En
1992 Fukuyama argumentaba que estamos presenciando, no solo el fin de la guerra
fría o el paso de un periodo particular
en la historia de la pos guerra, sino el fin de la historia como tal.
Esto es, el punto final de la evolución
ideológica de la especie humana y la universalización de la democracia liberal
occidental como la forma final de gobierno humano. No necesariamente el modelo estado
unidense o el sistema capitalista, sino gobiernos enmarcados en alguna forma de
democracia parlamentaria operando con algún tipo de mercado.
¿Cuál
es esta democracia liberal que iba a ser
la forma final de gobierno? La piedra
angular de la filosofía liberal es la creencia de que yo soy un individuo
poseedor de una esencia singular que no puede ser dividida en partes o
subsistemas. Si logro penetrar en mi interior encontrare en sus profundidades
una voz que constituye mi libertad y mi autentica si mismidad. Solo yo puedo conocer cosas acerca de mi que
nadie mas puede descubrir. Esta es la razón que el liberalismo le otorgue tanta
autoridad al individuo. Uno no puede confiar en nadie mas para hacer elecciones.
Estas dependen solamente de mi. Incluso renunciar a hacer elecciones es una
elección.
Hasta
el siglo pasado el individualismo tenia bastante sentido... ¿quién, en su sano
juicio, no iba a creer que somos individuos? Dada la tecnología del siglo XX nada, ni siquiera las agencias gubernamentales mas poderosas como la CIA, tenía el poder computacional
para analizar todos los datos que recolectaban. Esta era una buena razón para
considerarnos seres autónomos. En este nuevo siglo la cosa empieza a lucir bien
diferente y sin exageración se podría decir que estamos presenciando el
fin del liberalismo. Las nuevas tecnologías
tienen el potencial de despojar a los humanos de su autoridad y
traspasarla a la inteligencia artificial. A pesar del horror que esto pudiera
producir en algunos la mayoría voluntariamente renuncian a su privacidad e
individualidad, conducen su vida “online” y les da un ataque de angustia si la conexión con la red se interrumpe,
aunque sea por unos pocos minutos. El
colapso del individuo no
provendrá desde alguna decisión
gubernamental, sino desde dentro
del mismo individuo. La voluntad humana, que se supone nos define,
impulsa a desarrollar tecnologías que pueden controlar y rediseñar la
voluntad. El problema es que, una vez
que tengamos ese control, la voluntad pasara
a ser solo otro producto diseñado... entonces, en ese momento ¿qué haremos con
ella? ¿ que es lo que va a reemplazar la voluntad y experiencia humana como la
fuente suprema de autoridad y significado?
Según
el historiador Yuval Harari el mejor candidato es la “Información o Datismo”, la visión del
universo reducida a un flujo de datos. El valor de cualquier fenómeno o
entidad, según esta nueva creencia, esta
determinado por su contribución al procesamiento de datos. Las leyes
matemáticas, que se aplican igualmente a los algoritmos bioquímicos y electrónicos,
eliminan la barrera que antes existía entre la maquina y el animal y
eventualmente los algoritmos electrónicos
descifraran y superaran los algoritmos bioquímicos. Es la promesa de
una teoría singular general que unificaría todas las teorías científicas,
desde la literatura y musicología a la
economía y biología. Don Quijote de la
Mancha, la tuberculosis y el vuelo del moscardón son solo tres formas de datos
que pueden ser analizados usando las mismas herramientas y conceptos básicos.
Hasta
hoy día eran los humanos los que
destilaban los datos en información, la
información en conocimiento y el conocimiento en sabiduría. El Datismo cree que
los humanos ya no pueden copar con el inmenso flujo de datos que la tecnología
digital genera. Su procesamiento tiene que llevarse a cabo, por tanto, por los
algoritmos electrónicos cuya capacidad excede la del cerebro humano. Los gurúes
de Silicon Valley ya no confían mucho
en el conocimiento y sabiduría humana y prefieren colocar su confianza en “Big Data”.
Sociedades
enteras como la colmena, la colonia de bacterias y las ciudades pueden ser vistas a través del procesamiento
de datos. La economía, según los expertos, es un mecanismo que recolecta datos acerca de deseos y
habilidades para luego transformarlos en decisiones. El libre mercado
capitalistas y la economía comunista estatal no son, de acuerdo a esta visión,
ideologías contradictorias. En el fondo, es la competencia de dos
sistemas diferentes de procesamiento de datos. El capitalismo usa un procedimiento distributivo, las decisiones surgen a partir de la
competencia entre productores, y el
comunismo, un procesamiento centralizado,
en donde las decisiones las toma el gobierno. Si el capitalismo derroto al
comunismo, no fue porque es mas ético o democrático, sino porque el
procedimiento distributivo de datos en una época de rápidos cambios
tecnológicos funciona mejor que el procesamiento de datos centralizados. Pero, bajo condiciones alternativas, como
las del imperio romano por ejemplo, el procesamiento
centralizado tiene una ventaja, que es la razón de porque la Republica Romana
cae y el poder se traslada del Senado y la
Asamblea Popular a las manos de un solo emperador autocrático.
Según
Harari, esto implica que, en tanto las
condiciones del procesamiento de datos cambien nuevamente en el siglo XXI, la
democracia puede declinar e incluso desaparecer. Con el aumento de la velocidad
y volumen de la información, instituciones como las elecciones, los partidos y
parlamentos van a dejar de ser
eficientes porque ya no van a poder procesar los datos lo suficientemente
rápido. Estas instituciones se desarrollaron cuando la política se movía a
mayor velocidad que la tecnología. Ahora la cosa es diferente. La actual
revolución tecnológica está dejando
atrás los procesos políticos y los dirigentes y electores empiezan a perder la
dirección. El espacio cibernético es
crucial en la vida diaria, la economía y la seguridad. Pero las elecciones
criticas entre diferentes diseños
web no surgen de un proceso político
democrático, sino por los diseñadores de la web. El Internet es una zona libre y descontrolada que eroda la soberanía estatal, ignora las
fronteras, elimina la privacidad y presenta un riesgo formidable a la seguridad
global. Al momento en que el estado
impone ciertas regulaciones cibernéticas, el Internet ya ha cambiado, a lo
menos, diez veces. Las políticas
democráticas tradicionales pierden control y ya no son capaces de proveer visiones significativas para el
futuro. El gobierno administra el país, pero ya no lo guía. Y los gobiernos
autoritarios y dictatoriales tampoco lo hacen mejor. Ellos también están
agobiados por el flujo de datos y la creación de nuevos mundos y nuevos seres
humanos ya no esta en la agenda.
Si
los diseños de las políticas
tradicionales no están a la altura de
los tiempos, entonces nuevas y mas eficaces estructuras se van desarrollar para reemplazarlas. Y estas pueden ser bien
diferentes de las instituciones democráticas o autoritarias... ¿quien las va a
construir y controlar? ¿qué visión del futuro surgirá?
El
datismo empieza como una teoría científica neutral, pero en poco tiempo ha
comenzado a parecerse a una religión que
cree tener el poder de determinar lo que es o no es. Su valor supremo es el
“flujo de información” y los seres humanos
pasan a ser solo instrumentos para
crear el Internet-de-Todas-las-Cosas que, eventualmente, se esparcirá del
planeta tierra a toda la galaxia y luego al universo en su totalidad. Este sistema cósmico de procesamiento de
datos estará en todas partes y controlara todo
y los humanos están desinados a fundirse con el. Pero, mas importante
que sus profecías es su lado practico. Su función es aumentar el flujo de datos
conectando mas y mas cosas para producir y consumir mas información y
conectar todo al sistema, no solo los humanos, sino los automóviles, el
refrigerador, la cocina, los arboles de la foresta, las vacas en el pastizal, etc.,
etc. Ninguna parte del universo debe quedar desconectado de la gran red de la
existencia. El mayor crimen es bloquear la corriente de información. La libertad de información es el nuevo valor
de la época, que no se debe confundir con la libertad de expresión. Esta
pertenece a los humanos. La libertad de información, pertenece a la
información.
Para
el humanismo liberal las experiencias ocurren dentro de uno y es allí donde
encontramos el significado de todo lo que ocurre. Los datistas creen que las
experiencias no tienen valor si no se comparten. El significado no lo encontramos
dentro de nosotros. Lo que necesitamos es grabar y conectar nuestras experiencias al gran flujo
de datos y dejar que los algoritmos descubran su significado y nos digan que
debemos elegir. Si tomas la foto de tu
gato publícala en Facebook y revisa tu
cuenta cada tres minutos para ver cuantos “Likes” tienes.
La idea es esta ... “Si tu
experimentas algo, grábalo. Si tu grabas algo, descárgalo. Si tu lo descargas,
compártelo”. Graba la secuencia de tu
ADN, usa aparatos biométricos que miden tu presión arterial, tu respiración,
ritmo cardiaco, etc. etc. y déjalos fluir en el Internet. Filma todo lo que
haces y ponelo “on line”. Deja que Google y Facebook lean todos tus emails,
escuchen tus conversaciones y lleven un registro de tus “Likes” y clic. Si
haces todo esto, entonces el Internet-de-Todas–las-Cosas te puede decir que decisiones tomar mejor que
tu.
Al
equiparar la experiencia humana con un patrón de datos, dice Harari, el datismo
socaba nuestra mayor fuente de autoridad y sentido y anuncia una revolución no
vista desde el siglo XVIII. Según los pensadores humanistas de la época Dios es
producto de la imaginación humana. Ahora los datistas dicen... Si, Dios es producto
de la imaginación humana, pero la imaginación humana es producto de algoritmos
bioquímicos. La revolución datista
probablemente va a tomar algunas décadas mas.
O uno o dos siglos. La revolución
humanista, si recordamos, tampoco
ocurrió de la noche a la mañana. Tomo bastante tiempo para que algunos
empezaran a decir que los humanos son sagrados por derecho propio y no porque
Dios los creo. Con el tiempo el Internet-de-Todas–las-Cosas también será sagrado por derecho propio. En
el siglo XXI los gigantescos bancos de
datos y el poder computacional van a ser
mejores guías que los sentimientos.
Google y Facebook no solo sabe exactamente como nos sentimos, sino también
conocen un millón de otras cosas acerca de las cuales ni siquiera teníamos
idea. Mejor que escuchar a nuestros sentimientos será escuchar a los algoritmos
externos.
¿Qué
va a ocurrir si los algoritmos no conscientes eventualmente superen la
inteligencia consciente en el procesamiento de datos? ¿Si el datismo conquista
el mundo, que ocurrirá con los humanos? Cuando la autoridad se traslada del ser humano a los
algoritmos... ¿Que va a quedar del
liberalismo y el fin de la historia?
Es
bien difícil predecir el futuro. Lo mas que se puede hacer es enunciar proyecciones
y posibilidades que siempre están constreñidas por ideologías y sistemas
sociales presentes.
Nieves
y Miro Fuenzalida.
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