Monday, July 28, 2014

Ciencia y metafora.



 ¿Seria posible imaginar a la metáfora como parte del discurso científico? Probablemente no. La mayoria de nosotros nos hemos vivido dentro de una tradición positivista en donde el lenguaje científico es neutral y libre de la subjetividad altamente desconfiable de la literatura. La promesa de la ciencia occidental siempre  ha sido la de entregar una explicación impersonal, mecánica y deantropomorfizada de la realidad. En este contexto la metáfora aparece como  un adorno innecesario e  incompatible con un pensamiento estrictamente racional.

Según Liliana Papin una serie de análisis contemporáneos han empezado a demostrar  que lejos de ser transparente el lenguaje científico funciona con las mismas complejidades que el lenguaje literario. La noción de un lenguaje científico privilegiado que es puramente descriptivo y objetivo es rechazada por un grupo importante  de pensadores  actuales que enfatizan  el trasfondo cultural, histórico, ideológico, filosófico y lingüístico en el que se enraíza la ciencia. Como mejor se puede resumir esta nueva actitud es con la tesis de que todo lenguaje es metafórico y las revoluciones científicas son, de hecho, revoluciones metafóricas (Arbib y Hesse). Y no se están refiriendo solo a la sociología, antropología o psicología, sino que su foco  es la ciencia física, considerada la más pura. Varios físicos modernos al empezar a investigar la estructura y las reglas  de la interpretación científica se han vistos más y más envueltos en una faena literaria que se enfoca directamente en el lenguaje.  Al igual que los poetas, novelistas y profesores de literatura los físicos se hacen las mismas preguntas. En sus investigaciones y experimentos mentales ellos también  han encontrado la metáfora. Von Newmann afirmaba que la teoría quantum es difícil de explicar, no porque sea difícil de entender, sino porque las palabras que usa la ciencia son inadecuadas. Igualmente David Bohm y David Peat afirman que los problemas con el lenguaje informal  estuvieron a la base  del quiebre de la comunicación entre Einstein y  Bohr y que  persisten hasta hoy entre la teoría quántica y la teoría de la relatividad.

El lenguaje científico empieza a perder su carácter privilegiado  en el momento en que  la teoría de la relatividad remeció el mundo de la física newtoniana. Hasta ese momento se tuvo la presunción logica de que siempre es posible distinguir  entre dos casos diferentes. Esta es una partícula o no es una partícula. Solo una de estas dos afirmaciones  puede ser correcta. Pero, la dual naturaleza de la luz (partícula y onda) desestabiliza la noción fundamental de correspondencia entre el nombre y sus atributos y la categorización básica de “Either/Or”. La distinción  entre materia y espacio desaparece en la teoría de la relatividad cuando la materia ya no se define primariamente por sus propiedades geométricas y mecánicas, sino como una curvatura local del continuo espacio-tiempo. La física quántica  profundiza  aun más la crisis  obligándola a cambiar el marco de representación de la física clásica.

La geometría euclidiana y la mecánica newtoniana se basan en profundos hábitos de pensamiento mucho más fuerte de lo de lo que imaginamos. Según M. Capek  estos hábitos se enraízan en la estructura misma del lenguaje común. La lenguas indo europeas, dice,  se basan en una división estructural entre el nombre, que se asocia con cosas, y verbos que denotan movimiento, acción o estados del ser. Aunque la lingüística moderna no calza exactamente con esta descripción todavía subyace en los procesos perceptivos inmediatos o subliminales. En la física quántica, en cambio, los conceptos de estados o eventos han surgido para reemplazar los conceptos de cosas, pequeños entes o bloques básicos en la construcción de la materia porque el uso de sustantivos no solo es obsoleto, sino ambiguo y engañoso. Schrodinger hizo  notar, algunos años atrás, que no hay partícula que pueda ser observada dos veces y lo que observamos es, en realidad dos eventos diferentes que conectamos con la imagen del corpúsculo que persiste a través del tiempo. La partícula es creada con el experimento más bien que observada. Según Bohr la emisión de radiación beta, compuesta de electrones negativos, no debe ser entendida en el sentido clásico como una proyección de partículas que pre existen en el núcleo, sino debería imaginarse como un proceso de creación que ocurre durante el proceso de proyección en la misma forma en que los fotones son creados durante el proceso de emisión. Es por esto que no tiene mucho sentido aplicar el término corpúsculo o partícula a estas entidades evanescentes cuya corta vida contrasta escandalosamente con la constancia y eternidad de los átomos clásicos.

Las partículas elementales en lugar de existir  como entidades separadas existen como un conjunto de relaciones constituidas por cambios, procesos y eventos que las lenguas indoeuropeas consideran verbos. Los adjetivos y atributos, usualmente definidos como nombres,  son inadecuados o equívocos en este ambito. Decir que la luz tiene  propiedades de onda o propiedades corpusculares no significa que la luz es onda o es partícula en un momento determinado. El mundo que observamos no es un mundo sustantivo y no hay correspondencia total entre nuestras palabras y nuestras experiencias. Tan pronto como usamos palabras recreamos una realidad fija que es incompatible con los eventos actuales ¿No es definir la ausencia de espacio una tarea imposible para la mente desde el momento en que, como dice Capek, el vacío que tratamos de crear se llena inmediatamente con un espacio tan similar como el que intentábamos suprimir? La metáfora del “black hole”, es una buena ilustración de esa imposibilidad y cualquiera que  haya sido su intención  la frase evoca una imagen visual. Al parecer, no podemos escapar a las metáforas. Ellas siempre están  presentes de una u otra manera. En las lenguas occidentales,  mas que en ninguna otra,  el proceso de pensamiento esta ligado a la imagen visual (imaginación, reflexión, especulación)  lo que ha constituido uno de los mayores impedimentos en la comprensión de la física moderna

Como nunca antes los científicos se ven hoy confrontados con las restricciones  del lenguaje y  sus raíces metafóricas. Sus escritos, irónicamente,  se asemejan  al trabajo de los novelistas y los poetas que, al igual que ellos, reclaman también de las limitaciones que  les impone el lenguaje. El intento de escapar a las metáforas los une en una causa común. Los poetas, los simbolistas en particular, luchan con la estructura de hierro de los moldes gramaticales y tratan de darle nuevas formas y diseños.  Mallarme hablaba  de una “poesía de las matemáticas” y Heisenberg trato de  escapar a las desventajas del lenguaje reemplazándolo por un formalismo matemático. No es sorprendente que un sistema de signos abstractos se presente como solución o escape al dominio de la metáfora. Una creación libre de la mente, un sistema coherente y preciso de símbolos carentes de las asociaciones del lenguaje cotidiano. El físico Jeans, haciéndole eco a Galileo, dice que el universo como mejor puede ser retratado, aunque todavía en forma imperfecta, es con el pensamiento matemático. El problema, como estos mismos científicos notan, es que la extremada abstracción de las matemáticas solo  provee un esquema lingüístico cuya aplicabilidad  es limitada. Según Heisenberg todavía  necesitamos una descripción de los fenómenos físicos basada en  lenguaje simple porque este es el criterio que indica el grado de comprensión que de ellos hemos logrado. Bohm y Peat proponen que cada teoría científica lleve la inscripción “este no es un universo”, repitiendo la inscripción del cuadro surrealista  de Maigrette “esta no es una pipa”.

Aquí, Bohm y Peat concuerdan con Foucault y Magritte de que “cualquiera  que sea lo que digamos que una cosa es, no es…”. En otras palabras, cualquier tipo de pensamiento, incluyendo la matemática, es una abstracción que no cubre, y no puede cubrir, toda la realidad.  Si esto no es una novedad en el arte o en la filosofía,  lo es en las ciencias. El escape de la ambigüedad del lenguaje solo los ha obligado  a reconocer y aceptar  las dificultades de la metáfora como un paradigma que tiene que ser integrado en los resultados de las investigaciones científicas.  Una de las metáforas científicas mas famosas  es  “la luna es una manzana” de Newton que puede ser extendida a “la luna es una tierra”. Comúnmente la metáfora, como aquí lo vemos,   va de lo que ya conocemos a lo que no conocemos y en este sentido es un instrumento privilegiado para la producción de significado. Una función elemental de la mente para percibir relaciones  y analogías más allá de las diferencias superficiales. Una piedra básica de la conceptualizacion y abstracción, a pesar de que su uso también  puede ser restrictivo.  En verdad, la metáfora es indispensable en el lenguaje y el pensamiento desde el momento en que naturalmente estamos obligados  a  usar  un vocabulario limitado  para cubrir proyectos cada vez más amplios  del pensamiento y la comunicación. Esto explica su amplio uso en todas las lenguas.   Bohm y Peat reconocen que  el juego metafórico es de una importancia primaria en el trabajo científico y muchas de ellas han servido de puente en lo que en una primera instancia aparecía como inconmensurable. Así como los poetas,  los científicos  también tienen metáforas preferidas para dar cuenta de su participación en la interpretación del universo. Todo esto es significativo porque, al igual que los filósofos y críticos modernistas, estos  científicos han llegado a la conclusión de que la percepción, en lugar de ser pasiva, es un acto intencional.  En todos los niveles de la percepción la noción del participante empieza a reemplazar la noción del observador.   

Elkana hace notar las ramificaciones  que el “vacío” tiene en  las teorías científicas. La regla establecida, dice, es que todos los posibles factores relevantes a un experimento deben ser cuidadosamente considerados. Pero, al mismo tiempo, las especulaciones e historias personales que llevan al investigador a un experimento determinado no deben ser incluidas en el reporte científico. Esto significa que la visión metafísica,  la que  decide que factores son relevantes, se suprime, lo que da la impresión de que se esta tratando con “hechos brutos”.  Es este tipo de observaciones  la que invita a una aproximación crítica literaria de los escritos   científicos. El temor es que ella  puede llevar rápidamente al relativismo científico. Los experimentos en las ciencias empíricas verifican o niegan la valides de la interpretación y proveen limites seguros  entre la  pura especulación  y el conocimiento. Pero, el quiebre de la comunicación entre Bohr y Einstein (“Dios no juega a los dados”), mostró que estos limites no son definitivos. Los actuales modelos teoricos científicos están tan lejos del experimento directo que los científicos más ortodoxos tienen grandes dificultades en descartar incluso las teorías más fantásticas que han surgido en la física quántica  que se asemejan más al misticismo  que a la ciencia como se ve en los escritos de Fritjof Capra. 

 Muchos investigadores han empezado a reconocer la necesidad de reevaluar  que significa ciencia y científico y muy bien podría ocurrir  que estos términos se revelen como la más poderosa metáfora de la civilización occidental.  

Nieves y Miro Fuenzalida.
Ottawa.
   
         



Monday, July 21, 2014

El amor



                                          
Pequeño-gran monstruo bello,
tejió la nieve entremedio
de quenas,
pirámides
y
cristal de Bacará
su magia sentada
en la esquina de una mesa
con una taza de café
mirando
por una ventana azul
clavo sus ojos
en otros ojos
que dijeron si
OH... el amor...
que borda
tulipanes rojos
debajo
de un blanco afgan...
OH... el amor...
que hace sonreír
al océano
surfeando aromas
de olas de flor...
OH... el amor...
que rebalsa mi corazon
de madre eternamente
adolescente!!!


Nieves.
Ottawa



Tuesday, July 15, 2014

Un aliento invisible

Lo desconocido acecha bajo nuestros pies y lastima a traves de nuestras venas como un aliento visible que se escabulle mas alla de las palabras. Pero no es nuestra mision, entonces, comunicar esta exterioridad a  nuestras vidas ...transformar lo desconocido en el esfuerzo de "conocer" ? Que piensas de los margenes del pensamiento ? Darle ser a una entidad totalmente nueva a traves del poder del pensar ...un arreglo totalmente nuevo ...una nueva fantasia. Este es el sendero del nomade y te doy la bienvenida a la comarca del borde del abismo ...la cuspide de la novedad ...el advenimiento de este preciso momento. Esto es ..."hiper-reality". Esta es la ruta de tus dedos. Todo lo que necesitas hacer es continuar vagabundeando a traves del universo.

Ariel.


Jul/01

Saturday, July 5, 2014

Los nuevos ateos




Richard Dawkins, profesor  de Oxford, biólogo y  científico, es el herético mas popular  del grupo de los nuevos ateos (Sam Harris, Christopher Hitchens, ya fallecido, y Daniel Dennett)   Los críticos de este nuevo  ateismo dicen que  la corriente religiosa que Dawkins y los otros  condenan es limitada y no representa la verdadera religión.

  Fe, en última instancia, es la fe en la existencia de contenidos mentales  que no ofrecen evidencia o criterios de si corresponden necesariamente al estado de cosas existentes fuera de la mente. El filosofo Ronald  De Sousa, en algún momento, describió  a la Teología como “un tenis intelectual sin red”. Puedo imaginar, sentir y creer en una infinidad de objetos. En algún lugar del Amazonas hay un pequeño hoyo  en el suelo y si  caemos  en el nos llevara directamente a un universo de una sola dimensión. Nadie lo ha visto. Pero, la enseñanza de los sacerdotes y los textos sagrados así  lo dicen y por eso creo en su existencia ¿cual es la diferencia con la creencia en el Paraíso? Ninguna. Poseen el mismo estatus epistemológico. Y este es el problema con la fe. Podemos decir, imaginar, sentir y creer un infinito numero de cosas. Pero, no me permite discriminar entre ellas… De ahí que la pregunta que hace Dawkins es relevante…  ¿Vale la pena matar o morir por lo que dice un libro lleno de contradicciones que se escribió hace miles de años  atrás?

¿Por qué la pretensión de un universo con un súper intendente encargado de sus asuntos no puede ser una materia de revisión científica?... ¿Qué conocimiento aporta la Teología a las cuestiones cosmologicas mas profundas comparada con la ciencia? Obviamente, esta no ha respondido a todos los misterios  cosmológicos. Este es el momento en que hemos alcanzado el límite de la ciencia…Ah! Ah! Entonces, es hora de que le pasemos el problema al sacerdote. La fe, en sentido religioso, es “la seguridad en las cosas por venir”, “la convicción de cosas no vistas” (Hebrews 11.1) De acuerdo con este pasaje la fe es auto justificante. Uno cree en algo que aun no llega o en algo para lo cual no tengo evidencia (cosas no vistas)… ¿Qué es esto, sino el producto de una cultura  que ha elevado una creencia, en ausencia de toda evidencia, al lugar mas alto en la jerarquía de las virtudes humanas? (“Benditos sean los que no han visto y creen”, John 20:29) ¿Hay alguien  que pueda decir por que  debemos suspender el juicio  frente a una creencia injustificada? ¿Por qué  lo irracional, en cuestiones que tienen relacion con los últimos fundamentos de la realidad, es una mejor opción que la razón y la ciencia? Hay un infinito numero de problemas, profundos y significativos, que están mas allá del alcance de la ciencia y que, tal vez, nunca podremos resolver. La teoría quántica nos abre una rendija a lo improbable. Pero, si la ciencia o la razón no pueden responder a estas ultimas cuestiones… ¿porque se cree que la religión pueda hacerlo? ¿O que la irracionalidad nos provee una mejor alternativa? Es cierto que la experiencia irracional  abre otros mundos  en nuestros espacios interiores, pero ello no es evidencia de contacto con seres divinos  transcendentes.

 Tolerancia es respeto a la divergencia cultural. Pero, no es suspensión del juicio. Desde el momento en que las instituciones religiosas poseen una dimensión política sus afirmaciones y creencias forman parte del mercado ideológico, de la competencia mimética y de la crítica. Esta competencia es parte del proceso democrático. Y su crítica no significa intolerancia. Intolerancia, en sentido político, es el silenciamiento o destrucción de los que profesan concepciones diferentes… el fanático religioso que decreta la muerte del infiel, el fascista que elimina al adversario político.

Vivimos con dogmas,  ilusiones,  esperanzas, deseos y muchas otras cosas. La religión existe y no sabemos si seguirá existiendo para siempre. El mercado religioso, por lo menos en Occidente, ofrece en estos momentos una variedad increíble de productos religiosos que cada vez tienen menos en común y de los que la clientela puede elegir de acuerdo con su estilo de vida.  Las consecuencias de la revolución informática aun están por verse, especialmente en relacion a las nuevas formas de subjetividad  y al surgimiento de nuevas identidades basadas en fuentes diferentes a las tradicionales. Lo que no debemos olvidar, sin embargo, es que la historia de amor que traen las religiones fácilmente se transforma en la  historia de la miseria e ignorancia humana… en la desvalorización de la vida sexual, la caza de brujas, la represión intelectual y la hoguera o prisión  para los disidentes, la santificación de la persecución,   subyugación y exterminación de las poblaciones indígena de las colonias, la aceptación de la esclavitud, el silencio cómplice en la exterminación nazi de los judíos, el abuso pedofilico…

Miles de seres humanos hasta el día de hoy siguen muriendo por creencias religiosas y  mitos antiguos y pre modernos. Por respeto religioso se guarda silencio frente a esta tragedia.  Considérese  los siguientes conflictos…Palestina (judíos v musulmanes), Los Balcanes (Serbios ortodoxos, croatas católicos, Bosnianos y Albaneses islámicos), Irlanda del Norte (protestantes y católicos) Kashmir (Hindúes v islámicos) Sudan (islámicos  v cristianos y animistas) Nigeria (Islámicos v cristianos) Etiopia e Iratria (islámicos v cristianos) Sri Lanka (Singaleses  v Hindúes). Y este escenario parcial aun no termina de desplegarse. Tendríamos que agregar los poderes nucleares de Pakistán e India. En todos estos lugares las creencias religiosas han sido unos de los factores  motivantes en la muerte de millones de seres humanos en los últimos años. Si la historia nos revela alguna categoría de verdad se podría decir que es la insuficiencia de evidencia la que expone, generalmente, lo peor que hay en nosotros.

¿Cual es el temor de empezar a hablar de lo absurdo de nuestras creencias religiosas? Probablemente, este temor continuara por largo tiempo. Solo es de esperar que algún día, en un futuro cercano,  confrontemos la absurdidad de matarnos por libros que supuestamente contienen la palabra de un ser sobrenatural de existencia  improbable.

Los que están dispuestos a masacrar a la población civil creen profundamente que tienen la verdad  y que realizan la voluntad de Dios. El error es que ellos creen, que tienen fe y que es esta fe la que los orienta. No se trata de que la mayoría de los creyentes estén dispuestos a hacer algo tan terrible. Pero, dice Dawkins, hay una lógica que lleva de la fe religiosa a la realización de actos horrorosos. Aceptamos que hay un Dios. Aceptamos que el participa en los asuntos mundanales. Aceptamos que el libro sagrado es su palabra. Cuando acumulamos todo esto en nuestra cabeza, entonces, una persona razonable puede progresar, paso a paso, a la conclusión de que lo correcto es destruir al herético.

Comparados con la agudeza de un escolástico al estilo de Etienne Gilson o de un teólogo como Paul Tillich o con el hambre por justicia social de un Boff los argumentos de los “nuevos ateos” son demasiado crudos y faltos de discriminación intelectual y no le  hacen justicia al papel progresista que la religión ha tenido. Ignoran la fineza y complejidad del pensamiento de los grandes  teólogos y se concentran solo en la lectura literal de los libros sagrados, en la intervención divina, en los milagros, el fundamentalismo, los tele evangelistas, los terroristas y otros elementos marginales. El arzobispo de Canterbury expreso recientemente que lo que aquí se ataca  como pensamiento religioso no es lo que forma parte de sus creencias. Séller Vickens, en “The Times” de Londres, afirma que la mayoría de los cristianos están bien concientes de que la Biblia es una miscelánea de historias,  cartas polémicas, fábulas y enseñanzas morales junto a prejuicios sociales inaceptables y pasados de moda, por lo que es perfectamente aceptable elegir y descartar lo que uno lee en este texto. Lo que los nuevos ateos presentan es el retrato de un fundamentalismo religioso de ultra derecha y no el espíritu del cristianismo o el islamismo.

 La “Gallup Poll”, sin embargo, indica que cuatro de cada diez americanos cree que Dios creo al hombre diez mil años atrás. Solo el 30% cree que, probablemente, es falso y solo el 15% cree que la Biblia es un libro de fábulas antiguas.  Esto no es solo una creencia norteamericana. Semejante proporción la encontramos, también,  en Canadá y América Latina. Y en el mundo musulmán, si alguien se atreve a afirmar que el Coran es solo un libro de fábulas y preceptos morales escritos por hombres, arriesga la vida.

En el espectrum de la fe encontramos ateístas como Dawkins que están dispuestos a mirar cualquier evidencia que se les ofrezca, pero no creen en aquello que no se pueda probar. Los Deístas piensan en un creador de todas las cosas que coloca en movimiento al mundo y no interfiere en su funcionamiento posterior.  Luego, están los que,  seleccionando y descartando textos,  creen en la intervención de Dios en el mundo, en mayor o menor grado. Y,  finalmente,  la versión dura que afirma la intervención de Dios en todos los asuntos de la vida  y la literalidad de los llamados textos sagrados,  sin importarles si estos desafían toda forma de razón.  Son a estos últimos a los que el arzobispo de Camterbury considera marginales. Pero, considérese la lógica de Dawkins, que hace  posible moverse a lo largo del espectrum, paso a paso, a conclusiones cada vez más crueles e irracionales. Recientemente el Dalai Lama dijo que todas las religiones enseñan la compasión y la creencia. Solo se transforman en un problema cuando los creyentes no son realmente serios, no son sinceros… ¿no es este, justamente, el problema? Son, exactamente, los creyentes más sinceros y más serios los que viajan más lejos en el espectrum.  

La vehemencia con que Dawkins argumenta en contra de la oscuridad de los misterios religiosos… ¿no sugiere la aparición de una cierta ansiedad  frente al retorno de Dios? En los siglos XVII  y XVIII los filósofos humanistas tuvieron que atacar al catolicismo para asegurar la legitimidad de la ciencia. Hoy día, a  pesar de que la ciencia se encuentra precariamente situada frente al vasto compromiso religioso que vemos a través del mundo, la amenaza  no es la misma que ellos tuvieron que enfrentar. La ortodoxia religiosa ya no es un sistema ideológico hegemónico que ponga en peligro los criterios científicos. El problema, podríamos decir, ya no es epistemológico, sino, político.  

Nieves y Miro  Fuenzalida.
Ottawa, Canada