Ruth Macklin, en un libro publicado en 1999,
relata una historia bien
paradójica… participe, dice, en una
reunión en Chile en donde una joven contó una historia que conmocionó mi sensibilidad occidental. La
mayoría de los chilenos son de origen europeo, pero pequeños grupos de
indígenas viven esparcidos alrededor de las ciudades sureñas. Uno de esos
grupos continua practicando un ritual tradicional en donde los recién nacidos
son sacrificados. En reacción a esta practica el gobierno por ley la prohibió.
Poco tiempo después las tierras indígenas fueron afectadas por la sequia. Según
los indígenas la sequia era el castigo
de los dioses por no practicar el
sacrificio ritual. Mucha gente critico al gobierno por lo que consideraban una imposición ilegitima de poder y autoridad
sobre un grupo indefenso... Macklin comenta que el grupo estaba haciendo algo
éticamente inaceptable y no había validez científica en la creencia de
que el sacrificio humano podría prevenir la sequia. La reacción de la joven que
conto la historia fue inmediata… “ esa es la creencia de ellos. La creencia en
la ciencia moderna es tu creencia. Ambas son simplemente creencias”.
¿Podemos
movernos libremente de un contexto, época, idioma o puntos de vista personales
a otro, llevando nuestras creencias, costumbres
y principios morales con nosotros sin cambiarlos? ¿Podemos comprender
sin ambigüedad las creencias de otros y
evaluarlas objetivamente? La creencia mas común es que no podemos. Cuestiones acerca de la verdad o falsedad o del bien y el
mal son, de una u otra manera, relativas. La línea divisoria, en lugar de ser
el individuo como fue en un tiempo, ahora es el “grupo”, “la cultura”, “la
etnicidad”,“ la religión” o el “genero sexual”. Cualquier enunciación solo puede ser juzgada a
partir de su propio criterio inmanente.
El intento de apelar a algún principio universal es dogmático, eurocéntrico e imperialista.
Este
es el reconocimiento contemporáneo de
que, desde el momento en que hay diferentes sociedades y diferentes puntos de
vista, no hay una sola visión que fije la verdad acerca de cualquier problema. Si la gente tiene diferencias
irreconciliables en cuestiones tan importantes como la moral, la política, la
religión y la filosofía… ¿no seria una
pura arrogancia decir que una creencia es
mas verdadera que las otras? Pensar que es posible encontrar un punto de vista, un criterio, fuera de la
cultura o la historia, una visión desde ninguna parte, es una
ilusión. La idea de que no hay una sola forma de pensar, o una sola cultura que sea superior o mejor a
todas las otras facilita la aceptación
de practicas diferentes a las nuestras. Es el énfasis en la diferencia, en
lugar de la similitud. Una noción de gran importancia en las relaciones
culturales y una reacción en contra de la idea iluminista de la existencia de una
naturaleza o esencia humana universal.
Aquí
estamos muy lejos de la idea de que el
desarrollo de la humanidad, al estilo del positivismo de Comte, sigue una
trayectoria histórica determinada que va desde un estado de superstición
a estados mas sofisticados, como los de Europa. Es el desarrollo de
estas ideas lo que ha proporcionado el marco teorético para identificar a las culturas no occidentales como
subdesarrolladas, retrasadas, primitivas o incivilizadas y justificar el colonialismo y el imperialismo.
Hasta
los inicios del siglo XX la antropología estuvo dominada por este modelo evolutivo que entiende los cambios en la cultura humana como algo
predeterminado según una progresión unilineal. Las diferencias entre culturas y
razas se explicaban por la posición que
ocupaban en la escala evolutiva. El
trabajo del antropólogo era, entre otras cosas, ubicar las diferentes culturas
en su propio lugar. Pero, en los comienzos del siglo pasado el modelo empezó a
ser criticado por un grupo de antropólogos (Franz Boas, Bronislaw Malinowski,
etc.). Según ellos una cultura solo puede ser entendida, no comparándola con
otras, sino solamente en sus propios términos. La noción de una escala
evolutiva, junto con los juicios trans culturales o comparativos,
caen bajo sospecha o, en casos extremos, considerados sin sentido. Para el antropólogo Melville
Herskovits el relativismo tiene resultados sociales valiosos, como la
tolerancia de valores y prácticas diferentes de las propias, que promete la
emancipación de la idea de que todas las otras sociedades luchan por
transformarse en la copia de Euro
América. El relativismo cultural es la
posición que lleva a la conclusión de
que ninguna sociedad tiene el derecho de intentar cambiar o interferir en otra. Esta movida es una doctrina con atractivo
político y moral, diferente a una que trata de buscar la verdad.
Donde
mejor vemos esto es en los trabajos de Peter Winch que dominaron
el campo trans cultural en las ultimas décadas del siglo XX. En parte, ellos tuvieron la intención de evitar la aproximación imperialista de sus
predecesores, en especial la “Rama Dorada” de James Frazer. Según Frazer
los rituales de las sociedades
pre modernas surgen a partir de una incomprensión del orden de la naturaleza.
Las practicas rituales son los primeros intentos de una ciencia
embrionaria. Las ceremonias y festivales campesinos de primavera, por ejemplo, son
originalmente ritos mágicos para promover el crecimiento de las plantas,
la fertilidad del ganado, la abundancia de la lluvia y la luz del sol. Pero, una vez que el desarrollo científico es
aceptado los rituales se revelan como una colección de equivocaciones y falta
de entendimiento en la cadena causal del mundo.
Según
Wittgenstein, la posición de Frazer es reductiva, groseramente simplista y un
fracaso en el reconocimiento del papel que las practicas rituales tienen al
tratar de entenderlas solo en términos científicos. Esta no es la única forma de ver las cosas. Lo
que esta en juego, dice, no es el logro de un objetivo especifico como el fin
de la sequía, sino la significancia que tienen para los nativos que las
practican. Y esta significancia no se
puede entender en la misma forma que entendemos los procesos naturales. La cosa
es organizar nuestro conocimiento para
clarificar su significado. Una vez hecho esto, podemos entender la practica
ritual.
Este
cambio de perspectiva, en lugar de encajar el ritual en una imagen preconcebida
que pasa por explicación teórica, examina su papel dentro del contexto y trasfondo cultural en que se da.
Winch va un paso mas allá que Wittgenstein. La comprensión científica, dice, es
cultural e históricamente localizada. Universalizarla
tratando de aplicarla a otras áreas de la acción humana es un error que distorsiona las practicas
rituales. Los indígenas y yo “pensamos con modelos de pensamiento dados por la
sociedad en que vivimos”. Luego, intentar entender otras sociedades aplicando la
ciencia moderna no es correcto... ¿Realmente?
Por
supuesto que el conjunto de valores adquieren sentido apelando a las creencias
de la comunidad en que se dan. Filosóficamente esto es trivial. Lo que es dudoso,
sin embargo, es empujar las cosas hasta
el punto en que juicios o decisiones en general se consideren sin sentido, a menos que lo adquieran solo por criterios internos o formas culturales dadas. Este es el
problema... según Winch el pensamiento
científico y las practicas rituales no son solo históricamente especies diferentes,
pertenecientes a distintas áreas de la vida humana, sino que ambas son también igualmente
correctas. La razón, dice, es que la
realidad no es lo que le da sentido al lenguaje. No hay una realidad separada
en contra de la cual la corrección o incorreción del lenguaje pueda ser evaluada por un criterio de
correspondencia. El lenguaje es un reino por si mismo, un microcosmos dentro
del cual el usuario del lenguaje se
ubica y desde donde hereda las normas de la verdad, la falsedad, y significado y los propósitos
encarnados en el lenguaje de la
comunidad. Las practica rituales forman un esquema coherente dentro del cual el significado de las
palabras esta fijado y epistemológicamente legitimadas.
Luego...
¿podemos decir que todo esto lleva a la
conclusión de que las creencias basadas en la ciencia moderna no son mas
verdaderas que las basadas en mitos y supersticiones? ¿Qué
no hay sistema mejor o superior a
otro? Uno podría alegar que es ilegitimo sostener que la ciencia es superior a
las practicas rituales. Pero… ¿no es igualmente ilegitimo sostener que ambos sistemas son
igualmente validos? Si decimos que existen
varios sistemas éticos no estamos diciendo que todos ellos son
igualmente validos. Si así fuera estaríamos diciendo que juzgamos de acuerdo a
como juzgamos. Lo que no tiene sentido.
Si
partimos de la suposición de que el relativismo es racionalmente justificable,
entonces tenemos que suponer un marco
no relativo desde el cual podamos
establecer juicios acerca de su justificabilidad. Es decir,
para ser racionalmente justificable tiene que haber una base no relativa, posibilidad que el relativismo niega. Dicho de otra manera… si el relativismo
moderno es verdadero, no es racionalmente justificable, porque si es verdadero
no puede haber una base neutral desde la cual se pueda evaluar la justificación racional de cualquier demanda,
incluyendo las del mismo relativismo. Luego… si es verdadero, es falso… ¿por qué?
porque su defensa racional requiere de un fundamento no relativo, lo que el
relativismo niega.
La
característica definitoria del
relativismo cultural contemporáneo es su confianza en estándares que son parte
de un marco cultural que no puede ser transcendido. La existencia de un marco
de referencia, sea social, epistemológico o lingüístico, dentro de los
cuales actividades o entidades puedan
ser juzgadas racional, moral o estéticamente constituye un limite fuera del cual la evaluación no puede extenderse sin chocar con los estándares de esquemas
conceptuales diferentes. Lo que cuenta
como verdad y conocimiento depende del punto de vista que adoptemos y no de lo
que pueda trascender ese punto de
vista o esquema conceptual. Podemos juzgar racionalmente dentro de el, pero no podemos
significativamente cuestionar el marco conceptual o los criterios que emplea, porque estos constituyen las condiciones que hacen posible juzgar. Y tampoco podemos evaluar juicios
pertenecientes a otros esquemas
conceptuales… “ esa es la creencia de ellos. La creencia en la ciencia moderna
es tu creencia. Ambas son simplemente creencias”. Es
decir, estamos atrapados dentro de
marcos referenciales y no hay manera de escapar o transcenderlos para compararlos y evaluarlos
neutralmente. No hay marco independiente que permita criticar marcos
alternativos. Si esto es así no nos
queda mas que ver nuestra verdad cultural como absoluta.
La
paradoja es esta. No podemos proclamar el
relativismo cultural sin elevarnos por encima de el y no podemos elevarnos por encima de el sin renunciar a el. Si no podemos transcender
nuestro marco referencial tampoco podemos defender la validez de nuestro punto
de vista, porque al negar la
trascendencia del marco negamos la noción misma de validez ¿No es el caso de que el relativismo cultural se refuta a si mismo?
Nieves
y Miro Fuenzalida.