Sunday, September 9, 2018

El sofista.


Uno podría sentirse inclinado a llamar sofistas contemporáneos a los que por un precio defienden la ideología del patrón... abogados corporativos, científicos al servicio de la industria del petróleo que niegan el impacto de la conducta humana en el cambio climático, parlamentarios financiados por grupos de presión y, los peores de todos, los periodistas que aseguran sus salarios y puestos  suspendiendo la critica y el reportaje investigativo  que contradiga la narrativa oficial o los intereses de quienes les pagan.

Pero, en toda justicia... ¿podríamos  realmente  llamar sofistas a esta casta servil?   Es cierto que el termino  ha tenido bastante mala reputación hasta nuestros días  gracias a la hostilidad de Platón que en sus diálogos  desprecio y los ridiculizo  por ser fraudulentos,  falsos y deshonestos.  En 1870 el ingles Henry Sidgwick describe a los sofistas... “como un conjunto de charlatanes que aparecen en Grecia en el siglo V AC y ganaron  sus sustento haciéndole creer a la gente que ellos enseñaban virtud cuando en realidad  enseñaban el arte del discurso falaz  y la propagación de doctrinas inmorales... Sócrates  expuso la vaciedad de su retorica y triunfalmente defendió los principios éticos en contra de la perniciosa sofistería”. El argumento lo repite  hoy el apologista católico, Peter Kreeft (2002)...  “Sócrates llamo la atención al hecho de que el nunca acepto dinero por sus enseñanzas. Esto prueba que el no fue sofista, que son los que venden sus mentes como las prostitutas venden sus cuerpos...”.  En 1888  Nietzsche expreso una opinión totalmente diferente... “ cada avance en epistemología y moral ha reivindicado a los sofistas”.

Originariamente el sofista era una persona que poseía sabiduría, habilidad y conocimiento que ponía al servicio de diferentes propósito.  Homero y Hesíodo usaron el término para designar a un profesor, a un  poeta o a un sabio. Una simple definición, sin el dogmatismo platónico, dice que los sofistas eran  profesores independientes que viajaban a través de la antigua Grecia  de ciudad en ciudad ganándose la vida respondiendo a las nuevas demandas educativas causadas por el cambio de circunstancias sociales.   En sentido general el nombre  era usado como  un termino de elogio... ¿cómo, entonces,  adquirió mas tarde las connotaciones negativas que hasta el día de hoy perduran?

La mayor parte de los sofistas eran extranjeros provenientes de Grecia, pero no de Atenas, lo que les impedía involucrarse en la ley de las cortes o la asamblea. En los tiempos de Pericles el florecimiento de la cultura despertó la curiosidad intelectual, el cuestionamiento de las supersticiones y tradiciones y la creencia en el progreso. Todas las artes, en especial la literatura, la oratoria y la retorica alcanzaron su  apogeo en esta época y los maestros en varias disciplinas competían por fama y honor. Es en esta escena en donde los sofistas emergieron introduciendo nuevos currículos  en busca de estilos y habilidades para argumentar, persuadir y convencer,  cambiando el termino sofista para siempre. Algunos de ellos acumularon grandes fortunas cobrando un alto precio por sus enseñanzas. Y es este aspecto de los sofistas el que mas indignaba a Platón que consideraba que enseñar por dinero era insoportable. Ellos son capaces de enseñar a cualquiera por un precio. Platón y la aristocracia a la que el pertenecía creían que la educación era para la clase alta y  educar a la ciudadanía era un peligro para el fundamento mismo  de la aristocracia en la que Atenas había sido construida.    La visión aristocrática de Atenas del siglo V y IV AC tenia una pobre opinión de los que vivían de un salario, especialmente cuando la labor estaba asociada con cuestiones intelectuales...  ¿No es el caso que siempre es fácil criticar desde una posición de privilegio aristocrático a los pobres mortales que necesitan trabajar para ganarse la vida?

Una nueva disciplina aparece cuando los sofistas enseñan a evaluar situaciones,  argumentar y discutir. Ellos enseñaron a tener éxito en los asuntos públicos, en política, en negocios, en la vida personal y en el arte de la retorica.  Todo estaba sujeto a discusión, desde la naturaleza de la realidad en si misma a la naturaleza del bien y la existencia de los Dioses.  Pero, muy pronto, fueron condenados por hacer el argumento débil  aparecer como mas fuerte, por poner el énfasis en ganar la discusión en lugar de la búsqueda de la verdad. Según Aristóteles hacer aparecer lo peor como un mejor argumento es repugnante.  Filosofía es un compromiso con una forma de vida y no meramente una forma de ganarse la vida.  Los sofistas no venden conocimiento, sino la pretensión del conocimiento.

La mayor parte de lo que sabemos acerca de los sofistas proviene de los escritos de sus oponentes. Pero, de lo que ha sido posible rescatar de sus enseñanzas y escritos hay mucho mas que pura charlatanería en ellos. Su estudio ilumina no solo una época histórica antigua, sino también una visión del mundo moderno. En todas las esferas de su época los sofistas desafiaron la ortodoxia de su tiempo tan radicalmente  que han servido de modelo a  cualquier otro movimiento  hasta hoy día. Protágoras, uno de los mas famosos sofistas, establece la máxima... “El hombre es la medida de todas las cosas”...  ¿Qué mejor resumen del posmodernismo o del constructivismo social? Esta es una máxima clave en la historia de las ideas que contiene un cierto grado de relativismo. Al igual que el termino sofista, el relativismo es un termino  peyorativo porque  para algunos críticos connota la idea de que “cualquier cosa va”, lo que, realmente, no es  justo. A un nivel básico el pensamiento relativista, como el de Protágoras,  nos advierte que hay mas de una sola forma de ver las cosas. En otras palabras, la percepción y la razón humana proyectan dudas o anulan cualquier tipo de juicio divino... ¿Esta Protágoras hablando del hombre, del ser humano en general, o del ser humano en particular, del individuo?  El texto original deja sin determinar si todas las cosas se miden en relación a la humanidad considerada colectivamente o en relación a cada persona individual, subjetivamente.  Si Protágoras esta expresando una tesis humanista, entonces no hay un punto de vista transhumano, privilegiado desde el cual juicios objetivos sobre cualquier cuestión puedan ser emitidos. Pero, si  anthropos, ser humano, se refiere a diferencias individuales de opinión, entonces  esta expresando una tesis subjetivista en donde no hay manera de resolver las diferencias  entre juicios individuales sobre cualquier materia... el mismo viento puede aparecer frio para ti y tibio para mi y no hay tibieza o frialdad en el viento mismo que permita determinar uno o lo otro. Las implicaciones de la máxima de Protágoras con sus diferentes interpretaciones  han tenido, sin lugar a dudas,  una tremenda  influencia  en el pensamiento filosófico posterior.

Otro de los aspectos interesantes de los sofistas que tiene relación con el presente es el hecho de que ellos fueron los primeros en poner un valor monetario a la educación y  los primeros educadores profesionales... ¿no es esto semejante a los intelectuales de renombre que hoy viajan a través  del mundo para impartir su sabiduría por un precio? Hoy día es una idea tan común que nadie  cuestiona el que los profesores  reciban un salario por sus enseñanzas. Los avances culturales, técnicos y científicos dependen de la amplia diseminación de la educación y esto seria imposible sin educadores profesionales. La mente inquisitiva de los sofistas, su escepticismo,  su disposición a cuestionar la ortodoxia y la búsqueda por explicaciones alternativas  ayudaron a abrir el camino al método científico.  Hay muchas maneras de definir el método científico, pero una búsqueda sin prejuicios por explicaciones alternativas  es una de sus características cardinales.

Transformar el argumento mas débil en uno mas fuerte  a través del uso de trucos verbales fue una de las acusaciones mas comunes  para descalificar a los sofistas en la época de Platón. Pero, si uno piensa de nuevo, el argumento mas débil puede contener la mejor respuesta.  La aproximación escéptica de los sofistas obliga a examinar  los  argumentos solidos y descubrir que su solides es una pura apariencia.

Para una mente modernista la atracción de los sofistas radica en su rechazo a los dogmas y al hecho de que  cualquier mente curiosa puede responderles  en términos iguales sin el uso de herméticos escritos académicos o argumentos escolásticos. No dependen del conocimiento de cosmologías antiguas o teologías, sino en la voluntad de aceptar  la naturaleza fragmentaria de las fuentes de donde las ideas surgen. El surgimiento de los sofistas fue, parcialmente, una reacción a los tiempos, a una edad en que la tradición se cuestiona y en donde todo esta sujeto a un flujo permanente... ¿no vivimos actualmente en un mundo similar, de rápidas transformaciones tecnológicas, de una globalización inevitable que amenaza y pone en duda nuevamente todos  los valores y dogmas de la tradición? 


Nieves y Miro Fuenzalida.

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