Desde el siglo pasado el
occidente, digamos Europa y Norteamérica, se autodenomina mundo libre a pesar
de que esta libertad de la que hablan es bien elusiva... ¿cuándo realmente
hemos sido libres? Solo en esos momentos de interludio cuando pasamos de una
forma de vida a otra, de un sistema social
a otro hasta el momento en que este también resulta ser otra forma de
coerción. La liberación tristemente da paso a la subyugación y hasta el
momento, este ha sido nuestro destino. Hoy día
el capitalismo industrial se ha
transformado en capitalismo inmaterial,
la dictadura del Capital ha reemplazado la dictadura del Proletariado y la
política se ha convertido en la sirvienta del Capital.
Lo irónico es que los que
viven en las economías desarrolladas no se ven a si mismos como sujetos subyugados,
sino como proyectos, seres siempre remodelándose y recreándose, libres de
limitaciones y restricciones externas. El problema sin embargo es que esta
nueva forma de libertad trae otra vez compulsiones y obligaciones que ahora no
vienen de afuera, sino del propio sujeto. Según el teórico cultural
coreano-alemán Byung-Chul Han la explosión de la depresión y el agotamiento en
las sociedades contemporáneas son un síntoma de la crisis de la libertad. Sin
lugar a dudas, dice, el neoliberalismo representa un sistema de explotación
altamente inteligente y extremadamente eficaz. Todo lo que pertenece a las
practicas y las formas expresivas de la libertad, tales como la emoción, el juego
y la comunicación pasan ahora a ser objetos de explotación. Explotar a la gente
en contra de su voluntad es ineficiente. Explotar la libertad, en cambio, incrementa
el retorno.
En sus inicios el internet se
celebro como el medio que traía libertad y comunicación ilimitada. La euforia,
después de todo, fue prematura. En lugar de libertad y comunicación sin limites tenemos control y
vigilancia total. Justo en el momento en que creíamos habernos liberado del
panóptico disciplinario caemos en un nuevo y mas eficiente panóptico... ahora
la auto exposición es voluntaria. Sin ningún problema ponemos toda posible
información acerca de nosotros en el internet, sin tener la mas mínima idea de
quien la va a usar y para que. La edad de la psicopolítica digital pone en
peligro la poca libertad que queda porque el Big Data es un instrumento
psicopolítico altamente eficiente en el conocimiento de la dinámica de la
comunicación social. Un conocimiento que facilita el dominio, el control y la
intervención en la psique a nivel pre-reflexivo.
El poder puede
manifestarse en forma directa e inmediata como negación de la libertad, como la
imposición de la voluntad del opresor en contra de la voluntad del oprimido,
incluyendo la violencia si es necesario como en las dictaduras de Pinochet y
Stalin o la monarquía de Arabia Saudita o, por el contrario, puede manifestarse,
como un poder que no excluye, prohíbe o censura. Este es, por ejemplo, el poder
del régimen neoliberal que escapa a toda visibilidad al adoptar una forma
altamente permisiva que hace que el sujeto subyugado ni siquiera tenga
consciencia de su subyugación. La dominación permanece completamente oculta y consecuentemente
el sujeto cree que es libre. El poder disciplinario con sus ordenes y
prohibiciones es un poder normativo que elimina desviaciones y anomalías que con el tiempo se vuelve en un poder ineficiente. Una mejor
tecnología es la que se asegura que la
gente se subordine por si misma a las relaciones de poder. En lugar de imponer
silencio invita constantemente a confiar, compartir y participar. A comunicar
nuestras opiniones, necesidades, deseos
y preferencias, a contar interminablemente todo acerca de nuestras vidas. Un
poder que adopta formas mas sutiles al convencer a los individuos que ellos
actúan por si mismos sin percatarse que lo que hoy llaman libertad es la
interiorización de las relaciones de poder. La libertad de elección se
reemplaza por la libre selección entre los diferentes artículos que se ofrecen. Es la libre elección
del Me Gusta o No Me Gusta. Dentro de este contexto la auto optimización y la
sumisión, la libertad y la explotación son
una y la misma cosa que sirve perfectamente bien para promover el funcionamiento
optimo del sistema.
Según Byung-Chul Han, al igual
que otros críticos teóricos, la biopolitica de la que hablaba Foucault es un análisis inadecuado para caracterizar el
régimen neoliberal. La estadística poblacional que usa la biopolitica es insuficiente
para dibujar un psicograma de la población al no tener acceso al ámbito
psíquico. La demografía no es lo mismo que la psicografia. La estadística y el
Big Data son dos realidades completamente separadas. El Big Data provee los
medios para establecer un psicograma
colectivo y, eventualmente, del mismo inconsciente con sus deseos, necesidades
y esperanzas ocultas listo para ser explotado. Un medio de control mucho mas
eficaz que el panóptico de la sociedad industrial. Cada clic que hacemos y cada
palabra que tipiamos crea una completa descripción de nuestras vidas gravada
permanentemente en el internet. Incluso los objetos han empezado a vigilarnos y
transmitir información acerca de nosotros. Con la expansión del Web 2.0, el
internet de las personas, y ahora el Web 3.0, el internet de las cosas, el
control digital de la sociedad se completa. Queramos o no estamos atrapados en
la memoria digital que nada olvida.
El datismo, la nueva fe del
mundo contemporáneo, es la habilidad de reunir y almacenar una inmensa cantidad
de datos. La suposición implícita es que todo puede ser medido y todo debe ser
medido. La fe es que el Big Data permitirá hacer cosas extraordinarias, como
predecir el futuro y comprender el presente y el pasado, libre de toda ideología
y arbitrariedad subjetiva. En este contexto la intuición no representa una forma
mas alta de conocimiento y la teoría, sea la ligústica, la sociología, la
taxonomía, la ontología o la psicología es solo otra forma de ideología de la
que fácilmente podemos prescindir. Con suficientes datos, los números hablan
por si mismos. Lo curioso es que el mismo intento de contraponerse a la
ideología es también una forma de ideología. El datismo depende del sistema de
operación, es decir, de elecciones que se dan
solo dentro de ese sistema. La inteligencia en la que se basa no le
permite ejercer la libertad de elección. Solo puede seleccionar aquello que el sistema le ofrece. Es un
sistema cerrado. Por tanto la inteligencia digital, el datismo, no tiene acceso
a lo Otro, a lo que pueda existir fuera del sistema.
En el mundo occidental se dice
que la democracia adquiere su expresión
a través del proceso electoral en donde el ciudadano libremente elige a sus
gobernantes... ¿Realmente?... si miramos las cosas mas de cerca, nos
encontramos con que el Big Data le permite ahora a los candidatos obtener una
visión de 360 grados de los votantes. Inmensas cantidades de datos provenientes
de diferentes fuentes se reúnen y
conectan unos con otros para producir un
perfil exacto de los que van a las urnas. A través de esta micro-focalización
mensajes personalizados son creados para influir en los votantes. Algoritmos
inteligentes hacen posible predecir la conducta del electorado y calibrar los
mensajes al elector a través de los medios de publicidad corporativos, nada
diferente de los comerciales personalizados que vemos en el mercado. El votar y
comprar, el ciudadano y el consumidor ahora se asemejan cada vez mas uno a
otro. Esta micro-focalización es ahora la practica estándar de la psicopolítica,
a diferencia del censo que es la practica de la biopolitica de la sociedad
industrial incapaz de intervenir en la psique. Con el Big Data, en cambio, es
posible poder leer deseos que ni siquiera nosotros sabemos que tenemos. Bajo
ciertas circunstancias, por ejemplo, desarrollamos inclinaciones e impulsos que se
encuentran mas cerca del Id freudiano que del yo o la conciencia. Cuando el Big Data tenga acceso a este ámbito
inconsciente será posible construir una psicopolítica que alcanzara las capas
mas profundas del inconsciente junto con los patrones colectivos de conducta
que escapan al individuo. En ese momento la psicopolítica digital estará en
condiciones de tomar control de la conducta de masas a un nivel que eludiría su
detección.
Por ahora, nota Byung-Chul
Han, el Big Data es una gigantesca empresa comercial que convierte los datos
personales en dinero y la gente en mercancía. Es la fusión del estado de
vigilancia con el mercado. Acxiom, por ejemplo, es una compañía comercial que
opera con los datos personales de aproximadamente 300 millones de ciudadanos
estado unidenses, prácticamente la totalidad de la población del país y, lo mas
interesante, es que la compañía sabe mas acerca de los americanos que el mismo FBI. La mercancía se ordena en tres grupos... los
consumidores con bajo ingreso son designados
como perdedores. Los con un alto
valor económico son estrellas y el grupo entre 36 a 45 años de edad son los
dinámicos. Esta es la nueva clase digital. Los perdedores son la clase baja a
la que se le niega el crédito y se le deja fuera del sistema. El viejo
panóptico servía para disciplinar. El panóptico digital elimina del juego a los
que no tienen valor económico.
Frente a la comunicación
compulsiva y la vigilancia total de este nuevo panóptico ... ¿qué nos queda?...
Tal vez el silencio frente a la colección voluntaria de datos. Ya en 1995 Deleuze hablaba de una política
del silencio... No es problema, decía, hacer que la gente se exprese, pero si es
encontrar esos momentos de solitud y silencio en donde eventualmente uno podría
encontrar algo que decir. Las fuerzas represivas no le impiden a la gente
expresarse a si mismas, sino que, por el contrario, las fuerzan a expresarse.
Que alivio no decir nada, el derecho a no decir ninguna cosa, porque solo
entonces hay alguna posibilidad de encontrar algo que valga la pena decir.
Nieves y Miro Fuenzalida.
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