Sunday, September 8, 2019

Humano 2.0


Algo enteramente nuevo ha ocurrido con el advenimiento del  Antropoceno... la posibilidad de que  la historia humana después de los humanos sea leída en las heridas que ellos dejaron en la faz de la tierra. Esta mera posibilidad obliga a revisar la pregunta acerca del pos humano. Si en algún momento el pos humano apuntaba a un mundo de cyborgs, super hombres y vida inorgánica, hoy el futuro promete un planeta  en donde los sistemas vivientes empiezan a fallar alterando irrevocablemente su composición de fuerzas. Un futuro bien distinto en donde el pos humano no será el super hombre del que hablaba Nietzsche, sino un pos humano significando el fin de su existencia.

Los teóricos Claire Colebrook y Jami Weinstein hacen notar en uno de sus escritos que el ser humano siempre se ha imaginado a si mismo a través de lo que sobrepasa lo humano, sea la razón universal, la vida o el espíritu. En su ultima versión occidental, el humano es el ser que no tiene otro fin que el que se da a si mismo. En este sentido el humano siempre ha sido pos humano al no aceptar ningún supuesto fin, función o naturaleza  que pueda definirlo como otra cosa mas en el mundo. Como decía Marx el hombre  es el ser que define su propia naturaleza al transformar su mundo.

Desde las ultimas décadas del siglo pasado el pos humanismo ha sido el intento de superar el humanismo, de romper con el pasado apuntando a un futuro que va mas allá de lo orgánico. Entre sus varios significados destacan  dos concepciones dominantes.  Según Nick Bostrom el pos humanismo es un predicado que será un suplemento beneficioso para los humanos. Pos humano, dice, es la conquista de la muerte y la superación de nuestra  deficiencia moral y cognitiva y todos nuestros recursos  debieran estar dirigidos al mejoramiento de la vida humana mas allá de sus limites naturales. El pos humanismo es un nuevo evento hecho posible gracias a las nuevas tecnologías. Mas que una teoría de lo humano es una negociación de posibilidades futuras en una era marcada por el rápido desarrollo tecnológico que ha creado las condiciones para expandir lo humano a través de próstesis, inteligencia artificial, clonación y, tal vez, inmortalidad. Ray Kurzweil y Hans Moravec, los mas populares representantes de esta visión, creen que la tecnología digital emancipara a los humanos de sus cuerpos fusionando la conciencia y la inteligencia racional con la maquina. En ese momento, llamado “Singularidad”, no habrá distinción entre la maquina y el humano, entre la realidad física y la realidad virtual. Al final de la centuria la porción no biológica de nuestra inteligencia será trillones de trillones mas poderosa que la inteligencia sin ayuda...  la mente cartesiana finalmente transcenderá el cuerpo.  Es la promesa de la transformación orgánica del humano en un futuro pos orgánico donde el humano se liberara de su origen animal y devendrá finalmente  en una maquina espiritual. En la segunda concepción pos humana, conocida como transhumanismo, se mantiene la materialidad corporal  basada en el carbón, pero, al igual que en la versión basada en el silicón, también se cree en la capacidad de transformación gracias a las nuevas tecnologías, tales como la medicina regenerativa y reproductiva, la terapia cloning, la ingeniería genética, la psicofarmacología, la inter faz neural, las drogas que aumentan la memoria, etc. De acuerdo al transhumanismo las tecnologías de mejoramiento humano ofrecen un enorme potencial  beneficioso como... periodos de salud indefinidos, mejores facultades intelectuales, nuevas sensibilidades, la habilidad de controlar nuestras emociones y mucho mas.

Lo común en estas dos versiones, al igual que en el modernismo, es el paso del tiempo. El termino pos humano presupone no solo un origen y una progresión teleológica que va de lo pre a lo pos humano, del mono a lo ultra humano, sino también un futuro humano que va mas allá de lo orgánico. Curiosamente, sin embargo, este proceso escatológico perpetua la misma identidad humana fundada en valores e ideales humanistas  que es justamente lo que el termino pos humano quería dejar atrás.  Todavía se cree que la razón, la autonomía, la inteligencia, la sensibilidad,  la auto presencia, etc. son atributos universales que permanecerán constantes, no solo a través del tiempo, sino también a través de los cambios que nos liberaran del cuerpo y la materia.... ¿no esta implícita en esta creencia la idea de que el humano, a pesar de que puede ser transformado, continua siendo humano? ¿de que, a pesar de romper con lo orgánico o de perfeccionarlo, todavía mantiene los valores humanistas? En verdad, en estas dos versiones el pos humano continua valorando y privilegiando una posición distintiva y absolutamente diferente de lo no humano reforzando  lo que ya esta presente en el humanismo. El animal no tiene lugar en este quiebre pos humano y la consecuencia es que el concepto “pos humano”  repite la misma versión  humanista que coloca al humano en la cúspide de la jerarquía animal domesticando, dominando y  controlando todo lo que esta debajo. Este limite entre humano y animal, según Derrida, no solo lleva a la subyugación  del animal, sino también a la homogeneidad  del animal bajo la etiqueta “Animal”, como si solo hubiera un solo limite, borde o margen entre Animal y Humano. Lo que esta homogenización del “Animal” y el “Humano”  falla en reconocer es que mas allá del reino de lo humano hay una multiplicidad heterogénea de seres vivos, o mas precisamente, una multiplicidad de organizaciones o falta de organizaciones entre los reinos que hace mas y mas difícil disociarlos con solo la figura de lo orgánico e inorgánico.  

El advenimiento de la Edad del Antropoceno, como notan Colebrook y Weinstein, obliga a revisar la cuestión del pos humano con un significado diferente... habrá un tiempo pos humano, un mundo sin y después de lo humano. A finales del siglo pasado el concepto del pos humano fue, por su mayor parte, una creencia liberadora. En la visión de Deleuze, por ejemplo, ya no tendremos que aprisionarnos en la identidad del “hombre”. El “super hombre” será una expansión de las fuerzas vivientes mas allá de la especie humana. El silicón sustituirá al carbón, los componentes genéticos al organismo y la agramaticalidad al significante ¿Qué es el super hombre? el compuesto formal de las fuerzas antiguas con las nuevas. El problema es que, dado el actual estado de las cosas,  habría que decir que esta visión optimista  del “fin del hombre” choca con la  reducción de la vida a la mera sobrevivencia  de un numero creciente de seres humanos y la idea de que el silicón sobrepasara a las formas de vida basadas en el carbón no tiene lugar en la advertencia  de los geólogos y climatólogos  que vamos en dirección a un callejón sin salida.  La visión de un mundo de cyborgs, super hombres y vida inorgánica se topa con un mundo futuro donde la Tierra como sistema viviente comienzan a fallar y en su lugar empezamos a avizorar un futuro inhóspito para los seres vivos.  La creencia de que en la actualidad la potencialidad del hombre puede extenderse y florecer como el es, es lógicamente posible, pero no probable.

La próxima generación, como dicen Colebrook y Weinstein, va a heredar deudas, agotamiento de recursos, altos niveles ambientales de toxicidad, un planeta con temperaturas en aumento y océanos acidificados. En este escenario no es difícil imaginar que las condiciones que sostienen la sociedad de consumo desaparecerán y junto con ellas también los derechos que han definido a los seres humanos.

Es posible describir una serie de proyectos pos humanos...  el pos humano  con una mejor capacidad cognitiva, moral o emocional. El pos humano como una extensión tecnológica. El pos humano como el abandono del excepcionalismo humano y, finalmente, el pos humano como la imagen de una época histórica en donde puede haber vida orgánica, pero no seres humanos.

Todos estos diferentes  sentidos y tendencias del termino pos humano señalan un problema que va mas allá de una simple cuestión de periodización. Indudablemente hay algo así como especie humana y que su naturaleza distintiva yace parcialmente en su insistencia en negar su ser como especie. El humanismo siempre ha rehusado ver al humano como un evento biológico y, en su lugar, ha preferido verlo como un ser racional, sentimental, técnico, espiritual, cultural o, en breve, como el medio histórico para sobrepasar la vida. En cierto sentido se podría decir que el humano siempre ha sido cyborg, siempre ha sido suplementado por la tecnología y las prótesis y que las primeras formas de humanismo ya eran formas de pos humanismo. Hoy día, desgraciadamente, en el momento en que el excepcionalismo humano ha empezado a desplegar  todo su poder dañino, la oposición entre el deseo por extender y mejorar la vida y la visión de una humanidad terminal que ha herido al planeta, se hace mas aguda.  

Si el pos humano es simplemente la negación del humano y que en su lugar  imagina sobrepasar sus limites y continuar viviendo a pesar de lo que ha sido y hecho, entonces, el pos humano no es nada mas que lo que siempre ha sido. Pero, como dice Colebrook, si pensáramos al humano como pudo haber sido, si lo pensáramos, por ejemplo, como un ser que no disfruta del híper consumismo, la híper producción y el híper globalismo, entonces el pos humano no tendría que imaginar su propia  extinción. En su lugar, sobrepasar al “hombre” pudo haber significado sobrepasar la noción  parroquial de lo humano.

Hemos avanzado de la carreta  a la nave espacial, de las señales de humo al teléfono móvil, del garrote a la bomba atómica. Pero… ¿sabemos hacia donde vamos? Tenemos mas poder que nunca. Pero… ¿sabemos  para que?  La ultima escena de la historia del homo sapiens pareciera estar llegando a su fin… y aun no hemos respondido a ninguna de estas cuestiones.


Nieves y Miro Fuenzalida

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