Sunday, May 11, 2014

Van Gogh y los zapatos viejos.




En un ensayo de M.Heiddeger titulado..."El origen de la obra de arte”... hay una poética descripción de una pintura de Van Gogh... sugiriendo que el arte revela la verdad. Por mucho que uno este de acuerdo con esta idea acerca del arte  hay, en esta interpretacion particular, algo terriblemente erróneo según el critico Meyer Schapiro. La pintura reproducida imnumerables veces se refiere a unos  modestos zapatos viejos y gastados por el uso, vistos de frente, cordones  desabrochados... Eso es prácticamente todo... Heidegger  dice que con referencia solamente a la pintura y nada más que a la pintura el  puede penetrar en la esencia de la  obra... Y así lo hace…

“En el cuadro de Van Gogh ni siquiera podemos decir donde estan esos zapatos de labriegos. En torno a ellos no hay nada a lo que pudieran pertenecer   o corresponder. Solo un espacio indeterminado. Ni siquiera hay adheridos  a ellos terrones del camino. Zapatos de labriego y nada más. Y, sin embargo...” Y es aqui, donde Heidegger, por si mismo, cree penetrar en la esencia de su significado sin recurrir a nada más que a la obra misma…  "En la oscura boca del gastado interior, bosteza la fatiga de los pasos laboriosos.   En la ruda pesantez del zapato esta  representada la tenacidad de la lenta  marcha a traves de los largos y monotonos  surcos de la tierra labrada (....) En el zapato  vibra la tácita llamada de la tierra, su reposado  ofrendar el trigo que madura y su enigmático rehusarse en el yermo campo del invierno (...) Propiedad de la tierra es este útil  y lo resguarda el mundo de la labriega.  De esta resguardada propiedad emerge este   útil mismo en su reposar en si."

 Hermosa interpretacion, deteniendose cuidadosamente en los detalles de la  pintura... solo que, segun Schapiro, cada una de estas descripciones es inexacta. Los zapatos pertenecen a Van Gogh... En aquel tiempo, él era un habitante de la ciudad, no del campo... En las suelas no hay trigo de los surcos, ni humedad campestre, ni trazo de rehuso enigmático... De acuerdo con Paul Gauguin, que compartía una pieza con Van Gogh  en Arles en 1888 y que había notado los viejos zapatos, nos refiere que estos poseian un importante  significado para Van Gogh (Schapiro, 1994)… "Mi padre, dice Vincent, era pastor y siguiendo su deseo continue estudios teologicos para prepararme en mi futura vocacion. Siendo un joven pastor una mañana deje Belgica, sin decirle a mi familia, para predicar las enseñanzas de Cristo en las fábricas y minas de acuerdo como yo las entendia. Esos zapatos son los que me acompañaron en esta fatigosa jornada”. Durante ese periodo, lo que los transforma en algo tan significativo es el hecho de que estan asociados a una profunda experiencia personal en la vida de Van Gogh... Durante cuarenta días cuida a un minero sobreviviente de una explosión y que había sido desahuciado y dejado de lado...  El salvar su vida habia constituido para él un milagro de amor... Y los zapatos estuvieron asociados a este milagro.
  
 Cualquiera sea la posición que se adopte en la interpretacion de Heidegger... hay algo que parece obvio. Una interpretación meramente formal o una aproximación solamente a la obra artística pierden importantes significados,  como lo vemos en la pintura de Van Gogh. Todo significado, indicaba Gadamer, esta en relacion a un contexto y es este el que le da un sentido particular,  porque cada contexto es una totalidad en si mismo... Pero, al mismo tiempo, éste  es parte, también, de otro contexto... La obra de Arte existe en contextos, dentro   de contextos, interminablemente... y cada contexto conferirá un significado diferente a la obra de Arte. Cambia el contexto, cambia el significado…  Se podría decir que en la obra de arte nos hablan el artista, la obra misma, quien la contempla y el mundo en toda su extensión.

Derrida, en uno de sus ensayos (“Restitutions in pointing”), dice que ambas interpretaciones, la de Heidegger y la de Schapiro, son solo aparentemente neutras. Toda conversación filosófica o discurso estético acerca de arte  siempre contiene valores, intereses y problemas que provienen desde fuera de este supuestamente puro y neutral ambito estético… Schapiro, por ejemplo, acusa a Heidegger de proyectar sus propias fantasías filosóficas en la pintura. Pero Schapiro, que se presenta como un crítico académico neutral, alguien que solo quiere rescatar los zapatos de Heidegger y restituirlos a Van Gogh, no es tan neutral como pareciera. Schapiro conoció el ensayo de Heidegger a través de un colega profesor en la Universidad de Columbia, Kury Goldstein, que estuvo prisionero en un campo de concentración nazi,  en 1933, antes de escapar a América. Es obvio, según Derrida, que para Goldstein y Schapiro el ensayo de Heidegger  contiene inquietantes tonos nazis.

Derrida no tiene intención en tomar partido en esta discusión. Su interés es mostrar que los objetivos de la desconstruccion son los de extraer los motivos escondidos en las conversaciones de arte que intentan descubrir  la verdad contenida en la obra, sea esta  pintura, literatura o poesía.

Heidegger y Schapiro asumen que existe un sujeto que uso los zapatos y que, por tanto, estos son un par. Pero, el titulo del cuadro, “Viejos zapatos con cordones”, no hace mención de que sean un par. Y si no son un par no pertenecen a  un solo individuo, lo que, en tal caso, malamente pueden ser restituidos a un solo dueño. Lo que todo esto indica es que los bordes entre política y arte, filosofía y arte, original y copia, firma y nombre propio son siempre dependientes de una construcción o enmarque. El lector siempre agrega algo al texto. Problemas sociales, políticos y económicos  siempre se introducen en la obra. Las circunstancias siempre influyen en la supuesta creencia de la verdad universal y eterna de la obra artística.

 Nieves y Miro Fuenzalida
 30 de Marzo de 2005.

  
       

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