En un ensayo bastante conocido de M.Heiddeger titulado..."El
origen de la obra de arte”... hay una hermosa y poetica descripcion de una
pintura de Van Gogh... sugiriendo que el arte revela la verdad. Por mucho que se
este de acuerdo con esta idea acerca del arte hay en esta interpretacion particular, según el critico de arte americano Meyer Schapiro, algo terriblemente erróneo. La pintura
reproducida imnumerables veces se refiere a unos modestos zapatos viejos y gastados por el
uso, vistos de frente, cordones desabrochados...
Eso es prácticamente todo... Heidegger dice que con referencia solamente a la pintura
y nada más que a la pintura el puede
penetrar en la esencia de la obra... Y así
lo hace.
“En el
cuadro de Van Gogh ni siquiera podemos decir donde estan esos zapatos de
labriegos. En torno a ellos no hay nada a lo que pudieran pertenecer o corresponder. Solo un espacio indeterminado.
Ni siquiera hay adheridos a ellos
terrones del camino. Zapatos de labriego y nada más. Y, sin embargo...” Y es
aqui, donde Heidegger, por si mismo, cree penetrar en la esencia de su
significado sin recurrir a nada más que a la obra misma… "En la oscura boca del gastado interior,
bosteza la fatiga de los pasos laboriosos. En la ruda pesantez del
zapato esta representada la tenacidad de la lenta marcha a
traves de los largos y monotonos surcos de la tierra labrada (....) En el
zapato vibra la tácita llamada de la tierra, su reposado ofrendar
el trigo que madura y su enigmático rehusarse en el yermo campo del invierno (...)
Propiedad de la tierra es este útil y lo
resguarda el mundo de la labriega. De
esta resguardada propiedad emerge este útil
mismo en su reposar en si."
Hermosa interpretacion, deteniendose
cuidadosamente en los detalles de la pintura...
solo que, segun Schapiro, cada una de estas descripciones es inexacta. Los
zapatos pertenecen a Van Gogh... En aquel tiempo, él era un habitante de la
ciudad, no del campo... En las suelas no hay trigo de los surcos, ni humedad
campestre, ni trazo de rehuso enigmático... De acuerdo con Paul Gauguin, que compartía
una pieza con Van Gogh en Arles en 1888
y que había notado los viejos zapatos, nos refiere que estos poseian un
importante significado para Van Gogh
(Schapiro, 1994)… "Mi padre, dice Vincent, era pastor y siguiendo su deseo
continue estudios teologicos para prepararme en mi futura vocacion. Siendo un
joven pastor una mañana deje Belgica, sin decirle a mi familia, para predicar
las enseñanzas de Cristo en las fábricas y minas de acuerdo como yo las
entendia. Esos zapatos son los que me acompañaron en esta fatigosa jornada”.
Durante ese periodo, lo que los transforma en algo tan significativo es el
hecho de que estan asociados a una profunda experiencia personal en la vida de
Van Gogh... Durante cuarenta días cuida a un minero sobreviviente de una explosión
y que había sido desahuciado y dejado de lado... El salvar su vida habia constituido para él un
milagro de amor... Y los zapatos estuvieron asociados a este milagro.
Cualquiera sea la posición que se adopte en la
interpretacion de Heidegger... hay algo que parece obvio. Una interpretación
meramente formal o una aproximación solamente a la obra artística pierden importantes
significados, como lo vemos en la
pintura de Van Gogh. Todo significado, indicaba Gadamer, esta en relacion a un
contexto y es este el que le da un sentido particular, porque cada contexto es una totalidad en si mismo...
Pero, al mismo tiempo, éste es parte,
también, de otro contexto... La obra de Arte existe en contextos, dentro de contextos, interminablemente... y cada
contexto conferirá un significado diferente a la obra de Arte. Cambia el contexto,
cambia el significado… Se podría decir
que en la obra de arte nos hablan el artista, la obra misma, quien la contempla
y el mundo en toda su extensión.
Derrida, en uno de sus ensayos
(“Restitutions in pointing”), dice que ambas interpretaciones, la de Heidegger
y la de Schapiro, son solo aparentemente neutras. Toda conversación filosófica
o discurso estético acerca de arte
siempre contiene valores, intereses y problemas que provienen desde
fuera de este supuestamente puro y neutral ambito estético… Schapiro, por
ejemplo, acusa a Heidegger de proyectar sus propias fantasías filosóficas en la
pintura. Pero Schapiro, que se presenta como un crítico académico neutral,
alguien que solo quiere rescatar los zapatos de Heidegger y restituirlos a Van
Gogh, no es tan neutral como pareciera. Schapiro conoció el ensayo de Heidegger
a través de un colega profesor en la Universidad de Columbia, Kury Goldstein,
que estuvo prisionero en un campo de concentración nazi, en 1933, antes de escapar a América. Es obvio,
según Derrida, que para Goldstein y Schapiro el ensayo de Heidegger contiene inquietantes tonos nazis.
Derrida no tiene
intención en tomar partido en esta discusión. Su interés es mostrar que los
objetivos de la desconstruccion son los de extraer los motivos escondidos en
las conversaciones de arte que intentan descubrir la verdad contenida en la obra, sea esta pintura, literatura o poesía.
Heidegger y Schapiro asumen
que existe un sujeto que uso los zapatos y que, por tanto, estos son un par.
Pero, el titulo del cuadro, “Viejos zapatos con cordones”, no hace mención de
que sean un par. Y si no son un par no pertenecen a un solo individuo, lo que, en tal caso,
malamente pueden ser restituidos a un solo dueño. Los bordes entre política y
arte, filosofía y arte, original y copia, firma y nombre propio son siempre dependientes
de una construcción o enmarque. El lector siempre agrega algo al texto. Problemas
sociales, políticos y económicos siempre
se introducen en la obra. Las circunstancias siempre influyen en la supuesta
creencia de la verdad universal y eterna de la obra artística.
Nieves y Miro Fuenzalida