Sunday, January 6, 2013

Mi Calle San Diego

Sentada al lado de una ventana... en una micro Matadero-Palma que va llena como siempre  que la tomaba... me recorro, como todos los días la recorría... la calle San Diego… y me voy fijando en todos y cada uno de esos negocios que llamaron mi atención durante años y años... en todas esas gentes que conformaban el siempre interesante paisaje humano!!!
 
La calle San Diego... tenia un aroma especial para mi ...no lo sé ahora... ni lo busco tampoco en la calle Bank que atraviesa Ottawa de Norte a Sur con sus tiendas y gentes donde tu te encuentras con cualquiera persona del mundo vestida con sus ropajes típicos ... es, definitivamente, otra calle con otro perfume ... Era un aroma distinto el de la Calle San Diego ... hecho de rocío ... papeles sucios ... canción ... personajes ... micros ... tiendas ...perros vagabundos ... Todo mezclado mas allá de los limites que se acostumbran a poner a las cosas ..La calle San Diego incluía... no separaba... era como las nubes que nos juntan a traves de estos mensajes cibernéticos... claro que muchos de ellos nos separan... maldición!!!...
 
 La calle San Diego... no era el rico pero tampoco era el pobre... éramos los pequeños burguesitos medios "jipies" y de los otros… el burgués con sus anillos, cadenas y poder... el proletario desaliñadamente trabajador... la prostituta  parada en la esquina... las niñas y niños que iban o volvían del colegio... los adolescentes en busca de su identidad... los ancianos tomando el sol... que la transitaba... era de todos!!!
 
La calle San Diego... y sus viejas tiendas de libreros viejos al dejar atrás a la calle Bandera... donde con el Amado... ay ...ay... solíamos encontrar maravillas de tesoros tan ansiados como buscados... y pasábamos horas sentados en las viejas y pulguientas tablas... hojeando  delicadamente la suavidad de unas paginas ya antiguas que nos iban a contar secretos escondidos... Los dueños de estas cajas de Pandora librescas... ya nos conocían... apenas nos asomábamos... nos barrían "nuestras" tablas y nos convidaban a sentarnos... siempre salíamos de ellas con un viejo libro encontrado en nuestras manos... al parecer éramos muy buenos clientes!!!
 
La Calle San Diego... uno de los negocios que me gustaba por lo dulce que se exhibían en sus vidrieras... era "El Molino"... siempre me bajaba al llegar a Avenida Matta cuando venia de vuelta del "Darío”... para comprarme un berlín bien grande... donde la grasa de la fritanga y la crema pastelera se unían para darle ese sabor  único... yami ... yami... caminaba las otras cuadras hasta que me lo terminaba de comer... me enseña el mismo berlin como me lo debía de comer a  y a gozar de su textura gorda y esponjosa ... ya no me dejaba embadurnada como las primeras veces que lo comí ... Otro negocio que me llamaba la atención... fue "Las cachas grandes"... donde se decía que hacían unas riquísimas sopaipillas... pero nunca me dieron ganas de bajarme de la Matadero-Palma y entrar... tal vez hubiese sido una buena experiencia gastronomica ... pero escogí ... y me sentí libre... libre...  como si saltara al vacío sin la red del acróbata ... quedarme con el sabor de las que preparaba mi abuela  Mercedes, la de las mil arrugas con ojos frescos de adolescencias...  mientras la lluvia caía ... y el ruido de los truenos me hacia acercarme apresuradamente a su delantal blanqueado de harina trigosa ... y con aroma de chancaca !!!
 
La Calle San Diego... su llegada a Franklin era espectacular... en una esquina estaba la casa "Llodra"..."la camisa que domina la ciudad"... decía una de sus propagandas … era un negocio que vendía ropa de hombre ... la encontraba elegante  para el barrio ...su dueño era un español republicano que había llegado en el "Winipeg" de Neruda ... pero que después se "olvido"... en la otra esquina había una zapatería cuyo nombre no recuerdo ahora ... pero me gustaba pararme en sus vidrieras para mirar zapatos muy antiguos de tiempos pasados que ponían junto a los que se usaban en su "ahora" ... al lado de ella había una panadería ..."La Malagueña" ... donde todos los días salían a las 12 ayuyas frescas y de texturas calientes... ay... ay... que íbamos a comprar para colocarles mantequilla... que corriera entre las migas que nos quedaban en los labios ... en la otra esquina apareció un "mall"... lleno de tiendas pequeñas donde nunca entraba nadie... recuerdo que allí tenia que ir a la peluquería de la Sra. Lucy -se electrocuto en su lavadora siendo joven- para cortarme de vez en cuando las puntas de mis largas trenzas para que no se pusieran "traposas"... al lado afuera de este "mall" ...vendían pescado frito... siempre habían parado al lado de sus fritangueras grandes de cobre, automóviles elegantes... cuyos dueños se estremecían de placer al comerlos ... Seguir por Franklin abajo... ya es otra huella mnemica especial y fascinante, que ya se las contare de nuevo, a pesar de que ya algunos darianos la conocen, verdad, Carlos-arquitecto ? !!!
 
La Calle San Diego... que terminaba en la "línea" del tren... que  no supe nunca desde donde venia... que la cruzaba de Oeste a Este... y en un negocio... al lado izquierdo yendo..."El chancho monono" que vendía unos rebalsantes "shops" de cerveza cruda y rubia... donde los alumnos del Liceo "Barros Borgoño” pasaban a empeñar sus libros y relojes por un vaso de ellos!!!
 
Ohh... la Calle San Diego... palpitante de vida... hermosamente humana... que forma parte de fragmentos de mi vivir... y que la agrando, tal vez con mis recuerdos... pero para nadie que pasaba por allí era... inadvertida!!!
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4 de Enero de 2003.

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