Sunday, October 28, 2018

Lluvia y misiles


Princesa-Ardilla mía,
no te puedo prometer
un mundo nuevo,
solo este,
marcado
por la lluvia
y
por misiles.

Nieves



Sunday, October 21, 2018

El Universo mecanico


La inestabilidad sísmica experimentada después del colapso de la visión mecanicista, nos ha dejado en un estado de incertidumbre frenética. Sus piezas de "lego" revueltas y desparramadas dentro de los fragmentos de una edad tecnológica de expansión informática. Dejamos atrás, en una nube de humo, el universo mecánico, en tanto nos apresuramos dentro de un "info-verso" donde la relacion fundamental entre energía, entropía, lenguaje e información juega un papel cada vez mas crucial... ¿Pero que pasa con las fuerzas subterráneas que arrastramos con nosotros en este viaje de hechiceros?  ¿Que impulsos? ¿Que apetitos? Envuelto en el nuevo traje del parloteo-tecno, podemos descifrar los rastros de un gnóstico atisbando detrás del revestimiento del miasma digital.  Una poderosa sensibilidad mítico-religiosa viaja a través de las carreteras y caminos de la edad de la información. El eterno retorno de este germen indigerible ronda en ciertos trazos del circuito espiritual de la tecno-cultura. Encantado y seducido, una vez mas, por la tentación de escapar al cuerpo y todas sus asociaciones carnales, el impulso gnóstico se filtra a través de la puerta trasera del firmamento tecnológico con el disfraz del info-misticismo. La carne, con sus impulsos "primitivos" e irracionales, sus secreciones, expulsiones y sus deseos impuros, se ubican en el lado oscuro de una división radical.  Un dualismo extremo del cuerpo en  contra de la mente, del mundo en contra  del yo, de  la materia en contra del espíritu, caracterizan esta disposición gnóstica. Una desconfianza excesiva, odio y total rechazo del cuerpo es acompañada con el sueño utópico de un "espíritu" incorpóreo flotando en la dicha del reino del otro mundo. En el paisaje cibernético de la tecno-cultura esto se presenta a si mismo a través del repliegue del espíritu descarnado en el concepto mismo de información. El concepto puro del sujeto cartesiano se ve sometido a un desmembramiento fractual...una crisis tecno-chamanica que desemboca en los "Bits and Bytes" de un código inmerso en una pleroma algorítmica. Recodificado como información, el yo emerge como una subjetividad virtualizada y digital...una info-gnosis, si lo deseas. Despojado de su animalidad carnal por su reconceptualizacion, la conciencia, para los "Transhumanistas Extropian" , viene a ser algo que puede ser traspasado  a una matriz ciberespacial. El momento climático de liberación logra su cenit al instante en que apretamos el botón de escape  para ser succionados dentro del  vortex con una velocidad terminal orgásmica y bautizados por el espíritu sagrado digital de la información pura. La tentación esta allí, acechando en las sombras del gatilleo feliz del  dedo de nuestra subjetividad fractual. Entonces... ¿como uno resiste el impulso a ser inmortal ?


                                                                                        Ariel.


Sunday, October 14, 2018

Palabras



Sentada
entre
el aroma
de
las paginas
del
libro
del
poeta
senti
el rocio
de
sus palabras

Nieves.

Sunday, October 7, 2018

La irrelevancia del Centro


El centro político es lo que se ubica entre la derecha y la izquierda. En este sentido los tres términos son nociones relacionales  Cada uno de ellos  se define en relación con los otros dos. En la época de la Revolución Francesa los delegados mas radicales de la Asamblea Nacional  se sentaban a la izquierda del oficial que precedía y la “izquierda” designaba una orientación política relativamente estable. La “derecha”  tenia un  significado contrario. A pesar de que es imposible  decir exactamente que significan estos dos términos, la diferencia es suficientemente clara como para ubicar a lo largo  del espectro  programas, políticas, gente y partidos.  Socialistas, comunistas, anarquistas y radicales a la izquierda. Conservadores, evangelistas, nacionalistas a la derecha.  Como en cualquier continuo hay, por supuesto, graduaciones... cuantas o como se describen depende del contexto. Según esta metáfora espacial también hay un “centro”.  Sin embargo el “centro” casi nunca se ubica figurativamente en el medio, entre la izquierda y la derecha. Lo que cuenta como “centro” esta determinado  por la corriente política convencional del momento. El “centro” por tanto es mas difícil de caracterizar que los otros dos polos, pero siempre guarda una cierta distancia de la izquierda o derecha. La tendencia de los individuos y partidos ha sido gravitar hacia el “centro”... hasta hoy. No hay ninguna garantía que el “centro” continúe siendo políticamente significante, como lo indica la perdida de confianza en los partidos políticos tradicionales. 

Si dejamos a un lado las elites que dominan la sociedad con su propia agenda y su interés solo en dinero y poder y nos concentramos en el 99 por ciento restante que somos  todos nosotros encontramos dos grandes campos políticos con diferentes concepciones acerca de la sociedad,  que no hablan el mismo lenguaje y que carecen de  un terreno común.  

Como dice el escritor y periodista  Jonathan Cook, el primer campo todavía confía, en mayor o menor medida, en los que gobiernan la sociedad. La “izquierda” y “derecha” de este campo se diferencia primariamente en la creencia acerca de cuanta ayuda deben recibir los que se ubican en los estratos mas bajos de la sociedad para mejorar su estatus. Fuera de esto, mayormente coinciden en sus suposiciones básicas...  los debates acerca de los valores políticos y sociales son necesarios y, a pesar de que  pueden haber malos políticos,  la mayoría de ellos surgen debido a su habilidad y son  responsables frente al electorado. A pesar que ellos  conceden que los medios de comunicación están en manos de un puñado de corporaciones cuyo único interés es la ganancia económica, todavía tienen confianza en que el libre mercado garantiza  que noticias importantes y el espectro completo de opiniones legitimas estén disponibles para los lectores. Tanto los políticos como los periodistas limitan la corrupción y el abuso del poder de las corporaciones. Las democracias occidentales son sistemas políticos mas civilizados lo que justifica el que hayan adoptado el papel de policía global. Si tienen que iniciar guerras es para controlar los instintos genocidas y el hambre por el poder de los dictadores.

El rápido ascenso del segundo campo ha venido siendo impulsado por el  acceso sin precedente que el publico occidental ha tenido a la información, buena o mala, gracias a las redes sociales. Nunca en la historia humana tanta gente ha logrado abandonar  la información diseminada por el marco clerical, estatal o corporativo y comunicarse directamente unos a otros a escala global.  No es muy fácil caracterizar este grupo en el esquema  político de la “derecha” o “izquierda”. Lo que los une es la desconfianza, no solo en los que dominan la sociedad, sino también en las estructuras sociales en las que ellas operan. Estas no son inmutables, divinamente diseñadas. Por el contrario, son el producto de ingeniería social de una pequeña elite que mantiene el poder. Estas estructuras son globales, fabricadas, hechas por el ser humano y, por tanto, totalmente reemplazables como fue el orden aristocrático feudal. La aristocracia contemporánea, según este campo, son las corporaciones internacionales, socialmente irresponsables y mas grandes que el estado que ya no las puede constreñir. Los políticos son parte del sistema corrupto y se mantienen defendiendo sus valores podridos.  Ellos, en lugar de  servir  al electorado, sirven al poder de las corporaciones  para quienes realmente trabajan. Si alguien tiene duda basta mirar lo que ocurrió en el 2008. En lugar de hacer responsables a los bancos por la recesión económica debido a la especulación irresponsable de la elite financiera, fueron rescatados por el gobierno con el dinero de los contribuyentes. Es decir, los mismos que fueron estafados tuvieron que pagar en lugar de reformar el sistema bancario. Los medios de información, que se supone son los que vigilan las acciones del poder, están incrustadas dentro de la estructura corporativa que domina la sociedad. En lugar de ser la voz critica, son parte de las relaciones publicas de la elite  económica que solo permiten una disidencia mínima  para dar la impresión de pluralismo.  Estas estructuras domesticas están al servicio  de la acumulación de riquezas en beneficio de la elite global  a través del saqueo de los recursos naturales del planeta y la racionalización de la guerra permanente que requiere la manufactura de “enemigos” para justificar la expansión de la industria militar y los servicios de vigilancia. La narrativa del “enemigo diabólico” que los medios de información difunden obsesivamente les permite expandir  OTAN y las bases militares a través del mundo.

Estos dos campos tienen un lenguaje y una narrativa totalmente diferentes. El primero tiene el poder de la estructura corporativa detrás de el. Los políticos y la prensa hablan su lenguaje que  se presenta como oficial, objetivo, neutral y legitimo. El otro campo tiene solo un pequeño espacio... las redes sociales,  que rápidamente se empequeñecen en la medida en que los políticos  y las corporaciones  controlan o son dueños de estos medios de comunicación masiva que ya han empezado  a censurar porque los mensajes son peligrosos,  falsos y conspiratorios.

¿Cual de estos dos campos ganara la batalla? Por ahora, va ganando el primero... pero no por mucho tiempo. Y no porque el segundo va a ganar el argumento. Eventualmente la realidad física  se va a imponer haciendo pedazos sus ilusiones. La destrucción ecológica y el desastre económico serán los desruptores mas importantes  que pondrán fin a la narrativa capitalista neoliberal. El crecimiento continuo, que es lo que sostiene al capitalismo, no puede mantenerse indefinidamente  porque los recursos naturales  de la tierra son finitos.  Hoy tenemos suficientes indicaciones  de que estamos acercándonos a ese punto. El clima esta volviéndose en contra de la humanidad. Como dice Cook, para el segundo campo el sistema simplemente no funciona y se necesita un cambio radical. El primer campo trata desesperadamente de mantener el estatus quo con la esperanza que el sistema siga funcionando con modificaciones y reformas menores.  Las grietas, sin embargo, están por todos lados y no se pueden negar.  Pueden gritar y vociferar, demonizar a los competidores internacionales, armarse hasta los dientes para mantener la hegemonía mundial, aumentar la vigilancia y las medidas represivas y nada de esto los salvara.

Una nueva era viene. Si no la definimos nosotros el planeta lo hará, que es lo mas probable... ¿será esta era mejor o peor?  Se puede avizorar una mayor deterioración, incluso la extinción de la especie humana, dependiendo de cómo respondamos, cuan preparados estemos y cuanta violencia el capitalismo neoliberal este dispuesto a usar para mantener el orden de las cosas y evitar la perdida del poder.  El rechazo de este orden fallido dependerá de cuantos seres humanos estén dispuestos a reemplazarlo para reconstruir, desde sus ruinas, uno nuevo. Mientras tanto, la elite para mantener control vilifica y empuja al margen de la vida publica a los que no participan de la narrativa oficial. En el ámbito internacional la elite corporativa y militar no va a ceder el poder tranquilamente y esta dispuesta a desencadenar la guerra nuclear para conservarlo, aunque esto signifique el fin de la civilización humana.

Por ahora, no es claro que formas adoptara el descontento  y que estrategias y programas alternativos  puedan ser implementados prácticamente. Lo que abría que agregar, sin embargo, es que el problema  de ver el descontento y la insatisfacción de las masas como un instrumento político equivale a  colocar la resolución del capitalismo exclusivamente en el ámbito de lo humano, es creer que la ideología es una fuerza externa que usurpa al sujeto transformando sus deseos en necesidades consumistas. Lo que se necesita, de acuerdo con esta lógica, es una conciencia auto revolucionaria, una auto transformación interna para asaltar lo externo... cambia la conciencia, para cambiar el capitalismo... ¿podemos continuar manteniendo la ilusión de un sujeto independiente que es colonizado y corrompido por el sistema? ¿la fantasía de retornar al sujeto a la libre expresión de su voluntad?  Por todas partes vemos como la tecnología disuelve toda noción de subjetividad. La experiencia o subjetividad humana no es algo separado de las circunstancias que habita, algo que reacciona o configura su propia vida desde una posición universal. En la practica  somos el producto de múltiples ambientes... nación, ciudad, cultura, medios de comunicación, espacio virtual, tecnologías, etc. Incluso el capitalismo, en muchos de sus ámbitos, ya opera al margen de la voluntad humana al adoptar una forma “auto dirigida”... la volatilidad del mercado, por ejemplo, esta sujeta a factores no humanos como humanos, el Internet siempre amenazado por complejos malware y el impacto económico de las catástrofes ambientales, entre otros. Lo cierto es que no tenemos subjetividad previa  o independiente del ambiente social y toda la maquina capitalista esta dirigida a reproducir el sistema y la mentalidad que lo sostiene.  Cada intento de reemplazarlo lo trae de vuelta. Esto no significa suprimir la subjetividad humana en la lucha social. Ella, por supuesto, es necesaria. Pero, no suficiente.  Todo esto es lo que hace tan difícil la organización y efectividad del descontento.

No hay sujeto político que primero exista y luego decida actuar. Es la acción política la que crea lo que antes no existía. Un sujeto político colectivo se crea a si mismo como actor social en el momento en que su acción rechaza el lugar que el sistema le asigna. Cuando los que no son parte del orden actúan políticamente en contra de los que son parte se crean obligaciones y deberes, conexiones internas solidarias  cuya presuposición es la igualdad.  Es esta masa, privada de todo y situada en las ruinas  de los centros industriales la que puede constituirse en el núcleo de una fuerza futura... una fuerza de cambio...  pero también una fuerza  dirigida solo a  ser parte.


Nieves y Miro Fuenzalida.