Sunday, May 27, 2018

Los sombreros de los arboles.



El viento,
Furioso
Y
Enojado,
Vuela
Los ultimos
Sombreros amarillos
De
Los arboles
Dejando
Ver
Las calvicies
De
Sus ramas.

Nieves.

Sunday, May 20, 2018

El estado secular y sus enemigos.

Los fundamentalistas religiosos parecieran  estar dispuestos a  probar la tesis del “Choque de civilizaciones”,  o choque de religiones, que los estudiosos de la política internacional rechazan. Fuera de los círculos académicos  sin embargo, un pequeño  grupo de historiadores  han empezado   a reconocer su influencia creciente (“La revancha de Dios”, "La desecularizacion del mundo”, “La religión publica en el mundo moderno”, etc.)

Formando parte del sistema internacional hay una estructura secularizada que surgió en respuesta a las luchas calamitosas entre la autoridad espiritual y la temporal. Esta estructura  probo ser una solución a esta lucha que distinguio claramente estos dos tipos de autoridad.  Es este fenómeno el que todavia configura la estructura internacional y es conocido como la síntesis de Westphalia de 1648.  Solo a partir de esta momento la religión deja de ser la causa principal de guerras en Europa, con excepción de Irlanda del Norte y Yugoslavia en el siglo XX. Después de Westphalia la religión ocupo un papel mayor solo en tres guerras, todas ellas entre europeos y musulmanes.

 Dirigentes de organizaciones internacionales, personeros estatales, académicos sociales o cualquiera relacionado con guerras, comercio u otros negocios entre naciones han venido considerando la autoridad de esta estructura internacional como algo dado.

Si aceptamos que  la religión es un conjunto de creencias acerca del último fundamento de la existencia, lo que es incondicionado, no creado o causado y las comunidades y practicas que se forman alrededor de estas creencias, entonces la secularización es la declinación de las diferentes formas y grados que tienen relacion con este compromiso religioso. La forma primaria de secularización es la erosión de las creencias  en una divinidad o Dios y sus practicas. Es el rechazo de la religión. Una noción menos restrictiva es la que tiene relacion con  las prácticas políticas. Secularización es diferenciación. Un proceso a través del cual cada sector se hace mas especializado. En el campo político la religión interactúa menos estrechamente con las instituciones gubernamentales, como fue en el pasado. Las constituciones explícitamente liberan al individuo de la lealtad a Dios. Las ideologías políticas (marxismo, liberalismo, fascismo, nacionalismo) junto con las leyes, instituciones y organismos internacionales  desarrollan propósitos  que tienen muy poco que ver con la religión. Lo temporal se distingue de lo espiritual, la política de la religión. Este estado de cosas que, en mayor o menor medida ha funcionado hasta el día de hoy, empieza a ser atacado de manera sistematica.

Durante las tres centurias siguientes a la síntesis de Westphalia  África, Asia, El Medio Oriente y América fueron colonizadas para luego revelarse en contra de este imperialismo al conquistar la independencia basada en la idea de la nación  que heredaron  de los conquistadores. El resultado fue la expansión global de la síntesis de Westphalia que hace al Estado soberano la única forma de autoridad política.  La motivación política es el poder y la seguridad en un ambiente anárquico y la cooperación ocurre  solo cuando ciertas condiciones están presentes. Liberales, marxistas, constructivistas y pos modernistas, por mucho que disientan entre ellos, se desvían muy poco de las presunciones seculares. La tesis secular confia en que en la medida en que la industrialización, la urbanización, la racionalización y la ciencia continúen su desarrollo la secularización se extenderá a todos los dominios de la vida.   

La cosa, sin mbargo, es que un creciente numero de analistas han venido descubriendo que, de hecho, las practicas, creencias y fines religiosos no han declinado (Peter Bergen, Rodney Stark…) y que las organizaciones religiosas han aumentado su poder para influir el debate publico y las políticas gubernamentales (India, El Medio Oriente, EEUU, Israel, Rusia, América Latina) y  ejercer una influencia transnacional en la política de los Estados foráneos. (La Iglesia católica lo hace  en Polonia, Portugal, Filipinas, España y América Latina. Las organizaciones islámicas como la Hermandad Musulmana, Hezbola y Hamas proveen servicios sociales en varias naciones creando seguidores leales capaces de articular la política islámica a través de la violencia) Y, mas aun, la religión configura, no solo la política de estado, sino, también, su constitución misma, transformándose en  “estado de derecho”  (Desde la resurgencia islámica la ley “sharia” se ha transformado en ley publica en Irán, Sudan, Arabia Saudita, Pakistán, Malasia y gran parte de Nigeria).

Dentro del espectrum teológico político del islamismo es posible distinguir, primero, a los Estatistas que consideran  al Islam como una importante fuente de identidad nacional por un lado y por otro como un impedimento a la modernización e integración nacional. El centro es ocupado por el islamismo internacional que, aceptando  al Estado nacional musulmán, afirman obligaciones pan islámicas que transcienden el interés de los estados individuales. Y al otro extremo del espectrum esta el islamismo cosmopolita que sostiene que la soberanía y los límites estatales son remanentes del imperialismo europeo. Su figura emblemática ha sido el fallecido Ayatollah Khomeini. 

Esta posición surge como resultado de una crítica interna que ve al islamismo alejado de su verdadero significado debido a la influencia de la corrupción occidental. Los Estados y el Orden Internacional se guían por el secularismo y la religión es erróneamente confinada a la esfera privada. En contra de este mal es necesaria la declaración de la guerra sagrada (jihad). Los primeros en articular esta perspectiva formaban parte de la tradición Sunni en la primera mitad del siglo XX. Hasta los finales de los 70 su influencia fue mínima en comparación con el Nacionalismo secularizado Pan Arábigo. Hoy dia la situacion es la inversa. El islamismo radical de al-Qaeda e ISIS ha tomado su lugar.

 El último gol del radicalismo fundamentalista es la islamizacion del  orden internacional, el reemplazo del orden secular por el orden divino, la Nación Estado por el sistema islámico, la democracia por la noción islámica de consulta, la ley positiva y la legislación humana por “sharia” y el gobierno laico por el orden de Dios. Exactamente que forma de política internacional surgirá de esto es ambiguo.

Es la segunda generación del radicalismo fundamentalista, desilusionada por la falta de éxitos, la que empieza  a promover la violencia.  (M.S.Faraj, islamista egipcio, declara que “los ídolos del mundo solo pueden desaparecer a través el poder de la espada”). La critica teológica  del mundo moderno, el llamado al ataque violento del orden secular internacional y  de EEUU   como  el enemigo primario se unen en el movimiento al-Qaeda  e ISIS que, a diferencia de otras corrientes islámicas, profundizan el ataque a la síntesis de Westphalia al proclamar como gol el establecimiento de un Califato pan Arábigo a través del mundo.

Lo distintivo en estos grupos es que están definidos, constituidos y motivados por creencias religiosas acerca del último fundamento de la existencia. A partir de estas creencias construyen una política teológica y una critica social que mide la distancia entre la teología y las condiciones sociales contemporáneas para prescribir acciones. Tales creencias constituyen redes de influencia global  y motivan acciones que llaman a cuestionar la secularización de las relaciones internacionales,  en la teoría y en la práctica

El argumento que afirma el papel independiente  de la teología política, su influencia en  la  formación del radicalismo islámico y su perseverancia a través de generaciones siempre ha sido puesto en duda por las posiciones reduccionistas que consideran las ideas como producto de fuerzas o estructuras materiales, de  condiciones económicas y tecnológicas y que su  importancia solo esta en ser puntos focales que unen y coordinan fines independientes en persecución de avances políticos y económicos. Su punto de partida es la pobreza y el reconocimiento de que su causa se encuentra en las estructuras internacionales que son las que motivan ideologías que identifican y atacan estas estructuras. Un  segundo argumento, más complejo, agrega la falta de expectativas. Son los que poseen educación y profesión y han sido expuestos a la riqueza, el poder y sofisticación cultural los que, al  no encontrar  oportunidades para mejorar sus condiciones de vida, se inclinan mayormente a adoptar ideologías religiosas radicales. Otras explicaciones apuntan al rápido cambio social o modernización como causa.

 El problema con todas estas explicaciones, es que los datos empíricos no apoyan la reducción  del radicalismo islámico a cualquiera de estos factores. De las decenas de países en el mundo en donde estas estructuras existen la teología radical solo surge en unos pocos. La explicación debe estar en algo diferente. Probablemente, la  mejor explicación es la que trata de identifica modelos causales complejos.

¿A quien le importa el secularismo? Si la homogeneidad social no es posible  y si la existencia del otro es un hecho que nos obliga a confrontar nuestros puntos de vista, entonces,   la creación de “ dispositivos artificiales de espacios reflexivos” es la posibilidad de prevenir el matarnos mutuamente. Es este espacio reflexivo el que permite acomodar la idea moderna de justicia. La construcción de ámbitos políticos que permitan la coexistencia  de diferentes concepciones del mundo no es una tarea fácil. Y la globalización solo ha exacerbado el “vértigo secular”. El pluralismo es un hecho importante e irreversible en este creciente mundo global que nos confronta con la necesidad de definir estrategias seculares. El llamado fundamentalista a la violencia es prueba de que en el mundo musulmán no existe consenso y, probablemente, nunca lo habrá para crear una sociedad cerrada. Pero, el peligro permanece. La sociedad secular ha luchado incansablemente con diferentes formas de fanatismo. La amenaza actual del fundamentalismo islámico y evangélico obliga a continuar esta lucha. En un mundo globalizado  las cosas nunca serán solo de ellos  o de nosotros. Vivimos en un pequeño mundo, pero a escala global


Nieves y Miro.

Sunday, May 13, 2018

Hilachas de la abuela azul.


“La caida de la Luna”

A la noche le pico una Estrella en la oreja… se rasco… se le cayo la Luna.                                                


“La huelga de puntas quebradas”

Los lapices se declararon en huelga de puntas quebradas… las editorials no pagan bien los versos de amor .                                                  

“El paraguas de las palabras.”

La poesia lirica… esconde sus metaforas… en un paraguas de palabras azules.                                                         


“El asiento del arcoiris”

Entremedio de la Lluvia y el Sol… se sento el arcoiris en mi pelo…me dejo sus colores.                                                              

“Las botas naranjas”

El atardecer le pidio prestada las botas naranjas invernales al Sol para caminar por el horizonte nevoso…se resbalo y cayo en la noche.                                                               


“La maleta naranja del atardecer”

La maleta donde guardamos los atardeceres naranjas se perdio en la noche azul… la encontro la madrugada llena de cucarachas en una calle del Universo
.                                                                                                                               
"El atardecer resfriado”

El atardecer, sentado en la esquina de un circulo… se sonaba la nariz con los ultimos rayos del Sol.                                                                


Nieves
.

Sunday, May 6, 2018

El anti Academismo y las Humanidades.



La falta de credenciales académicas se presenta hoy como prueba de pureza moral e intelectual en bastos sectores sociales. En nombre de la democracia pareciera que hoy se promueve una curiosa  igualdad  que autoriza a cualquiera a hablar y dictaminar acerca de cualquier cosa, no importa cuan ignorantes sean acerca de lo que hablan. Ahora son las celebridades las que comentan la política nacional o internacional o dan soluciones de como resolver los problemas económicos. 140 caracteres son suficientes para definir y comprender nuestros problemas. Y es mejor abrazar un árbol o una roca que leer un libro. En esta atmósfera la elite cultural se vuelve obsoleta empujada al lado del camino como una fuerza cultural irrelevante. No solo se trata de excluirla del mundo real, sino retratarla en contra de el. El mundo real no esta hecho de palabras, de arte, del pasado o de las teorías progresistas sobre la igualdad o la libertad… ¿para que necesitamos estudiar todo eso? El mundo real esta hecho de cosas que inventa el mercado y que realmente necesitamos como los teléfonos móviles y los juegos electrónicos.

El anti intelectualismo produce serios daños políticos cuando desvaloriza el poder del análisis racional que  requiere tiempo,  energía y entrenamiento. La academia es un lugar donde este entrenamiento es posible. Ciertamente no el único. Pero, si uno importante. Imaginemos solo un mundo sin universidades. O universidades sin humanidades ¿De donde surgieron Diderot, Voltaire, Hume, Kant, Locke y tantos otros que fueron las luminarias del siglo de las luces y de cuya herencia todavía vivimos?      

La mentalidad mercantil esta construyendo un futuro en donde el pasado y el sector publico no tienen valor. La filosofía, la teología, la historia o las ciencias siempre han tratado de verse a si mismas como la culminación del saber humano. Cada una de ellas  se ha visto a si misma, en algún momento de la historia, como  la disciplina que contiene y trasciende todas las otras. Ahora, en cambio, es la economía y las escuelas de administración comercial  las que afirman que es el mercado el criterio supremo del conocimiento, el que decide que conocimiento es importante y cual es meramente imaginario. Los libres mercaderes creen que ellos saben como las cosas realmente funcionan y desvalorizan otras formas de comprender el mundo. Confunden la sagacidad tecnológica con el conocimiento último, lo que a la larga podría costarnos bastante caro.

La teoría no tiene buena reputación. De acuerdo al lugar común eso es lo último que podríamos necesitar. Es decir, más palabras, más abstracciones divorciadas del sentido común y de lo que la gente hace. Lo que en realidad necesitamos, se dice, es acción y no más conceptos ¿Por qué, entonces, teoría? ¿Por qué nos damos el trabajo de ocuparnos de ella? O, visto de otra manera… ¿Qué perdemos si ponemos el énfasis en la acción y  omitimos las preguntas que plantea la teoría?

Es un hecho social bastante obvio que todos tenemos opiniones que diariamente intercambiamos  en el  discurso social… La cuestión que no es tan obvia, sin embargo es… ¿De donde vienen estas opiniones? Si argumentamos con alguien que simplemente reitera su opinión sobre algo sin dar razones para respaldarla y sin reflexionar acerca de otros posibles puntos de  vista pronto veremos que el hecho social  de que todos tenemos opiniones no es muy productivo. Si no podemos plantear cuestiones teoréticas, esas cuestiones tremebundas acerca del origen del conocimiento,  quien lo controla, como ese conocimiento se formo y como puede ser cambiado quedamos presos del circulo vicioso de opiniones en donde ella dijo, el dijo. Es aquí en donde la teoría puede servir de algo al preguntar  cómo las cosas funcionan y como ellas  podrían funcionar de manera diferente. Si evitamos la reflexión crítica que es propia de la teoría, si no preguntamos  de donde las opiniones vienen, corremos el riesgo de creer que ellas son “hechos naturales” o auto evidentes. Todo es como es, siempre ha sido así y  se supone que así debe ser. La historia esta llena de ejemplos en que los hechos sociales aparecen como algo natural. Hasta no hace mucho la mujer no tenia los mismos derechos que el hombre, los niños trabajaban doce horas al día y la esclavitud  y la segregación se justificaban legal, religiosa y científicamente. El cuestionamiento de los “hechos naturales” capacita para ver las cosas de manera diferente. Sin ello corremos el riesgo de  inmovilizarnos en  la sabiduría convencional. No hay nada malo con la sabiduría convencional. A lo que apunta la teoría es a la convicción de que nada debe ser aceptado incondicionalmente, porque todo es sospechoso. A diferencia de las técnicas y profesiones que ofrecen un menú de métodos para  elegir y aplicar mecánicamente, la teoría es, como dice el filosofo francés Guilles Deleuze, una caja de herramientas llena de preguntas y conceptos para desplegar experimentalmente.  

 Los estudios humanistas, si algo nos enseñan, es la humildad intelectual. Ellos son el antídoto en contra del dogmatismo y la demagogia. Nos enseñan a pensar a largo plazo, a considerar las consecuencias de nuestras acciones en lugar de actuar en interés de la conveniencia. Nos enseñan a ser escépticos, críticos y deliberativos, en lugar de la reacción emotiva que lleva a la alabanza sin límite del “Libro”, del  “Líder” o del “Lugar Común”. Es un correctivo, en tanto nos saca del presente y nos obliga a confrontar algo distinto de lo que se nos da en la limitación del ahora.

Con bastante frecuencia se escucha decir… Si sabes tanto ¿Cómo no eres rico? la súper valorización del dinero en desmedro del cerebro nos lleva a ser útiles y acumular cosas. Pero, cualquiera de las cosas que usamos no sobrevive la civilización que los crea. El legado más duradero y valioso, en cambio, vive en los libros, las ideas, el arte, la música. Tal vez no aparezcan tan reales como el balance bancario o el PIB, pero lo son.

Cuando hoy se pretende insinuar que la enseñanza de las humanidades que las universidades proporcionan es insignificante, imaginaria, innecesaria u obsoleta… ¿Quien gana? La riqueza, como la vida, es breve. Las artes liberales, en cambio, tienen una larga vida. Una educación humanista tiene un valor incalculable porque su valor esta mas allá del calculo. Las humanidades son atacadas porque ellas son peligrosas. Nos proveen con las ramas intelectuales necesarias para pelear en contra de las fuerzas de la ignorancia y liberarnos de la estupidez publicitaria que hoy coloniza a las masas.

Nieves y Miro  Fuenzalida