El lugar común hoy
dia es que el Libro ha sido ya eclipsado por un nuevo formato. Es caro de
producir, de almacenar y de circular. Y si todavía permanece es solo por su
valor de punto de contacto. Su fin aun no ha llegado. Pero podemos imaginarlo.
¿Será el Libro, realmente, un artefacto obsoleto en un
futuro mundo digital? El Libro, dice el escritor Derrick de Kerckhove, es el lugar de reposo de
la palabra escrita. En cualquier otro lugar ellas constantemente se están moviendo...
cuando hablamos, cuando las vemos en la pantalla del cine, en la televisión o
en el monitor ellas no se quedan quietas, sino que permanecen en constante
vuelo. Incluso, la palabra impresa, que hasta ayer permanecía quieta hoy día
vuela mas rápido de lo que acostumbraba, no tanto por la cantidad de información
que se nos viene encima, sino porque la segmentación textual de la información
ha cambiado. El cine preparo el camino y nos enseño a procesar y confrontar información
a una velocidad incomparable. El comercial televisivo fácilmente puede contener
hasta cincuenta imágenes en un solo segmento de 30 segundos. Esta destilación
del significado circula a través del eslogan, los titulares de noticias y el
logo. La fluidez del escrito en una caja electrónica transforma el proceso de información
en una faena casi-mítica. Es como si estuviéramos retornando a aquellos tiempos
en que las personas de pocas palabras empaquetaban significados en epígrafes,
dichos y proverbios. No hay duda de que nos hemos vuelto minimalistas. Si antes
nos demorábamos uno o dos meses leyendo la "Guerra y la Paz", hoy día
solo tenemos paciencia para la información que ya haya sido previamente
estrujada, colada y diluida en 140 caracteres.
Menos del 35 por ciento de todo el material que se publica
en el presente circula en forma de Libro. Todo el resto del flujo mundial de imágenes
y palabras se mueve a través del video, la prensa, el disco compacto y los
bancos de información electrónica de uno u otro tipo. La cultura del papel
empastado disminuye en relacion inversa al crecimiento de la cultura digital.
Comparado con la flexibilidad y velocidad de la información procesada electrónicamente,
el Libro detiene el tiempo.Y es esta capacidad para parar la corriente
temporal, para fijar su contenido en un mundo de papel, lo que, paradójicamente, puede salvarlo de su
extinción total. En una época en donde la "doxa" ha vuelto a regular
las cuestiones publicas, el Libro confeccionado con un buen material y diseño
tipografico todavía acarrea la imagen de la confiabilidad. Uno de los mayores
problemas de las publicaciones científicas o profesionales puestas "on
line" es la inseguridad de los datos dados a conocer, a diferencia de las
publicaciones tradicionales. La carrera en contra del tiempo y la falta de
personal adecuado para llevar a cabo una revisión editorial, junto con el deseo
de los autores o editores a auto-publicarse "on line", sin tener que
someterse al escrutinio minucioso de una junta editorial, es lo que las hace
dudosa su credibilidad. Este es un problema de autoridad. El Libro, dentro de
este escenario, esta destinado a cargar, cada vez más, con el peso de la
credibilidad perdida en la fluidez de los datos electrónicos. Las publicaciones
académicas no solo tienen un propósito ritual, sino que, también, con todas sus
modalidades de revisión y crítica le
permiten a la sociedad equiparse con información que pueda ser tan confiable como
humanamente sea posible. Pocos, probablemente, serán los que se interesen por
esta información, pero la idea es que su presencia esta fijada en alguna
biblioteca para que sirva como una constante referencia en contra de todas las
combinaciones y permutaciones a que el texto pueda estar sujeto debido a las
manipulaciones hipertextuales producidas en el banco de datos electrónicos.
Dicho de otra manera, podríamos imaginar
la relacion entre el material impreso y los medios de distribución electrónica
como semejante a la relacion entre el oro y el dinero… el primero avala al
segundo
No se trata, dice Kerckhove, de que nunca podamos confiar en
los datos electrónicos. Estos poseen diferentes usos y presentan diferentes
oportunidades para el editor. La información "online" es más cercana
a la comunicación oral que el texto en papel y es, ademas, interactiva. Lo que
aparece en la pantalla es fluido y adaptable como la palabra y se acerca más al
contexto de la información entregada que al texto. La información basada en el
texto aumenta la credibilidad. La información basada en el contexto, en cambio,
se alimenta de lo que es pertinente. Una publicación es pertinente cuando es
consciente de las necesidades del consumidor, incluso, cuando ellas cambian. En
este nuevo mundo electrónico el consumidor profesional se ha transformado en
parte de la publicación profesional. "Socios en información y educación",
de acuerdo al editor Woltens Kluwen. La idea no es pensar en un producto, sino
en un servicio. Ser profesional significa, cada vez mas, tener acceso en el
momento oportuno a una variedad de información confiable y contextualizada.
Aquella información que es menos especializada y menos sensible al tiempo es
mas apropiada para publicaciones a largo plazo, en tanto que la información
programada para una clientela especifica es menos durable y su distribución es más
limitada.
El avance
tecnologico nos permite transferir, desde una basta Biblioteca electrónica,
el contenido de cualquier Libro que queramos. Y si lo deseamos. Todo un mundo
en la palma de la mano...o en el bolsillo trasero. Y mejor aun, mucho mas
barato que un libro de papel y tinta. Imagínense...un pequeño aparato que no
pesa más que unos pocos gramos y que puede contener cientos de libros... ¿Podríamos rechazar algo así? La
Biblioteca Publica, inmersa en un ambiente dominado cada vez más por la red electrónica,
enfrenta un futuro incierto. La existencia de una red global sugiere la noción
de una biblioteca global. Las fuerzas tecnológicas cambiaron el énfasis del "almacenamiento local… al
acceso global". Con el mejoramiento de la funcionalidad de la red la relacion inversa
hoy seria mas exacta decir..."acceso local a un almacenamiento
global".
Con este cambio, el
contenido de los archivos empieza a desmaterializarse, lo que implica un
profundo cambio en nuestra psicología personal y social. En un mundo dominado
mayormente por la red la autonomía individual necesita ser defendida a nivel
individual y a nivel publico. Para asegurar un limite razonable de autonomía individual necesitamos resistir
la tentación de automatizar todo, incluyendo nuestras respuestas mentales,
debido a una excesiva inter-actividad e hipertextualidad. A nivel publico, es
responsabilidad de los gobiernos el proteger el dominio común de los intentos
de ser poseído y controlado por la industria privada. La cuestión es... ¿“como
podemos proteger esta “red publica” de su privatización por la
“industria de la conciencia”?
La saga del cable de televisión nos cuenta la historia, no
solo de como llegamos a pagar por programas que una vez fueron gratis, sino también,
de como la integridad de lo que se nos entrega por nuestro dinero es amenazada
por la prioridad de la ganancia por sobre la del servicio. Lo triste de
todo esto es que el material perteneciente al dominio publico será cada vez más
pequeño en relacion al crecimiento de los usuarios que pagan por el mismo
servicio en forma virtual. Y los gobiernos, lejos de defender los medios de información
públicos, sean estos impresos o audiovisuales, disminuyen los presupuestos que
los hacen posibles, perpetuando un sistema en donde las diferencias de clase y
las exclusiones culturales se intensifican. Si el concepto de democracia todavía
tiene alguna validez esta estará en mantener la diferencia entre propiedad pública
y privada y no en su eliminación. Por su
compromiso con la palabra escrita y con el servicio publico las Bibliotecas
Publicas son el sitio donde el desafío critico de la humanidad puede
jugarse. La Biblioteca Pública puede ser el lugar en donde la democracia se
refugie de la completa electrificación y digitalización de nuestra mente.
¿ Por que, en la era de la hipertextualidad, todavía existen
aquellos que defienden la existencia del Libro ? Porque el pensamiento se
detiene en el Libro y se nos muestra en toda su desnudes, revelándonos su
estructura interna. La estructura del pensamiento no la encontramos, como dice
Kerckhove, por ninguna parte en la red electrónica. Todo en ella son medios
computarizados y su estructura se impone disfrazada en programaciones que no
vemos. Y porque la complementariedad entre el Libro y el lector, entre
objetividad y subjetividad, es una polaridad fundamental en la separación entre
individuo y sociedad. El Libro resiste la manipulación de la nueva
hipertextualidad e inter-actividad del lector. Leer y escribir le da a la
persona un cierto control sobre el lenguaje permitiéndole separar, en alguna
medida, su identidad del resto del grupo social, lo que es imposible en una
sociedad puramente oral. Una de las condiciones de la libertad mental y política
es que el mundo objetivo, el mundo que esta ahí afuera, se estabilice para que
la mente pueda vagar libremente en él, seleccionando y eligiendo de acuerdo a
sus necesidades y objetivos personales. El poder de control es mayor si el
texto se fija y la mente del lector toma todas las decisiones en la elaboración
del significado.
A diferencia de la comunicación oral o de la actividad de la
red, el Libro se presenta como un espejo fijo para el desarrollo individual y
es una condición necesaria para la existencia de la identidad privada. Cada
medio, de alguna manera, es una opción epistemológica. El Libro y la escritura
representan una de las pocas opciones epistemológicas ofrecidas por la historia
humana, por lo que es imposible pensar que pudieran desaparecer. La radio, la televisión
o la información computarizada no pueden ni deben reemplazarlos, porque su mantención
es critica, no solo como tecnologías de información, si no, también, como tecnologías
de ser.
Nieves y Miro
Fuenzalida