Friday, August 30, 2013
Wednesday, August 28, 2013
La guerra espectral.
Y aquí estoy, siendo
bombardeado por imágenes desencadenadas por una maquina de guerra
fundamentalista. Las veo en televisión... todo el día... toda la noche... las
rastreo en periódicos, revistas y, "on-line"...Veo todo lo que se me
permite ver... saturado con desinformación. Y sin embargo, no hay cuerpos
mutilados, no hay fealdad, no hay salvajismo. Solo el despliegue logístico,
tecno-burocrático de la guerra y la magia del espectáculo. Todo ha sido
limpiado... sanitizado, empalmado, comentado expertamente…editado... cortado...
mitologizado y tecnológicamente digitizado.
Desde el sofá,
pasivamente consumiendo los espectros del mundo fabricados por otros... surfeando
los canales de la guerra, saltando de uno a otro... obsesivamente tecleando el
control remoto… nos hundimos lentamente en el aturdimiento... mesmerizados por
la corriente fragmentada de imágenes que parpadean y brillan en la
pantalla. El mundo es sostenido a través de imágenes, signos y
simulaciones...eventos incorpóreos y fantasmas teológicos. Nos hundimos de tal manera en el sofá que
perdemos nuestra habilidad para actuar.
Una multitud de
canales pasan como un zumbido...CNN...CBC...BBC...repeticiones de Rambo... el chismorreo de las celebridades...
un comercial del McDonald invitándonos a "tomar un
descanso"...NBC...las bombas en Afganistán... info-comerciales...ídolos
americanos... eventos deportivos en vivo y en directo...una propaganda de
SUV...imágenes de niños sirios yaciendo en hospitales...comerciales de RAW...el
encuentro de la prensa con la Casa
Blanca...los Simpson...imágenes de secuestrados... propaganda de cerveza ...
Y así
estamos, un Viernes en la noche... saltando
entre la representación de lo Real y la pura fantasmagoría del espectáculo
mercantilizado... surfeando en historias trizadas, desconectadas... una
corriente de informaciones fragmentadas y distorsionadas concentrándose en imágenes
que nos seducen e invitan al aislamiento... transformándonos en espectadores...
descentrándonos al hacernos mas y mas dependientes de la imagen.. .enganchándonos
en apariencias... lentamente mutandonos en un consumidor post-moderno
pacificado y despolitizado.
Vivimos en la edad
de la guerra perpetua...una era que existe en la cúspide de la crisis. La realidad después de la segunda guerra
mundial… es la realidad que va de la guerra del Vietnam a la Guerra Fría… de la
Guerra en contra de las Drogas a la Guerra en contra del Terrorismo... de la
Guerra del Golfo a la Guerra de las Estrellas...de la Guerra en contra de la
Gordura a la Guerra en contra del Cigarro y del SIDA. ! Da la impresión de que
estamos siendo amenazados por todos lados!
Nuestro "estilo de vida" mismo esta en peligro..."los
intereses nacionales", se proclama, deben ser protegidos... para así poder
sentarnos tranquilos y ver televisión... consumiendo imágenes del mundo desde
una zona de confort... protegida de lo Real.
La televisión es
la jeringa de la ideología... la gota intravenosa del narcómano espectral... La
sociedad hiper-capitalista es una
sociedad de drogadictos ...siempre buscando el próximo golpe... la próxima
explosión... la conmoción y la reverencia temerosa del "Block Buster"
que nos deja salivando por mas... todo lo que pedimos es un poquito mas
de diversión antes de volver al trabajo. Queremos que se nos
entretenga... el tedio es demasiado. Queremos Mas! Mas! y Mas!
Saltando entre
canales, moviendo el dial... girándolo fuera de control... titilando, oscilando
y parpadeando... presenciamos la aparición de un vacío... de una ruptura
abismal al centro de nuestro mundo que debe ser cubierta
inmediatamente. El espacio entre el
brillo de la pantalla y el impulso a cambiar los canales esta lleno de minas ideológicas
y agujeros virtuales. Estamos demasiado
entretenidos para darnos cuenta de que estamos bajo ataque. La imagen llena los hoyos insípidos de
nuestras vidas, infiltrando nuestras fantasías. La vida social es un territorio ocupado.
La imagen
monomaniaca tiende a tejer representaciones y apariencias desconectadas del mundo
en una fantástica e imposible unidad abstracta, como respuesta al
empobrecimiento de la vida diaria. Esta
posición implica una retirada de lo ordinario y cotidiano. En el espectáculo nos transformamos en seres,
no a través del "tener", sino a través de la "apariencia". Lo que perdemos en nuestra vida es
temporalmente proveído por la apariencia camafeo, el tabloide, los
resplandores de Hollywood y la vida privada de los ricos y famosos. Los escándalos sexuales de los políticos, los
triunfos y derrotas de los equipos deportivos... los paparazzis revolotean por todas partes.
Nos hundimos cada vez más en la abstracción.
Nuestros deseos y necesidades son explotadas en beneficio de la ganancia
y el control ideológico... Ya no vivimos en el mundo. Vivimos en una imagen
abstracta del mundo.
Es nuestra separación...
nuestro atomismo social... lo que hace posible al espectáculo proveer unidad a través
de la imagen. Recordemos a Debord: la
"sociedad del espectáculo" se reúne solo en su separación. El flujo
constante de los medios de producción y sus extensiones rizomaticas de poder y
modificaciones institucionalizadas distorsionan la comunicación y la información
para su propia ventaja. La
"sociedad burocrática de consumo controlado" separa pensamiento
y acción, en tanto transforma la vida
concreta en un universo especulativo de signos y símbolos efervescentes para
ser contemplados.
Esta es una Guerra
Tecno-Sagrada...el Eje del Mal fue proclamado desde el pulpito...no fueron
necesarios argumentos sofisticados...solo imágenes del 9/11 y la invocación de
las Armas de Destrucción Masiva. La
doctrina de la prevención resuma con el fervor teológico de las cruzadas.
Extiende la guerra clásica, tal como se entendió desde Sun Tzu a Clausewitz, a
lo virtual. La magia tecnológica de la
guerra, sin embargo, no la separa de sus aparatos de captura. Clásicamente la
guerra estuvo al lado de la jerarquía, la separación, la apropiación y la acumulación
del poder. Esto no ha cambiado. Las guerras centrípetas succionan el poder
hacia el centro... intentan injertar el poder en lo uno... Dios-Rey-Estado-Capital-etc. Lo que ha cambiado es que debe tener la aprobación
de la mayoría de los espectadores.... debe orientar la mirada hacia las
encuestas... debe obtener buenos promedios.
La prevención introduce el reino del posible futuro negativo dentro de
la ecuación. Un futuro que empequeñece
el 9/11... invoca el terror para asegurar su logica... la
guerra entra en la Economía de la Especulación y la Teología del Armagedon. La
logica de la prevención demanda la guerra para prevenir futuras guerras y
atrocidades...en el nombre del Bien...los regimenes diabólicos deben ser
destruidos. Es nuestro deber. Debemos
eliminar el Mal.
"Por que
deseamos nuestra opresión?"
La paradoja de Deleuze y Guattari.
El miedo a la vulnerabilidad ha configurado la psique americana
desde el ataque de Pearl Harbour... yendo desde el refugio anti-aéreo a la
cinta magnética para controlar la ansiedad... para suspender el desierto de lo
Real. "La Seguridad Nacional" es solo otro termino para la invasión
de la privacidad y la erosión de las libertades civiles y, sin embargo, es
recibida con brazos abiertos.
"Estas con
nosotros o en contra de nosotros"...Mira lo que podemos hacer. Es aterrorizantemente claro que la maquina de
guerra ha entrado en un nuevo desarrollo. El fin de la Guerra Fría
nos ha conducido a la Edad del
Imperio. Su llegada espectral se hizo
sentir en la Guerra del Golfo. Su
secuela, apodada "operación iraki freedom", es la última expresión
de esta entidad mutante. Una maquina feroz funcionando a través de una guerra asimétrica
que pacifica a las masas a través de un ataque relámpago de noticias... una
bomba sucia de información que encubre el horror de la guerra.
En la invasión a
Irak el ministro de información reclamaba que los soldados
americanos estaban muriendo como perros en el aeropuerto..."no les
crean," exclamaba, "nosotros estamos ganando". Los
halcones arrasan en Bagdad. Los reporteros
incrustados en las tropas rebotan imágenes desde satélites, tropas de operaciones especiales
asaltan palacios y edificios gubernamentales, la guerrilla urbana irrumpe, los símbolos
de Saddam lentamente son destruidos... su cara se disuelve en las murallas
resecas de Bagdad... las calles se llenan de caos... la victoria es
proclamada... la confianza rueda cuesta abajo... desvaneciéndose como en Afganistán... gira, gira, gira. Y el espectáculo continua,
con nuevas invasiones, con nuevas guerras.
No hay necesidad
de bombarderos suicidas aquí. Nosotros
ya hemos dado nuestros cuerpos al espectáculo.
Vivimos solo para la imagen... para
la próxima atracción.
Levántate del sillón. Las calles te llaman.
Ariel
Saturday, August 24, 2013
El placer de comprar.
¿No es irónico que la crítica de la sociedad de masas
iniciada por la Escuela de Frankfur se
haya transformado en una de las fuerzas del consumismo en las últimas décadas? “No Logo” de Naomi
Klein, uno de los títulos mas populares dentro del movimiento anti neoliberal,
no se ha convertido en la practica en un
rechazo del consumo, sino que la reiteración de la critica de la sociedad de masas se
recicla en una basta literatura de consumo. Si hay alguna duda solo miremos algunos
titulo en el mercado norteamericano… “Fast Food Nation”, “Adbuster”,”Culture
Jam”, “Luxury Fever”, etc. Cada uno de ellos es un “Best Seller”que podemos comprar
en el mercado del barrio junto con la
Coca Cola.
El crecimiento económico es un factor positivo en la promoción
de la felicidad humana. Mientras mayor riqueza haya mayor habilidad tenemos para satisfacer
nuestras necesidades y deseos, aliviar
el sufrimiento y las enfermedades y llevar a cabo nuestros proyectos. Pero, esto no significa que más y más sea
mejor. Según algunos estudios económicos
cuando el GDP alcanza 10 mil dólares per capita, un mayor crecimiento no genera
una mayor ganancia en la felicidad promedio. Los países desarrollados que han
pasado ese nivel en lugar de mostrar un
nuevo incremento de felicidad sufren una declinación. El crecimiento deja de producir mejoramientos y
paradójicamente aumenta el desempleo, la diferencia entre pobres y ricos, la inseguridad laboral, las horas de trabajo y la
deteriorizacion del ambiente ¿Qué es lo que pasa aquí?… ¿Cómo las sociedades
que han logrado producir tanta riqueza fracasan en asegurar, en una medida
apreciable, el mejoramiento social? ¿No será
que se prefiere gastar el dinero en el consumo de mercancías? Si esto no
nos produce mayor felicidad… ¿por que lo hacemos? Es a esta obsesión compulsiva
a adquirir más y más mercancías sabiendo que nos llevara a hacer sacrificios
irracionales a lo que llamamos
consumerismo.
La
identificación entre sociedad de consumo
y sociedad de masas revela una
sociedad de conformistas compulsivos
sujetos a la permanente manipulación de las Corporaciones y la publicidad. El
hecho obvio es que la mayoría de los adolescentes exigen usar ropas y estilos
de vida idénticos a todos los otros. Lo
que quieren es ser aceptados. Sin embargo, la idea de que el consumismo es
motivado por el deseo conformista no es del todo tan evidente. Una buena porción
de la población adulta, por ejemplo,
gasta el dinero en mercaderías que confieren distinción, que les
permiten sentirse superiores, mejor informados o diferentes y distintos a la
horda. El negocio de la publicidad ha
descubierto hace ya mucho tiempo que es el disconforme y no el conformista el
que motiva el consumo. Es el nombre comercial del producto el que diferencia a
la mercancía, el que los separa de los otros. La gente busca una marca
comercial determinada por la distinción única que confiere.
La reacción en contra del consumismo tiene una vieja
tradición que se presenta como la crítica de lo que los otros compran. Donde
mas obviamente se ve es en el puritanismo religioso. El mundo material es
pecaminoso y corrupto. El verdadero sujeto religioso solo encuentra felicidad en lo espiritual. Si la crítica del
consumismo se hubiese reducido solo a
esta visión puritana nunca hubiera logrado credibilidad en la izquierda. Es solo
con los escritos de Marx que esta la
adopta como arma en contra del orden económico. Según el filosofo alemán el
capitalismo sufre de crisis periódicas de sobre producción. El interés del
capitalista es bajar los costos de producción introduciendo técnicas de
producción masiva para aumentar la cantidad de mercancías y disminuir la fuerza laboral. Estas dos estrategias, dice, son
contradictorias… la producción masiva aumenta el suministro de mercancías. Pero,
al mismo tiempo, reduce la capacidad adquisitiva del trabajador produciendo una
disminución en la demanda que termina con una sobre producción de mercancías que
el capitalista no puede vender. El resultado es una crisis de sobre producción
generalizada, una recesión que lleva a la
destrucción de la sobre producción con el fin de reajustar el sistema y
permitir que un nuevo ciclo de producción empiece.
Después de la segunda guerra mundial los países
industrializados, a pesar de experimentar un crecimiento in interrumpido, han
logrado disminuir los efectos de las crisis cíclicas negando las predicciones
de Marx. La respuesta que empieza a adquirir popularidad en los 60s para
explicar esta contradicción fue la idea de que la publicidad se introduce para
intentar resolver el problema de la sobreproducción.
La contradicción capitalista se resuelve transformando al ciudadano en
consumidor. La salida al exceso de mercancías es inducir a la gente a desear más
y más, a crear la compulsión a comprar. Como la industria produce mercancías
estandarizadas, la psicología del consumismo trata de crear una masa social homogénea
con características mentales y sociales
similares. El consumismo es concebido como un sistema conformista rígido que no
admite desviación de la norma. Las necesidades de consumo, dice Baudrillard, no
son dictadas por el individuo, sino por los requerimientos funcionales del
sistema productivo.
Este es el punto de contacto entre la crítica del consumo y
el rechazo a la cultura de masas. Si el sistema no tolera excepciones y su
existencia depende de la uniformidad, entonces, cualquier acto que no se ajuste
a ella pasa a tener el estatus de una trasgresión
políticamente subversiva. El consumidor
tiene el poder de desestabilizar la maquinaria rehusando comprar donde la industria publicitaria dice.
La rebelión
anticonsumerista, dice J. Heath, el rechazo a la conformidad masiva y a ser parte
de la maquinaria comercial es una fuente de considerable distinción. Las
sociedades capitalistas son
individualistas y ser “rebelde” se transforma en una nueva categoría social,
desde los Hippies y Beatnes de los 60s a los Punk y Ghothic de los 80s y los
Primitivos Modernos con tatuajes, aros y argollas perforando la piel. La
actitud implícita es la de rechazo a los valores dominantes…“a diferencia del
resto yo no soy engañado por el sistema”. Si el mensaje de la critica de la
sociedad de masa dice que la mayoría
somos tornillos de la maquinaria comercial, victimas inconcientes manipuladas
para servir las necesidades del mercado… ¿Quién querría, entonces, ser parte de
la sociedad de masas? A medida que la crítica
adquiere mayor credibilidad, mayor es el número que quiere distinguirse oponiéndose a la conformidad. La
oposición a los valores mayoritarios de la población es una marca diferencial.
El problema es que no todos pueden ser diferentes
al mismo tiempo. Si todos se unen al anticonsumismo este se transforma en el
nuevo consumismo. El rebelde tiene entonces
que inventar un nuevo anticonsumismo para restablecer la distinción. El
rostro del che Guevara fue en un tiempo un símbolo rebelde con un claro mensaje
revolucionario. Hoy día vemos su rostro en poleras que podemos comprar en
cualquier tienda junto a otras con las figuras de los Rolling Stone o los Hip Hop. El símbolo se hace común y pierde el filo transgresivo que una vez
tuvo. Desde el momento que la critica de la sociedad de masas ve a toda la
cultura como un sistema de represión y conformismo el estilo rebelde es
prácticamente infinito. El exceso transgresivo pierde su valor transformativo, pasa
a ser un elemento mercantil más y se convierte en parte del sistema.
La crítica del
consumismo insiste en tratar el consumo y la producción como si fueran procesos
independientes. Hace algún tiempo se inicio una campaña que ha atraído atención mundial y que busca
instituir un día en que nada se compre. Lo que se ignora aquí es que de una u otra manera mi ingreso se gastara.
Si no lo gasto lo deposito en el banco y otro lo gastara. La única manera de reducir el consumo es reduciendo mi contribución a la
producción. Igualmente, los que defienden el
consumo argumentando que crea trabajo para otros y que la disminución del gasto crea desempleo no
consideran el hecho que la reducción de gastos
no disminuye la demanda de trabajo. El aparato
bancario continuara circulando el dinero. La única manera de reducir el consumo
es trabajar menos y reducir mis ingresos. En este caso reduzco la demanda de
trabajo y creo desempleo. Solo que es mi propio trabajo el que disminuye, no el
de los otros.
La ilusión de la
rebelión anticonsumista es creer que sus
consecuencias pueden tener efectos notables en las instituciones políticas y económicas.
El cambio de la conciencia consumerista se ve como una estrategia más profunda
y efectiva comparada con el intento de controlar
o cambiar la maquinaria desde fuera. Después de más de cuatro décadas en existencia esta estrategia no se ha
mostrado muy efectiva. Lo paradójico es que esta forma especifica de resistencia
aumenta los efectos a los que inicialmente
la critica se dirigió generando, por el contrario, un ciclo de
transgresiones competitivas que hace mas
difícil avanzar una agenda política progresiva
en la determinación estructural de las instituciones sociales. La crítica
de la sociedad de masas no es lo mismo
que la critica del consumismo. Esta última no es la búsqueda de la
conformidad y no es el producto de la manufacturación
de deseos. Es, más bien, producto del
consumo competitivo, de la búsqueda por sobresalir y querer ubicarse por encima
de la masa. Al final del día el crecimiento económico pareciera a adquirir el carácter de una carrera armamentista más
que de un sistema de producción que expande su capacidad para satisfacer las necesidades
vitales de la especie humana.
Nieves y Miro Fuenzalida
Ottawa, Septiembre
2007.
Tuesday, August 20, 2013
Cinco poesillas
Trenzar.
Me ayudastes
a
trenzar
la vida
con
la alegria,
el dolor
y
la metafisica.
a
trenzar
la vida
con
la alegria,
el dolor
y
la metafisica.
La risa del viento.
Me puse
un cucurucho
de
papel crema
en
la oreja izquierda
para
escuchar
la risa
del
viento
que
jugaba
entre
los arboles
de
mi infancia.
Me puse
un cucurucho
de
papel crema
en
la oreja izquierda
para
escuchar
la risa
del
viento
que
jugaba
entre
los arboles
de
mi infancia.
Las lanas de espuma.
Fui tejiendo
las orillas
del
mar
con
las lanas
de
sus espumas
y
tu sonrisa.
Fui tejiendo
las orillas
del
mar
con
las lanas
de
sus espumas
y
tu sonrisa.
Atardecer.
74 caballos
cabalgan
por
el oceano
del
deseo
en
el atardecer
de
un cuerpo.
El uslero del tiempo.
Amaso
las nubes
con
el uslero
del
tiempo
y
mi delantal
de
cuadrille azul,
de
bolsillos
llenos
de
metafisicas
pasadas.
Friday, August 16, 2013
Un ideal.
Me preguntas que
quiero hacer con mi vida… como podría responder sin condenar mi vida a un propósito
sin sentido? La persecución de un ideal que yace puramente en mi mente… un
reino de fantasía imaginaria creado sofisticadamente en mi nombre. Si la vida
es… yo quisiera devenir. Quisiera viajar… Quisiera amar. Pero mis viajes y mis amores
tienen que ser creados….”caminante no hay camino, se hace camino al andar
"… Y sin embargo, es debido a la comprensión de este hecho que me encuentro
paralizado… catatónicamente moroso. Me pregunto si esto fue lo que Nietzsche sintió
cuando descubrió el nihilismo. Cuando él penetro a través de la niebla al borde
del tiempo. La voluntad no es hacia la Nada, es hacia lo Extraordinario. Y lo
extraordinario es lo que te empuja hacia delante… hacia ese momento cuando la
niebla aclara y logras vislumbrar el futuro... o un posible futuro por venir… Pero
por ahora nos ponemos nuestras mascaras y pasamos el tiempo... jugando juegos
con nosotros mismos y nuestras mentes… La pregunta hace eco y una voz dentro de
mi cabeza suavemente susurra… quiero crear! … escribir… pensar nuevos pensamientos...
que rebalsen sobre el mundo. Y sin embargo soy nada… un mero susurro en un mar
de turbulencia."Luz soy, ah como si fuera noche!". Mi refrán catatónico
salta por todas partes… capturando los flujos de mi vida. Necesito escribir! Vomitar
sobre la página. Decir cualquier cosa y todo. Vaciarme a mi mismo y ahogarme en
tinta. Esta es la ruta… la jornada… Mi salida, a lo menos, en un posible mundo
por venir. Un mundo prematuro que nunca viene… ¿Que tal si escribo y la gente
realmente me lee? Por que me leerían? Incluso peor… ¿Que escribiría? ¿Que diría?
¿Que podría decir? Todo ha sido dicho! Lo que nos queda es solo escuchar
los ecos de un pasado distante. Pero esta posición nostálgica lo convierte a
uno en un mero adorador, un seguidor… una oveja en la manada. Para escapar, uno
debe decir algo nuevo, algo nunca dicho. Quebrar la cárcel. Quiero crear… ¿me escucharas?
¿Serás mi musa? ¿Y miraras dentro de mi alma desplegada… a través de mis nubes
de oscuridad y mis rayos de luz?
Ariel.
Jul/01
Monday, August 12, 2013
El Universo en el Vacío.
Imaginemos que no
hay vida, Tierra, planetas, sol, estrellas, átomos ni partículas elementales
con la posibilidad de reorganizarse en
diferentes cosas. Imaginemos que después de remover todo lo que existe en el
Universo solo queda el vacío. En breve, imaginemos que solo existe la nada.
No el ser y la nada, sino la nada pura y simplemente. Fácil decirlo ¿cierto?
pero bien difícil imaginarlo… ¿Puede
existir la nada si no hay nadie para saber que no hay nada? ¿Si sacamos todo lo
que hay que pasa con el espacio? ¿Existe este independientemente de las cosas?
Aristóteles decía que la naturaleza
aborrece el vacío y esta fue la opinión prevalente hasta no hace mucho.
El principio de la
continuidad, que occidente heredo de los griegos, establece que
La Nada no puede llegar a ser algo.
Algo no puede llegar a ser nada.
Y algo no puede llegar a ser algo
diferente.
Los dos primeros axiomas establecen que la
existencia es continua. El tercero prueba que lo que existe no puede cambiar. La
filosofía y la ciencia permanentemente se han esforzado en tratar de reconciliar o afirmar simultáneamente la ley
de la continuidad y la ley del cambio. Las leyes de la termodinámica es un
ejemplo de ello. La primera ley, que establece que la energía del Universo
permanece constante, confirma la ley de la continuidad. La segunda confirma un
proceso natural irreversible en el que
la energía fluye de un estado caliente a un estado frío (corrimiento al rojo,
remanentes de ondas sonoras que sugieren una antigua explosión) ¿Qué
significa esto? que el universo va cuesta abajo. La reproducción y crecimiento característicos
de los fenómenos vitales seria la excepción. Pero la vida depende del calor del
sol que inevitablemente obedece la segunda ley de la termodinámica.
Si la energía
fluye de un estado de máxima concentración a uno de dispersión significa que la energía tuvo un origen. Pero, si tuvo un
origen, digamos un comienzo, significa que la segunda ley niega la primera al
implicar que la energía no solo puede ser creada, sino que tiene que ser creada.
La teoría física del Big Bang es una necesidad inevitable de la segunda ley.
Toda la materia del universo surgió de un punto microscópico que en un gazillionth de segundo después de aparecer exploto. La teoría del Big Bang nos coloca,
inevitablemente, frente a tres alternativas
El
punto cósmico surge de la misma materia que lo constituye, es decir, de si
mismo,
lo que niega un comienzo.
El
punto cósmico surge de la nada.
El punto cósmico surge de un tercer orden
distinto de si mismo y distinto de la nada. La segunda alternativa dice que la nada puede llegar a
ser algo. La tercera, que algo puede llegar a ser algo completamente diferente
de si mismo, pero no llegar a ser nada.
El problema con la
segunda alternativa es que para que la nada llegue a ser algo se requiere que
la nada contenga el potencial para llegar a ser algo. Pero, si contiene un potencial, cualquiera
sea su naturaleza, no puede calificar como nada porque, como dice Sebastián
Sisti, la nada es la ausencia absoluta de toda posibilidad... Si aceptamos esto
¿De donde surge, entonces, el universo?
La tercera
alternativa, como sostienen algunos cosmólogos,
permite formular una hipótesis
logica primaria que explora la
posibilidad de un tercer orden espacialmente infinito que llena lo que
usualmente pensamos como vacío. Aproximadamente 15 billones de años atrás este
orden, que podríamos llamar protogenico,
convirtió una parte de si mismo o todo su si mismo en el punto cósmico del Big Bang… ¿Podríamos decir que este orden
protogenico era infinito? No, realmente, porque si lo hubiese sido su conversión
hubiera resultado en un universo espacialmente infinito y no en un punto
cósmico en expansión. Luego, si es espacialmente finito entonces tiene límites,
tiene una extensión que termina aquí, allí y allá. Y no podríamos decir que termina aquí, allí y allá si no estuviera suspendido en el vacío. La
curvatura del universo de Einstein, por ejemplo, es el modelo de un universo
finito. Su curvatura es su límite. Más allá solo hay el vacío absoluto.
¿Es posible que el universo, que no puede surgir de la nada, haya surgido de un orden protogenico finito?
Solo si estamos dispuestos a aceptar una serie de contradicciones. Para convertirse
en un punto cósmico diminuto o en cualquier otra cosa tendría que haberse
convertido a si mismo en su opuesto absoluto, en algo que no posee largo,
ancho, profundidad o movimiento. Lo absolutamente opuesto a la extensión es la
no extensión que es lo que entendemos por vacío o nada, la absoluta ausencia de
toda posibilidad. La única posible conversión del orden protogenico hubiera
sido la conversión de si mismo en nada, su desaparición que en ese caso niega
la teoría. Protogenesis no pudo haberse convertido a si mismo en el punto del Big Bang porque no
pudo haber cambiado. Haber cambiado hubiera requerido haberse transformado en
nada. Algo no puede transformarse en algo diferente porque el único cambio
posible es llegar a ser nada. Con lo que nos quedamos, al parecer, es que 15 billones de años atrás hubo un Big Bang
que ocurrió dentro de un pequeñísimo punto cósmico. Si seguimos la necesidad
logica este punto no apareció súbitamente ni tampoco apareció gradualmente de la nada o de alguna otra cosa. El universo
siempre existió y siempre existirá. Si
se expande también se contrae. La alternativa a la teoría corriente del Big Bang
como un evento singular o como un
universo en estado de expansión
infinita es un universo pulsante. Expansión implica movimiento desde un centro.
Y la única forma en que un universo intemporal pueda expandirse desde un centro es porque el centro surge de una contracción. Y la
única manera de haberse contraído es porque antes se había expandido. El
alejamiento de las galaxias cercano a la
velocidad de la luz implica una explosión en el pasado, pero no implica
necesariamente la singularidad de esa explosión. Si el Big Bang ocurrió, tiene
que haber ocurrido debido a la contracción del universo. En última instancia, dice Sebastián Sisti, la comprensión de la materia
del universo prior a la singularidad del Big Bang no es tan diferente a la
comprensión de la materia del universo
que surge de la repetición infinita del
Big Bang.
Ahora sabemos
porque el universo no pudo haber tenido
un comienzo. Algo no puede surgir de la nada según el principio de la
continuidad. Para tener un comienzo el universo hubiera tenido que surgir de
algo diferente a la nada y diferente de si mismo, porque si surgiera de si
mismo no tendría sentido hablar de comienzo. Para tener un comienzo tendría que
haber surgido de otra cosa. Pero, el principio de continuidad niega que algo
pueda llegar a ser otra cosa, porque para llegar a ser otra cosa el universo tendría
que transformarse en su opuesto absoluto que equivale a la nada
Einstein decía que
el punto cósmico creo su propio espacio, es decir la nada, en el momento en que
exploto. La nada seria algo así como una sombra vacía que se extiende con la
expansión del universo. Antes del Big Bang
no había nada. No espacio vacío. El vacío tuvo que ser creado. Pero, si
aceptamos la creación de un vacío infinito simultaneo con el Big Bang, la
pregunta seria… ¿dentro de que fue creado? No es difícil imaginar que el punto cósmico tuvo que emerger dentro
de algún contexto para tener lugar. Por alguna razón difícil de entender para quienes no somos especialista en la
teoría de la relatividad Einstein no pudo aceptar la presencia de un vacío
infinito dentro del cual el punto cósmico pudo emerger. Un vacío infinito
esperando, esperando, esperando por la aparición
de la extraordinaria singularidad del Big Bang. El problema aquí, según Sisti, es presumir que el universo tuvo que tener un
comienzo. Es cierto que la evidencia
indica la presencia de antiguas
radiaciones y que las estrellas y galaxias se están alejando unas de otras. Pero,
esta evidencia es más fácil resolverla postulando una expansión y contracción
repetida del universo dentro de un vacío
absoluto. Si el universo es finito, como todo pareciera indicarlo, entonces tiene un límite que permite definirlo y todo limite requiere
de un marco de referencia para que tenga sentido. El punto cósmico del Big Bang
requiere un límite y el límite requiere
un vacío infinito dentro del cual uno pueda decir que el punto cósmico termina aquí, allí y allá… de otra manera
¿Cómo podríamos distinguir los límites de algo, de cualquier cosa, sin un
espacio vacío?
En la alegoría de
la campana de la tradición del budismo Zen
el visitante le pregunta al monje… ¿cuan vieja es esta magnifica
campana? Tocando con su mano el rico metal el monje le responde… alrededor de
500 anos, pero… moviendo su mano hacia el interior de la campana… este vacío es
eterno. Luego, el monje golpea la campana y su sonido lleno el espacio hasta
las mas lejanas montanas del valle. Sonriendo, el monje le pregunta al
visitante de donde cree que proviene el sonido… ¿del metal o del vacío?
Nieves y Miro Fuenzalida.
Ottawa, Noviembre
2011
Friday, August 9, 2013
Huella
me fui a recorrer aquellas
viejas calles de Santiago
que acostumbraba a sentir,
hace mas de 31 años, en mi
alfombra mágica voladora (AMV.),
en el camino que me llevaba todas las
mañanas a mi trabajo de "vieja" en el
"Darío", para hablar de los universos que
permanecían en sombras... trabajo que amaba
...y que me quitaron por pensar diferente los
que estaban escondidos detrás de los árboles
para comerse a las gacelas desapercibidas que
creemos en la fantasía de los animales humanos
... La "Matadero-Palma me esperaba siempre en
Arturo Prat y me llevaba hasta Avenida Matta donde
la cambiaba por una que llevaba su nombre... para bajarme
corriendo en la Avenida España... donde ya estaba casi lleno
de darianos caminando ... fumándose sus "Hilton's" pre-comienzo
de la jornada de la mañana... para despertarse de la neblina nocturna
que oscurecía sus ojo ... yo también me fumaría mi Hilton... pero
cómodamente sentada para ver el baile de las burbujas del humo…
y fantasear mis aventuras filosóficas de la mañana... la campana suena...
y la Sra. Adriana nos dice, haciendo sonar sus manos..."ya niñas y niños
... es la hora” ... apago mi Hilton... tomo el libro de clases del 4* G... cruzo el
patio... subo una escala... y ya... mi aventura mágica esta allí detrás de esa puerta
café... era café ?... la duda metafísica me perseguirá todo el día !!!
Nieves.
Tuesday, August 6, 2013
Un dia de invierno
Un crudo día de invierno,
manejando ligeramente sobre el limite de velocidad a lo largo de la 401 en dirección a Toronto... hipnotizados por los
blancos campos monocromáticos que se extienden a lo largo de la carretera
salpicados con espejismos invernales... nuestro juicio se torna nebuloso por
los llamados de los letreros luminosos que prometen bebidas refrescantes,
descanso calido y comida de casa. La
salida de la autopista nos conduce a una serie de repeticiones. Estamos tan
inmersos en el habito que ni siquiera podemos reconocer lo que nos rodea
(alguna vez hemos sido capaces de hacerlo?) Vivimos en la somnolencia de la seducción...
hipnóticamente reaccionando a las señales sociales... riendo y llorando cuando
se nos dice... creando la mundanalidad del momento... cuidadosamente inmersos
en nuestras preocupaciones narcisistas. Y, sin embargo… no estamos satisfechos,
queremos mas, deseamos otras cosas… estamos aburridos! Pero, hasta cuando nos
encontramos en el medio de la conformidad, hasta cuando cumplimos con nuestro
deber, fallamos en reconocer la naturaleza excepcional del momento. Porque,
incluso, hasta el tedio de esperar en la cola de un kiosco de "comida
chatarra" en el hielo norteño contiene un movimiento deterritorializante.
A veces, un pensamiento nos
golpea como un dardo surgido de la nada... mientras esperamos en cola para
gastar nuestro dinero ganado con sudor en un trozo de carne roja y
caliente, química e industrialmente aliñada,
misteriosamente procesada, envuelta en trigo genéticamente modificado
disfrazado de pan, aderezado con algún tipo de salsa secreta protegida por el
derecho de autor y servida por un ejercito de adolescentes uniformados, usando
equipos portables de comunicación y ganando un salario mínimo. La
artificialidad del momento es fuera de serie y, a pesar de todo, la
experimentamos como profundamente mundanal... instintivamente subconsciente... como
las contracciones peristálticas de nuestros músculos estomacales regurgitando
la basta cantidad de alcohol consumido en una de esas noches canadienses tan
brutalmente frías.
Como es que pasamos de la producción
industrial al consumerismo compulsivo? Hay un cambio cualitativo en esta transición
cuyos efectos descentralizan la totalidad del campo social. La primera revolución
industrial fue impulsada por la producción y estuvo relacionada con cuestiones
de eficiencia organizativa (organización de materia prima, de poder laboral, de
maquinaria, etc.) ¿Cual es la organización laboral más rentable? ¿Como
aceleramos la producción? ¿Como aumentamos la ganancia? La línea de ensamblaje industrial surgió como
respuesta. El ensamblaje de un producto se divide interminablemente en
micro-operaciones y el trabajador se transforma en un autómata ejecutando
repetitivamente la misma tarea carente de habilidad... apretar un tornillo una
y otra vez. Esta logica tecnocratica entiende el producto final solo como un
medio para hacer más dinero.
Los años de post-guerra vieron la
invasión masiva de televisiones, autos, computadoras y artefactos para el hogar
junto con autopistas guiándonos a los suburbios. El nuevo motor que ahora
impulsa la segunda revolución industrial ya no es el poder organizativo, sino,
el consumo. Al transformarse en la portada encantada de la reproducción socioeconómica,
la mercancía se torna en un sitio de control social. Una red completa de información
y comunicación se establece para manejar, vigilar, regular y crear
pseudo-necesidades. Las nuevas relaciones de dominación que surgen de esta configuración
se expresan a si mismas, mas fuertemente, a través de la mercantilización de la
vida diaria y del ocio. La vida entera de uno es invadida por el flujo del
capital. Donde una vez existió una
clara división entre trabajo y ocio, hoy no quedan ni siquiera trazos de tal separación.
Ya no trabajamos por alimento y techo, sino para el fin de semana. Marcados como blancos por las firmas de
estudio de mercados, los publicistas, los encuestadores, los medios de comunicación
de masas y el telemercado, la vida diaria se transforma en un nuevo terreno a
colonizar y explotar, para obtener ganancias. El hiper-capitalismo es el
proceso de colonializacion interna de los colonizadores. Somos bombardeados
interminablemente por imágenes chillonas, manipuladas y distorsionadas, golpeándonos
a una velocidad pasmosa... mesmerizandonos, hipnotizándonos, seduciéndonos en
nuestros sillones... pasivamente consumiendo ilusiones... babeando fascinados
con las imágenes bizarras, los senos de silicón y los héroes de celuloide incitándonos
a "ser como Mike" -- usando las zapatillas que Mike Jordan usa,
nosotros también , de alguna manera, nos fundimos con su imagen participando de
sus excesos. Habitamos un mundo de fantasía ideal más bien que una existencia
vivida, consumiendo fama, heroísmo, amor y guerra a través de las imágenes con
las que el imperio de las corporaciones multinacionales nos alimenta ¿Para que
salvar el mundo cuando podemos observar que Rambo puede hacerlo y, al mismo tiempo,
también podemos echar un vistazo al partido de fútbol, a CNN y a los Simpson?
Si no se ve en TV, nunca sucedió.
La brillantez diabólica de los
ingenieros del mercado es su habilidad de vender individualidad al consumidor diciéndonos
que somos auténticos revolucionarios, estrellas de cine esperando a ser
descubiertas, atletas con el potencial de ser campeones del mundo, exploradores
y aventureros extremos. Cualquier gusto verdaderamente subversivo es
inmediatamente reterritorializado dentro del capital y re-vendido como
"rebelde choro", ofreciéndonos como la única alternativa subversiva
el "consumo como rebelión”. La no-conformidad pre-embasada es
confeccionada por nuestro apetito por lo "cool" que suprime nuestro desafío
anti-autoritario. Continuamente compramos gestos desafiantes inscritos en
lo que usamos, manejamos, comemos y bebemos. Existimos consumiendo imágenes que
alimentan nuestra perversa fantasía. Saqueando los bancos de la memoria
cultural, la fachada de la individualidad se nos re-vende como un enjambre de símbolos,
logos y nombres genéricos, uniéndonos y dividiéndonos en un tribalismo
consumerista de clanes, hordas y bandas. Atractivos temas comerciales guían
nuestra vida diaria como una invocación religiosa..."Just do it". En
la sociedad del capitalismo tardío, la identidad es configurada cada vez más
por los modelos de compra y las marcas de fábrica. Nos hemos transformado en
cazadores cartesianos de gangas... compro, luego soy. El ser se equipara al
consumo de una "imagen". El sujeto del capitalismo tardío es un
sujeto consumidor... navegando en un intercambio de precios... Suspendido en
signos, símbolos, iconos y fantasías... chupando información a través de una
paja amarilla mientras sueña con llegar
a ser "cool"... un rebelde extravagante subyugado por el espectáculo.
Los tentáculos seductivos que
alimentan el mundo hiper-real del espectáculo nos aprisionan a través de
los medios de comunicación publicitarios, la cultura popular, la información
digital y los avisos luminosos... ellos están por todas partes, mutando y
creciendo en nuestros sueños y deseos. Estamos siendo asimilados. El enemigo
esta adentro. Y sin embargo, no podemos rendirnos. Debemos asumir el aspecto
revolucionario del momento y entrar en el vacío de la excepcionalidad al transformarnos
en el momento excesivo. El rebalsamiento del momento se escapa y se disuelve a través
de la variedad de válvulas, eslabones, hoyos negros y líneas de fuga. Debemos
asumir el hecho de que podemos ser sobrecogidos por lo Real en cualquier momento,
incluso cuando esperamos en la cola del McDonal, simplemente porque estos
momentos están llenos de trizaduras. El flujo puede ser quebrado en el sitio
mismo del intercambio... el escape es un acto de transformación… un acto de producción…
Just do it!
Saturday, August 3, 2013
Comer o ser comido.
Elías Caneti, hace algunos años atrás, dijo que cada uno de nosotros era..."un rey en medio de un campo de cadáveres”...Si solamente pensaramos por un momento en el numero de criaturas que cada uno de nosotros ha consumido en el lapso de una vida para asegurar nuestra existencia, el significado de la frase de E. Caneti inmediatamente adquiere una importancia cuyas dimensiones nunca antes habíamos considerado.
El acto de consumir
el mundo se caracteriza por una tensión de amor y pérdida, de vida y muerte. Es
por eso que el ejercicio del poder sobre la Naturaleza nos llena de exitamiento
y pasión y, también, de repulsión y
disgusto...
Las normas y las
regulaciones, las compensaciones y las dispensaciones que una cultura establece
para..."consumir la Naturaleza”...producen y reflejan su visión del mundo.
Se ha dicho que ..."la historia del hombre es solo inteligible en el
contexto de la historia del alimento" ...Y nunca esto ha sido mas evidente
que en la cultura del vacuno, con sus rituales y practicas que han sido y continúan
siendo inmensamente omnipresentes, afectando y moldeando cuestiones de diferenciación
de clase, de identidad nacional, de política colonial e imperialista, de teorías
raciales y discriminación femenina y masculina ...Hasta el día de hoy, el complejo
industrial de la carne continua influyendo la psicología, el estilo de vida y
los valores a través del mundo, transformándolo en una fuerza cultural
formidable en los asuntos humanos. Es por esta razón que su cuestionamiento es
valido y el caso en favor del vegetarianismo no es banal, sino que, por el contrario, tiene importantes ramificaciones
políticas y revolucionarias.
El hecho obvio es
que..."después de todo tenemos que comer”… Y sin embargo, esta, que es una
necesidad fundamental sin cuya satisfacción la vida no es posible, le es negada
a un inmenso numero de seres humanos. De acuerdo con UNICEF y la Organización
Mundial de la Salud, el 10 % de la población mundial no tiene suficiente para
comer. 550 millones de seres humanos sufren la falta crónica de alimentos. Otro
10 % vive al borde del hambre. De 40 a 60 millones de personas mueren de hambre
y mal nutrición al año y cientos de
millones viven en condiciones miserables. Esta realidad es trágica… y no porque
no haya suficiente alimento en el mundo, a lo menos en estos momentos sino, por
factores políticos que afectan su producción y distribución.
Hoy día existen más de un billón de vacas que
pastan en un cuarto de la superficie del planeta. Tierra arable que podría ser
puesta al servicio de una variada producción agrícola. Para comprender la
gravedad del problema consideremos los siguientes hechos. Para producir una
libra de carne se requieren 16 libras de grano. 16 libras de cereal contienen
20 veces más calorías, 8 veces más proteínas, una gran cantidad de fibras y ausencia
de grasa que una libra de carne. La mayor parte de las cualidades nutritivas
del cereal se pierden cuando el ganado lo ingiere y procesa. Solo el 11 %
reproduce carne. El 89 % se pierde en el proceso de conversión. Solamente en
Estados Unidos, la cantidad de grano y cereal que se pierde por año , en este
proceso de conversión, equivale a una taza por día, cada día, para cada ser
humano que habita este planeta (USDA, Economic Research Services, Beltsville,
Maryland).
En América Latina
hay 9 vacas por cada 10 personas. En Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay las
cabezas de ganado exceden la población humana. En Estados Unidos hay 100 millones
de vacas, lo que equivale a una vaca por cada 2.5 norteamericanos. Y en
Australia, el número excede en 40 % al de la población humana.
200 millones de
individuos participan en la industria de la carne, lo que la convierte en un
gran negocio. Y gran negocio es, cuyo control radica en corporaciones
internacionales en manos, mayormente, de intereses norteamericanos y europeos.
La nueva forma de la explotación neo-colonial, cuyo interés es el de la mantención
y extensión de la cultura carnívora- y
que hoy día alcanza a los países asiáticos- tiene
consecuencias enormes y de largo alcance. El intento de crear un solo mercado
mundial para la carne contiene poderosas repercusiones políticas para las
naciones en desarrollo, especialmente en Latinoamérica, en donde los pobres,
que constituyen su mayoría, se transforman nuevamente en sus victimas. Mas y
mas tierras cultivables se convierten en áreas de pastoreo con el consecuente
desplazamiento masivo de campesinos de la tierra que tradicionalmente les
sirviera de sustento.
La cuestión del
privilegio y el poder, de la expropiación y la explotación en el mundo moderno
se reduce, finalmente, al recuento calórico de cada ser humano en este planeta.
Más de tres cuartos de la dieta asiática se compone de granos. Un adulto
consume entre 300 a 400 libras de granos al año. Un norteamericano medio, por
contraste, consume sobre una tonelada (2000 libras) cada año, 80 por ciento de
ella, en forma de carne. Actualmente 2 de cada 3 personas en el mundo consumen,
primariamente, una dieta vegetariana. Con un tercio de la producción granera
dirigida a la industria de la carne y con un aumento del 20 % de la población
mundial no es irreal que en las próximas décadas nos veamos enfrentados a la
posibilidad de una crisis masiva de
alimentos.
Uno de los aspectos más fundamentales en la producción
de carne es la necesidad de tierras, cuya consecuencia es la continua y
progresiva deforestación y desertificación del planeta. En Estados Unidos hay
260 millones de acres perdidos en beneficio del complejo industrial de la
carne. Un 25 % de la foresta de América Central. Solamente en Costa Rica la deforestación
alcanza al 80 %. En México, 37 millones de acres sacrificados para la producción
vacuna. Por cada hamburguesa consumida, el precio ecológico es la deforestación
de 6 yardas cuadradas. La continuación, a largo plazo, de este rápido y
continuo proceso de deforestación es la erosión, la perdida y la destrucción
total de miles de otras especies (J.Rifkin,”Beyond Beef”).
Laboriosamente la
Naturaleza había venido tejiendo la rica variedad biológica. De mascada a
mascada la hamburguesa la devora. Y de mascada a mascada, en pocos minutos,
destruimos lo que había tomado millones de años en adquirir su ser. En este proceso 40
especies se extinguen al día (J.L.Lawrence“The case for vegetarianism”).
La vida en el
planeta es posible porque cierta cantidad de calor es atrapada por los gases en
las capas de ozono, permitiendo a la tierra el desarrollo de la materia orgánica
y, con ello, la vida. Pero, cuando los gases animales son reflejados de vuelta
a la superficie terráquea, empezamos a experimentar el efecto del aumento de la
temperatura global que, de continuar, sus resultados serán profundos y
devastadores. Y su causa, en parte, es la deforestación y los productos
digestivos de desecho del ganado mundial que emiten una inmensa cantidad de metano
que alcanza entre 9 y 35 por ciento del total emitido en la atmósfera. Aunque
esto parezca poco es, sin embargo, significante. Una pequeña cantidad de metano
refleja un gran incremento en la radiación infrarroja que retorna a la
superficie planetaria.
El mundo y todo lo
que contiene existe para mi satisfacción
y placer. Esta es la premisa implícita de nuestro antropocentrismo. Y hoy,
gracias al desarrollo tecnológico, su culminación
pareciera ser el egocentrismo inflado a proporciones cósmicas.
El moverse más allá
de la cultura de la carne no es solo una cuestión de gusto culinario. Es, también,
un acto político liberador. Es el deseo de reconstituirnos de manera diferente,
de originar una nueva sensibilidad capaz de reconocer nuestros lazos vitales.
Un puro acto que crea nuevas coordinadas.
Nieves y Miro
Fuenzalida
Ottawa, Febrero 24,
2000.
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