Ortega y Gasset decia que la figura humana es la de un animal inadaptado
que existe en un elemento extraño, en un
mundo primordialmente hostil a su condición. Dentro de el su destino esta
marcado por el intento de adaptarse a las exigencias vitales que el medio le
plantea. Esta es la razón que lo obliga a transformar este mundo que le es
ajeno, que no coincide con él, que no es suyo, en otro en donde se cumplan sus deseos.
El sueño de un mundo coincidente con nuestro
ser es lo que llamamos felicidad. El animal humano es el
ente infeliz y por esta razón hace de su destino la felicidad. La técnica es el
instrumento que transforma el mundo, que lo obliga a responder a nuestros
deseos y desde el momento que la física es la posibilidad de una técnica
infinita ella es el órgano de la felicidad. Su instauración es uno de los
hechos más importantes de la historia humana. Pero, también, uno de los más peligrosos…
la capacidad de crear un mundo con el poder tecnológico es inseparable de la
capacidad para destruirlo. La clave de la felicidad es, al mismo tiempo, la
clave de su destrucción.
Paul Virilio dice que el
accidente es lo que va a constituir la continuación de la política a través de
otros medios. Ya no va a ser la guerra tradicional con ejércitos la que va a
continuar lo político en la forma en que Clausewitz lo describió. Es el
accidente, pero el accidente total. El gran misterio es la naturaleza de este
accidente que va mano a mano con la nueva política de contención que hoy vivimos. Estamos
situados delante de un tipo de golpe de estado, pero de un golpe de estado
científico-militar, que no es lo mismo que el golpe de unos pocos generales. En
la visión de Virilio, lo mejor de todo es lo peor de todo. El bien difícilmente
puede separarse del mal. ¿Que es lo mejor de todo? la tecnología científica ¿Que
es lo peor de todo? la tecnología científica. Hoy día, frente a la emergencia
de las nuevas tecnologías nos vemos rodeados de un optimismo que en el fondo no es más que un
nuevo conformismo. El optimismo, según el lugar común, es bueno y el pesimismo
es malo. Cada vez que inventamos una nueva maravilla tecnológica la presentamos
en su lado positivo y optimista enmascarando sus peligros. Y sin embargo, este peligro, por mucho que queramos ignorarlo, siempre se nos cruza en el camino. La
tecnología nos introduce a
situaciones paradójicas. No hay progreso sin progreso hacia la catástrofe.
Con lo que hoy nos enfrentamos, finalmente, es con la toma de conciencia de lo
que Einstein dijo al referirse a las tres bombas. La bomba atómica, la bomba de
información y la bomba genética.
La bomba atómica abre la posibilidad del fin de la especie humana. La bomba informática, nacida al mismo tiempo que
la primera, permite descifrar el mapa del genoma humano. Y la tercera, a la que
Einstein llama la bomba demográfica, ya no se refiere solo a la explosión de la
población, sino, a la programación genética, a la modificación de la especie
humana, a su pluralidad y fragmentación. Las tres bombas funcionan juntas, en
una íntima relación de re-enforzamiento mutuo. Pero es la bomba informática la
que esta al centro de todo, constituyendo conocimiento y decisión y que hoy
esta en el proceso de revelarnos todo su poder explosivo. Los virus "Melissa"
y "Te amo" nos colocaron en el camino hacia un Chernobyls informático,
hacia la posibilidad de crear un accidente instantáneo a escala mundial muy
diferente del de las armas tradicionales de destrucción masiva molecular o nuclear.
Y la bomba genética, que hoy esta en
pleno desarrollo, tampoco escapa a esta dimensión apocalíptica. Después de la
selección natural de Darwin y la selección bio-social de Galton, hoy nos
enfrentamos a la posibilidad de una nueva “línea de ensamblaje” genética… la
industrialización del organismo vivo y la industrialización de la especie
misma. El aspecto significativo en este desarrollo es el hecho de que ya no
podemos plantear la cuestión genética sin plantear al mismo tiempo su
dimensión eugenica (del griego eu, bueno y geno, raza). La biogenética
contemporánea se esta moviendo hacia un eugenismo total en donde la selección
artificial y la selección informática ya no pueden separarse. La multiplicación
de la especie humana nunca antes fue planteada. El racismo estuvo contenido en
su exceso por el hecho de que hay solo una especie humana con diferentes razas.
A través de todas sus masacres, sus monstruosidades y sus horrores, el racismo
permanece dentro de la unidad de la especie humana y es relativo a esta unidad.
La bomba genética, en cambio, nos plantea hoy el riesgo de la explosión de esta
unidad. Los científicos aun no se han atrevido a crear una quimera, un
ser mitad humano y mitad simio...pero podrían.
Si alguien cree que hemos ido demasiado lejos con estas divagaciones pensemos solo que, incluso en el caso de que
la ingeniería genética no se materialice en la forma descrita, el desarrollo
bio-tecnológico (causacion genética, neuro-farmacología y prolongación de la
vida humana) tendrá importantes consecuencias políticas en el siglo XXI.
Las transformaciones y posibles consecuencias que originara serán altamente
controversiales y desafiaran las nociones de igualdad humana y la capacidad de
elección moral. Le dará a las sociedades nuevas y poderosas tecnologías para
controlar la conducta de los ciudadanos. Cambiara nuestra comprensión de
la personalidad humana y de su
identidad. Transformara las jerarquías sociales existentes y afectara el
progreso intelectual, material y político. Y todo ello producirá un impacto
cualitativo en la naturaleza de la política global. Vivimos en un mundo que
contiene fuerzas creativas y destructivas ilimitadas.
Nieves y Miro Fuenzalida.
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