La crisis de la pandemia ha
eclipsado la ecológica, pero no la ha hecho desaparecer. Inexorablemente
continua ahí, aunque por el momento haya dejado el escenario.
10 grados Celsius por encima
de los niveles de la época pre industrial es imposible, o mejor aun,
inimaginable. Un pensamiento mortalmente horrible... ¿cierto? Cierto. Pero, por
otro lado, si pensemos que con solo 1.5 C el planeta ahora esta mas caluroso
que en ningún otro momento de la historia de la civilización humana, y que este
1.5C esta lejos de estabilizarse, el pensamiento, teóricamente hablando, no es
tan imposible.
John Doyle, el Coordinador de
Políticas de Desarrollo Sostenible de la Comisión Europea en Bruselas imagina
un posible mundo distópico que las actuales generaciones podrían encarar. Su
tesis, basada en cuidadosos análisis, es que con 10 C tendríamos un planeta con
pocos o ningún ser humano.
1.5C por encima de la época pre industrial como
limite es bastante popular entre los activistas climáticos. Sin embargo, hay un
problema. Para permanecer por debajo de 1.5C la emisión de gases de efecto
invernadero, como CO2, necesita
disminuir 15% por año desde ahora
en adelante. Y esto es imposible lograr con el
sistema económico imperante. Por eso se dice que vamos en una rápida
dirección a un aumento de temperatura de 1.5 o de 2C en relación con la época
pre industrial. Pero, según Doyle, esto no es verdad. Básicamente esto es
ciencia antigua y esencialmente inexacta. No hay un solo científico
independiente en estos momentos que apoye esta posición. Nos estamos
dirigiendo, en realidad, no hacia 2C, sino hacia 10C, y esto puede ocurrir en
los próximos 30 años. Y en el transcurso hacia los 10 grados pasaremos por los
4C. Esto es importante porque a esa temperatura
la especie humana irremediablemente desaparecería de la faz de la
tierra... ¿no es esta proposición
realmente espeluznante, un pronostico mortal en el que nadie, en su sano juicio, cree?
La literatura climatológica,
sin embargo, no contradice las afirmaciones de Doyle. En Diciembre del 2019 el
Instituto Potsdam Para la Investigación Climática, uno de los principales
órganos mundiales en los estudios climáticos, publico un articulo en donde dice
que en múltiples ocasiones el sistema terrestre ha perdido su estabilidad en el
pasado debido a cambios en la orbita terrestre. Ahora, dice el informe, estamos
forzando el sistema con la concentración atmosférica del CO2 y el aumento de la
temperatura a un ritmo muchísimo mayor que el que hubo durante la era del mas
reciente deshielo. El CO2 atmosférico ya ha alcanzado los niveles de hace
cuatro millones de años atrás, durante la época del Pleistoceno y rápidamente
nos estamos aproximando a los niveles de
hace 50 millones de años atrás, en la época del Eoceno, cuando la temperatura
alcanzo los 14C por sobre los niveles de la era pre industriales.
Ahora mismo hay un tercio mas
carbón en la atmosfera que en ningún otro momento en los últimos 800 000 años
y, tal vez, en los últimos 15 millones, a pesar de las declaraciones y promesas
de los lideres mundiales de limitar la emisión de gases. El Protocolo de Kioto,
por ejemplo, no logro nada. Y en los 20 años siguientes, a pesar de la defensa
del clima y la legislación y progreso en la energía verde, hemos producido mas
emisión que en los 20 años anteriores al Protocolo.
The “Wet Bulb Temperature”, la
temperatura del bulbo húmedo, indica la temperatura en que una creatura
viviente puede sobrevivir. El ser humano puede hacerlo fácilmente con una temperatura por sobre los 42C. Pero,
hay un escollo... un humano en las mejores condiciones física muere con una
temperatura de 36C si hay una humedad relativa del 100%.
El pronostico de Doyle
adquiere tonos bastantes obscuros si consideramos que la eliminación de la
energía fósil antes que el excesivo calentamiento se produzca no va a funcionar
porque representa aproximadamente el 80% de la producción energética, lo que
hace imposible reemplazarla rápidamente dentro de los próximos 10 años. Según
la Agencia de Energía Internacional los productores de energía fósil de EU,
Rusia, Los Estados Árabes Unidos y Arabia Saudita planean aumentar la
producción de gas y petróleo en 120% para el año 2030, continuando la emisión
de CO2 a niveles incluso mas altos, lo que obviamente aumentara el calor. Si
esto no fuera poco, China se embarca en la construcción de mega plantas de
carbón y Japón e India anuncian la intención de construir 22 nuevas plantas de
combustión de carbón en los próximos 5 años que continuaran la emisión de CO2
y, por tanto, el calor. La ceguera
trágica de estas políticas es que se hace frente a la irrefutable
evidencia de la aceleración del cambio
climático que va mas allá de la influencia de los puros eventos naturales.
Con un aumento de 2C
tendríamos una vida bien diferente. Menos tierras de cultivo, inundaciones de
mareas mas altas, millones de eco inmigrantes recorriendo los campos en busca
de comida. El panel internacional sobre
conferencia climática de la Universidad de Oxford condujo un programa titulado
“Cuatro Grados y Mas Allá” que describe como seria la vida con 4C si continuamos con el actual sistema
económico y llega a la conclusión de que la mitad del planeta se volvería
inhabitable. Y no estamos muy lejos de eso. De acuerdo con el observatorio
Mauna Loa de Hawái la emisión de CO2 en
el mes de Abril de 2020 alcanzo 416.18
ppm, comparada con 413.52 en el mes de Abril de 2019. Si recordamos, en Abril
del 2000 fue de 371.66.
Los modelos económicos
actuales obviamente no han detenido la emisión de gases y notablemente la ha
acelerado en un 60% en esta centuria. El
paradigma del crecimiento económico neoliberal es incompatible con la sobrevivencia
humana y los eco sistemas que soportan la vida. La lucha en contra del
calentamiento global es la lucha en contra del capitalismo... cambio climático,
lucro y crecimiento están inextricablemente
unidos.
La pandémica actual prefigura
en miniatura la crisis climática. El Covid-19 es un fenómeno mundial y, a pesar de la inmensa devastación y
miseria que esta causando, es relativamente de corta duración. Con el aumento
del calentamiento global se puede prever un fenómeno total de
permanente duración. Un horror universal infinitamente mas grande que se dará a
través de una multiplicidad de manifestaciones. En un estudio del 2018 cuarenta
y dos científicos de varias partes del
mundo advirtieron que si continuamos con
nuestros asuntos como de costumbre, ningún sistema ecológico va a estar seguro
porque podrían sufrir transformaciones
tan universales y dramáticas en solo dos centurias que, en los mas dramáticos
periodos de transformación en la historia del planeta, tomaron decenas de miles
de años.
Es cierto que no sabemos con
toda exactitud cuantos bosques se quemaran cada año, cuantas islas
desaparecerán o si primero las mega sequias o la gran pandemia van a producir
la hambruna global. Lo que si sabemos es que el nuevo mundo en el que vamos a
entrar será completamente diferente al que hubo por miles y miles de años.
Los mensajes apocalípticos
heredados del Libro de las Revelaciones , después de haberse anunciado por
cientos de años, no tienen mucho prestigio. Sin embargo la posible sexta
extinción esta hoy día en las cartas, si es que no estamos ya en medio de ella.
El mundo tiene a lo sumo alrededor de tres décadas para descarbonizarce
completamente antes que la verdadera desbastación ecológica comience. Lo que no
sabemos es como exactamente la desbastación se llevara a cabo si llegamos a ese
momento... ¿será por una crisis alimenticia, por un colapso financiero o por
una guerra atómica mundial para controlar los recursos naturales? En todo caso,
se requiere de una imaginación apocalíptica para representarnos lo que va a
ocurrir en las próximas décadas. Algunos, con una visión mas optimista, como el
ecologista Chris Thomas, ven en medio de la sexta extinción huecos en donde la
naturaleza prospera creando nuevas especies y tallando nuevos nichos ecológicos.
Para otros, que adoptan una visión cósmica, este momento en la historia de la
naturaleza no es mas valioso que el que hubo un millón de años atrás o el que
habrá medio millón de años en el futuro.
Pero, también, aparte de la imaginación apocalíptica, hay otra tendencia mas
probable y quizás mas triste... la
apatía climática, el navegar la deterioración ecológica normalizando el
sufrimiento climático, cerrando cada vez mas el circulo de empatía al mirar
hacia otro lado.
El sistema climático que dio lugar
a nuestra especie y a todo eso que llamamos civilización es tan frágil que la
actividad de unas pocas generaciones lo ha empujado al borde de la instabilidad
total. Pero, esta instabilidad que hemos provocado habla también del poder de
nuestra capacidad humana. Si somos responsables
del problema, debemos ser capaces de deshacer los cambios que están
arruinando el futuro. Si la ultima generación ha empujado al planeta al borde
de la catástrofe la responsabilidad de evitarla le pertenece a la nueva
generación. La actual pandemia muestra que es posible.
Las observaciones científicas
no dan lugar a explicaciones alternativas. La pregunta de cuan malas las cosas
van a ser, sin embargo, no es una prueba para la ciencia, sino una para la
actividad humana. Que es lo que haremos para detener el desastre y cuan rápido.
Si evitamos el desastre es porque habremos elegido un sendero diferente.
Nieves y Miro Fuenzalida.