos naturales que solo solo puede ser posible  con un modelo económico diferente.  A pesar de que por las ultimas décadas se ha venido hablando de un desarrollo sostenible, la verdad es que no ha habido un intento serio en esa dirección, porque reducir el consumo en las naciones ricas es una herejía.  Un desarrollo sostenible requiere de una dramática reducción de la producción y consumo  que fundamentalmente contradice el capitalismo.

Según las Naciones Unidas cuando el Índice de Desarrollo Humano de las NU se combina con la huella ecológica de 182 naciones solo un país tiene una economía genuinamente sostenible. Ese país es Cuba.  El único país en el mundo que satisface las necesidades básicas (alimento, habitación, salud y educación) de todos sus ciudadanos de una manera ecológicamente sostenible.

De acuerdo a (http://www.footprintnetwork.org/en/index.php/GFN/page/living_planet_report_2014_facts/)  “ Living Planet Report”  del 2014,  la cantidad de tierra productiva disponible para cada persona en el planeta para vivir de una manera ecológicamente sostenible es de 1.7 hectáreas globales.  El Indice de Desarrollo Humano contiene cuatro  categorías de desarrollo humano… muy alto, alto, mediano y bajo que están determinados por los indicadores de una nación relacionados con la esperanza de vida, educación, salud y estándar de vida. Para lograr desarrollo sostenible la huella ecológica  per cápita de un país no puede exceder 1.7 hectáreas globales y su desarrollo humano debe estar en la categoría de alto o muy alto, lo que equivale a un índice de desarrollo humano de un valor sobre 0.7. Cuba es la única nación que ha logrado ambos objetivos, con una huella ecológica per cápita de 1.6 hectáreas globales  y muy alto desarrollo humano con un índice de un valor de 0.815 (44 en el mundo).

Las otras naciones logran uno u otro objetivo, pero no ambos. Las naciones ricas califican muy alto en el índice de desarrollo humano, pero tienen una huella ecológica  que excede largamente la sostenibilidad de 1.7 hectáreas globales. La de  EEUU es 6.8 y la de Canadá, 6.6, por ejemplo. Las naciones pobres mantiene una huella ecológica por debajo de 1.7 hectáreas, pero califica como “bajos” en el índice de desarrollo humano. Angola, por ejemplo, tiene una huella ecológica de 0.9, pero en el índice de desarrollo humano tiene solo un valor de  0.526 (149 en el mundo) El alto estándar de las naciones ricas se logra consumiendo la parte de recursos de los otros seres humanos. Angola tiene petróleo y los grandes beneficiarios son las compañías y consumidores del occidente. La esperanza de vida  en el país es de 51 años y solo reciben 4.7 años  de educación y la mitad del país vive en la pobreza.

Para lograr un desarrollo sostenible para todo el mundo, las naciones ricas tienen que reducir la huella ecológica  a 1.7 hectáreas globales. Si consideramos que la huella de EEUU es de 6.8 hectáreas, no hay  manera que esto pueda lograrse convenciendo a la gente  que disminuya el consumo. Mientras puedan costearlo, no lo harán ¿Cómo lo logro Cuba?... la dramática transformación se produjo en los años  90s cuando perdió su principal  aliado y suministrador de petróleo. Esto les obligo, si querían cumplir con la demanda de la satisfacción de las necesidades básicas, a  cambiar  la industria agricultural  de gran escala por pequeñas granjas orgánicas. 85% de la producción agrícola es ahora orgánica y no hay plantas de engorde animal. Hay solo una pequeña cantidad de automóviles privados en favor del uso de transportación publica. Y el país tiene un bajo consumo de muebles, ropa, zapatos y electrodomésticos porque estos artículos son reparados y rehusados para extender su vida útil en lugar de botarlos. Los cubanos no disfrutan del estilo de vida y el lujo materialista  de las naciones ricas, pero tampoco viven en la pobreza, miseria y  mortalidad  que afecta a los países del hemisferio sur dominados  por las estructuras capitalistas.  Esta es la razón, y no la cuestión de la democracia, que Cuba, para las corporaciones,  es un anatema  porque sus ganancias dependen del consumo y  la explotación de los sistemas ecológicos.

El problema para los defensores del desarrollo sostenible es que este estilo de vida no es nada de atractivo para el mundo consumidor. No hay norteamericano o europeo  o chino  que vaya a  querer vivir como los cubanos. Y, hoy día, con la llegada de los yanquis, tal vez los cubanos tampoco.  

¿Cómo, entonces, se puede lograr sostenibilidad sin reducir dramáticamente los niveles de consumo? El problema, si no queremos auto engañarnos,  es que no se puede.  La promesa del mercado de que la solución técnica esta a la vuelta  de la esquina  es una pura ilusión. La sostenibilidad contradice la lógica que impulsa el sistema capitalista ¿Qué elección nos queda, entonces?   Enfocarnos en la cualidad de vida en lugar de medir la felicidad por el consumo. Cambiar los modelos de pensamiento. Imaginar otro mundo social. El problema  es que  no hay receta  para lograrlo… ¿Entonces, que  hacemos? 

Resistir.  Y la resistencia incluye  los movimiento de grupos  que adoptan una dinámica  que no tiene cabida  dentro de la cultura capitalista, como las acciones ambientales directas, las protestas  en contra de la cultura dominante, los bloqueos y sabotajes de grupos indígenas, trabajadores,  anarquistas y otros activistas.  Estos levantamientos masivos son la fuente de fricción que  disminuye la velocidad de la maquina económica  que pareciera empezar a correr fuera de control. Según Brad Werner, investigador de sistemas complejos, los movimientos sociales del pasado muestran que tienen una tremenda influencia en como la cultura dominante evoluciona. Si pensamos en el futuro de la tierra, dice,  tenemos que incluir la resistencia como parte de esta dinámica.  Y esto no es una cuestión de opinión, sino, realmente , un problema geofísico. La explosión de un movimiento masivo puede ser la respuesta. El cambio climático puede ser la fuerza que una a todos aquellos que todavía luchan por  la justicia social… Nadie sabe cuando esto pueda ocurrir, si es que ocurra, dada la fragmentación de la vida posmoderna.  La esperanza es que históricamente estas explosiones han ocurrido. Los registros no mienten y dicen que la emisión de gases ha aumentado.  No queda mucho tiempo. Esta es la ultima década según el consenso científico.  Solo la exigencia de una “década cero” podría cambiar todo.

Nieves y Miro Fuenzalida.
























  

Monday, November 23, 2015

El Payaso.

Lo vi venir
desde lejos
a través
de
cortinas
de
encajes blancos
de
nieve
con
sus grandes zapatos
de color amarillo
y
cordones rosados,
con
su cabellera ensortijada
en rojo,
con
su paraguas
de
globos violetas
y
con
su bicicleta
de
ruedas desinfladas
y
cuadradas.
Le sonreí asustada.
Me regalo
una amapola azul.
Desapareció
Desde esa vez
lo busco
en
las estrechas calles
de mi cerebro.

Nieves

Friday, November 20, 2015

Paris... nuevamente.

 Cada vez que los terroristas logran matar a un gran numero de civiles la Nación y los medios de comunicación  despliegan  la misma rutina, siempre y cuando las víctimas pertenezcan  al mundo civilizado.  El resto son solo estadísticas.  Primero, la conmoción de los medios  cuando llega a la escena de la tragedia. Si hay suficientes víctimas habla Obama con la actitud de un juez moral condenando los hechos… ¿cuántas veces los ha condenado sin que nada pase?... Luego  viene el recuento, segundo a segundo, de lo que esta pasando, con especial  enfoque en las fuerzas de seguridad. Testigos dan cuenta del caos y el pánico. Expertos en terrorismo y seguridad nacional nos iluminan con su sabiduría que, en el fondo,  consiste en una misma narrativa  que nadie contradice. Al día siguiente  los programas están llenos de héroes del momento que se transforman en el orgullo nacional.  El sitio del ataque se llena de flores, velas  y fotografías de las victimas.  Las  ceremonias religiosas se transmiten por televisión.  Las banderas a media asta y  el jefe de Estado habla a la Nación  y define el ataque como un asalto al mundo libre y civilizado. Los valores de la Nación serán defendidos  y los culpables,  perseguidos y destruidos.  La Nación se mantiene fuerte y desafiante, a pesar de que cada ruido produce una estampida. 

¿Qué es lo que causa  estos ataques? El gobierno y los medios de comunicación no nos van a ayudar a entender que esta pasando.  Ambos están patrocinados por compañías de petróleo y contratista de  armas. El asunto es que cuando el terror es una vía de doble transito  no es extraño que hayan contragolpes.  Incluso la CIA habla de “predictable and consequent blowback “. No debiéramos sorprendernos  del olvido selectivo de la historia… ¿No hay un  escalofriante parecido entre el nacimiento de Pol Pot en Cambodia y la evolución de  ISIS  en el Medio Oriente?   En su comienzo el Pol Pot  también era una secta  despiadada y  pre moderna. Y, ellos también fueron el producto del terror norteamericano en el Asia, en el siglo pasado.  Como dice  John Pilger  este era  un pequeño movimiento de no mas de cinco mil guerrilleros pobremente alimentados y armados con una incierta estrategia y táctica y lideres sin una clara visión. Pero, la “Operation Menu”, ordenada por Nixon y Kissinger, cambio todo esto. Los bombarderos B-52 aplanaron pueblo tras pueblo, dejando 600 mil  cadáveres en los campos de Cambodia, de acuerdo  con “A Finnish Government  Commission of Inquiry” . Este fue el primer paso en la década del genocidio que luego Pol Pot, el beneficiario, completo. Con el bombardeo norteamericano, Khmer Rouge se transformo en un formidable ejercito de 200 mil combatientes… ¿No hay aquí un parecido con ISIS? Bush y Blair ordenaron la invasión a Irak en el 2013 que causo la muerte de aproximadamente 700 mil seres humanos en un país sin tradición de “yihadismo”. Suní y Shai tenían diferencias sectarias, pero por la mayor parte vivían en paz y el matrimonio mixto era bastante común.  Los norteamericanos e ingleses hicieron añicos todo esto. Al-Qaeda renace después del golpe sufrido en Afganistán. ISIS es la respuesta a EEUU,  Londres y Paris  que han cometido un verdadero crimen  en contra de la humanidad. ISIS es el terror que se fusiona con el  terror occidental. Un estudio de la Fundación para Niños de las Naciones Unidas encontró que entre 1991 y 1998 , el periodo del bloqueo a Irak, hubieron 500 mil muertes en “exceso”  de niños bajo los cinco años  de edad. En “exceso” significa que, debido al bloqueo, ellos no tuvieron acceso a vacunas ni medicamentos que podrían haberles salvado la vida.

El terror en contra de los musulmanes es bueno. El terror en contra del mundo libre es malo. El occidente no puede tener este doble estándar. No puede apoyar a Arabia Saudita, Qatar y Turquía, que  financian  o facilitan el movimiento de ISIS , y, al mismo tiempo, decir que están combatiendo a ISIS.

La identidad algeriana de uno de los terroristas trae de vuelta la horrible herencia de la guerra colonial en Algeria.  La  actual muerte de 129 victimas inocentes es la peor atrocidad que haya ocurrido en Paris desde la segunda guerra mundial, según dicen  los medios de información.  Y, ciertamente,  fue una atrocidad. Lo que no mencionan, sin embargo,  es la masacre de Paris en 1961 que dejo hasta 200 algaréanos muertos que participaban pacíficamente en una marcha ilegal en contra de  la guerra colonial francesa. La mayoría fueron muertos por la policía francesa, otros torturados en el “Palais des Sports” y sus cuerpos lanzados al Sena. La policía admitió solo 40 muertos.  Olvidando su historia colonial, Francia se  imagina  a si  misma  como la luz de la libertad y la fraternidad. Por supuesto, una guerra que ocurrió cinco décadas atrás no explica la masacre de Paris. Pero es un contexto sin el cual cualquier explicación  va a carecer de sentido.  La destrucción del régimen de Siria,  por largo tiempo, ha sido un objetivo del gobierno francés.  Cuando las tropas  del ejercito Sirio perdieron Palmira en Mayo después de luchar en contra  de ISIS, EEUU y Francia podrían haber destruido los convoyes  desde el aire con sus  bombarderos.  Tenían la capacidad y el poder para hacerlo. El deseo de derrotar a Assad, sin embargo, fue mas importante que detener a ISIS.  Ahora el gobierno francés  dice que atacaron a la capital de Raqqa 20 veces.  Revancha por el asesinato de los ciudadanos parisienses…  ¿por que no lo hicieron antes? 

ISIS es un movimiento fanático, creyentes en busca del martirio, ejecutantes e instrumentos de la voluntad de Dios. Desafían a los invasores imperialistas y al mismo tiempo replantean la prioridad de la autoridad religiosa en contra del secularismo en el gobierno de las naciones. Lo que ellos quieren  es lo opuesto a una política progresista. No se pueden tomar sus amenazas a la ligera. Sus códigos ultra  reaccionarios los imponen por la fuerza con un extremismo sádico que no puede tener cabida en ningún proyecto de justicia social.

EEUU, Francia e Inglaterra discuten en el G20   quien  va a presidir el cambio de régimen  en Siria y  que figura decorativa lo va a reemplazar. Putin, por otro lado, encabeza el “eje de la resistencia”  abriéndose camino a bombazos para ocupar un lugar en la mesa de discusiones  de la que había sido excluido. La rivalidad no ha desaparecido, pero eso, por ahora, pareciera no ser obstáculo para llegar a algún tipo de arreglo… ¿Qué será?  ¿”Cambio de régimen” o “sobrevivencia de régimen” en Siria? Después de todo lo visto uno podría preguntarse… ¿serán capaces de traer algo mas que caos y barbarismo? Bombardear ISIS,  dispersarlo y arreglar el estado de seguridad  en Damasco… ¿no es  fortalecer  las condiciones  subyacentes  que aumentan el terror, los refugiados,  la guerra y la muerte?   

Además de la nueva repartición  de Siria que los poderes del mundo están negociando, también  están discutiendo cómo controlar el caos  en  esta parte del mundo, parte  que ha sido el lugar de encuentro de las  fuerzas imperialista en competencia por controlar la región por mas de una centuria. Una región en la que ellos creen tener el derecho a decidir su destino. Y mientras crean tener ese derecho…  ¿Cómo la región podría recuperar su autonomía?  La sabiduría en las relaciones internacionales  raramente  ha sido el fuerte del Occidente… no hay muchos indicios de que esta vez va a ser  diferente.   Al parecer, esta es una trampa sin salida, a lo menos, por ahora.

Nieves y Miro Fuenzalida.


  

Monday, November 16, 2015

Lluvia y misiles.


Princesa-Ardilla mía,
no te puedo prometer
un mundo nuevo,
solo este,
marcado
por la lluvia
y

por misiles.

Nieves

Friday, November 13, 2015

La ecologia del miedo.


 El cuadro que el Apocalipsis ecológico nos  pinta  es el de un mundo  sin  agua, tempestades y huracanes monstruosos, sequías, inundaciones, disminución de los hielos polares, perdida  de la biodiversidad, enfermedades, guerras por recursos naturales, temperaturas extremas, emigraciones masivas, etc. etc. etec.Independientemente de los diferentes puntos de vista que cada uno tenga acerca de la Naturaleza el consenso empieza a surgir acerca de la gravedad de las condiciones ambientales y la precariedad del equilibrio  socio ecológico. Muy pocos son los que hoy niegan que el calentamiento del planeta producido por  los cambios en la composición  atmosférica que acompañan el aumento del CO2 y otros gases atmosféricos es en gran medida causado por  la actividad  humana. El uso de energía fosilizada (petróleo, gas, carbón) y la desaparición de los bosques y las selvas tropicales  que capturan el CO2 son cuestiones de hecho. Compañías de petróleo, eco activistas, políticos de diferentes colores, científicos, líderes de negocios  y, junto con ellos, las Naciones Unidas se unen en la cruzada para salvar el planeta y la especie humana. Y en esta cruzada,  las cuestiones de hecho rápidamente se traducen en una narrativa ecológica en la que el miedo despertado por el espectro de la devastación y aniquilación ecológica  se transforma en el punto nodal con  que ella se teje.
    
¿Cuál es el problema con este discurso ambientalista que ha sido incapaz de transformarse en un movimiento masivo y auténticamente renovador? Según el profesor Erik Swyngedouw la imaginación apocalíptica  es extraordinariamente poderosa en desplazar o encubrir los conflictos y contradicciones sociales y en evitar la movilización política. En esta visión el cambio climático se presenta como una causa humanitaria global, cuidadosamente despolitizada, carente de trayectorias alternativas, de articulaciones de programas políticos específicos o de proyectos ecológicos revolucionarios. Es la movilización sin cuestionamiento político. Solo hay  que  asegurarse que las transformaciones  tecnológicas y socio culturales que se necesitan para recalibrar el clima se den dentro del horizonte del orden capitalista que se ubica mas allá de toda discusión.  Tenemos que cambiar radicalmente, pero dentro de los límites del sistema  para que  nada cambie. El peligro de dimensiones épicas que enfrentamos afecta no solo  a unos pocos sino a todos por igual por lo que se requiere de una acción humana global, de una colaboración y cooperación mutua.  

 La noción de la humanidad, la de un sujeto humano global es una ficción porque nos presenta  actores políticos sin tensiones, contradicciones o conflictos  internos que niega la heterogeneidad y el antagonismo radical que configura a todo sujeto político real. Es esta contradicción interna,  el reconocimiento de campos sociales con deseos e intereses  sociales, políticos, económicos  y ecológicos  opuestos  lo que justamente constituye el ambito politico democrático.  Su desconocimiento evita cuestionar a la clase dirigente y el papel de la llamada humanidad  queda reducido, no a la transformación del orden socio ecológico existente, sino solo a pedirles a los líderes que implementen acciones para que básicamente la vida pueda continuar como antes. En el fondo, el movimiento ambientalista  es reaccionario, apolítico y  apartidista. Los lideres políticos responden al llamado de la humanidad y les asegura que el capitalismo puede resolver el problema climático corrigiendo el que ha producido en los últimos doscientos anos con el desarrollo de una serie de invenciones tecno ecológicas y medidas  administrativas extraordinarias.  El problema ambiental, dentro de este marco, no crea una nueva visión. Solo crea la ilusión de que nos movemos para luego quedarnos en el mismo lugar. El supuesto es que el clima y el capital se pueden  salvar cancelando la  emisión de CO2  con la ayuda de la energía nuclear  y el desarrollo de nuevas tecnologías ¿Podríamos decir, honestamente, que este proyecto es capaz de elevar nuestras expectativas por una sociedad  ecológicamente mejor?

El discurso del consenso, y el cambio climático estructurado en torno a la ecología del miedo es parte de este discurso,  niega la acción política como tal  y la reemplaza  por  una logica administrativa en donde las decisiones, cada vez más, son consideradas una cuestión de expertos que se ubican  fuera del ambito político. El confrontamiento ideológico,  la divergencia y la lucha de clases son reemplazados por  una planificación tecno administrativa que desplaza los conflictos  y el desacuerdo al ambito del manejo consensual de los problemas. Las elecciones políticas, la confrontación de visiones opuestas o los proyectos de un orden social diferente se anulan como objetivos democráticos  y son reemplazados por la administración de lo posible que se da dentro de las relaciones mercantiles existentes.  La característica clave del consenso es la anulación del disentimiento, en otras palabras, el acuerdo sin separar o dividir. El resultado es un mundo que elude o reprime la elección, la confrontación pública y la libertad que no es parte del consenso. Un arreglo en donde las organizaciones, los sindicatos, los partidos populares, la juntas de vecinos, las federaciones de estudiantes son disminuidos o reemplazadas por instituciones estatales, expertos, NGOs, grupos de intereses y organizaciones de caridad que operan como fuerzas responsables que respetan y sostienen el capitalismo neoliberal. Las discusiones  y disputas son reconocidas como derechos democráticos siempre y cuando no cuestionen el marco vigente.  El desacuerdo  radical, la crítica revolucionaria y los conflictos de clase  han sido erradicados de la arena política y relegados al ambito del terrorismo, la criminalidad  y la violencia ilegal.

Es la aceptación de este contexto lo que explica que el movimiento ambientalista en la última década haya reemplazado la política de la acción organizada, del desacuerdo radical y de las  visiones sociales alternativas por su participación en la negociación de políticas ambientales.  Alguien podría preguntar…Bueno… ¿Y que hay de malo en ello? La negociación del consenso descansa en la idea de que los problemas sociales y ecológicos que hoy vivimos son efectos colaterales externos y no algo inherente a  relaciones económicas capitalistas. La humanidad y la naturaleza  se elevan al nivel de lo universal cerrando el espacio que permitiría el reclamo a la universalización de grupos, clases y ambientes particulares. El enemigo o el obstáculo que continuamente nos amenaza es innombrable, vacío, difuso y externo y solo puede ser manejado por el dialogo consensual despolitizado dentro de un orden socio ecológico para el cual no hay alternativa real.

El movimiento ambientalista se ha transformado en un movimiento radicalmente reaccionario que le ha dado vuelta la espalda a otras posibilidades socio ambientales o a otros  ensamblajes humanos alternativos.  La idea de retornar a una naturaleza harmónica  sin modificar el orden capitalista es un proyecto  neoliberal que solo constituye una ficción particular.  Necesitamos diferentes historias y ficciones capaces de comprometer y movilizar a los pueblos para su realización. El debate del clima es la oportunidad que tenemos para  transformarlo en un debate acerca de la democracia y su significado. Esta debe recuperarse como el terreno en que se expresan las contradicciones, los conflictos y desacuerdos desde los  cuales puedan surgir otros mundos.


Nieves y Miro Fuenzalida.