Sunday, October 27, 2024

Olvidar

 

¿No es paradójico  que para recordar necesitamos olvidar? Y olvidar bastante.  Sin el olvido prácticamente no podríamos funcionar en nuestra vida diaria  ¿Pero, quien cree esto?

 

El  olvido, la mayor parte del tiempo, se presenta   como el enemigo al que hay que combatir.  De lo que se trata, y esto lo sabemos desde la escuela primaria, es de recordar hechos, tantos como sea posible. Si tememos  mas que nada  la enfermedad de Alzheimer es porque afecta nuestra memoria, que es lo que nos hace ser  lo que somos ¿No será esta la  razón por la cual nos aferramos desesperadamente a nuestros recuerdos?  Ciertamente el polo negativo de la memoria  es el olvido, por lo  que ha recibido, en general, bien poca atención. En filosofía  es solo Nietzsche el que ha tenido una aproximación positiva del papel  activo y esencial  que el olvido tiene en nuestra vida y  nuestros pensamientos.

 

Por supuesto no se trata de olvidar y borrar todo el pasado. No tiene nada de bueno olvidar donde dejamos  los anteojos o con quien estamos casados. El asunto es mas complicado.  Según Nietzsche, un ser humano que no posea el poder de olvidar  estaría condenado a ver el estado del devenir por todas partes.  Tal sujeto ya no podría creer ni siquiera en su propio ser.  El olvido, dice, es esencial para cualquier tipo de acción. Sin el nuestra mente estaría llena del flujo Heracliteano que nos impediría creer en una si mismidad o  ser  estable.  Sin esta creencia nos seria imposible enfocarnos en una acción  u objetivo singular. Todo seria fugaz  y sin sentido. Para funcionar necesitamos olvidar la transitoriedad de las cosas.

 

Imaginemos… ¿como seria  recordar absolutamente todo? Por ejemplo, cada una de las películas que hemos visto a lo largo de nuestra vida…. cada uno de sus personajes,  cada drama,  cada dialogo,  cada nota musical, cada rostro visto en la sala, etc., etc.   ¿Cómo seria nuestra vida?

 

El sicólogo ruso A. R. Luria nos da una idea de cómo podría ser.  En su libro “La Mente de un Mnemonista” cuenta la historia de un paciente que recordaba todo. Cualquiera secuencia de  palabras, números o símbolos abstractos que se le presentara, podía recordarlos sin error. Su memoria no tenia limites, no importaba  que prueba se le presentara. El veía las figuras como imágenes en hojas de papel en las que podía ver todos los números o palabras que se le pusieran en frente. Era capaz de nombrarlos de atrás para adelante y de adelante para atrás, independientemente de cuan grande  fuera la cifra. Podía visualizar  todo. Aprovechando esta habilidad se hizo Mnemonista,  un actor  profesional de la memoria, al que los espectadores le presentaban  largas listas de números y palabras que el  repetía. Con el tiempo su incapacidad para olvidar lo empezó a disturbar.  Según Luria, los rastros de un estimulo no inhibían los de otros estímulos.  No se extinguían con el tiempo, ni tampoco se hacían mas selectivos con el paso de los años. Las imágenes de números y palabras se le presentaban a su mente sin inhibición y esto empezó  a enloquecerlo. Era un tormento. Cada palabra evocaba imágenes que chocaban entre ellas creando un caos mental.  El pobre hombre  ni siquiera  podía  captar la esencia de una historia o argumento al no poder olvidar lo que no era importante. 

 

Lo que  este caso sugiere  es que la abstracción  depende del olvido, de la edición mental. Luego, si la sugerencia es correcta, uno podría preguntarse… ¿no será por esto que la búsqueda de alucinogénicos es el cuarto impulso humano mas intenso después del alimento, agua y sexo?  Según el escritor de plantas, Michael Polland,  la existencia de THC  (tetrahydrocannabinol), el mayor ingrediente psicoactivo de la mariguana, plantea una serie de interrogantes…  ¿Por qué la planta lo produce ?  ¿Cuál es su beneficio? ¿Por qué los químicos que lo componen alteran la conciencia? ¿Sera esta su razón de ser?  Probablemente no. A no ser que creamos en una secreta conspiración botánica a la New Age. La mejor explicación es la que ve el THC como una defensa de la planta en contra de los predadores, mas eficaz que la del  veneno que en corto plazo se vuelve inefectivo al crear resistencias, como lo vemos con los pesticidas y antibióticos ¿qué mejor defensa, entonces, que una sustancia  que hace olvidar a  los predadores  donde vieron la planta la ultima vez? Polland dice que el tiene experiencia con esto.  Bueno, no exactamente el, sino su gato. Durante la temporada de jardín el crece hierba gatera para el pequeño felino. Cada tarde cuando cosecha algo para la cena lo deja entrar al jardín para que disfrute del pasto encantado. Lo curioso es que cada  tarde  tiene que mostrarle nuevamente  donde esta la planta porque siempre lo olvida a pesar de la buena memoria que tiene para todo lo demás. La hierba, a pesar de que es bien diferente del THC,  muestra cuan valioso puede ser para la planta  un químico que hace olvidar al predador su ubicación.

 

En la mitad del siglo  pasado la creencia de que  el cannabis y otras plantas   daban acceso a los secretos de la conciencia era un lugar común. Y,  de alguna manera, ahora sabemos que tenían razón.  El estudio del THC, en particular, ha abierto una puerta  al funcionamiento de la mente que de otra manera  no hubiésemos tenido.

 

Un importante momento de la neurología fue cuando R. Mechoulam aisló el THC. Dos años  después en 1988, A. Howlet de la Universidad de San Louis, descubre receptores en el cerebro y otros lugares  que el THC activa ¿No es extraño que tengamos  receptores  en sintonía con este químico?  Según Howlet, estos receptores no están ahí para responder al THC en particular, sino que el cerebro  produce otro químico, un cannabinoid endógeno, con el que estos receptores engranan. En 1992 Mechoulam descubre que este cannabinoid endógeno es un químico al que identifico con el nombre de  anandamide. Mas tarde, otro cannabinoid, al que se le dio el nombre de 2AG, se agrego a la lista.  Anandamide  hace lo mismo y funciona en  forma similar al THC, pero, como neurotransmisor, es de corta acción.  Afecta  la memoria de corto plazo, el dolor, la emoción,  el apetito.  Es sedativo y produce un leve deterioro cognitivo ¿Para que tenemos este arreglo cerebral?  Básicamente, dice Howlet, para enfrentar la  dureza de la condición humana.  El efecto en la memoria de corto plazo, sin embargo, podría aparecer como un función mal adaptiva, pero, dice Mechoulam, realmente no lo es.  Necesitamos cannabinoid  para olvidar las cosas horribles que nos han pasado.

 

Una interesante investigación pareciera confirmarlo. Ratones, por ejemplo, que han recibido  descargas  eléctricas cada vez que escuchan un cierto tono, responden con miedo cada vez que el tono se repite. Cuando el mismo tono se le toca  a ratones normales, la primera vez reaccionan con miedo, pero luego,  después de un tiempo, si  se le sigue tocando el tono ellos olvidan el miedo y continúan con sus cosas como si nada hubiese pasado. Los ratones pre condicionados, en cambio, que no pueden usar anandamide que  produce el cerebro, no olvidan el miedo.  Nunca se extingue.  Entonces,  la cosa es esta… si no tuviéramos anandamide  no podríamos  superar nuestras experiencias traumáticas o concentrarnos en lo que en este momento esta pasando. La habilidad para atender este momento depende en olvidar el 99%  de la información que ahora estamos recibiendo. Estar aquí y ahora depende del olvido de  una gran cantidad de información sensorial que constantemente estamos recibiendo  y anandamide es clave  en  esta operación.  No sorpresa, entonces,  que el uso del cannabis, que tiene la misma propiedad  que anandamide,  haya sido  universal durante  toda la historia humana.

 

Los disturbios  de la memoria inmediata parecieran ser algo común a todos los estados alterados de la conciencia  en donde la atención se enfoca  completamente en el presente. En la tradición espiritual  el fin es “poseer  toda la plenitud de la vida en un momento” o, como dice el Zen  “despertar en este instante es darse cuenta que el infinito es lo finito en cada instante”. Y no podemos llegar ahí  desde aquí  sin olvidar  y es el cannabinoid, sea interno o externo, el que media este  proceso.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, October 20, 2024

El barco de la vida


El cuerpo,

Barco de vida,

Navega

Entre

Olas

De

Sonrisas

Saladas

Y

Puertos

Inseguros

Donde

No

Duermen

Las gaviotas. 

 

Nieves.


Sunday, October 13, 2024

La roca que siente

 

Shirley, una ingeniera de Apple, inventa una nueva tecnología de “enlace mental” que le permite a uno experimentar directamente los pensamientos de los demás. Cuando dos individuos ingieren “cantidades de microgramos de pares de átomos de carbono entrelazados”, entran en contacto telepático directo. Shirley espera seducir a Rick, su compañero de trabajo, fusionando sus mentes. Desafortunadamente el tiene otros planes. Ella ingiere una cantidad de partículas de carbono, pero el arroja su lote  sobre una roca. En lugar de ponerse en contacto con Rick, ella descubre que “la mente a la que se había vinculado era inhumana... densa, taciturna, cristalina, serena, hermosa”. Ella falla en su búsqueda de sexo y contacto humano mas profundo, pero encuentra consuelo a través de la intimidad con un “amistoso trozo de granito gris”. Que bueno saber que una roca tenia mente...  Esta es la historia que cuenta Rudy Rucker en uno de sus cuentos de ciencia ficción.

 

Suena a pansiquismo... ¿cierto?... esa fantasía pre moderna que ve a todas las cosas como teniendo mente o cualidades semejantes a la mente, mas precisamente, la creencia de que los constituyentes básicos del universo tienen propiedades mentales, sean o no partes de organismos vivos.

 

El ver a la mente como algo fundamental para la naturaleza de la existencia y del ser es algo bien extraño para nosotros, acostumbrados a ver la naturaleza a través de la herencia cartesiana y al pansiquismo como una mera superstición primitiva. La tradición  intelectual que va desde el cogito cartesiano al sujeto trascendental kantiano y mas allá, se centra en la idealización de la mente humana, o mas estrictamente, en la racionalidad que se supone es uno de los poderes de la mente humana. Incluso pensadores mas recientes como R. Rorty, J. Ranciere y S. Zizek insisten en la excepcionalidad humana basada en la centralidad de las formas lingüísticas. Según esto, los animales no humanos no piensan, porque son incapaces de hablar o porque no tienen conciencia de la mortalidad o porque supuestamente carecen de la capacidad de hacer inferencias racionales. Esta, en breve, según afirman, es la esencia de la diferencia entre nosotros y ellos.

 

Recientemente tanto las afirmaciones filosóficas como la opinión común se han desplazado a favor del reconocimiento de la mentalidad de, a lo menos, los animales superiores, como mamíferos y aves, y la mayoría están de acuerdo que los perros y los gatos tienen mente... piensan y sienten, tienen experiencias cualitativas internas, registran el placer y el dolor y toman decisiones... ¿y que pasa con el cangrejo y la araña? ¿con el árbol y la hierba? De hecho existe buena evidencia científica de que todos los organismos vivos, incluidos los sin cerebro como las plantas y las bacterias, exhiben  un cierto grado de sensibilidad, cognición y voluntad... Pero, la cuestión es esta... ¿qué pasa con las cosas que no están vivas? ¿cuántos, sin estar borrachos, estarían dispuestos a creer que una roca o un neutrino tiene mente? Bien pocos... Lucrecio dice como un átomo luce a otro átomo y Leibniz, como un átomo se siente consigo mismo. Estos no son juicios empíricos que puedan verificarse experimentalmente, sino que, por el contrario,  son afirmaciones ontológicas. Como nota el critico cultural Steven Shaviro, la cosa no es de hacer hablar realmente a una roca o un neutrino, sino de reconocer que esa mentalidad o experiencia interna no depende de la capacidad de hablar. La mentalidad de otras entidades en el mundo implica la autonomía de todas esas entidades de nuestra capacidad de aprehensión. Cuando el pansiquismo habla de la mentalidad de otros entes lo que significa es que estas entidades existen tanto “para si” como “en si”. Son centros autónomos de valor. No se trata solo de cómo valoramos las moscas, los protones o la roca, sino también de las formas en que estas entidades se valoran a si mismas por el mero hecho de persistir o durar en el tiempo, y como ellas valoran de manera diferente cualquier otra entidad con la que puedan encontrarse.

 

¿Antropomorfismo? ¿No será que aquí le estamos imputando categorías humanas a entes no humanas?  

 

No realmente si pensamos que la acusación de antropomorfismo se basa en la suposición de que el pensamiento, el valor y la experiencia son esencialmente, o exclusivamente humanos, para lo cual no hay ninguna justificación. Nuestras propias actividades de valor surgen de, y aun permanecen en continuidad con, actividades no humanas, como ya mostro Darwin.

 

Cuando Thomas Nagel pregunto ¿como es ser un  murciélago?  argumentaba que el hecho de que un organismo tenga experiencia consciente significa, básicamente, que hay algo que se siente al ser ese organismo... “como es” no significa a que se parece, según nuestra experiencia, sino como es para el sujeto mismo. La experiencia olfato céntrica de un perro es tan diferente de la oculocéntrica de los humanos que nunca seremos capaces de sentir literalmente, o de entender por completo, como es ser un perro. Lo mejor que podemos hacer es crear metáforas y símiles que aludan a la existencia canina o quiróptera. Lo que no debemos hacer es modelar sus experiencias en base a las nuestras. Reconocer que ellas son radicalmente diferentes y que poseen su propia riqueza y complejidad que nunca podremos entender. 

 

Según el filosofo británico Galen Strawson la mentalidad de algún tipo, sea experiencia, consciencia, sentimiento o sensación, es el “fenómeno cuya existencia es mas cierta que la existencia de cualquier otra cosa”. En contraste con Descartes, que separa completamente la mente de la materia, Strawson hace lo contrario. Dada la realidad evidente de lo mental, debemos rechazar, dice, la suposición común de que lo físico, en si mismo, es un fenómeno esencialmente no experiencial. Si rechazamos el dualismo y el sobre naturalismo, entonces nos quedamos con que la mentalidad misma debe ser completamente física. La materia, como afirman los nuevos materialistas, no es inerte y pasiva, sino inmanentemente activa, productiva y formativa.

 

¿Como, entonces, la sensibilidad podría surgir de alguna materia inicialmente no sensible? La física ni siquiera puede comenzar a explicar como la sensibilidad pueda surgir de alguna materia inicialmente no sensible. Incluso si descubriéramos los correlatos neurales de la conciencia, no nos diría nada acerca de cómo y por que la experiencia interior es materialmente posible. Según el principio ontológico de Whitehead  de que la creatividad o “el principio de la novedad” es “el universal de los universales que caracteriza la ultima cuestión de hecho” que depende siempre de algo anterior, como el DJ que crea música re mezclando pistas ya existentes. Similarmente, si se parte del principio de que nada puede surgir ex nihilo, Strawson insiste en que la sensibilidad ya debe haber estado presente, al menos potencialmente, desde el principio, lo que lo lleva a rechazar cualquier forma de dualismo, emergentismo o eliminativismo, adoptando el postulado ontológico de que la mentalidad ya debe ser un aspecto o cualidad básica de todo lo que existe. Todo es físico y reducible a sus últimos micro componentes y la mentalidad es real y por tanto física, como cualquier otra cosa, pero completamente inaccesible a las explicaciones científicas porque no hay forma de cerrar la brecha entre las perspectivas de la primera persona, que tiene acceso directo a sus experiencias, y la  tercera persona que no lo tiene.

 

La experiencia, por tanto, no puede limitarse a los seres humanos, ni siquiera a los seres vivos en general. Es la dimensión interna y oculta de todo. Toda la materia física es energía, de una forma u otra, y toda energía, el postula, es un fenómeno que implica experiencia. Similarmente Whitehead, antes que el, decía que si sustituimos el término energía por el de estado especifico de sentimiento,  y recordamos que vector significa trasmisión desde otra parte, vemos que esta descripción metafísica de los elementos mas simples en la constitución de las entidades actuales concuerda absolutamente con los principios generales en los que se enmarcan las nociones de la física moderna. Tanto uno como el otro colocan la experiencia enteramente dentro del mundo natural que describe la física, aunque tal experiencia en si misma no pueda ser explicada por la física. Esta es la razón de que la conciencia subjetiva es espectral e incalificable pero, no obstante, completamente actual.

 

¿Es esto posible? Según Sam Coleman, otro filosofo de la mente, argumenta que  la pregunta “como es ser un murciélago” , no solo se aplica a los seres vivos en particular, sino que también debe estar en el corazón de la ontología. Los conceptos de la física, dice, solo expresan la naturaleza extrínseca de los elementos  a los que se refieren. La cuestión de su naturaleza intrínseca queda sin respuesta por parte de la teoría, con una descripción puramente formal de micro ontología. La física contemporánea solo describe un átomo en términos de sus cualidades relacionales extrínsecas, pero no que es un átomo, intrínsecamente, por si mismo. Debido a que la naturaleza intrínseca es desconocida para la física, concluye que ella simplemente no existe... “nada tiene un interior irreducible. Postular uno es hacer una inferencia ilegitima que prioratiza la intuición racional por sobre los descubrimientos científicos. La ciencia física es exclusivamente relacional. Cualquier cosa no determinada por estas relaciones debe ser eliminada”.

 

Para lo nuevos materialistas, sin embargo, este “relacionismo radical” es insostenible e insisten en que las entidades deben tener una naturaleza o propiedades intrínsecas de algún tipo. Pero... ¿de que tipo? La interioridad de las cosas, dicen, no es un Algo, pero tampoco una Nada. Según Whitehead todo en el universo es tanto publico como privado. El neutrino es extremadamente difícil de detectar y su presencia solo puede inferirse indirectamente a través de su raras interacciones con los núcleos atómicos, lo que es suficiente para definirlo como una entidad  interaccional y relacional. Pero, al mismo tiempo debemos concebir la privacidad del neutrino, su estatus como una “entidad no observable”, con sus propias experiencias intrínsecas, por extraño que parezca, porque de hecho es “como algo” ser un neutrino, lo que indica que hay un nivel de ser mas allá o por debajo del nivel epistemológico. En palabras de Whitehead... “nada hay en el mundo real que sea simplemente un hecho inerte”.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, October 6, 2024

La fogata

 

La poesía

Enciende

Fogatas

Con

El fosforo

De

La imaginación

Y

El potasio

De

La palabra. 

 

Nieves.