Según el dicho Saudita… “mi padre cabalgo un camello.
Yo manejo un auto. Mi hijo vuela en un jet. Mi nieto cabalgara un camello”.
La civilización industrial
en la que hoy vivimos es bastante
vulnerable y se nos hace bien difícil
imaginar que pueda continuar su curso indefinidamente como el dicho sugiere. Lo que la amenaza
no es el terrorismo, las crisis económicas, el calentamiento global o
las guerras, sino la energía que alimenta a toda esta variedad de amenazas. Hace
unos cuantos años atrás el economista Schumacher decía que no había
sustituto para la energía. La
civilización moderna depende totalmente de ella. No es solo otra mercancía,
sino la precondición de toda mercancía, un factor básico igual al aire, al agua
y la tierra.
El crecimiento económico es la precondición de
la reproducción del sistema capitalista. Si llegara un momento en que la
producción no pudiera seguir
expandiéndose al 3 por ciento como mínimo la economía mundial se vería
en grave peligro. Su expansión,
tal como hoy la conocemos, ha sido posible gracias a la bonanza de la era del
petróleo. Cuando su producción alcance su apogeo… ¿Qué va a pasar con el
crecimiento económico del que depende el industrialismo moderno?
Las sociedades humanas crecen o se
detienen, crean nuevas tecnologías o permanecen estáticas según la
disponibilidad de energía. Durante el siglo XX hemos creado una forma de vida
basada en el basto consumo de energía fosilizada que ha sido la base de las
nuevas tecnologías espectaculares con las que hoy vivimos. El alimento, la
manufactura y los sistemas de
transportación han llegado a depender mayormente del creciente suministro de
gas natural, carbón y, especialmente, petróleo. La Agencia de Información de
Energía predice que la demanda global de petróleo aumentara el 60 por ciento en
el año 2020, aproximadamente 120
millones de barriles al día. Su flujo y
control determinara la salud económica y
la sobre vivencia de las naciones… ¿Cuánto petróleo queda? ¿Se acabará en algún
momento?
Los economistas neoliberales ven la
energía como una mercancía cualquiera
sujeta a las fuerzas del mercado. Su escasez temporaria sirve para subir los
precios que estimulan una mayor producción, el descubrimiento de nuevas fuentes naturales y
el desarrollo de sustitutos. Mientras más energía usemos, más tendremos. Si una crisis energética se produce, será
temporaria debido a imperfecciones del mercado causadas por
regulaciones gubernamentales. La
mejor solución es dejar al mercado responder naturalmente a las fluctuaciones
de precios.
Según las declaraciones de un grupo
de geólogos independientes, el petróleo se agotara. Y no en un futuro remoto.
La Edad de Oro de la abundancia de energía barata simplemente no esta en la
bola de cristal. Si este es el caso… ¿Cuáles serán las consecuencias para
la economía global? Frente a este escenario los políticos, que son
los que crean los programas gubernamentales de energía, prefieren creerles a los economistas para
evitar a toda costa ser los mensajeros de malas noticias. No es bueno para los
negocios, ni para las campañas electorales.
El reporte anual
“Petroconsultants” con base en Suiza,
del que la CIA es uno de sus
suscriptores, predijo en 1995 que la
cima de la producción de petróleo ocurrirá en la primera o segunda década del
siglo XXI. Revistas populares como “Discover” o “Popular Science” anuncian que en la primera parte del nuevo
siglo la mitad del suministro mundial de
petróleo habrá sido usado y su
producción entrara en declinación permanente. A finales de siglo una ola de fusiones se
produjo en la industria (Exxon and Mobil, Chevron and Texaco, Conoco and
Phillips y BP adquiere Amaco-Arco, etc.) Según Goldman Sachs en un reporte de Agosto 1999 la manía de estas grandes
fusiones no es nada más que el achicamiento de una industria moribunda
que reconoce que el 90% del petroleo convencional del mundo ya ha sido
encontrado.
Continuando las investigaciones del
geo físico Marion King Hubbert que muestran que la producción tiende a seguir
la curva de una campana, un grupo de geólogos independientes (Colin
Campbell, Laherrere, Deffeyes, Ivanhoe Youngquist,) han logrado mantener datos
actualizados. Según ellos, una vez que las distorsiones han sido eliminadas, se
hace aparente que el descubrimiento de nuevos depósitos alcanzo su cima en los
años 60s y desde entonces cada año se
descubren menos. Si esta tendencia se extrapola es posible calcular cuanto
petróleo se encontrara. Es esta extrapolación la que hace decir a Goldman Sachs
lo que dice. Lo más probable es que el final de la era del petróleo será
gradual sin alcanzar sorpresivamente un
punto crítico, solo un cambio
lento. Matt Simmons, especialista en la industria energética, después de
analizar 200 estudios técnicos de geologistas trabajando en los pozos
petroleros de Arabia Saudita, concluye que la producción ha alcanzado o esta
cerca de alcanzar en esta década su
máximo. Desde que virtualmente toda la producción
mundial de reserva se encuentra en esta región esto significa que la cima de su
producción señalara también la cima de la producción mundial. El Departamento
de Energía de Estados Unidos dice que “ a pesar de que no hay acuerdo acerca de
la fecha en que la producción mundial alcance su cima, las predicciones presentadas por el geólogo
Thomas Magnon y otros esperan que esta
ocurrirá entre ahora y el año 2020. Lo que es notable es que ninguno lo extiende más allá del año
2020.”
La voz optimista que afirma que hay
abundante petróleo proviene, no solo de los economistas, sino también de críticos como Peter Huber y Bjorn Lomborg.
Según ellos predicciones se vienen haciendo desde 1914 y todas ellas han sido
erróneas. Las reservas conocidas no son finitas, dicen, sino que constantemente
están creciendo. Exploramos nuevas áreas y encontramos nuevas reservas. El
petróleo vendrá no solo de fuentes conocidas, sino de muchas otras diferentes fuentes que aun no
conocemos. Una perforación inicial típicamente explota solo el 20% del pozo petrolero. Se estima que de los diez más
grandes campos petroleros de Estados Unidos todavía contenían 63% de su
petróleo original en el momento de cerrarse. El uso de nuevas y mejores tecnologías permitirá ahorrar energía, extraer más petróleo y usarlas en campos que
hoy son difíciles o muy caros de explotar
lo que aumentara la disponibilidad de petróleo en un 50% (US
Geological Survey) Además del petróleo, dice Lomborg, podemos obtener energía
de otras fuentes como gas y carbón cuya disponibilidad ha aumentado y de
fuentes de energía renovable. Eventualmente dejaremos de usar petróleo mucho
antes de que se acabe porque otras tecnologías energéticas proveerán beneficios
superiores.
¿Realmente hay una vasta cantidad de
petróleo esperando para ser descubierto? ¿Y donde esta este petróleo escondido?
Los geólogos han pasado décadas usando las técnicas mas avanzadas para localizar petróleo donde quiera que este
se encuentre y lo que encuentran son fuentes cada vez más pequeñas y de acceso
más difícil. Es cierto que nuevas tecnologías pueden aumentar la extracción e
incluso doblar el porcentaje de recuperación. Pero, esta recuperación no
retraza indefinidamente la cima de producción
de una fuente petrolera cualquiera. Lo que hace es solo extender su
producción por unos años y las predicciones actuales ya han tomado en cuenta
estas nuevas tecnologías que vienen con un precio. En tanto los campos
petroleros se hacen mas viejos las tecnologías se hacen más caras y la energía
necesaria para su desarrollo y operación aumenta desfavorablemente en relacion
con la energía extraída hasta llegar el momento en que la extracción de un
barril de petróleo necesitara usar la energía equivalente a un barril de petróleo para su obtención. Los sustitutos de energía, entre ellos la
energía de fuentes renovables, necesitan pasar ciertas pruebas. El carbón
contiene sustancialmente menos energía y
no es un sustituto apropiado para sostener esta sociedad industrial. El
desarrollo y despliegue de fuentes
renovables de energía, como el viento y el sol,
es algo que necesitamos favorecer, pero tampoco serán suficientes para
mantener el crecimiento económico capitalista cuando el petróleo se agote o sea demasiado caro.
Por años y años hemos venido
escuchando a los climatólogos, ecologistas y otros científicos que los recursos
son limitados, que la capacidad del planeta para sostener a los humanos es
finita y que la biosfera de la cual dependemos no puede continuar absorbiendo
los deshechos cada vez mas abundantes de la civilización industrial. La cuestión es que podemos escuchar muchas veces lo mismo pero igual no
tiene mucho efecto en nuestras conductas. Por ahora estamos muy ocupados
tratando de mantener en marcha la maquina capitalista para distraernos con
tales pronósticos. No importa que las
rivalidades entre las naciones hayan
empezado a aumentar o que las súper potencias arriesguen su propia existencia
en un conflicto bélico. El flujo de petróleo debe mantenerse.
¿Qué es lo que vendrá después del
industrialismo? El fin de la civilización
industrial no significa el fin del mundo. Si la reducción o agotamiento
del petróleo no acarrea el colapso social o la mutua destrucción bélica, probablemente lo que sigua sea un mundo de
bajo consumo con menos seres humanos y con menos presión en los ecos sistemas. No porque lo hayamos elegido, sino porque no
habrá elección.
Nieves y Miro Fuenzalida
Ottawa, Octubre 2012
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