La ultima
huelga por el clima a comienzos de Octubre alcanzo 4 millones a través de 7
continentes. Incluso en Afganistán la gente fue capaz de pensar en el futuro
del planeta y salir a las calles a demostrar a pesar del peligro que podrían
enfrentar. Se calcula que una de las mas grandes fue en NY con un cuarto de millón de manifestantes
marchando con carteles de protesta que
expresaban la preocupación por el futuro... “El universo esta hecho de
protones, neutrones, electrones y morones”, “El clima esta cambiando ¿por qué
nosotros no?, “Eco no Ego”, “Si ustedes no actúan como adultos, nosotros lo
haremos”, “No seas un tonto fósil”, “#YoTambién, dice la Madre Tierra”. Esta es
la generación que crecerá en la pesadilla de un mundo en que la energía
fosilizada terminara con los sueños del futuro... ¿será esta generación el
inicio de un movimiento? Una vez
terminadas las manifestaciones todos volvieron a casa y al día siguiente
retornaron al colegio.
Esta
es la cosa... las marchas terminan, los cantos se evaporan en la indiferencia
del aire y los discursos pasan al olvido ¿no es el caso que en los tiempos de
lucha huelga significaba el abandono del trabajo o la escuela hasta que las
peticiones encontraban algún tipo de respuesta? Por ahora estas protestan están
lejos de ser una actividad revolucionaria o un movimiento político. En la era
neoliberal las demostraciones no
amenazan el statu quo ni mucho menos las estructuras del poder capitalista
porque los participantes han aceptado la versión sanitizada de la
disensión. Una protesta por supuesto que puede contener una poderosa fuerza
disruptiva capaz de interrumpir el flujo del capital y la clase dirigente
sabiendo esto moviliza brutalmente sus aparatos de represión para intimidar y detener la amenaza. “Occupy
Wall Street” y “Standing Rock” en EEUU, los “Chalecos Amarillos” en Francia, la
actual rebelión en Haití o el silenciamiento, la desaparición y el asesinato de
los dirigente indígenas en las comunidades del Sur, son algunos ejemplos que
escasamente aparecen en las fotografías de los magazines o la televisión controladas por las
corporaciones. Frente a esta violencia
militarizada no es de extrañar la conformidad de la gente en los países del
occidente a aceptar el discurso que define los limites de la protesta. La
criminalización de los que disienten mantiene el estado de cosas.
Las
manifestaciones en torno al cambio climático que se han venido produciéndose a
través del mundo son impresionantes, pero bien poco se interrumpe y bien poco
daño causan a las fuerzas del capital. En todo caso no por ahora, a pesar del
tremendo interés y entusiasmo de los jóvenes activistas que han empezado a
tomar conciencia de las maquinaciones del poder corporativo. Lo que es irónico,
sin embargo, es que las demandas provenientes de estas manifestaciones están
dirigidas a que el gobierno haga algo, pero... ¿cómo el gobierno podría hacer
algo cuando es el gobierno al servicio de un modelo económico de crecimiento
permanente basado en la energía fosilizada el que justamente ha causado la crisis ecológica?
En el momento en que la gente marchaba por las calles del mundo la maquina de
guerra de EEUU se preparaba para defender los posos petroleros en Arabia
Saudita. Si no hay demanda para desmantelar esta institución criminal el
ejercicio callejero no va a llegar muy lejos. Tristemente los llamados
progresistas del mundo occidental se han tragado completamente las campañas de
relaciones publicas mas cínicas sobre el ambiente con su adoración a Obama o
Trudeau en Canadá que tratan de vender la idea de que comprando productos
verdes y creando soluciones basadas en el mercado es suficiente para resolver
el problema. Los nuevos protestantes, en cambio, pareciera que han empezado a
rechazar el capitalismo verde y, sin lugar a dudas, a medida que este rechazo aumente
y empiece a perturbar la maquinaria capitalista aumentaran las fuerzas
represivas.
Las
corporaciones y el poder militar saben muy bien que la devastación ambiental
que ellos han causado esta llegando al punto de no retorno y necesitan
rápidamente cambiar su posición y tratar de hacer algo sin cambiar necesariamente
el modelo económico. Un pseudo movimiento, creado a la espalda del movimiento
real, serviría a la perfección para evitar hacer algo drástico. Por ahora, ven
en Greta Thunberg la figura ideal para este falso movimiento que creen poder
usar sin que ponga en peligro el modelo económico.
Es por eso que su figura aparece en la revista Time y Vogue y es entrevistada
por Christiane Amanpour y fotografiada con Obama y otros personajes políticos
que la ven como un capital para sus aspiraciones. El asunto es que esta pequeña
niña puede darles una sorpresa, porque nada de esto implica que ella este de
acuerdo con esta gente.
En
Diciembre del año pasado en la Conferencia del Cambio Climático de la NU en
Polonia dijo... Si las soluciones dentro
de este sistema son imposibles, entonces debemos cambiar el sistema. En el Foro Económico Mundial en Davos desafió
a las Compañías y dirigentes políticos a tomar acciones climáticas mas audaces
y dejar los objetivos económicos a un lado para salvar el futuro de la
humanidad. No creo por un segundo que ustedes estén a la altura de esta tarea.
Pero se los pido de todas formas. En un discurso en Berlín dijo que vivimos en
un mundo extraño, donde nadie se atreve a mirar mas allá de nuestro actual
sistema político a pesar de que es bastante claro que las respuestas que
buscamos no se encuentran dentro de el. Dirigiéndose al Parlamento Británico
subrayó el hecho de que el futuro de nuestro mundo fue vendido para que un
pequeño numero de personas pudieran hacer una cantidad inimaginable de dinero. Y
luego ustedes nos mienten y nos dan falsas esperanzas. Hablando en una reunión de “Extintion
Rebelion” en Londres expreso... Usamos
100 millones de barriles de petróleo cada día. No hay política para cambiar
esto. No hay regulaciones para mantener el petróleo bajo tierra. No podemos
salvar el mundo guiándonos con las
normas existentes. Las normas tienen que cambiar y tienen que cambiar hoy día.
Es tiempo para la desobediencia civil. Es tiempo para la rebelión.
A
lo que ella ha venido apuntando es a la verdad acerca del capitalismo y su
papel primario en la aceleración del cambio climático y la degradación de la
biosfera. A medida que estas insinuaciones empiecen realmente a resonar ella será silenciada y retirada de la escena como ya le ocurrió a
Malala Yosafzai cuando condeno la
criminal política exterior de Obama y declaro que ella era socialista. Ese fue
el momento en que su imagen dejo de aparecer en los medios de difusión
corporativos y las invitaciones para
aparecer con lideres políticos terminaron abruptamente.
¿Podrá
la niña de ojos ardientes superar las maquinaciones de los que tratan de
coartar su mensaje? La esperanza es que ella continúe denunciando a la clase
dirigente cuyo único interés es salvar el capitalismo y el injusto orden global
que mantiene. No es que ella sea la única en decirlo. Pero ella ha sido la
única que ha provocado una respuesta mundial en los niños y niñas que vivirán
las consecuencias del desastre ecológico.
Hasta
ahora el poder del capital se basa en el consenso de una ciudadanía que ha sido
condicionada a responder, emular e incluso celebrar los principios capitalistas
y el autoritarismo de la dictadura de la riqueza. Esta masa, por ahora, no esta a la altura del desafío de los
tiempos. A lo que mas se atreve es a enfocar la crisis en un marco bien
estrecho en donde cualquier intento anticapitalista se excluye y los intereses
del dinero prevalecen. La discusión acerca del crecimiento económico no entra
en este marco y hablar de decrecimiento esta fuera de lugar. Todavía se cree
que podemos continuar indefinidamente quemando petróleo, envenenando los
océanos, matando las especies, descargando carbón en la atmosfera, ignorando todas las señales de que los
sistemas naturales están
colapsando. Y, sin embargo, el
decrecimiento va a ocurrir. La cuestión elemental es... ¿será planeado o vendrá
sin plan?
Cuando
millones de seres humanos elevan su voz en demanda de acción, dirigidos por
inteligentes y energéticas muchachas y muchachos ¿como no unirse a ellos en la lucha por un
mejor futuro, perdamos o no? La otra alternativa es filosófica y mucho peor... es
la comprensión de que esta civilización ya esta muerta y que mientras mas
temprano encaremos esta realidad mas temprano podremos entregarnos
a la tarea de adaptarnos con mortal humildad a esta nueva situación.
Nieves
y Miro Fuenzalida.
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