En medio de las profesias apocalípticas que
anuncian la furia de la Segunda Venida de Cristo, la política basada en la fe
exhibe el espíritu vengativo del Antiguo Testamento, la interpretación literal
de la Biblia y el anti secularismo pluralista. Quienes nos sentimos herederos de una sociedad pos
Iluminista, marcada por las luchas entre modernismo y pos humanismo nos reencontramos, de pronto, con la tremenda
sorpresa de que el pasado retorna saliendo desde las paginas del Libro de las
Revelaciones desplazando los discursos seculares en interés de una visión
política, cultural y social con ambiciones cosmologicas y escatológicas. “Al formalismo vacío del
poder liberal y la inefectividad de la moral humanista el nuevo evangelismo
provee un propósito singular histórico que es reconstruccionista, resurgente y
reanimado con la pureza semiótica de los
textos del Libro Sagrado.” Si alguien piensa que esta es una exageración y descartan
demasiado rápido la política basada en la fe no consideran que esta unión entre
la corriente fundamentalista religiosa y la guerra tecnológica imperial puede muy bien representar una nueva
realidad, inesperada e inquietante, en el mapa político norteamericano.
Según una encuesta de Time/CNN de Noviembre
del 2003, 47 por ciento del país se define
como “born-again Christians” o fundamentalistas. Varias otras encuestas
conducidas en los últimos 10 anos por “the Roper Center for public opinión”
muestran que el 59 por ciento de adultos
cree que los eventos del Libro de las Revelaciones se materializaran en el próximo futuro y 61
por ciento piensa que Jesús Cristo volverá
a la Tierra muy pronto. Otro 53 por
ciento, cree que las dos guerras mundiales, el Holocausto, el fin de la Unión
Soviética, el SIDA y el conflicto Árabe-Judío es el cumplimiento de las
profecías bíblicas. La alianza entre la
religión, la tecnología y las visiones apocalípticas del Antiguo Testamento
pueden ser nuestro próximo futuro. La visión moral de la política de Estados
Unidos en el siglo XXI. Intolerante, carismático, agresivo, dominante y
salvacionista el fundamentalismo religioso rompe los límites de la creencia
religiosa privada y su fusión con la creciente instrumentalizacion cibernética constituye
una de las claves en la actual
guerra imperial.
¿Por qué todo esto debiera importarnos? Porque
la visión que ellos tienen de la
política exterior es bastante inquietante. Rusia, China, Venezuela, Iran o las Naciones
Unidas, dependiendo de las circunstancias, son el Anti Cristo. Los musulmanes
encarnan el mal. Israel es la Tierra Sagrada y cuando todos los palestinos sean
expulsados y los judíos convertidos, cuando finalmente vean la Luz, el Mesías regresara, el Armageddon descenderá y
la tierra será consumida por el fuego. Solo los cristianos evangelistas
sobrevivirán para ser transportados al paraíso. El resto quedara a merced de
las llamas. En una Nación en donde
el 63% cree que cada palabra escrita de
la Biblia es la absoluta verdad, sin excepción, que el “Origen de las Especies”
de Darwin es un mito y que los predicadores religiosos debieran ser
figuras política influyentes,
esto ya ha dejado de ser un fenómeno
irrelevante para transformarse en un desafío
inquietante a la política liberal.
David
Brickner, Director ejecutivo de “Judíos para Jesús”, cree que los terroristas
que plagan Israel son parte del juicio de Dios
y los judíos continuaran sufriendo hasta que vean la Luz. Esto, en realidad, no es nada fuera de lo ordinario. Lo
curioso , sin embargo, es que muy pocos lo
han encontrado interesante.
¿Por qué? Debemos pensar que todo esto no es solo una cuestión
republicana. En el 2000 Al Gore, candidato demócrata, dijo que decidía sus
políticas preguntándose… ¿Qué haría Jesús? Y
Obama no pierde la oportunidad de repetir que ellos tienen una especial relacion con
Jesús. Todo este espectáculo es asombroso. Pero, no parece serlo para la mayoría.
Cada vez son menos y menos los que están dispuestos a llamar a estas fantasías por su nombre.
Estados Unidos es una singularidad histórica
especial y bien diferente del discurso
europeo al fundir la subjetividad
pre Iluminista con la tecnología pos humana y proyectar su origen puritano al
futuro. Nietzsche puede haber decretado la muerte del Dios del Nuevo Testamento
en la mente europea moderna, pero el Dios del Antiguo Testamento ha renacido en la forma de un nuevo compromiso
político americano al unir la cruzada política de la violencia vengativa con la
inseguridad domestica. La vuelta de Dios es la política real de este nuevo
imperialismo. El mito del dominio americano es escatológico, es acerca del fin
del tiempo… ¿No nos indica esto que la visión religiosa de la actual política
americana, de mas o menos el 61% del electorado, no es solo un agregado externo
a las ambiciones militares, sino lo que
la impulsa?
Para los que vivimos fuera de Estados Unidos…
¿ qué nos traerá, si se mantiene, este encuentro entre la mente política
americana, su pasado religioso puritano y su versión, cada vez mas militarizada, del futuro?
Nieves y Miro Fuenzalida.