Sunday, May 25, 2025

Las contradicciones del progreso


Hace ya algún tiempo que dejamos atrás la optimista idea de que el progreso es inherente, de que la historia de una u otra manera nos lleva hacia un bien común. Hoy, mas que en ningún otro momento, las señales de que nos enfrentamos hacia una regresión están por todos lados. Cosas éticas elementales que dábamos por sentado, por ejemplo, vuelven a ser discutidas, como la tortura, el genocidio, el fascismo, la esclavitud, la libertad de expresión o la suspensión de derechos legales.

 

En uno de sus últimos libros Zizek comienza con una de las escenas de la película de Nolan, “El Prestigio”, que presenta a un mago que lleva a cabo un truco donde un pájaro básicamente es aplastado y asesinado para luego volverlo a la vida. Un niño, al presenciar lleno de angustia el espectáculo, realmente no cree que el mago haya resucitado al pájaro. Este que ahora aparece no es el mismo pájaro que anteriormente fue sacrificado. Después que termina la escena el pájaro muerto es retirado detrás de las bambalinas. En breve, un pájaro tuvo que ser asesinado para que el otro volviera a la vida. El punto de la historia, si queremos encontrar uno, es la idea de que uno de los gestos elementales de la critica ideológica es siempre buscar el pájaro muerto. Preguntarse que tuvo que ser asesinado o sacrificado para que el progreso tenga lugar. Cuando llegamos a una nueva etapa superior, debe haber un pájaro aplastado en alguna parte.

 

No hay que ir muy lejos en la búsqueda de pájaros sacrificados. El ejemplo mas reciente es el surgimiento de la Inteligencia Artificial. Puede inventar tratamientos y medicamentos en los que nunca habíamos pensado, nuevas formas de energía que podrían evitar o aminorar el daño ecológico, pero también puede inventar armas que van mas allá de nuestra imaginación con la posibilidad de ser nosotros mismos el pájaro sacrificado. Un instrumento que por primera vez nos introduce a una cultura no humana. En buenas cuentas, no solo una herramienta en nuestras manos, sino un agente que crea nuevas realidades. Puede aprender, puede cambiar y tomar decisiones e inventar nuevas ideas por si misma. Si una maquina no puede hacer eso, no es realmente una IA. Luego, por definición, no podemos predecir como se desarrollara y evolucionara. Cada año que pasa, nota Yuval Harari, la inteligencia artificial se vuelve menos artificial y mas extra terrestre, no en el sentido de que venga del espacio, sino en el sentido de que analiza información, toma decisiones, inventa nuevas cosas de una manera totalmente diferente a los seres humanos. Cosas que no están bajo nuestro control, cosas que son impredecibles y, en este sentido, son ajenas. La especie humana, al igual que todo el resto de los animales, funciona orgánicamente, digamos, por ciclos... día y noche, verano invierno. A veces estamos activos, a veces descansamos y necesitamos dormir. La IA funciona de una manera completamente diferente, no por ciclos y no necesita descansar ni dormir. El ejemplo inmediato es el de los mercados financieros. Tradicionalmente, como Wall Street, abren a las 7:40 y cierran a las 4:00 de Lunes a Viernes y no funcionan los fines de semana, en la Navidad y los festivos nacionales. Pero ahora los sistemas de información automatizados se están apoderando de los mercados que los mantienen siempre activos ejerciendo presión sobre los banqueros y los inversionistas que tienen que mantenerse alertas todo el tiempo si no quieren quedarse atrás y es en este sentido que son tecnologías extraterrestres. Si miramos la evolución animal descubrimos que tomo 4 mil millones de años para llegar a la especie humana, que comienza con micro organismos como las Amibas. El estado evolutivo actual de la IA es similar al estado de las Amibas con la diferencia de que no es una evolución orgánica sino digital, millones de veces mas rápida... ¿esta nuestro cerebro capacitado para comprender lo que esto significa? Por ahora el peligro se ve como un poco ajeno comparado con la energía nuclear en donde tenemos una buena comprensión de lo que significa la bomba. Con la IA la cosa es mucho mas compleja. El peligro no proviene de la rebelión de los robot al estilo de Hollywood sino de la burocracia de la IA que mas y mas se esta haciendo cargo del mundo. Es un algoritmo el que ahora puede decidir si uno aprueba un préstamo de banco, si obtengo este trabajo o no, si alguien es declarado culpables de un delito o si un ejercito decide bombardear o no, como en Gaza o Ucrania. En el fondo lo que esta ocurriendo es que estamos subcontratando todas estas decisiones, cediendo nuestra agencia a estas maquinas y confiando que van a tomar las decisiones correctas, pero no sabemos como se toman estas decisiones, incluyendo los ingenieros que crean los algoritmos. Y es probable que esto se extienda a mas y mas lugares. Las finanzas, como la música, el arte y la religión han sido parte de la cultura humana. Pero ahora hay una inteligencia alienígena que producirá  mas canciones, música, estrategias financieras, mitologías, incluso ideas políticas... ¿cuál será el significado de vivir en una cultura no humana? Todavía estamos en control... ¿pero, por cuanto tiempo mas? No hay garantía que mantengamos el control de algo que excede enormemente nuestras capacidades prácticamente en todo. Y una inteligencia fuera de control, al igual que un virus fuera de control, es una amenaza capaz de suplantar la mente humana y poner en peligro existencial nuestro futuro. Los que mantienen el poder, sin embargo, necesitan desarrollar la IA cada vez mas rápido que sus competidores y es esto lo que realmente podría destruirnos. Una inteligencia fuera de control, al igual que un virus fuera de control, que amenaza con suplantar la mente humana y poner en peligro nuestro futuro existencial.

 

Si consideramos todo esto no seria arriesgado decir que las amenazas actuales no son principalmente externas, como los terremotos o asteroides que pueden impactar el planeta, sino autogeneradas por la actividad humana permeada por la ciencia, tales como las consecuencias ecológicas de la industria, las consecuencias psíquicas de la biogenética descontrolada o las consecuencias incontrolables de la IA. Y, la cosa es que paradójicamente las ciencias son simultáneamente una de las fuentes de riesgo, pero también el único medio que tenemos para comprender y definir las amenazas. Así entonces, si culpamos a la civilización tecno-científica del calentamiento global, por ejemplo, necesitamos la misma ciencia, no solo para definir el alcance de la amenaza, sino para percibirla en primer lugar. No podemos caer en la nostalgia retrospectiva de un mundo pre digital. Pero tampoco las soluciones meramente tecnológicas son suficientes.                

 

Como algunos marxistas al estilo de Walter Benjamín decían, cualquier forma de progreso es siempre otra versión de la regresión disfrazada o, peor aun, “la civilización no es mas que otra forma de barbarie”. Si hay alguna duda solo mira Gaza. Rosa Luxemburgo, si recordamos, decía que “el futuro será socialismo o barbarie”. Lo sentimos Rosa, pero terminamos con un socialismo bárbaro que todavía sufrimos las consecuencias  que el estalinismo dejo y, por el otro lado, el estado de crisis del liberalismo democrático es igualmente evidente a través del mundo como indica el surgimiento de lideres barbaros al estilo de Trump. Básicamente la idea es que “el electorado le da poder a alguien por un periodo de tiempo limitado con la condición de que lo devuelva al final de su periodo y así tener una opción diferente la próxima vez”. Pero ahora resulta que, cada vez mas, el que tiene el poder no lo quiere devolver, peligro que siempre ha acechado a la democracia.

 

En todo este deprimente escenario pareciera que los aceleracionistas son los que todavía conservan algún optimismo. Antes de alcanzar la Singularidad pos política, advierten, debemos enfrentar las posibilidades autodestructiva mas inmediatas, desde catástrofes ecológicas y guerras globales hasta caos social, en su máxima expresión, para finalmente llegar al estado de Singularidad, la fusión de la inteligencia humana y la inteligencia de la maquina.

 

Zizek, por su parte, cree que en lugar de abandonar la creencia en el progreso, deberíamos redefinirlo y el primer paso para hacerlo es ser capaces de reconocer esas realidades incomodas, miserables y dolorosas que parecen no tener remedio. Durante siglos los visionarios de todo tipo soñaron con lo que la humanidad podría lograr. Lo que ahora debiéramos reconocer, sin embargo, es que el progreso nunca es una aproximación lineal a un objetivo pre existente, ya que cada paso adelante que merece el nombre de progreso implica una redefinición radical de la noción misma de progreso. Y el único objetivo progresista indudable que la humanidad puede perseguir hoy, en vista de las amenazas ecológicas, bélicas y políticas, es simplemente sobrevivir, no empujar el tren del progreso histórico, sino aplicar el freno de emergencia antes que todos acabemos en la barbarie pos capitalista, algo que requiere una reorganización radical de todo nuestro estilo de vida hacia alguna forma de solidaridad y cooperación global. Pero, la verdad es que no estaría demás decir que, incluso este mínimo objetivo, a pesar del planeta en llamas, puede que no este a nuestro alcance.

 

Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, May 18, 2025

El sonido de tu fragancia

 

Cierro

Mis ojos

Y

Escucho

El susurro

Del

Musgo

Conversando

Con

La roca.

Cierro

Mis ojos

Y

Escucho

El sonido

De

Tu fragancia

Y

Tu sonrisa. 

 

Nieves.


Sunday, May 11, 2025

Extinción... pero no la humana

 

La mayoría piensa que la extinción le ocurre a las otras especies, no a la nuestra. Y desde el momento en que hay bien poca ventaja en contemplar nuestro fin es justo preguntarse por que perder el tiempo en tales escenarios infructuosos en lugar de seguir con las cosas de la vida. Además, el proceso de extinción probablemente no va a impactar  nuestras propias vidas o la de nuestros hijos. Y, en todo caso, el progreso científico nos mantendrá a todos en marcha, pase lo que pase ... ¿cierto?

 

Tal vez. Pero, considera esto... el ciclo de creación y extinción de las especies es fundamental para la selección natural y el registro fósil indica  que el animal humano también cederá con el tiempo a este imperativo evolutivo.  99.9% de todas las especies que han vivido están hoy extintas. Menos del 5% de estas extinciones ocurrieron en masa. Lo mas típico es una lenta desaparición debido a la disminución de los recursos naturales y la caída de la fecundidad.  Actualmente las tasas de especiación, según el antropólogo E. Ellis, se están desplomando en toda la biosfera, sobre todo en los grandes vertebrados  como los mamíferos que antes se caracterizaban por la capacidad de formar nuevas especies.  Y lo peor es que lejos de confirmar dominio el modelo  antropogénico de depredación que practicamos  pone en peligro a otros metazoos que  enfatiza la vulnerabilidad de la raza humana.  Desde el momento en que la competencia por recursos naturales se ha incrementado ha habido una disminución progresiva en la supervivencia de las especies. Se estima que el Homo erectus sobrevivió mas de un millón años, el Homo antecesor por 600 000 años, Homo ergaster durante 450 000  años, Homo neanderthalis durante 300 000 años y Homo sapiens, hasta ahora, entre 150 000 a 200 000 años... ¿cuánto mas tiempo nos queda?  El argumento probabilístico de Carter-Leslie del “día del juicio final”, basado en cálculos matemáticos,  predice un 95% de probabilidades de extinción humana dentro de los próximos 10 milenios si tomamos en cuenta la capacidad de evolución de la especie que disminuye con el tiempo debido a la creciente ineficiencia reproductiva o a la fragilidad genómica.  

 

A pesar de que la extinción de nuestra especie merece una seria contemplación, existe una fuerte resistencia, especialmente en la clase económica y política de los países ricos, a cualquier reevaluación critica de nuestra cosmovisión antropocéntrica. Admitir que la especie humana se ha vuelto una victima de su propio éxito es como darle vuelta la espalda a la consciencia que nos ha dado tantas  satisfacciones y logros que no queremos perder. El optimismo tecnológico dice que con el ingenio y la invención humana podemos tener un largo y populoso futuro. El pasado nos indica que hemos sido capaces de salir de todos los problemas que se nos han presentado. Hemos sobrevivido a los mamut, la malaria, las guerras y las bombas atómicas, entre muchos otras calamidades. Y nada de esto nos ha extinguido todavía.

 

Este argumento  hace recordar el optimismo del chiste del hombre que se cae de un edificio de 100 pisos. En su caída ha pasado ya 90 pisos y se dice a si mismo... “Hasta ahora todo va bien”. Por supuesto que hemos superado todas las amenazas de extinción...  hasta ahora. El argumento de Cartier-Leslie, sin embargo, obliga a contemplar la posibilidad de que los humanos y el universo mismo son mas fortuitos de lo que acostumbramos a pensar.    

 

Con  frecuencia se ha dicho que los humanos poseemos la capacidad de apreciar nuestra  propia mortalidad, una trágica agonía existencial que ha dado origen a las grandes religiones. En nuestra época tendríamos que agregar la penosa carga de la desaparición, no solo del individuo, sino  la de nuestra propia especie. Si bien es cierto que el termino de todas las especies siempre es el mismo,  la jornada puede ser diferente. Si no podemos influir el fin de la especie... ¿podemos influir el viaje? ¿darle un nuevo significado a la civilización? Dicho de otra manera... ¿seremos capaces de ir del pensamiento ego-céntrico al pensamiento eco-céntrico?

 

El pensamiento ego-céntrico, pre 2 000, se ha caracterizado por la persecución desenfrenada de los valores individualistas del libre mercado, indispensables, según se dice, para la vida humana, la libertad y la felicidad. En contraste, el pensamiento social, que se asoma en el 2001, proclama que el progreso humano sostenible requiere cooperación y compromiso a nivel local, que, por replicación, puede efectuar cambios globales. Pero, por sobre todo, lo que requerimos es un eco-pensamiento capaz de reconocer que los humanos somos solo una pequeña parte de la biosfera y, por tanto, la misma importancia debe aplicarse a las prioridades no humanas como la biodiversidad, la renovación de los recursos, la moderación del consumo y el control de la polución.

 

Al final de todo nuestra especie es solo una de las muchas que hacen su entrada y salida en las etapas  evolutivas. Que neguemos la salida de nuestra especie del escenario es de esperar, pero el hecho permanece. La muerte, que es una descripción biológica de la selección evolutiva, es fundamental para la vida tal como la conocemos. Igualmente, la muerte a nivel de la especie es tan básica para la biología como es la muerte del organismos o las células individuales. 

 

Para poner esto en perspectiva podríamos empezar por el principio. La tierra se formo en nuestro sistema solar aproximadamente 4.6 billones de años atrás. La vida rudimentaria se piensa que apareció por primera vez 3.700 billones de años atrás. A partir de ahí la evolución tomo las riendas que, eventualmente, resulto en la aparición de los humanos que evolucionaron a partir de un genero de simios que hicieron su aparición  unos 2.5 millones de años de los que derivo  el homo sapiens,  aproximadamente unos 300  o 200 mil  años atrás. Hasta hace un tiempo, entre 20 y 10 mil años, según la historia, los humanos vivían en pequeños grupos de cazadores y recolectores. A partir de ese momento, varios de esos grupos se establecieron en unidades mas grandes como pueblos, ciudades e imperios, plantando y cosechando cultivos alimentarios, domesticando animales y dividiendo el trabajo como una forma de vida mas eficiente. Este es el momento en que nace la civilización.  

 

A los historiadores les gusta usar la figura estándar de un calendario de 12 meses para tener una imagen de lo que ha ocurrido en este planeta... La vida apareció por primera vez el 1 de Enero. Los dinosaurios se extinguieron el 25 de Diciembre. Los humanos hacen su entrada por primera vez a las 23:00 horas del 31 de Diciembre. Y la civilización moderna comenzó 2 minutos antes de la medianoche del 31 de Diciembre.

 

Lo remarcable es que en estos dos minutos el Homo sapiens ha sido capaz de crear el lenguaje escrito y la tecnología digital, dividir el átomo, enviar gente a la Luna, inventar tratamientos y curas para un buen numero de enfermedades. Navegamos en las profundidades de los océanos, desembarcamos en la Luna, con telescopios espaciales observamos la luz segundos después de la formación del universo y aprendimos a cambiar la estructura de ADN y los genes, incluido el nuestro. Y no solo esto. En esto momentos estamos en la cúspide del desarrollo de la inteligencia artificial y en condiciones de explorar las partículas y las fuerzas que componen el tiempo, el espacio, la gravedad y las leyes que permite nuestra propia existencia. Todo esto en dos minuto. No del todo mal... cierto?

 

El problema es que en estos mismos 2 minutos, también creamos religiones monoteístas, escribimos textos sagrados y le entregamos el poder a sacerdotes,  pontífices y profetas para institucionalizar  mitos sectarios y a los señores de la guerra, reyes, dictadores y presidentes, contando entre ellos a los mas malvados e ignorantes de entre nosotros. Robamos y diezmamos poblaciones indígenas, iniciamos guerras constantemente, detonamos bombas atómicas y torturamos y  matamos a miles de millones de seres. Contaminamos el agua y el aire y el calor de nuestras industrias, junto a nuestro estilo de vida y al ansia de ganancias de unos pocos destruimos los ecosistemas. Somos la primera especie con el poder de extinguir a todas las especies, o por lo menos a la mayoría, incluyendo la nuestra. Y ahora mismo estamos embarcados en ello. Y todo esto, en dos minutos. El Homo sapiens convertido en Homo extintor, el Destructor, el Aniquilador. Y, aunque el planeta sobrevira durante otros cuatro años de esos calendarios virtuales, el Homo extintor no formara parte de el.    

 

La fantasía del animal humano de ser una especie inmortal, el ser excepcional en un paraíso eterno, es una mera ilusión, no debido al pecado original,  ese escenario del fin del mundo que perpetua nuestra sueño creacionista de estar en el centro del universo,  sino, mas bien,  porque tal cosa es incompatible con la evolución.  Según la predicción de Cartier-Leslie, diez mil años no es mucho tiempo. Con nuestra ayuda la podemos acortar mucho mas.  

 

Nieves y Miro Fuenzalida.


Sunday, May 4, 2025

Un guiño del sol

 

El sol

Se

Colgó

En

Las hojas

Naranjas

De

Mi Otoño

Y

Me

Guiño

Su calor. 

 

Nieves