¿Alguien todavia cree
que en un futuro inmediato el modelo de difusion ideologico centralizado en las Corporaciones y el Estado
sera reemplazado por uno mas democratico?
Es cierto que las nuevas tecnologias de comunicacion
crean un "cyberspace", un
ambito conceptual en donde las palabras, las relaciones humanas, los datos, la
riqueza y el poder son actualizados por la gente a traves del uso de los medios
de informacion computarizados. El Internet
capacita a millones de usuarios a "publicar" sus propios
documentos, transformando la forma en que la informacion es traducida,
procesada, transmitida y consumida.
Esta vision
tecnotopica que afirma los beneficios democraticos del potencial economico,
cultural y politico de esta tecnologia descansa en el hecho de que el Internet,
por razones de estrategia militar, fue estructurado deliberadamente como un
sistema compuesto de diferentes "nodes", independientes unos de otros
y, al mismo tiempo, unidos simultaneamente en una red sujeta a una permanente
expansion que la hace mas resistente a la censura y control centralizado,
permitiendole a los usuarios una interactividad y control previamente
desconocida. La revolucion informatica ha empezado a liberar la creatividad,
debilitar las jerarquias, revitalizar la democracia y crear un nuevo tipo de
comunidades. Las limitaciones de tiempo
y espacio parecieran desaparecer magicamente cuando el Internet nos presenta
una combinacion sin precedentes de inmediatez, interactividad y profundidad. La
ultima vision tecno-topica es la de una esfera publica electronica a la que
todos tienen acceso barato a aparatos de comunicacion que les permiten recibir
y trasmitar, de casi cualquier lugar geografico, mensajes individuales, de grupos o de
organizaciones marcando un significante cambio discursivo de poder para los que
previamente habian sido solo consumidores pasivos de informacion .
Este modelo, según el lugar comun, es una alternativa viable al actual sistema,
un modelo capaz de proveer un foro adecuado a la comunicacion democratica. Un cierto grado de escepticismo no estaria
fuera de lugar aqui.
El problema con la vision tencno-topica del
"Cyberspace" es que es increiblemente ciega al poder y a la realidad
historica y economica de la sociedad de mercado. Las tecnologias tienen
distintas logicas y capacidades, pero no hay nada inevitable en el hecho de que
logren efectivamente desarrollarse o como lo hagan. El Internet, desde 1994, ha
venido siendo comercializado a un "promedio exponencial"
y la Acta Norteamericana de Telecomunicaciones de 1996 asegura
que es el mercado y no la politica publica la que dirigira la evolucion del
Internet y la Carretera de Informacion.
Modelo que se ha
venido imponiendo al resto del mundo.
La paradoja es
que si las leyes anti-monopolicas fueran suficientemente fuertes para limitar
las ambiciones economicas de las grandes corporaciones, el Internet
permaneceria en los margenes de los medios de comunicaciones culturales. Las
inmensas inversiones que require actualizarlo y hacerlo popular y
economicamente accesible no estarian disponibles. Pero, si el Internet prueba
que produce suficientes ganancias para hacerlo atractivo,
nuevos"nodes" en la red seran apropiados y operados por intereses
privados motivados primariamente por la obstencion de ganancias. Cualquiera de los dos escenarios
disminuye el potencial del "cyberspace" para contrabalancear el
sistema de comunicaciones dominado por el poder comercial de las corporaciones.
En otras
palabras, si no hay suficiente inversion
privada el Internet no se hubiera desarrollado al punto en que hoy lo
encontramos. Pero, si la hay el Internet
pasa a ser dominado por el poder
Corporativo.
Y esta
ultima es la situacion. La dinamica del mercado, del que cualquier nuevo
desarrollo del Internet vendra, opera en contra de la inter-actividad y
accesibilidad publica. Hasta hace poco tiempo
la produccion de ganancias a traves del Internet habia sido minimizada,
porque su contenido, que ha sido gratuito en la red, no era apropiado
para la publicidad comercial. Pero, como hoy lo vemos, las fuerzas comerciales
han venido probando que pueden adaptarse muy bien a las nuevas condiciones al
vencer los obstaculos que le impiden obtener ganancia. La publicidad "on-line"
ha invadido la W.W.W. a un promedio sorprendente desde 1996 en donde solo en
los dos primeros cuartos del año aumento en un 83 %. El
"cyberspace" luce ahora como un "cyber-comsumer".
Bajo la logica comercial es cuestionable si el contenido de la red servira otro
proposito distinto que el de atraer una audiencia masiva para promover el
consumo. El mercado se precia de ofrecer diversidad, multiplicidad y seleccion.
Claro que siempre y cuando estas esten
constreñidas a lo que el "proveedor de contenido" encuentre
conveniente y remunerativo producir.
Lo
curioso en todo esto es el hecho
de que los defensores de la libertad de expresion, "the electronic
libertarian", se concentran en la posible pesadilla de una censura y
vigilancia gubernamental a traves de la red electronica, sin darse cuenta que
la amenaza mas probable a la comunicacion democratica sea la marginalizacion de
la informacion que no promueve las ventas o que en forma demasiado directa
desafia el interes de los propiciadores. Hace ya mas de 10 años que uno de los
mas entusiastas promulgadores de la comunicacion cibernetica, Howard Rheingold,
predijo que la transicion de un foro publico relativamente sin restriccion
sostenido por el gobierno y los impuestos nacionales a la propiedad y control
privado transforma las fantasias de una democracia electronica y cultura global
"on-line" en una imposibilidad. La industria que trasmite sonidos y
videos de alta fidelidad rapidamente se ha transformado en un hibrido de
"cable company conduits, telephone company money, and entertaiment company
content".
Si es cierto que
quien controla los medios de comunicacion controla la verdad, entonces las
consecuencias historicas del "cyberspace" son tan reales como las
promesas utopicas. Cada vez mas se nos revela el hecho de que formas mas
democraticas de comunicacion no van a emerger de las tecnologias y las fuerzas
del mercado operando ciegamente. El "cyberspace" no puede, por si
mismo, producir una nueva participacion politica cultural a menos que exista
una fuerte politica publica que la sostenga, una politica publica capaz de actualizar el potencial democratico
del Internet.
Si es esto lo que
queremos necesitamos reemplazar la cultura de la publicidad comercial por una
cultura publica que desafie la logica mercantil de poder centralizado,
promocionalismo comercial, informacion selectiva y entretenimiento obsesivo. La
lucha por la democratizacion del Internet solo puede ser mobilizada, no solo
por ideales abstractos, sino principalmente por los que reconocen que un
sistema de difusion cibernetica comercial elimina la posibilidad de
distribucion de poder social. Lo que aqui esta en juego, ademas de la cualidad
y la igualdad en la vida publica, es la
definicion misma de nuestras identidades. La paradoja de este proyecto es que
es imposible .Y sin embargo… necesario
Nieves y Miro
Fuenzalida.